El músico Blas Sánchez rememora su azarosa vida en el Concierto ‘Un canario en París bajo la nieve’ en la Casa de Colón

La vida del músico ingeniense Blas Sánchez bien podría ser la banda sonora de una película, y ‘Un canario en París bajo la nieve’ sería un título perfecto. De momento, da nombre al concierto que se celebrará en la Casa de Colón el día 15 de febrero, a las 19:30 horas, con entrada gratuita hasta completar aforo

La velada musical estará a cargo de la formación ‘Entre-cuerdas’, que lidera el propio Blas Sánchez, con guitarra, guitarra-arpa y violín; Maro Hernández a la guitarra y David Estupiñán a cargo del violín.

El programa del concierto está compuesto por obras del veterano maestro Blas Sánchez, inspiradas en el trabajo de Luys de Narváez, compositor, escritor y vihuelista español del siglo XVI. Poco se conoce de su biografía. Se sabe que nació en Granada, a finales del siglo XV. Su primera aparición fue en casa del comendador mayor de León y secretario de Estado de Carlos V, Francisco de los Cobos, a quien dedica en 1538 su principal obra, ‘Delphin de música para vihuela’. Con posterioridad, es contratado como maestro de los ‘cantorcicos’ al servicio del príncipe Felipe, que será luego el rey Felipe II, puesto en que permaneció hasta fallecer en 1552.

Blas Sánchez nace en Ingenio en 1935. A los 6 años empieza a ‘trinar’ su bandurria en la rondalla ‘Campos del Sur’, de don José Suárez, con sus hermanos Manolito y Diego, llegando a ser cantante solista de los ranchos de ánimas, folías y malagueñas. En la rondalla, se apodera de una guitarra sin cuerdas que don José recupera para después regalársela ante todos los niños de la escuela al decir: “Hijos, si un niño de 6 años roba una pistola posiblemente será policía o guardia civil, pero si un niño de 6 años roba una guitarra pues, será guitarrista. Blasito, la guitarra es tuya”.

Siendo autodidacta, a los 9 años se consagra a su instrumento sustraído y una vez con cuerdas de tripa, de Ca’ Chano, inicia un método personal. A los 12 años, don Andrés, cura de Ingenio, lo lleva al Seminario de Tafira, y, a los 3 meses, el prior lo despide por no rezar en lugar de guitarrear hasta en los maitines. Al llevarlo a Ingenio, el cura pasa por el Obispado y, por milagro, Blasito conoce, llorando, a la madre superiora del internado de San Antonio, en Vegueta.

Aunque no fuese huérfano, fue aceptado, de tal suerte que, a los 13 años, crea su flamante rondalla para internados y se consagra a sus estudios en la Academia de Música de la Orquesta Filarmónica. En el internado, Blas no conoció ni un solo recreo. Dirigía su rondalla y un coro de niños, para los cuales componía sus célebres ‘blasianas’ y canciones canarias.

Culmina su carrera de violín a los 17 años en Las Palmas, título que revalida en Tenerife con las máximas calificaciones. Subvencionado por el Cabildo, va a Madrid como masajista, violinista, guitarrista y cantante, entrando a formar parte de los primeros violines de la Orquesta Nacional de España que dirigía Ataúlfo Argenta. Por problemas políticos, el 18 de marzo de 1959 se escapa, coge el tren y, a las 6 de la mañana del 19, llega a París. Allí comienza una azarosa aventura que el maestro cuenta en forma de composición musical y que culmina con su consagración como maestro musical y su nombramiento como hijo predilecto de Gran Canaria en 2007.

Sobre ‘Entre-cuerdas’

Actuarán junto al veterano maestro Blas Sánchez los otros dos miembros de la agrupación ‘Entre-cuerdas’, ambos dignos discípulos del ingeniense. David Estupiñán es profesor y director de la Academia de Inglés en la Villa de Ingenio. Amante y apasionado por el violín, de muy joven empezó sus estudios como alumno libre en el Conservatorio de Las Palmas. Después, continuó con Lola Moro y con Blas Sánchez. Hoy sigue su formación con el maestro cubano Antonio Leal y, desde unos meses, se ha unido al dúo de guitarras ‘Entre-cuerdas’, consagrándose a un repertorio especialmente ‘blasiano’.

Por su parte, Maro Hernández (Manolín) figura entre los mejores alumnos canarios formados por Blas Sánchez, como lo son los ingenienses José María Ramírez, Víctor Landeira, Beatriz y Esperanza Bordón, todos profesores de música, además de los isleños Domingo el Colorao, Víctor Batista, Javier Cerpa, Juan C. Pérez, Toñín Corujo o Adrián Nuez, entre otros. De familia de amantes de la música, Maro se inicia musicalmente a los 9 años con el recordado maestro Manolito Sánchez. Como siempre ha sido, una vez convencido de su valor, Manolito lo envía a su hermano Blas, quien está acostumbrado a formar y encaminar y encaminar a jóvenes promesas hacia el Conservatorio de Las Palmas o directamente a sus clases en los conservatorios parisinos de Vitry y Kremlin Bicêtre.

Así pues, a los 16 años, con una subvención del Cabildo de Gran Canaria, comienza Maro sus estudios con Blas Sánchez en los dos conservatorios parisinos y en 3 años aprueba el Grado de Superior con sobresaliente. A su retorno a Gran Canaria, sin la posibilidad de encontrar trabajo, se orienta a la percusión, acompañando a su hermana Romina, la famosa cantante. 30 años después de abandonar la guitarra, toca a la puerta de la Casa-Museo Blas Sánchez, queriendo comprar una cuerda.

En solo cuatro meses se convierte en lo que tanto había soñado, memorizando más de 40 piezas compuestas por Sánchez y convirtiéndose en el intérprete favorito del repertorio blasiano, para lo cual su profesor compone la segunda voz o parte para violín que se presenta en los conciertos con el nuevo trío ‘Entre-cuerdas’.

Programa del concierto:

Primeros pasos en París, 1959 y primer fracaso

Contradanza 1.
Variaciones sobre Guárdame las vacas de Narváez.
Marcha solemne.
Toccatina.
Largo afectuoso.
Ricercare.
Dúos, Tríos

Oración por Hiroshima.
Blasiana 2 Crepúsculo.
Blasiana 1 Amanecer en Ingenio.
Dany.
La Ninfa.
Nuit *.
Aria a Villa-lobos *.
Plegaria por la paz *.
Vals a contratiempo.
Blasanova 3.
Bailao.
Aies al violín, el Sorondongo como 2º fracaso.
Guitarra-arpa: A Pablo Neruda

Salmo al amor y Salmo a los alisios.