PÉSAME POR EL FALLECIMIENTO DE D. RAFAEL PÉREZ CARDONA

El Alcalde, Corporación municipal y trabajadores del Ayuntamiento de la Villa de Firgas, expresan su más sentido pésame y condolencias a los familiares y allegados/as por el fallecimiento de D. Rafael Pérez Cardona, vecino de este municipio y exconcejal de este Ayuntamiento.

Descanse en paz.

Este sábado falleció inesperadamente a los 78 años de edad, el galdense Juan Bolaños Pérez quien fue durante décadas agente de la Policía Local y ex luchador, un deporte al que estuvo siempre ligado. Hoy, el alcalde de la ciudad, Teodoro Sosa, expresaba públicamente sus condolencias a toda su familia y destacaba su trayectoria como agente de la policía municipal, recordando, sobre todo, sus grandes pasiones, además de su familia, el deporte de la lucha canaria, el fútbol y su vinculación también a la agricultura, pues como muchos galdenses de su generación dedicaba su tiempo de ocio a cuidar de su finca de plataneras. Se ha ido un hombre trabajador, un gran compañero para quienes compartieron sus años en la policía, buena persona, servicial y amigo de sus amigos, siempre destacó por su gran talante, su exquisito trato y su nobleza.

Entró a formar parte de la Policía Local el 4 de julio de 1979 donde permaneció hasta su jubilación, y a este cuerpo siempre estuvo ligado, “no faltaba nunca al acto del Día del Policía que celebra cada año el Ayuntamiento de Gáldar, arropando siempre a sus compañeros y recordando las anécdotas y buenos momentos de aquellos años”.

Pero Juan Bolaños fue especialmente conocido dentro y fuera del municipio por su vinculación con el deporte vernáculo al que se dedicó desde muy joven, desde sus inicios en el “Krüger”, su paso por el Tacuense en Tenerife, también en su etapa viviendo en el Sáhara, compartió labores de entrenador con el Ajódar de La Montaña al que hizo campeón y como no en el Unión Gáldar familia que hoy también llora su pérdida. Su pasión por el fútbol la vivió desde muy pequeño. Jugó en el UD Gáldar, en el Unión Moral y en el Artemi de La Atalaya.

Su capilla ardiente quedará instalada en el terrero de Gáldar, donde tantas horas disfrutó de su pasión por la lucha y las mejores bregas. D.E.P.

El Cabildo de Gran Canaria manifiesta su pesar por el fallecimiento de David Bramwell, quien dirigiera el Jardín Botánico Viera y Clavijo durante 38 años (entre 1974 y 2012), uno de los jardines botánicos más importantes del mundo y el más representativo de la flora macaronésica. Biólogo de formación y profesión, fue reconocido por el Cabildo grancanario como Hijo Adoptivo en 2005

El presidente del Cabildo, Antonio Morales, transmite las condolencias en nombre de toda la Corporación Insular y, en especial, del personal que colaboró estrechamente con Bramwell, tanto en el Jardín Botánico Viera y Clavijo, como en el área de Medio Ambiente y de Planificación del Cabildo. "Su entrega para la implantación y consolidación del Jardín Canario, tras el prematuro fallecimiento de Erik Sventenius, así como su pasión por la flora canaria y por la proyección internacional de la botánica macaronésica, fueron las características de su labor durante décadas, convirtiendo la iniciativa del Jardín en uno de los iconos mundiales de la naturaleza y la flora, así como el Jardín Botánico más grande de España", señala Antonio Morales, quien recuerda también que "hasta hace unos días nos manifestaba su preocupación por el proceso del cambio climático y su impacto sobre las Islas Canarias, por lo que no hay mejor reconocimiento a su figura que continuar la labor iniciada por nuestro compañero y amigo".

Bramwell nació en Liverpool (Reino Unido, 1942), en cuya Universidad estudió la carrera de Biología. Entre 1968 y 1968 realiza su Tesis Doctoral en la Universidad de Reading sobre la flora de las Islas Canarias. En 1971 es nombrado director del Herbario de la Universidad de Reading y profesor adjunto del Departamento de Botánica. En 1974 es nombrado director del jardín Canario, del Cabildo de Gran Canaria, hasta su jubilación en noviembre de 2012.

