Gobierno, Cabildo y Ayuntamiento de Yaiza visitan el yacimiento arqueológico junto al equipo de investigación

Las principales hipótesis sostienen que el yacimiento pudo haber sido utilizado como espacio habitacional y funerario

Se han localizado cinco estancias diferenciadas con un contexto material muy rico

Desde el año 2022, la Dirección General de Cultura y Patrimonio Cultural realiza una investigación integral del Valle de Fenauso (Yaiza) para recuperar la historia de este entorno desde la época preeuropea hasta la actualidad. La última campaña de excavaciones arqueológicas, centrada en la Cueva del Majo de La Degollada, ha concluido con la localización de cinco estancias diferenciadas que indican que la cavidad pudo haber sido utilizada tanto como espacio habitacional como funerario.

Se trata de un yacimiento con gran potencial para profundizar en el conocimiento sobre el pasado aborigen de Lanzarote, en general, y sobre las casas hondas, específicamente. Esta casa honda datada entre los siglos VII y VIII ofrece la posibilidad de realizar un estudio comparativo entre estas construcciones típicas de la sociedad maja del norte de la isla como el poblado de Zonzamas o incluso de Fuerteventura, como la Cueva de Villaverde.

El director general de Cultura y Patrimonio Cultural, Miguel Ángel Clavijo, la consejera de Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote, Ascensión Toledo, y el alcalde de Yaiza, Óscar M. Noda, visitaron el yacimiento arqueológico junto al equipo de investigación compuesto por el director de la excavación, Jesús Cáceres, y el arqueólogo Joachim Ehrenhofer, antes de que se diera por finalizada la segunda campaña.

La consejera de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura, Migdalia Machín, señala que «aunque el equipo de investigación no se plantea excavar nuevas zonas dentro del Valle de Fenauso, por ahora, esta campaña en la Cueva del Majo de La Degollada ha contado con el aval científico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, atendiendo a la demanda ciudadana de conocer la historia del Valle de Fenauso. De hecho, es fundamental rescatar la memoria oral de los pueblos de Canarias para desarrollar proyectos que revaloricen el patrimonio cultural y social de las islas a través de la implicación de las personas locales y la colaboración institucional».

Miguel Ángel Clavijo, destaca que “el plan de apoyo a la investigación arqueológica impulsado por el Gobierno de Canarias descansa en la colaboración institucional”. En el caso de Lanzarote, añade, «tanto el Cabildo como los ayuntamientos siempre están dispuestos a ofrecer colaboración de carácter técnico, incluso en algún caso también financiero, y eso da tranquilidad” porque todavía “se necesita mucha investigación y datos más concretos sobre el mundo indígena de la isla”, especifica.

Desde el Ayuntamiento “confiamos en la colaboración entre administraciones pero sobre todo también en los actos de divulgación”, explica Noda. Es importante que “nuestros vecinos y nuestros visitantes conozcan un patrimonio como el de las Casas Hondas de La Degollada para entender la historia del municipio”, y en esa línea insiste el alcalde en seguir trabajando.

Cueva de habitación y funeraria

Hay que tener en cuenta que es “la primera vez que se excava una unidad de habitación aborigen dentro de un tubo volcánico en Lanzarote y además, es la primera casa honda que se excava fuera del municipio de Teguise”, asegura Cáceres. Por lo tanto, la localización de cinco estancias diferenciadas con un contexto material rico ofrecen una visión comparativa de esta clase de yacimientos arqueológicos.

Durante esta última campaña se han podido documentar todas las unidades estratigráficas y unidades murarias de cuatro estancias en el interior y una en el exterior del tubo volcánico, “ya que el yacimiento es mucho mayor de lo que se pensaba porque se se extiende hacia fuera”, sostiene el director de la excavación. En la zona exterior, se revela “un sistema murario y lo que encontramos en el suelo sobre todo es una gran cantidad de restos cerámicos, que queda por esclarecer su procedencia, sobre todo, en el lado izquierdo donde aparece material extraído del interior”, explica Cáceres.

