La Reserva de la Biosfera de Gran Canaria trabaja en la actualización de su Plan de Acción hasta 2025, para profundizar con la mayor eficacia en sus funciones de apoyo a la conservación y desarrollo de las poblaciones locales, además de la investigación, la formación y la difusión de sus múltiples valores naturales y culturales

Este documento se nutrirá de múltiples fuentes, para contribuir desde una visión panorámica al desarrollo sostenible en el territorio. De este modo, en su elaboración se otorgará un papel especialmente relevante a las aportaciones de la población local y los colectivos, además de los siete ayuntamientos del área y varias consejerías del Cabildo de Gran Canaria, dada la importancia del trabajo participativo, por la amplitud de campos que abarca la Reserva de la Biosfera.

Igualmente, enlazará con las líneas de trabajo emprendidas hasta la fecha, e incluirá las últimas directrices nacionales e internacionales, en especial el Plan de Acción de la Red Española de Reservas de la Biosfera, el Plan de Acción para la Red Mundial de Reservas de la Biosfera y la Estrategia del Programa MaB (Persona y Biosfera) hasta 2025. A esto se añadirá el análisis de más de treinta documentos, marcos y acuerdos de referencia. Son los mimbres para entretejer una estrategia adaptada a las particularidades de esta parte de la isla declarada Reserva de la Biosfera.

El encargo del Instituto Insular para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria recalca la importancia de incorporar la abundante documentación y las aportaciones obtenidas a través de diversos procesos participativos llevados a cabo desde la declaración del 29 de junio de 2005, además de recopilar nuevas sugerencias de asociaciones, cooperativas y otras entidades representativas y distribuidas equitativamente por el territorio.

Esta mirada se completará con las aportaciones de los ayuntamientos de Agaete, Artenara, Vega de San Mateo, Tejeda, San Bartolomé de Tirajana, Mogán y La Aldea de San Nicolás, a las que se añadirán las de varias consejerías del Cabildo.

Se trata, en concreto, de Áreas del Cabildo que poseen una especial relevancia en la labor transversal que demanda la Reserva de la Biosfera, como es el caso de Sector Primario y Soberanía Alimentaria; Turismo; Patrimonio Histórico; Medio Ambiente; Unidad de Participación Ciudadana; Política Social y Accesibilidad; Industria y Comercio; Política Territorial y Paisaje; o Empleo y Desarrollo Local, al margen del apoyo y validación de los Consejos Científico y Rector.

Asimismo, el plan de trabajo establece la revisión profunda de todo el material previamente elaborado a nivel local por la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria y el contraste del borrador con las entidades sociales y el Consejo de Participación Pública, actualmente en fase de renovación, antes de su elevación al Consejo Rector para su aprobación, prevista para el último trimestre del año.

Este Plan de Acción es parte de la reactivación de la Reserva de la Biosfera, con iniciativas como la mencionada renovación del Consejo de Participación Pública para revitalizar su papel y garantizar su equidad, además de medidas programadas o ya en marcha que abarcan subvenciones a ayuntamientos y colectivos para proyectos de conservación y divulgación del patrimonio natural y cultural, actividades de desarrollo y diversificación socioeconómica, las ‘Ecoescuelas de la Biosfera’, los ‘Cafés Científicos’ o los eventos del programa ‘Creando Comunidad Biosfera en Gran Canaria’, entre otras iniciativas.

El Plan, cuya redacción está subvencionada por el Gobierno de Canarias, analizará las implicaciones con los instrumentos de planificación, como los planes municipales o de gestión de los Espacios Naturales Protegidos, e incluirá un diagnóstico de la situación de la Reserva de la Biosfera, así como un análisis del Plan vigente, un resumen de resultados y un panel de retos, con la descripción de métodos y recursos para su consecución, y el establecimiento de mecanismos de seguimiento y evaluación de los objetivos que se tracen.

Un árbol con múltiples ramas

El Plan será un árbol con diversas ramificaciones. Contará, entre otros, con el ‘Programa de conservación y uso sostenible de la naturaleza y el paisaje’, que definirá medidas para mejorar los hábitats terrestre y marino y proteger la geodiversidad y el patrimonio cultural y arqueológico, mientras que el ‘Programa de uso eficiente de los recursos’ pondrá el foco en el agua, biodiversidad agrícola, residuos, energía o la mitigación y adaptación al cambio climático.

Por su parte, el ‘Programa de desarrollo local sostenible’ fomentará las economías verde y azul. El ‘Programa de gobernanza, redes y cooperación eficaz’ consolidará y establecerá nuevas redes hacia un modelo de gestión más participativo y colaborativo. El llamado ‘Programa de comunicación, formación, investigación y seguimiento’ prevé cursos, talleres y programas de capacitación.