Cabido Gran CanariaBajo su dirección, se crearon laboratorios de investigación, el Banco de Gemoplasma y los programas de educación ambiental, entre otras iniciativas. Entre 1984 y 1986 es nombrado director del Plan Especial de Protección de los Espacios Naturales de Gran Canaria (PEPEN). Fue miembro fundador de la Junta Directiva de la Red Mundial para la Conservación en Jardines Botánicos (BGCI). Ha recibido numerosos galardones, entre los que destacan el Premio César Manrique de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias; Hijo Adoptivo de Gran Canaria; Medalla Sir Peter Scott de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN); la Orden del Imperio Británico, entregada por su majestad la Reina Isabel II; el Pino Canario de Plata de Artenara; el Premio de Excelencia en Conservación del Instituto de Investigación Botánica de Texas; o el Premio Canarias Internacional 2013; Medalla de Oro ‘Henry Shaw’ del Missouri Botanical Garden, entre otros muchos reconocimientos.

Fue miembro fundador del Consorcio Europeo de Jardines Botánicos y del Grupo de Expertos de las Islas Macaronésicas de la UICN. Asimismo, es uno de los cuatro promotores de la Estrategia Mundial para la Conservación Vegetal del Convenio Internacional de Biodiversidad. Fue presidente del Grupo de Gran Canaria y responsable de las reuniones internacionales de expertos en botánica celebradas en la isla para elaborar, entre otras, la Estrategia Mundial para la Conservación Vegetal ya citada, o la Declaración de Gran Canaria sobre Cambio Climático.

En 2001 fue elegido vicepresidente de la Asociación Internacional de Jardines Botánicos. Desde 1974 ha llevado a cabo un programa de investigación personal sobre la taxonomía, biogeografía y conservación de la flora de las Islas Canarias, con más de 100 publicaciones científicas y varios libros. Ha realizado más de 90 contribuciones a congresos y conferencias internacionales, actuando en muchos de ellos como moderador o presidente de sesiones. Ha mantenido también una amplia relación con la investigación como director o co-director de los proyectos de los/as becarios/as del Cabildo de Gran Canaria en el Jardín Botánico. Asimismo, fue nombrado director de la Cátedra Unesco para la Conservación de la Biodiversidad Vegetal de la Macaronesia y del Oeste de África, cargo que ocupó con interés especial en el tema del Cambio Climático hasta 2015, tras lo cual publicó el libro sobre este proceso y su afección en las Islas Canarias.

Entre sus publicaciones (algunas han sido objeto de varias ediciones), cabe destacar: ‘Flores silvestres de las Islas Canarias’. D. Bramwell, I. Zoë; ‘Subtropical gardens’; ‘Plantas medicinales de las Islas Canarias’; junto a J.M. López. ‘La Gomera. Historia natural de las Islas Canarias; con I. Zoë ‘Flora de las Islas Canarias: Guía de bolsillo’; ‘Historia natural de las Islas Canarias. Guía básica’; ‘Jardines de Canarias’; ‘Jardines subtropicales’; y su última obra, ‘El cambio climático y las Islas Canarias’. Actualmente estaba culminando una nueva obra dedicada al barranco Guiniguada.

Este sábado falleció a los 81 años de edad Agustín Sánchez Díaz, vecino del barrio de Marmolejos e histórico referente vecinal de este barrio, de cuya asociación de vecinos ha sido miembro fundador desde sus inicios, en los años 70, hasta la actualidad. El alcalde del municipio, Teodoro Sosa, lamentó su pérdida nada más conocer la noticia y mostraba su afecto y pesar a sus familiares, recordándolo como un hombre servicial, amable y generoso, que ha dedicado su vida a colaborar con sus vecinos, con su barrio de Marmolejos y con Gáldar.

Agustín Sánchez Díaz nació el 28 de septiembre de 1940. Su infancia transcurre entre Cádiz; Las Palmas de Gran Canaria; La Aldea y Agaete. A la edad de 25 años contrae matrimonio con Francisca García Jiménez, vecina de Marmolejos, donde se traslada a residir, resultando de esta unión seis hijos: Tino, Mili, Anto, Almu, Lourdes y Davinia.

Conocido carpintero del norte siempre ha estado vinculado a los movimientos asociativos del barrio de Marmolejos. Su nombre es sinónimo de colaboración y entrega hacia sus vecinos. Los locales de la asociación, como él mismo decía, son su ‘segunda casa’. Y es que no solo fue durante muchos años quien regentó el bar, sino que desde los inicios de la asociación ha estado vinculado a la junta directiva, ostentando la mayoría de cargos.