Por otro lado, dentro de la casa honda “se aprecia que hay unos sistemas de pilares que separan los espacios y la dispersión de materiales en el suelo indica los diferentes usos”, aclara el arqueólogo. En este contexto se ha identificado barro en proceso de fabricación, también abalorios, punzones, material lítico, piezas de malacofauna y huesos de animales, entre otros elementos, pero sin lugar a dudas, lo más interesante es el hallazgo de material óseo humano.

En la primera campaña se habían datado dos piezas dentales localizadas en la entrada de la Cueva del Majo, dando una cronología entre el siglo VII y VIII de la era común, y ahora se han recuperado un colmillo y un incisivo que están siendo estudiados para determinar si se trata del mismo individuo.

Con estos resultados, el director de la excavación está “totalmente seguro de que el tubo volcánico en uno de los momentos tuvo que ser cueva funeraria para poder albergar estos restos antropológicos, pero también una cueva de habitación” por el uso significativo de las estancias según el contexto material. Ahora bien, como “ya se cuenta con la datación sobre la época funeraria que tuvo la cueva, en lo que ahora nos vamos a centrar es en datar las unidades estratigráficas de la base para saber cuál es el suelo de ocupación de cuando se estuvo viviendo dentro de la cueva”, concluye el arqueólogo.

Este sábado 22 de julio habrá una Jornada de Puertas Abiertas para visitar el yacimiento guanche

La nueva fase tiene como objetivo profundizar en la secuencia paleoambiental

La Dirección General de Patrimonio Cultural reanuda la investigación arqueológica en la Cueva de los Cabezazos con el equipo multidisciplinar de la Universidad de La Laguna (ULL) dirigido por la arqueobotánica Paloma Vidal y el arqueólogo de Salva Pardo. Esta nueva fase, que se desarrollará del 17 al 30 de julio, prolonga el trabajo de campo que se inició el pasado mes de abril para obtener una secuencia paleoambiental completa en uno de los yacimientos arqueológicos de referencia de Tenerife.

Dado que uno de los objetivos del proyecto es la formación en arqueología del alumnado del Grado en Historia de la ULL, en esta primera campaña el trabajo de campo ha sido divido en dos fases para que el estudiantado pueda participar en los periodos vacacionales. De hecho, en Semana Santa colaboraron cinco personas voluntarias y en las vacaciones de verano, son diez.

El Ayuntamiento de Tegueste ha cedido el albergue municipal para que el equipo de trabajo, formado principalmente por investigadores predoctorales y posdoctorales de la ULL pero también por especialistas de otras instituciones académicas internacionales, pueda alojarse durante el trabajo de campo en estas instalaciones.

En paralelo, los materiales arqueológicos que se han recuperado están siendo analizados con la aplicación de nuevas metodologías en el Laboratorio de Prehistoria del Departamento de Geografía e Historia de la ULL.

Cabe recordar que la Cueva de los Cabezazos pertenece a un conjunto de cavidades naturales del Barranco del Agua de Dios en Tegueste, utilizadas por la sociedad aborigen como espacios funerarios y de habitación. Además, esta zona arqueológica es uno de los asentamientos guanches que más información ha aportado sobre la época preeuropea de la isla.

Jornada Puertas Abiertas

Para difundir y acercar a la ciudadanía la importancia de la Cueva de los Cabezazos, el Ayuntamiento de Tegueste, a través de la Concejalía de Patrimonio Histórico, Artístico e Identidad, ofrece una jornada de puertas abiertas a la zona de excavación.

En concreto, la actividad ‘Abierto por excavación’ tendrá lugar este sábado 22 de julio y consistirá en visitas guiadas, en grupos reducidos, a las inmediaciones del yacimiento arqueológico de Tegueste.

’Abierto por excavación’ se desarrollará de 09:00 a 13:30 horas, en turnos de seis a ocho personas, guiados por parte del equipo de trabajo de la Universidad de La Laguna, desde el camino de bifurcación a la cueva.