De este modo, la Reserva de la Biosfera desbrozará todavía más el camino hacia la meta que marca el Programa MaB, es decir, fomentar soluciones para conciliar la conservación de la biodiversidad con su uso sostenible, el desarrollo económico, la investigación y la educación, además de evaluar y aplicar enfoques interdisciplinares para comprender y gestionar los cambios e interacciones de los sistemas sociales y ecológicos.

El Plan diseminará nuevas semillas de sostenibilidad en el surco abierto hace ya casi 17 años por la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, que abarca tres municipios en su totalidad (Artenara, Tejeda y La Aldea de San Nicolás) y cuatro parcialmente (Mogán, San Bartolomé de Tirajana, Agaete y Vega de San Mateo. La zona engloba a una población de más de 15.000 habitantes en casi 66.000 hectáreas terrestres, además de las más de 35.000 de la franja marina.

Este conjunto de ecosistemas, reflejo de los mil y un rostros de Gran Canaria, lleva grabada la huella de la antigua población canaria. Aquí perviven determinados usos y actividades ancestrales, desde la liña a mano en la mar a la extracción artesana de aceite de almendra amarga, viejos ejemplos de sostenibilidad, que inspiran, junto a innovadoras formas de usos basadas en ese saber de antaño, el venidero Plan de Acción, concebido para afianzar los pilares de un presente y un futuro donde sea posible el frágil equilibrio de la sostenibilidad.

La Reserva de la Biosfera de Gran Canaria consolidará este año las bases de su reactivación con la redacción del Plan de Acción hasta 2025 y la renovación del Consejo de Participación Pública, medidas a las que se sumará una novedosa línea de subvenciones a ayuntamientos y colectivos para proyectos de conservación y divulgación del patrimonio natural y cultural, además de actividades de fomento de desarrollo y diversificación socioeconómica de su población

La primera reunión del Consejo Rector anunció tres de los ejes de trabajo para 2022 de este órgano celebrado bajo el paraguas del Instituto para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera, instrumento que abre una nueva etapa desde la declaración de la isla como Reserva por la Unesco en 2005, gracias a la existencia de un órgano de gestión y promoción que fortalece la figura y facilita la consecución de sus objetivos, subrayó el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales.

El Plan de Acción de la Reserva de la Biosfera hasta 2025 actualizará el marco local de gestión, además de aglutinar acciones consensuadas con las entidades clave del territorio, todo ello siempre enmarcado en las tres funciones básicas que establece la Unesco, es decir, la conservación del patrimonio natural y cultural, el apoyo a la educación y la ciencia y el desarrollo socioeconómico sostenible de la población.

Igualmente, la Reserva de la Biosfera revitalizará el papel de los agentes sociales en su día a día. Para ello, recompondrá el Consejo de Participación Pública acorde al reglamento vigente, así como su adaptación al nuevo órgano de gestión, el Instituto, como se ha hecho con el Consejo Rector y el Consejo Científico. Esto conllevará la creación y convocatoria este mismo año de sus órganos, incluidas la asamblea y las comisiones de trabajo, en base a criterios que enfatizan la amplia representación y equidad del conjunto de la población y entidades interesadas.

El impulso a las acciones de la Reserva de la Biosfera cristaliza también en el proyecto de subvenciones, en el que ya se trabaja para apoyar económicamente iniciativas relacionadas con sus valores y objetivos. Podrán acogerse a las mismas tanto ayuntamientos como asociaciones y entidades sin ánimo de lucro. El Instituto de Gestión Integrada extenderá la medida al ámbito del Patrimonio Mundial del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, junto a premios de investigación, también para ambos ámbitos.

Más actuaciones en 2022

Asimismo, en el Consejo Rector se dio cuenta de otras iniciativas que integran el plan de trabajo para 2022, entre ellas el desarrollo del proyecto ‘Creando comunidad Biosfera en Gran Canaria’, que se materializará en encuentros de jóvenes, mujeres y colectivos, así como intercambios entre municipios, la recreación de antiguos espacios comunitarios, recetarios y rutas.

El abanico de acciones incluye el trabajo con una docena de centros educativos públicos, además de familias y comunidades locales, en el marco de las ‘Ecoescuelas de la Biosfera’. Asimismo, la Reserva de la Biosfera volverá a poner en marcha las funciones del espectáculo escénico y audiovisual de títeres para público infantil, creado por Cancionero Isleño, sobre este territorio que abarca más del cuarenta por ciento del suelo de la isla, además de una amplia franja marina.

En esta misma línea de difusión, el Instituto realizará jornadas de observación astronómica en el ámbito, reconocido como Destino Turístico StarLight y coincidente en su totalidad con el área Reserva de la Biosfera, a lo que se añadirán los denominados ‘Cafés Científicos’, para propiciar el encuentro entre profesionales y ciudadanía para dar a conocer líneas de investigación y gestión vinculadas a los valores y misiones de las las dos figuras.

