Los fondos Next Generation de la Unión Europea financian con más de medio millón de euros dos proyectos de recuperación del paisaje urbano y cultural del Norte para mejorar la imagen turística de los once municipios

La Consejería de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias ha concedido a la Mancomunidad del Norte dos proyectos de mejora de las infraestructuras turísticas de la Comarca, en el marco de la convocatoria de las subvenciones, en régimen de concurrencia no competitiva, para financiar proyectos de la estrategia de resiliencia turística en Canarias, dentro del programa de actuaciones con entidades locales en infraestructuras turísticas, en el marco del plan de recuperación, transformación y resiliencia, financiado por la Unión Europea Next Generation EU.

Los dos proyectos aprobados, financiados por la Unión Europea al 100%, tienen un presupuesto de 432.280,00 euros, en el caso de los jardines verticales, y de 141.240,00 euros en el caso de la instalación de la escultura del árbol sagrado conmemorativo del 50 aniversario de la Mancomunidad. El total de la inversión conseguida por la entidad supramunicipal asciende a la cantidad de 573.520,00 euros.

Desde la Mancomunidad, en colaboración con los Ayuntamientos, se han diseñado los once jardines verticales que se instalarán en lugares de acceso a los municipios del Norte con indicación del nombre, rodeado de vegetación adaptada a las condiciones climáticas de cada lugar, que embellecerá el entorno urbano en que el que se instalará y mejorará la imagen de los municipios a sus visitantes.

Por otro lado, se ha aprobado la instalación de once esculturas del “Árbol Sagrado”, diseñadas por el artista norteño Pepe Dámaso, que se instalarán en diferentes espacios emblemáticos de cada uno de los municipios de la Mancomunidad con motivo del 50 aniversario de esta entidad. La primera escultura fue inaugurada en el pasado mes de diciembre en las instalaciones del Parque Científico Tecnológico del Norte de Gran Canaria.

Con estos dos proyectos, el Norte de Gran Canaria verá como se mejora el paisaje urbano de diferentes espacios públicos con la instalación de nuevos jardines, en este caso verticales, y de esculturas, lo que mejorará el medio ambiente urbano y aportará nuevos elementos culturales a la Comarca, de conformidad con lo establecido en el Plan Estratégico de la Mancomunidad 2030.

Desde la Mancomunidad del Norte se está trabajando, en estos momentos, para la preparación de las diferentes licitaciones previstas en los proyectos con el objetivo de verlos hechos realidad este año 2024.

Del 10 al 13 de mayo el barrio de La Culata celebra sus fiestas en Honor a Nuestra Señora la Virgen de Fátima

El viernes 10 habrán juegos infantiles desde las 17:00h, Escala en HiFi a las 20:00h y un desfile de modelos de la mano de Brigitte Delgado a las 21:00 horas.

El Sábado 11 tenemos la tradicional Feria Equina a las 10:00h en la cual el Ayuntamiento de Tejeda realizará la inauguración (a las 10:30 horas) de una escultura «de un burrito» en representación y en reconocimiento a la labor que realizan la Asociación Equina La Culata para conservación del Burro Canario, se contará con la presencia de representantes del Cabildo de Gran Canaria. Los actos festivos seguirán por la tarde desde las 17:00h con la Bajada de la Rama, disfrutaremos de la Parranda Amigos de Tejeda a las 20:00h y como cierre la Verbena Popular amenizada por Juan Antonio Castro a las 23:00 horas.

El domingo 12 a las 12:00h se celebra la Eucaristía y Procesión acompañada por la Agrupación Folclórica Casas de Aguilar San Francisco de Asís, al medio día (14:00h) tendrá lugar un Homenaje a nuestros mayores.

El lunes 13 a las 18:00 horas Eucaristía en Honor a Nuestra Señora la Virgen de Fátima.