Las personas interesadas deberán inscribirse previamente a través de la propia Oficina de Turismo del municipio, llamando al teléfono 922 31 61 02 o enviando un correo electrónico a:

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El ‘Programa de Voluntariado de Canarias’ para actividades patrimoniales del Gobierno empieza su andadura en Fuerteventura

El Campus de Arqueología y Antropología Cueva de Villaverde se imparte hasta el 31 de julio con estudiantes de las universidades públicas canarias

La Dirección General de Patrimonio Cultural, en colaboración con el Ayuntamiento de La Oliva, impulsa la quinta campaña de investigaciones arqueológicas en la Cueva de Villaverde (Fuerteventura), con la novedad de ofrecer voluntariado dirigido a la comunidad local. De esta forma, la empresa Arenisca se adscribe al primer Programa de Voluntariado de Canarias para actividades patrimoniales, financiado por el Gobierno, con el objetivo de fomentar la difusión y conservación del patrimonio cultural desde la colaboración social.

La Cueva de Villaverde no es solo un espacio para profundizar en la etapa aborigen de Fuerteventura, sino también es un marco para extender los conocimientos generados a la sociedad. En este sentido, mediante la formalización de la participación de personas en régimen de voluntariado se le devuelve a la sociedad parte de su historia, pues tras el hallazgo de la cavidad en los años ochenta del siglo pasado, fueron muchos los vecinos y vecinas que participaron en los trabajos arqueológicos e incluso en la protección del yacimiento.

Las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País del archipiélago son las instituciones encargadas de gestionar el programa de voluntariado que está orientado a aquellas personas que vivan en el entorno más inmediato del bien patrimonial. Este requisito se debe a que la finalidad del proyecto es que aumente el grado de responsabilidad social de la vecindad por la protección de los yacimientos arqueológicos, en este caso, de la Cueva de Villaverde.

Para formar parte de este programa como voluntaria o voluntario hay que enviar un correo electrónico a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. con los datos personales (Nombre, DNI, teléfono y lugar de residencia) y los días que asistiría al enclave.

Campus de Antropología y Arqueología

Hasta el 31 de julio, la Cueva de Villaverde acoge la tercera edición del Campus de Antropología y Arqueología para estudiantes de las universidades públicas de Canarias. Se trata de un Curso de Extensión Universitaria que cuenta con la participación de la Universidad de La Laguna (ULL) en colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), el Cabildo de Fuerteventura, el Ayuntamiento de La Oliva y la Asociación Cultural Raíz del Pueblo, así como con la financiación del Programa EnSeñas Patrimonio.

Campus Arqueología Cueva Villaverde

Durante dos semanas, el alumnado del Grado de Antropología de la ULL y la UNED, y del Grado de Historia de la ULPGC participa en una experiencia de trabajo de campo e investigación con el equipo multidisciplinar del Proyecto de Recuperación Cueva de Villaverde.

De esta forma, el programa adscrito a la Dirección General de Patrimonio Cultural, retoma su compromiso con la formación interuniversitaria de manera presencial con charlas, visitas guiadas, seminarios y talleres impartidos por profesionales especializados en las diversas áreas implicadas. Estas actividades están abiertas al público y la programación puede consultarse en el siguiente enlace:

https://sede.fg.ull.es/es/curso/detalle/a22020214/campus-de-antropologia-y-arqueologia-cueva-de-villaverde-2022

El campus de verano de antropología/etnografía y arqueología crea intercambios de conocimientos muy necesarios entre dos disciplinas que estudian la historia desde diferentes puntos de vista. Al fin y al cabo, el objetivo de este encuentro es promover el estudio de la historia de forma multidisciplinar y fomentar el interés estudiantil por el patrimonio de Fuerteventura.