Su colaboración se extiende a lo largo de todo el año y los años, desde la colocación de las banderas, pasando por la realización de sus afamadas paellas, los viajes de fin de fiestas a los recientes campeonatos de envite.

Asimismo, destaca su labor como belenista: cada año desde el mes de noviembre planta la hierba en un belén al que no le falta ningún detalle y que formó parte de la Ruta de Belenes municipal en las recientes fiestas navideñas.

Su labor no queda solo en lo anteriormente expuesto. De su puño y letra se puede recordar gran parte de la historia reciente del barrio. En el libro de honor de la Asociación de Vecinos El Bermejal de Marmolejos se puede leer en una nota del 6 de enero de 1978 "Se bendice y coloca la campana que lleva el nombre de dicha ermita. A esta ceremonia se congrega todo el barrio". firmándolo como padrino Agustín Sánchez.

Por todo ello, el Ayuntamiento de Gáldar le reconoció en el año 2019 en los actos celebrados con motivo de la Semana de la Democracia Local como uno de los pilares del movimiento asociativo en el municipio. En aquel momento, la semblanza con la que fue presentado decía: “Si algo claro tienen sus vecinos, es que quien abre y cierra la asociación es Agustín. Y si no está por allí, algo malo se cuece”. Esa misma asociación que hoy llora su pérdida y pierde a uno de sus grandes pilares.

Descanse en Paz.

Gáldar conoció hoy la noticia del fallecimiento a los 86 años de edad de don Esteban Álamo Diepa quien fundó en 1976 el conocido Bar Álamo junto a su esposa e hijos y cuya larga trayectoria profesional le hizo merecedor en 2014 de la Pintadera de Oro de la Ciudad de Gáldar

El alcalde de la ciudad, Teodoro Sosa, expresó nada más conocer su pérdida, sus sentidas condolencias a toda su familia muy conocida en todo el municipio, y lo recordó como un hombre muy trabajador, muy humilde y apegado a su familia, destacando su larga trayectoria profesional al frente del uno de los primeros negocios que se asentó en la que hoy es la zona industrial de San Isidro siendo un lugar y punto de encuentro de muchos vecinos.

Don Esteban nació el 28 de enero de 1935 en Gáldar y era hijo de Esteban Álamo Mendoza y de Amalia Diepa Rodríguez siendo el tercero de cuatro hermanos.

Inició sus estudios a los 9 años de edad en la escuela “Carmelita la maestra” hasta los 11 años, cuando inició su vida laboral en diversos trabajos como en plataneras y posteriormente en las pedreras.

Se casó con Carmen Mederos Castillo a los 19 años de edad, con quien tuvo seis hijos, diez nietos y tres bisnietos.

En el año 1963 emigró, como otros tantos canarios, al Aaiún. Allí trabajó en las minas de fosfatos y más tarde de chófer de camión.Durante esta época, y con la ayuda inestimable de su esposa, montó un pequeño negocio, que tuvo bastante éxito y ayudó a superar la economía familiar.

Regresó a Gáldar en el año 1975 y una vez en su pueblo natal, junto a su esposa e hijos mayores, construyó el histórico bar restaurante Álamo que fue inaugurado en el transcurso de las fiestas de San Isidro en el año 1976 y que con otros propietarios en la actualidad sigue abierto al público en la zona industrial.

Hoy ha fallecido, a los 96 años, la cantante herreña María Mérida, conocida como “leyenda de la música folclórica canaria”. En este sentido, Pedro Rodríguez, como alcalde de Santa María de Guía y presidente de la Fundación Canaria Néstor Álamo, lamenta su pérdida y la recuerda, especialmente, como una de las mejores intérpretes del repertorio nestoriano

No en vano, Mérida visitaba en 2016 el Museo Néstor Álamo, del que era muy amiga, y posaba en el espacio dedicado a ella, donde reza: “En el empeño por dar a conocer sus composiciones y dotar a las islas de un cancionero que las identificara, Néstor Álamo buscó una voz femenina con personalidad y carisma. María Mérida, de origen herreño, fue su primera musa. Afincada en Madrid en la década de los 40, ya triunfaba en las radios de entonces, especialmente en las emisiones dirigidas a la emigración, donde popularizó el famoso tema ‘Palmero sube a La Palma’.