Por otro lado, el Consejo Rector señaló nuevamente la importancia del Plan de Sostenibilidad Turística del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera, que se traducirá, entre otras actuaciones, en la homologación de dos senderos de Gran Recorrido (GR), la rehabilitación del Centro de Degollada de Becerra, el desarrollo de un portal web, una aplicación y un sistema de gestión y monitorización.

Un estudio con una mirada diferente, basada en testimonios personales, y un cortometraje documental impulsados por la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, arrojan luz sobre el papel esencial de las mujeres en los sectores forestal y ambiental del espacio, además de en la preservación de los singulares valores culturales y sociales del área amparada por la Unesco

El desconocimiento y la invisibilización colectiva de la importancia de esta labor motivaron el proyecto ‘Miradas y experiencias vitales en los ámbitos forestal y ambiental de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria’, con una veintena de entrevistas y encuentros que ofrecen una visión de un universo femenino que abarca desde técnicas de incendios a biólogas, pasando por mujeres inmersas desde su niñez en los saberes propios de una vida íntimamente vinculada a la naturaleza y las tradiciones.

Además, el proceso alumbró un emotivo trabajo audiovisual titulado ‘La savia de las mujeres. Vidas que siembran isla’, con testimonios de varias de estas personas que dan cuerpo y alma a la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria. El cortometraje ya puede ser visualizado en su canal de Youtube en el enlace https://bit.ly/3rGZV86.

El trabajo realizado por la sociedad cooperativa Teyra y la colaboración de Lagarta Comunicación, huye de folclorismos y visiones románticas para poner el foco en la naturalidad y autenticidad de las experiencias de las protagonistas. Es otro de los rasgos diferenciadores de esta iniciativa financiada por el Gobierno de Canarias, organizada desde la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo a través de la Reserva de la Biosfera.

Los cuatro objetivos específicos del proyecto han sido conocer el camino vital de las mujeres ambientales y forestales, generar espacios de reflexión colectiva, abordar un análisis que entreteje sus vivencias y, por último, diseminar los resultados entre la población grancanaria, como una semilla plantada en un terreno prácticamente baldío.

Igualmente, al quitar este manto de silencio afloran aspectos que habrían pasado desapercibidos sin la lupa del estudio. Entre ellas figuran la opacidad de los trabajos feminizados, o el debate sobre los cuidados como única fórmula de sostenibilidad de la vida, así como la necesidad de superar la mirada productivista para facilitar la aparición de más perfiles de mujeres vinculados a los sectores ambiental y forestal o la descompensación a favor de los hombres en la presencia en estudios dirigidos al empleo en estos campos.

Asimismo, se han cosechado múltiples testimonios que ponen de manifiesto las dificultades encontradas para desarrollar su función por su condición de mujer, la dificultad y el coste de abrir camino o la necesidad de demostrar que se podía hacer bien el trabajo, además de invitaciones más o menos sutiles para cambiar de profesión, toparse con hombres que planteaban su negativa a trabajar con mujeres o los conflictos que surgen con el reparto de los cuidados.

Palabras que entretejen biografía y paisaje

Pero son ellas, sus biografías y sus palabras las que inundan de sentido y contenido el proyecto. Ahí está la memoria de Eleuteria, de San Pedro del Valle de Agaete, que se acuerda de subir a la Rama enlutada “como un cuervo”. También la agente de Medio Ambiente del Cabildo Sonia, criada entre habichuelas, cabras y un horno de pan en el Barranco de Guiniguada hasta que amasó una vida indisolublemente ligada al paisaje de Gran Canaria.

La maquinista y motoserrista Saray, de Juncalillo, atisba que hará frío cuando las plantas “se arrejuntan mucho”, y Alicia, nacida en La Degollada de Tejeda, ha convertido en profesión su temprano contacto con las simientes de la Cumbre, mientras que Pino, del Grupo Presa de incendios forestales, afirma que “tendría que escribir un poema” para poner palabras a lo que siente en la montaña.

La ingeniera forestal Ana ha transformado la Reserva de la Biosfera en “aula” abierta a los grupos de escolares, mientras que la brigada forestal Asu, que se asomó al mundo por Fontanales, tiene claro el eje de sus días: “Mi lucha como persona hace que esté donde estoy”. Cada palabra recogida en el estudio entreteje la relación entre vida y territorio. Como las de la peona forestal Victoria, que presume de que “el oficinista no tiene las vistas” que se despliegan ante ella a diario.