El Gobierno de Canarias, el Cabildo de La Palma y el Ayuntamiento visitan el yacimiento aborigen

Es la segunda campaña de excavaciones que se realiza dentro del proyecto IsoCAN, becado por el Consejo de Investigación Europeo

La potencia estratigráfica, que ya era la mayor del archipiélago, pasa de siete a nueve metros

La directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Nona Perera, la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo insular, Jovita Monterrey, y la concejala de Deportes del Ayuntamiento de San Andrés y Sauces, Yasmina Curbelo, visitaron el yacimiento de la Cueva del Tendal, en San Andrés y Sauces, acompañadas por el equipo de la segunda campaña de excavaciones para conocer los resultados preliminares de la intervención arqueológica que acaba de finalizar tras un mes de intenso trabajo de campo.

Esta investigación arqueológica forma parte de IsoCAN (‘Isolation and Evolution in Oceanic Islands: the human colonisation of the Canary Islands’), un proyecto de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en colaboración con la Universidad de La Laguna, que ha sido becado por el Consejo de Investigación Europeo para estudiar la evolución y colonización de las Islas Canarias. Además, este trabajo también cuenta con el apoyo de la Dirección General de Patrimonio Cultural y la Consejería de Patrimonio Histórico del Cabildo insular de La Palma.

Durante el recorrido, Nona Perera destacó que su departamento ha firmado un convenio de colaboración con las dos universidades públicas de Canarias para “garantizar la profundidad y continuidad en el tiempo de estas investigaciones”. Es necesario que los yacimientos más potentes del archipiélago se “trabajen globalmente”, como es el caso de la Cueva del Tendal, “para podernos beneficiar de toda la documentación que contiene sobre la población benahoarita”.

Desde el Cabildo de La Palma se han programado visitas guiadas al yacimiento arqueológico mientras la excavación estaba en curso, así lo notificó Jovita Monterrey, quien consideró que “estamos en la obligación de proteger nuestro legado cultural, ponerlo en valor y enseñarlo para que sea conocido por toda la población”. Sin lugar a dudas, “la experiencia ha sido muy positiva” para la difusión de los valores patrimoniales del enclave arqueológico.

Por su parte, Yasmina Curbelo insistió en la importancia de llevar a cabo este tipo de actuaciones arqueológicas en la Cueva del Tendal porque “promueven la dinamización del municipio» pero sobre todo, amplían el conocimiento sobre nuestro pasado aborigen.

Resultados «prometedores”

En 2021, el equipo de IsoCAN retomó las excavaciones arqueológicas en el yacimiento de El Tendal después de más de treinta años de la última intervención, suponiendo un hito para la arqueología de La Palma. En esta primera campaña se excavó en el área C, donde se preserva la estratigrafía más grande del yacimiento y la más importante del archipiélago, que ha permitido obtener unos resultados preliminares que sitúan esta zona entre el siglo IV d.C y el siglo XI d.C.

Ahora bien, las excavaciones de este año “han sido más ambiciosas”, adelantó Jonathan Santana, director del proyecto, porque también se ha excavado en el área B que ya fue intervenida en los años ochenta del siglo pasado y es donde se encuentra una de las dataciones más antiguas que hay sobre la población aborigen de las Islas Canarias. Sin embargo, esta zona “está muy erosionada y afectada debido a la acción de los expoliadores”.

Respecto al área C, se han identificado nuevos niveles de depósito que han supuesto “una auténtica revolución” porque permite afirmar que “los aborígenes continuaron viviendo en el Tendal más tiempo del que creíamos, algo que rompe un paradigma que se había mantenido desde los años ochenta”, aseguró Santana.

Con este nuevo descubrimiento, la potencia estratigráfica de este yacimiento, que ya era la mayor de Canarias, pasa de siete a nueve metros. En ella se ha encontrado una gran cantidad de restos arqueológicos “que tienen un estado de conservación excepcional”, explicó el arqueólogo. Ahora, con la aplicación de métodos y técnicas de vanguardia en laboratorio se esperan unos “resultados prometedores”.