El pasado 4 de agosto, la escultura abstracta de arenisca de Plácido Fleitas (Telde, 1914-Las Palmas de Gran Canaria, 1972), perteneciente a la serie ‘Magia de la Naturaleza’ y ubicada en el teldense Parque Urbano de San Juan por espacio de más de dos décadas, sufrió un terrible acto vandálico que la fracturó en siete trozos

El Cabildo de Gran Canaria determinó el traslado urgente de los restos a los depósitos de la Casa de Colón, museo dependiente de la Consejería insular de Cultura que coordina Guacimara Medina Pérez, y emprendió de inmediato los trámites necesarios para su restauración. Por fin, la obra vuelve a lucir en su ubicación original, junto a las once piezas restantes que componen la serie artística y que se ubican en el mismo entorno paisajístico. Los minuciosos trabajos, ejecutados por la empresa especializada Tibicena, Arqueología y Patrimonio SL, han costado 12.150 euros y han sido realizados bajo la dirección de la restauradora de Patrimonio Sara Bosch Mauricio.

La responsable insular de Cultura, Guacimara Medina, acudió en la mañana de este lunes, día 8 de abril, junto al alcalde de de Telde, Juan Antonio Peña, los responsables de Tibicena y el nuevo director de la Casa-Museo León y Castillo, José Alejandro Díaz, a supervisar la reciente restitución de la valiosa pieza artística en su pedestal original. “Es importante resaltar el trabajo coordinado del Ayuntamiento de Telde y de la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria instituciones que, desde un primer momento nos pusimos en contacto para trabajar en la restauración de la obra, con la exquisita labor realizada por la empresa Tibicena. Nadie diría que fue alterada. Esto nos permite mantener nuestro patrimonio cultural en la calle y que la ciudadanía tenga la oportunidad de conocerlo y de hacer seguimiento de su conservación”.

El primer edil teldense, Juan Antonio Peña, aprovechó la ocasión para trasladar “el agradecimiento de esta ciudad a la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria por su compromiso con esta obra tan importante de Plácido Fleitas que puso en peligro el vandalismo y que, en tan poco tiempo, hemos conseguido que vuelva a este parque urbano de San Juan para el disfrute de diversas generaciones”.

Arte abstracto de factura teldense

La pieza abstracta forma parte del conjunto de doce que integran la serie ‘Magia de la Naturaleza’. Ejecutada entre 1964 y 1970, durante los últimos años de vida de Fleitas, forma parte de una etapa en la que se agudizó el vínculo entre la geología canaria y la obra del escultor teldense, de ahí que optara por trabajar grandes esculturas de arenisca, material muy poroso, lo que ha originado los graves daños sufridos y la especial dificultad del proceso de restauración.

La obra fue abatida desde su pedestal, donde estaba anclada con unas varillas de hierro corrugado y, al golpearse contra el suelo, se fragmentó en siete pedazos sufriendo daños importantes. Tras permanecer unos días en los almacenes de la Casa de Colón, se solicita a Tibicena Arqueología y Patrimonio, entidad especializada en trabajos de restauración patrimonial, la realización de una propuesta de tratamiento para la reparación de la escultura. Una vez aceptada, las piezas se trasladan al taller de restauración de la empresa.

Restauración con criterio

El conjunto de intervenciones que se desarrollaron tuvo como objetivo la consolidación estructural, así como el valor y la unidad estéticos. Las actuaciones se rigieron por las disposiciones legales vigentes y se basaron en las diversas disposiciones internacionales, así como en los objetivos fijados en las Cartas Internacionales de conservación y restauraciones de bienes culturales.

Con estas premisas, se buscó la intervención mínima necesaria para lograr la estabilización; se actuó, según detalla Sara Bosch, la especialista que dirigió los trabajos, “desde el máximo respeto a las estructuras y el material original, y se persiguió la compatibilidad de éstos con los procesos y productos de esta acción”. Bajo estos cuidados, se repararon los daños y se restituyó la unidad estética del conjunto, con técnicas y materiales totalmente reversibles.

