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LA CASA DE COLÓN ACOGE EL ACTO OFICIAL DE DONACIÓN DE ‘SOLIDARIDAD’, EMBLEMÁTICA INSTALACIÓN DE 3.000 FIGURAS DEL ESCULTOR GRANCANARIO FÉLIX J. REYES ARENCIBIA
‘Solidaridad’ ya forma parte del patrimonio cultural canario. La Casa de Colón, institución gestionada por la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, acogió el día 14 de septiembre la firma de la aceptación de la donación de la emblemática obra del escultor de Valleseco afincado en La Rioja, Félix J. Reyes Arencibia.
La obra, compuesta por 3.000 figuras de alabastrina blanca y realizada entre 2005 y 2007, se expone estos días en la muestra temporal ‘Acogiendo Patrimonio’, que exhibe las donaciones recibidas durante los últimos cuatro años y que concluye el día 18 de septiembre
La firma fue formalizada por parte de la consejera de Cultura del Cabildo, Guacimara Medina, la directora de la Casa de Colón, Elena Acosta, y el propio artista. El acto formal contó con la presencia del alcalde de Valleseco, Dámaso Arencibia, al ser este el municipio natal de Félix J. Reyes. También estuvieron presentes el director insular de Cultura, Francisco Bravo de Laguna, y la jefa del Servicio de Museos del Cabildo de Gran Canaria, Alicia Bolaños, además de Miguel Rodríguez, gestor cultural y amigo personal del artista.
La consejera de Cultura destacó la importancia de esta donación para la Cultura insular y adelantó la posibilidad de que esta impresionante instalación, que enlaza la tradición de los entierros en Valleseco con los atentados terroristas de Atocha en 2004, pase a formar parte de la colección permanente del futuro Museo de Bellas Artes de Gran Canaria (MUBEA). “’Solidaridad’ es una obra mágica; agradecemos el acto de generosidad del artista con su pueblo. Es una manera de devolver a los grancanarios su gran trayectoria vital”, aseguró la representante insular, quien también adelantó, junto al alcalde de Valleseco, la posibilidad de realizar una exposición temporal en el municipio que vio nacer al artista “para que sus vecinos puedan disfrutarla en el entorno que sirvió de inspiración a esta emotiva obra”, aseguró la consejera.
Felix J. Reyes, que acudió al acto acompañado de su esposa Rosa Castellot, reconocida artista riojana, declaró emocionado que el acto supone para él “saldar una cuenta con el Cabildo de Gran Canaria, ya que gracias a una beca de esta institución pude trasladarme a Madrid a continuar mis estudios de Bellas Artes, lo que supuso un gran impulso en mi carrera artística”.
La directora de la Casa de Colón, Elena Acosta, quiso destacar el compromiso del artista con su tierra. “Estamos orgullosos y agradecidos de que un artista tan reconocido se decida a contribuir a acercar su obra a la ciudadanía. Se trata de todo un ejemplo a seguir para la comunidad artística”, aseguró la responsable del museo americanista.
Félix Reyes Arencibia, el creador frente a su obra
Félix J. Reyes Arencibia (Valleseco, 1941) es sin duda uno de los artistas vivos más representativos de la escultura canaria del siglo XX. El propio autor describe su obra de la siguiente manera: “Creo que el presente no existe, del futuro no sabemos nada, sólo nos queda lo vivido”. En efecto, su escultura está marcada por su humanidad y por el carácter narrativo en su producción, pasando de realizar piezas individuales a instalaciones de distintos formatos y técnicas en las que recoge historias y vivencias personales.
Es el caso de ‘Solidaridad’, la obra que forma parte de la muestra ‘Acogiendo Patrimonio’ y que ya se incluye en el legado del patrimonio insular. Se trata de un proyecto nacido de un triste acontecimiento social, que, como a tantos, llenó de rabia al escultor de Valleseco afincado en La Rioja: los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Atocha.
Como artista, se sentía en la obligación de dejar plasmado este horrible suceso, de denunciar y manifestar su ira contenidas a través del arte. El significado de este ingente número de piezas escultóricas lo sostiene en la gran manifestación de rechazo y protesta contra los artífices de la barbarie gratuita.
Pero lo más curioso es que la idea artística tiene su raíz en viejas remembranzas de tiempos pasados de su niñez. Está inspirada en los entierros de Valleseco, “donde de niño yo veía el cortejo fúnebre acompañado de los vecinos con paraguas, porque en mi pueblo llueve casi siempre. Esa lluvia que llaman ‘chipichipi’, una fina pero persistente capa de agua”, recuerda el veterano escultor. Esa idea inicial presentaba una dificultad técnica sin resolver y esa era el recorrido de la comitiva.
“La solución era muy difícil de realizar, porque yo pensaba que tenía que representar los caminos de mi pueblo desde Lanzarote al cementerio. Pasaron muchos años y viendo por la televisión la manifestación contra el cruel atentado del 11 de marzo encontré la solución. El 12 de marzo era un día lluvioso y todos los manifestantes llevaban paraguas, como en Valleseco. En ese momento comprendí que no era necesario representar ningún camino, que era suficiente una recta, caminando todos en una misma dirección. Ese mismo día me puse a realizar el grupo”.
Y el grupo fue representado finalmente por 3.000 piezas de entre 17 y 20 centímetros, realizadas en alabastrina. Representan cientos de formas anatómicas humanas y diferentes portes: movimientos, silencios, dolencias, etc. Todas ellas modeladas bajo las directrices del estilo, que es ya patrón en su quehacer artístico y que le define autónomamente en sus creaciones escultóricas. En el contexto expresado, cada una se manifiesta y desfila bajo un paraguas con su individual anatomía y su movimiento corporal.