El equipo multidisciplinar ha estado conformado por especialistas en diferentes áreas de la arqueología como Jonathan Santana, Juan Francisco Mederos, Amelia Rodríguez, Jorge Pais, Jacob Morales, Elías Sánchez, Aitor Brito, Idaira Brito, Enrique Fernández, Sandra Cancel y Simón Pierre.

El Servicio de Patrimonio Histórico de la Consejería de Presidencia del Cabildo de Gran Canaria promueve y supervisa la intervención y estudio de una sepultura colectiva en la Zona Arqueológica de La Fortaleza, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana, que llevan a cabo las arqueólogas de la empresa Tibicena Arqueología y Patrimonio y en la que ya se han realizado hallazgos que arrojan nuevos y reveladores datos sobre las prácticas funerarias de los antiguos pobladores de la Isla

Esta es una excavación impulsada y financiada por la Corporación insular, que, en los últimos diez años, ha desarrollado un conjunto de actuaciones dirigido a consolidar una adecuada tutela de esta zona arqueológica, con la voluntad de garantizar su accesibilidad y comprensión, así como de incrementar y diversificar la incrementar la información de este singular enclave, siempre de forma compatible con su preservación.

En esta ocasión, se ha trabajado en una sepultura colectiva que se encuentra en una cueva natural de unos ocho metros de fondo por tres metros de ancho, localizada en una zona de difícil acceso y que presentaba en su superficie evidencias de haber sido alterada bastante tiempo atrás. Hasta este momento, se han identificado en su interior los restos de un mínimo de diez individuos, entre los que aparecen menores y adultos.

La conservación de algunas evidencias óseas permite conocer el modo en el que se colocaron los cuerpos, así como los materiales asociados al proceso de enfardado de los cadáveres. Aunque están previstas nuevas dataciones con carbono 14, la cueva está fechada en el siglo VII d.C., lo que pone de manifiesto la temprana ocupación del yacimiento de La Fortaleza.

Los expertos del Servicio insular de Patrimonio Histórico recalcan que uno de los aspectos que genera más interrogantes en esta intervención es la presencia de restos óseos humanos afectados por el fuego, muy posiblemente cuando estaban prácticamente secos, dado que esta es una evidencia documentada en muy pocos yacimientos de Gran Canaria (Guayadeque, Temisas o en La Fortaleza Chica). No obstante, afirman que es difícil saber si ese fuego fue accidental o el resultado del reacondicionamiento fúnebre, como se ha explicado para otras islas.

Posteriormente, en el contexto de esta misma actuación, se van a desarrollar sondeos arqueológicos en otra pequeña cavidad funeraria, cuya particularidad radica en que solo se han identificado restos infantiles. Todos estos trabajos arqueológicos en curso proporcionarán información que pronto será incorporada a los recursos museográficos del Centro de Interpretación de La Fortaleza y a las visitas guiadas que se organizan desde el mismo, que está gestionado por el Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana.

Cabe indicar que el conjunto de actuaciones que impulsa el Cabildo en esta zona arqueológica forma parte de un proyecto integral para su musealización, que contempla, además del centro de acogida de visitantes y su contenido didáctico, intervenciones arqueológicas, labores de restauración y consolidación, el diseño de rutas de visita, la panelería y el programa de gestión, entre otras acciones.

La ocupación prehispánica de más larga duración

El yacimiento de Las Fortalezas es un amplio conjunto que incluye la Fortaleza Grande, La Fortaleza Chica y Titana, y en el que se concita un número destacado de manifestaciones arqueológicas de suma importancia, como cuevas naturales y artificiales dedicadas tanto a fines domésticos (algunas con restos de pintura) como sepulcrales, áreas de almacenamiento en un notable estado de conservación, grabados rupestres y numerosas estructuras de superficie entre las que sobresalen por su número las viviendas.

Integra, asimismo, otras construcciones de planta circular, situadas en lo alto de La Fortaleza Grande, que se han interpretado como espacios dedicados al culto a los que se llega a través de pasos artificiales, que dan al asentamiento el aspecto de conjunto fortificado. A día de hoy, La Fortaleza es el yacimiento en el que se registra una ocupación prehispánica de más larga duración en la Isla, que se documenta desde al menos el siglo V d.C. hasta el término de la conquista castellana de Gran Canaria, a finales del siglo XV.