Tratamientos realizados

La intervención se llevó a cabo contando con una serie de instrumentos básicos que sirvieron de apoyo para su ejecución posterior. Previo al proceso de reparación, se realizó una minuciosa labor de investigación. La información previa se materializó en la elaboración de una serie de fichas técnicas, que recogieron el estado de conservación fotográficamente y mediante mapas de deterioro, datos que resultaron muy útiles para la distribución de los diferentes tratamientos.

A continuación, se realizó una limpieza mecánica en seco con aspirador y brocha para retirar el polvo superficial, con la ayuda de espátulas y palillos de madera para retirar acumulaciones de suciedad en las zonas más recónditas y, con bisturí y escalpelo para otros depósitos más adheridos, como restos del tartán. Se finalizó con una posterior limpieza puntual, consistente en proyección de microesfera de vidrio sin dañar la pátina original, controlando la presión y el tiempo de actuación sobre el material.

La adhesión y cosido de los fragmentos se realizó mediante el empleo de resina epoxi. La operación consistió en fijar las piezas fracturadas para, posteriormente, coserlas con varilla de fibra de vidrio. Una vez pegado el fragmento, se realiza un taladro en ambas piezas para colocar la espiga de fibra de vidrio enroscado, con un adhesivo a base de resina epoxi termoendurecible. El cosido se realizó una vez que estuvo bien solidificada la resina.

Ingeniería de precisión

La sección de las varillas de sujeción (10- 14 mm) varió en función de la magnitud y posición de los fragmentos. El orificio resultante en el exterior se selló con un mortero de cal hidráulica para evitar que la resina se altere con la radiación ultravioleta. Los cosidos, por su parte, funcionan como reintegradores de las partes fragmentadas, invitando a que las piezas mantengan una misma tensión y conserven un equilibrio que impida la aparición de fracturas.

Al tratarse de una escultura de grandes dimensiones y consecuente y considerable peso, los restauradores se ayudaron de un tecle pluma eléctrico que permitió elevar y manejar cada pieza en las labores de montaje. El fragmento de mayor dimensión, que coincide con la base de la escultura, se puso en pie; se apuntaló con calzos de madera y siempre sujeta por eslingas al tecle. Una vez en vertical, se fueron adhiriendo los fragmentos de la manera anteriormente detallada, al tiempo que se fue apuntalando y sujetando con eslingas a la pared.

En cuanto al sellado de las uniones, el grosor del relleno fue el mínimo necesario, sin que, en ningún caso, el material empleado para esta operación solapase la piedra en la superficie exterior.

El sellado de grietas y fisuras se llevó a cabo con la aplicación de jeringuillas y bocas de resina termoplástica. Una vez endurecida la resina, el siguiente paso fue el sellado con mortero de cal con carga de marmolina blanca, un mortero elaborado para la reparación e imitación de piedra. Así, los rellenos quedaron de un tono similar al de la arenisca original.

El objetivo general de esta intervención fue el de favorecer la protección del material pétreo, evitando las vías de penetración del agua, polvo y favorecer el acabado estético. La intención es, a juicio del equipo de restauración, “permitir una buena lectura del monumento a través de la armonización estética. A aquellas reintegraciones volumétricas que presentaban zonas con diferentes cromatismos y texturas se les aplicó un patinado con pinturas de silicato de potasio mediante veladuras y estarcidos”, detalla la memoria final de la actuación.

Gáldar estrenó en la tarde de este jueves dos grupos escultóricos con la presencia de cinco Guaires en la calle que lleva su nombre. La obra de Fernando Silva Moreno recoge dos escenas con ocho elementos diferentes: seis figuras masculinas de aproximadamente dos metros de altura, de las cuales cuatro están de pie -falta una escultura por instalarse- y dos sentadas, una cabra y una roca con un tablero de juegos que rememora al juego que practicaban los aborígenes denominado La Chascona. El material elegido es el jesmonite y pesan hasta cien kilos.

Teodoro Sosa, alcalde de la Ciudad; Encarnación Ruiz, coordinadora del proyecto y Fernando Silva, escultor, inauguraron el conjunto que presidirá una de las entradas principales a la Ciudad. “Vamos a tener las dos entradas que históricamente hemos tenido con lo que nos tiene que representar: nuestros orígenes, nuestra tierra, nuestros antepasados. Por un lado las de la Bajada de las Guayarminas y ahora estas de la calle Guaires, y ambas entradas con un gran aparcamiento”, aseguró el primer edil.