Ella fue la primera mujer canaria que grabó un disco y la voz que la discográfica Columbia eligió para editar algunas de las canciones de Néstor que todavía no eran conocidas, como Isla mía, Rubio y alto, El Zagalejo y Adiós, Canaria querida, acompañada por diferentes formaciones musicales.

María Mérida, considerada la ‘embajadora de la Canción Canaria’, ha sido condecorada a lo largo de su trayectoria musical con varios premios, entre los que destacan, el Premio Canarias, La Violeta del Teide o El Garoé de la isla de El Hierro. Es, además, Hija Predilecta de su isla natal e Hija Adoptiva de Gran Canaria”.

Por último, el regidor guiense desea hacer llegar su más sentido pésame a sus familiares y amigos.

En la tarde de ayer, se produjo un grave accidente en el que se vieron involucrado dos motoristas en la zona de la montaña de Firgas, con el trágico resultado del fallecimiento de uno de ellos y el traslado en ambulancia del otro joven herido al Hospital Dr. Negrin de Las Palmas de Gran Canaria en estado grave

Al lugar de los hechos se trasladaron varias ambulancias del Servicio de Urgencias Canario (SUC) efectivos de Guardia Civil, Bomberos del Consorcio de Emergencias, Bomberos Voluntarios de Firgas, así como el Alcalde de la Villa de Firgas acompañado de varios concejales del Grupo de Gobierno municipal, que pusieron a disposición de los servicios de seguridad y emergencias medios municipales que le fueron solicitados.

El Alcalde en nombre de la Corporación municipal y en el suyo propio, quieren manifestar sus condolencias y más sentido pésame a los familiares y amigos del joven fallecido por este luctuoso suceso, que deja un profundo pesar. Las banderas del Ayuntamiento de Firgas hondearán a media asta durante tres días en señal de duelo. Así mismo, expresan sus esperanzas en la pronta y satisfactoria recuperación del joven herido, que está pendiente de evolución.

El grupo de gobierno del Ayuntamiento de Agaete desea trasladar a los familiares, especialmente a sus hijos, y amigos de María Merida, su más sentido pesar por su reciente fallecimiento

En el mes de febrero de 2020, fue entrevistada en la emisora municipal y recibida en el Ayuntamiento de Agaete por concejales y varios de los trabajadores.

Maravillosa como siempre se arrancó a cantar a capella. Todos quisieron demostrarle su cariño y admiración y María, como siempre los conquistó.

Amante de este municipio donde deja grandes amigos, le gustaba pasear por nuestras calles y en el puerto de las nieves, además de disfrutar de nuestra gastronomía.

Hasta siempre a la dama de la canción.

El 4 de enero de 1920 fallecía en Madrid, en su casa de Hilarión Eslava, don Benito: Benito Pérez Galdós. Con él desaparecía uno de los grandes escritores de lengua española. Y con él, también, se iba uno de los testigos más comprometidos con la historia de España que le tocó vivir.

Una marea humana acompañó a Galdós en su entierro. hoyLas calles de Madrid, escenario vivo de su creación literaria, y sus personajes, sirvieron al escritor para poblar su vasta e ingente obra literaria. Como apuntó el reconocido galdosista y profesor Alfonso Armas Ayala, “desde 1843 a 1920, más de setenta años escuchando, palpando el latido español. Intentando proclamar su mensaje tras la careta de la sonrisa y de la tragedia. Llevando, con crudeza, en la escena, las fanfarrias acartonadas de la historia; describiendo en sus novelas las rinconeras menos frecuentadas por los historiadores. O, a partir de 1907, entrando de lleno en la política de su país; comprometiéndose con una doctrina política”.

Los años próximos a su fallecimiento Galdós vivía en su chalecito de Argüelles, propiedad de su sobrino José Hurtado. Dictando, entonces, porque ya no podía escribir, su último Episodio, Cánovas; y porque, aun ciego, pretendía ocultar su ceguera, su ya inseparable ceguera. “En ese clima de soledad y olvido transcurren los últimos años del novelista -escribe Pablo Beltrán de Heredia-. Y es entonces cuando prenden en su espíritu la evocación y la nostalgia... Al sentir la proximidad de la muerte, absorto en lejanas evocaciones, balbuceaba frases de niño, y entonaba, con voz trémula, infantiles endechas de Canarias, dulces canciones de la tierra natal”.