“Yo he visto veterinarias fortísimas lidiando con un caballo o una vaca, igual que un hombre. O mujeres motoserristas. Y eso sería bueno que se viera, porque en los centros educativos no se promueve”, subraya la profesora de FP en San Mateo Lorena, veterinaria especializada en Sanidad Animal con la tesis sobre el sistema inmune de los peces y que ha terminado entre medianías y cumbres, demostrando que cualquier rumbo es posible.

Más alto todavía, literalmente desde el cielo, la piloto de helicóptero Marlene enfatiza que su mayor satisfacción es la sensación de ayudar a las personas frente a los incendios forestales.

A Carmen los días se le hacen cortos entre cabras y gallinas en El Juncal de Tejeda, el trasiego al barranco para cortar comida para los animales y atender la casa rural. En el mismo lugar, la joven Carla apunta que las “nuevas tecnologías permiten otras fórmulas” para no tener que abandonar las áreas rurales.

La técnica forestal Cristo Santana metía a sus hijas a las cinco de la mañana “en un saco” para dejarlas en casa de su madre, medio dormidas. Ely, de Las Lagunetas, se formó en las primeras escuelas taller de viverismo, trabaja en el vivero de la Finca de Osorio y todavía se emociona porque “una planta va creando un bosque”. Y Cruz, operaria medioambiental de Fagagesto, recuerda a las mujeres que “cogían la hierba y la leña” y con sus saberes “cuidaban el bosque”.

“Este paisaje me da fuerza”, proclama Eneida, con una energía que también irradia en la fotografía recogida en el documento final del proyecto. Isabel anda concentrada en transmitir los beneficios del bicácaro y la bióloga orotavense que también responde al nombre de Isabel sigue enamorada de los paisajes de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria desde que profundizó en ella para estudiar la palmera canaria.

El punto y seguido lo escribe Pinito, que ha cargado “manás” de pinocha a la espalda, atadas a la frente con un cabestro, recorriendo las veredas entre Cortadores y la presa de Las Niñas. Trabajó junto a su marido en la de Soria. A él le pagaban como guardián. A ella no, aunque hacía un poco de todo. También debía parecerles invisible entonces.

El Cabildo de Gran Canaria ha envido al Ayuntamiento de La Aldea de San Nicolás una remesa de ejemplares de calendarios ilustrados del año 2022, que se ha editado desde el Instituto Insular para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, para hacer llegar a los centros educativos

Con esta iniciativa se pretende hacer llegar a la población de La Reserva de la Biosfera, en especial a La Aldea de San Nicolás, la gran variedad, recursos y riqueza natural, etnográfica, histórica y cultural que la componen, de una forma práctica, educativa, divulgativa y atrayente a la vista. Con la intención y el deseo de despertar el respeto, la conciencia y conservación, hacía todo lo que la compone y lo que significa.

Estos calendarios no son unos materiales al uso, se trata de unos almanaques muy especiales para el municipio, ya que han sido diseñados por la ilustradora de naturaleza Mara Ramírez.

La ilustradora aldeana ha creado en esta ocasión magníficas láminas con siluetas de ganado dibujadas con la luz de la mañana, de polvorientos contornos, custodiadas con pasión y esfuerzo por el incansable pastor. Ojillos del pájaro curioso que observa en su rama, mientras acicala su plumaje, mosaicos de luces flotando en los viejos bosques de pinos. Sacos al hombro por caminos tormentosos, el arte de la piedra intacto en muros de cultivo decorados por esplendorosas floraciones de endemismos canarios. Espaldas empapadas de sudor, de lluvia, encorvadas de experiencia, la tierra no tiene día de descanso. Montañas y más montañas, barrancos, playas, altas cumbres, paisajes tan diferentes y de igual belleza. Seres vivos adaptados a su pequeño mundo con una especialización tan compleja que los hace únicos, en el mar, en el aire, entre piedras, en cualquier lugar de la Reserva de la Biosfera.

La llamada ilustración científica de naturaleza consiste en acercarse lo más fielmente posible a la realidad. Para realizar este tipo de ilustraciones se requiere de mucha paciencia, práctica, y asesorarse meticulosamente sobre el tema que se va a dibujar.

Conlleva muchas horas de observación en el campo, de diferentes imágenes y de todo aquello que te pueda aportar información. Primero se dibuja a grafito la temática elegida, haciendo los bocetos que se crean oportunos con trazos simples y con diferentes composiciones. Posteriormente, una vez elegido el boceto, se empieza a dibujar los detalles necesarios hasta dejarlo listo para comenzar a añadir los colores. Cualquier pequeño cambio o error, puede hacer, por ejemplo, que la identificación de una especie pueda ser confundida con otra, hay que ser muy cuidadoso hasta con el más mínimo detalle.

La concejala de Medioambiente del Ayuntamiento aldeano, Naira Navarro, está realizando el reparto por los diferentes centros.

Página 2 de 2