“La calle Guaires era el perfecto lugar para hacer ese homenaje a los guerreros y a los capitanes. Desde 1478 a 1483 en plena Conquista seis Guaires asesoraban en aquel momento: Adargoma, Doramas, Tixama, Gayfa y Gaytafa”, añadió Teodoro Sosa, que detalló que el Ayuntamiento dejó al escultor que decidiera plenamente las escenas. El alcalde aprovechó para pedir a la ciudadanía respeto hacia estas “magníficas” esculturas para que “duren muchos años”.

Fernando Silva Moreno nació en Guía en 1974 y es autor entre otras de la escultura de la entrada a La Atalaya que homenajea al hombre y la mujer trabajadora del campo. El autor describió las escenas elegidas: “En una representamos la vida cotidiana de los Guaires con el juego de La Chascona. Ese elemento de ocio representa la estrategia de vencer al oponente, que es lo que hacían ellos ante las invasiones extranjeras. Y también hay una cabra que refleja cuál era uno de sus principales sustentos”, explicó.

Acerca de la otra, detalla: “Hay tres personajes, uno camina hacia abajo, se está desprendiendo de ese grupo y porta un puñal en la espalda, es el símbolo de la Conquista castellana. Vemos el puñal contra la piedra y el palo, elementos que tiene otro de los Guaires. Y también vemos un gesto de desconfianza hacia aquellos que mediaron entre castellanos y aborígenes que representa esa doble visión de la traición o de intento de pactos para salvar vidas”, sentencia.

EL ESCULTOR FÉLIX REYES ARENCIBIA REPASA SU TRAYECTORIA A PARTIR DE LA OBRA ‘AMALITA’, EN EL CICLO ‘MIRADAS A LA COLECCIÓN’ DE LA CASA DE COLÓN

El artista frente a su obra. El veterano escultor Félix J. Reyes Arencibia protagoniza, en carne y hueso, la edición mensual del ciclo ‘Miradas a la colección’, que repasa la obra de un artista del catálogo de obras de la Casa de Colón. El día 3 de mayo, a las 19:00 horas, el reconocido artista de Valleseco impartirá una conferencia-autorretrato en la que repasará su trayectoria partiendo de ‘Amalita’, una de las esculturas que forman parte de la exposición ‘Atesorando Patrimonio 4’. Esta muestra exhibe, hasta el próximo 14 de junio, 140 nuevas adquisiciones del Cabildo grancanario para el futuro Museo de Bellas Artes y los centros museísticos insulares. La asistencia a la actividad ‘Miradas a la colección’ es gratuita hasta completar aforo

La pieza en cuestión que constituirá el punto de partida de la charla corresponde a una escultura tallada en madera de pino entre los años 1999 y 2000. Se trata de una talla directa sobre madera de pino de 120 x 48 x 67 centímetros, es decir, a tamaño natural. ‘Amalita’ pertenece a la serie ‘Mi barrio’, que está vinculada con su otra serie ‘Lugar de encuentro’. Ambas están producidas a partir de mediados de los 90 y en ellas el artista comienza a adquirir un carácter narrativo en su producción, pasando de realizar piezas individuales a instalaciones de distintos formatos y técnicas en las que recoge historias y vivencias personales.

El propio autor describe su obra de la siguiente manera: “Creo que el presente no existe, del futuro no sabemos nada, sólo nos queda lo vivido”. Efectivamente, ‘Mi barrio’ es un grupo escultórico compuesto por once figuras que representan a otros once vecinos. “Realizo un grupo escultórico con personas de mi barrio en un domingo cualquiera en la calle Matías Padrón”, describe el escultor. “Cuento cuando los mayores estaban pendientes de la información deportiva transmitida por la única radio que existía en dicha calle, la de Amalita, una mujer maravillosa a la que todos queríamos. Los más pequeños escuchábamos a Amalita, quien nos contaba cuentos e historias muy divertidas. Así era la vida en aquellos años en los que la pobreza era la tónica general, aunque yo esa época la recuerdo como muy especial”.