Portada del ABC dando cuenta del entierro del novelista canarioGrandioso homenaje

El día de la muerte de Benito Pérez Galdós, el gran poeta Marcos Rafael Blanco Belmonte escribía en ABC que “era una maravilla contemplar la naturalidad con que el maestro, ya en la senectud, esquivaba resueltamente aceptar el grandioso homenaje que intentaron tributarle muchos admiradores”.

El considerado como uno de los grandes novelistas españoles de todos los tiempos, el mayor genio de la literatura realista del siglo XIX, murió casi sin dinero en su casa madrileña, pero cargado de laureles. “Mientras más libros vendo –dijo en una ocasión–, menos dinero gano. Voy a ser el único editor que se haya arruinado a fuerza de vender muchas ediciones”.

El cariño que se le profesaron los españoles fue enorme. Su féretro fue acompañado, desde el Ayuntamiento hasta el cementerio de la Almudena, por más de 20.000 ciudadanos. “Madrileños, ha muerto Galdós, el genio que llenó de gloria la literatura de su tiempo con las asombrosas creaciones de su pluma”, dijo el alcalde de Madrid, Don Luis Garrido Juaristi, el día de su entierro.

Por allí pasaron los hermanos Quintero, Jacinto Benavente, el maestro Bretón o Miguel Echegaray, ministros, concejales, alcaldes y presidentes de las principales asociaciones literarias del país, conscientes de lo que representaba el finado… mientras que el Rey Alfonso XIII, en cuanto tuvo conocimiento de la trágica noticia, firmó un decreto por el que el Estado correría con todos los gastos y se le concederían los mismos honores que el poeta Campoamor.

Morir plácidamente

“Al alborear la aurora de ayer cayó a los pies de la muerte, frío y tenso, el cuerpo gigante del glorioso patriarca. Ya sus ojos descansan para siempre en la sombra, y su alma, en el misterio. Ya se cerró su boca que tan poco habló y se crispó su mano formidable, que de tantas maravillas fue creadora”, escribía en ABC Zurita, el mismo del que nació la idea de aquella estatua que tanto le emocionó al escritor, en las tertulias que pasaba en la alcoba de Galdós, junto al escultor Vitorio Macho, el cronista Mariano Ramírez Ángel y los hermanos Quintero.

Su delicado estado de salud se había agravado desde que el 13 de octubre de 1919 sufriera una grave crisis de uremia, con fuertes achaques cerebrales, respiratorios, circulatorios y digestivos, que le impidieron desde entonces levantarse de la cama. La madrugada del 4 de enero de 1920, los familiares de Galdós escucharon un grito angustioso que rompió el silencio de la casa. Corrieron al lado de la cama de Don Benito, que se llevaba las manos a la garganta e intentaba incorporarse. Poco después caía sobre la cama y le vieron morir plácidamente.

Este lunes falleció en Santa María de Guía doña María Dolores Moreno Falcón, conocida cariñosamente por Maruca, una de las tradicionales dulceras de esta Ciudad. Tal y como recordaba hoy el alcalde, Pedro Rodríguez, en el año 2017 el Ayuntamiento de esta Ciudad le brindó un emotivo homenaje en el marco de las fiestas patronales de La Virgen para mostrarle “la gratitud y reconocimiento público de este municipio por haber conservado junto a su suegra, doña Chonita, una hermosa tradición, nuestros famosos dulces de Guía, parte fundamental de nuestro patrimonio gastronómico, preservando así una parte esencial de nuestra memoria colectiva”. El primer edil guiense ha lamentado su pérdida y trasladado las condolencias a su familia.

María Dolores Moreno Falcón nació en San Felipe en 1927. Será a raíz de su matrimonio con el hijo de doña Chonita Miranda, Fernando Pérez Bautista en el año 1952, cuando comience a colaborar con su suegra en las labores propias de la elaboración de los dulces, hasta que por razones de edad primero Chonita y posteriormente su hija Amada, dejan de hacerlo, quedándose ella sola al frente de esta en las últimas décadas del pasado siglo XX y principios del XXI, contando para ello con la colaboración de dos de sus hijos: María Dolores y Juan Isidro.

Los dulces que confeccionaba han sido bastante variados, además de los conocidos tradicionalmente: polvorones, refresco, cocada, etc. En su horno también se realizaban, especialmente por encargo, otro tipo de repostería, como quesadillas, pan de huevo, pan de rey, pan de limón, pan de millo, lengüillas, suspiros, bizcochos lustrados, queques, brazo de gitano, etc.