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La Consejería de Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria pondrá a disposición de las y los agricultores de la Isla 15.500 mosqueros, con el fin de reducir la población de la mosca de la fruta, en cultivos de cítricos, frutales subtropicales y frutales de hueso y pepita, en la campaña 2022, y paliar la pérdida de producción y calidad del producto grancanario
El contrato, que ha supuesto una inversión de 59.388 euros, ha sido adjudicado a la empresa Probodelt SL, que se encargará de suministrar los dispositivos/trampas cebo, para su colocación en los campos, con atrayente alimenticio e insecticida, así como un vídeo y un folleto informativos acerca del montaje de estos dispositivos, su uso correcto y la gestión adecuada del mismo, una vez que se haya retirado del árbol.
El consejero de Sector Primario y Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo, pone en valor esta iniciativa, con la que “actuaciones como esta, junto a la campaña de frutales y el gran esfuerzo de las y los agricultores insulares hacen que Gran Canaria sea la Isla con mayor superficie de este tipo de árboles frutales de Canarias”.
Esta iniciativa del Área responde a la necesidad de hacer frente a las plagas de mosca de la fruta, que tienen una incidencia muy elevada en los frutales que se cultivan en la Isla, debido a que las condiciones de temperatura y humedad son favorables para que el insecto complete su ciclo biológico, varias veces en un mismo año, y a que la mayor parte del año se encuentra alguna especie en período sensible de ataque, susceptibles a ser atacados.
En concreto, los daños que produce la mosca se deben al efecto de la picadura de puesta de la hembra sobre el fruto, que es una vía de entrada de hongos y bacterias que descomponen la pulpa, y a las galerías generadas por las larvas durante su alimentación. Todo ello produce una maduración precoz y la caída del fruto.
De este modo, con la colocación de estos mosqueros, se logra reducir la población de estas moscas y se contribuye a superar uno de los grandes escollos que enfrentan las y los agricultores cada año, al no poder recoger apenas fruta en buenas condiciones, por el ataque de este insecto.
Las y los agricultores beneficiados serán los titulares de explotaciones agrícolas que dispongan, como mínimo de 40 árboles de frutales de hueso y pepita, como albaricoquero, duraznero o melocotonero, nectarina y peral; frutales subtropicales, como mango y guayabo; frutales cítricos, como naranjo y mandarina; y otros, como níspero, kaki e higuera.