Y es que los personajes de estas series, al contrario de las que hará con posterioridad, no son anónimos, sino que tienen nombre propio: Tita, Teresa, Cheo, Manolo o la pieza seleccionada, Amalita. Esto es debido a que son personas que habitan en su memoria. El autor recuerda su infancia y juventud en Gran Canaria, en la que tuvo una gran influencia la figura de su padre, que era vendedor ambulante en la ciudad. Es por ello también que las esculturas de esta serie están realizadas a tamaño natural. De igual manera, el propio autor señala que la elección de la madera de pino es debido a la calidez visual que transmite. Busca crear emoción y sensación de recuerdo dentro de la escena y anima al espectador a integrarse en el grupo.

‘Lugar de encuentro’ es el grupo escultórico con el que conecta ‘Mi barrio’. Está compuesto por diecisiete esculturas de tamaño natural realizadas en talla directa y en madera de pino gallego. “Con este grupo, empiezo mi andadura de contar historias. En este caso, represento a amigos situándolos en el marco de la calle de Triana como lugar de encuentro, porque en esa época, década de los cincuenta, los domingos solo teníamos playa por la mañana y paseo por Triana o algún guateque, por la tarde”. Reyes Arencibia explica que también eligió llamarlo ‘Lugar de encuentro’ “porque mientras trabajaba en esta obra llegaban a mi memoria datos sobre la persona, de la que hacía un retrato idealizado en la distancia. En esta composición no me preocupaba el retrato como tal, me centraba más en la composición y distribución de las piezas, buscando la armonía y la emoción de recordar la forma de vivir de esa época”, aclara el escultor.

Trayectoria de Félix J. Reyes Arencibia

Félix J. Reyes Arencibia (Valleseco, 1941) comienza sus estudios de escultura en 1954 en las academias Municipales de Las Palmas, recibiendo clases de Cirilo Suárez y especialmente del reconocido escultor Abraham Cárdenes con el cual se prepara para ingresar en la Escuela de Bellas Artes de Tenerife. Durante el curso 1961-62 consigue una beca del Ayuntamiento de Las Palmas y otra del Cabildo Insular mediante la cual se traslada a Madrid para estudiar en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, donde obtendría el título de Profesor de Dibujo en la especialidad de Escultura en 1965. En 1982 homologaría dicho título por el de Licenciado en Bellas Artes.

Tras la terminación de sus estudios y su matrimonio con una riojana, se traslada a esta región donde en 1966 inicia su carrera docente en la Escuela de Arte de Logroño como profesor de modelado y vaciado. En 1968 recibió plaza como profesor numerario siendo nombrado catedrático de Artes Plásticas. En la Escuela de Artes impartió clases durante 35 años, ejerciendo la dirección durante 10. Como escultor ha participado en un amplio número de exposiciones, recibiendo una gran cantidad de reconocimientos, como el Premio Extraordinario del II Certamen Juvenil de Arte de Las Palmas en 1959, el Premio de Honor de Escultura de las Academias Municipales de Las Palmas en 1960, el Premio Aníbal Álvarez y el Molina Higueras de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1964 en sus primeras etapas, y más recientemente, el Galardón de las Bellas Artes de La Rioja en 2002 o en 2015 el premio Magister por la Real Academia Canaria de Bellas Artes.

Desde 1974 hay presente escultura pública de Félix Reyes en múltiples municipios de La Rioja. En Canarias la obra del artista tiene presencia en distintos municipios: Arucas (Museo Municipal), Valleseco (escultura pública y en el Ayuntamiento) y Santa Cruz de Tenerife (Real Academia de Bellas Artes). Durante el año 2021 se celebró una exposición-homenaje en el Centro Cultural CICCA, en la cual participaron 25 artistas en torno a su figura.