Las actuaciones arqueológicas realizadas en la base de La Fortaleza Grande ya han puesto de manifiesto una complejidad organizativa mayor de la conocida hasta ahora y, por el momento, se han documentado una treintena de estructuras de superficie que permanecían ocultas por la vegetación, los acondicionamientos agrícolas y el altar y graderío instalado en los años 70 en el lugar.

Estos hallazgos podrían hacer que La Fortaleza fuera uno de los pocos yacimientos arqueológicos de Gran Canaria donde sea posible visitarse simultáneamente tal variedad de manifestaciones culturales de los antiguos canarios. Todo ello en unas inmejorables condiciones ambientales, al hallarse en uno de los paisajes más singulares de la Isla, con una buena accesibilidad y cercano a otros espacios de interés cultural, como la Ruta de los Molinos. Todo ello hace de La Fortaleza un auténtico Parque Cultural, que puede contribuir de forma decidida a dinamizar económicamente este espacio.

La excavación arqueológica en una cueva sepulcral de El Carrizal de Tejeda arroja nueva luz sobre las prácticas funerarias aborígenes

La excavación arqueológica en la cueva sepulcral aborigen de El Carrizal de Tejeda ha verificado la presencia de restos de al menos tres individuos, dos infantiles y un adulto joven, y la más que probable sepultura de una cuarta persona de mayor edad, en este sitio de enterramiento en el corazón de la cumbre de Gran Canaria.

Los datos recogidos en esta investigación contribuyen a arrojar nueva luz sobre las antiguas poblaciones y su desarrollo en el ámbito del Patrimonio Mundial del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, especialmente en lo relativo a sus rituales funerarios. Además, este depósito adquiere especial relevancia por los individuos infantiles, muy poco representados y en consecuencia escasamente estudiados en contextos funerarios de la isla.

La cavidad es una estrecha y angosta oquedad de apenas medio metro de alto, dos de ancho y tres de fondo. Frente a ella se encuentra una importante acumulación de piedras que, presumiblemente, formaron parte del cerramiento original y que ofrece otra visión de las prácticas funerarias de la antigua población canaria para proteger a los restos mortales de los seres perdidos.

La práctica totalidad de las 249 piezas óseas localizadas en las inmediaciones y en el interior de la cueva, incluidas las halladas en estratos inferiores a la capa superficial, presentan un grave deterioro debido a múltiples factores que abarcan la exposición al sol y otras causas meteorológicas, la intrusión de cabras, perros, aves y roedores, la acción de las raíces o la filtración de aguas, además de las intrusiones humanas a lo largo de las décadas de los ochenta y los noventa, con el consiguiente expolio.

La investigación impulsada por el Instituto del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera del Cabildo se realizó a raíz de la entrega por parte de particulares de restos humanos procedentes de la cueva, que fueron puestos a disposición de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

A partir de ese momento, los retos pasaban por rastrear la posible presencia de más individuos, determinar el estado de conservación del enclave patrimonial, obtener dataciones radiocarbónicas y plantear medidas de conservación y protección para prevenir nuevos expolios. Además, el enclave ha sido topografiado y georreferenciado con técnicas de fotogrametrías en 3D.

Los resultados de esta intervención arqueológica, guiada por las nuevas técnicas y sistemas de documentación, certifican el enterramiento en el lugar de dos cuerpos infantiles, uno de ellos con una edad comprendida estimada entre los 4 y los 5 años, y otro entre los 9 y los 10, además de dos adultos. El de aparente mayor edad es consignado por el hallazgo de piezas dentales desgastadas, aunque su avanzado deterioro podría guardar relación con otras causas.

Envolturas vegetales

El Carrizal de Tejeda 1La campaña también ha recuperado envolturas vegetales, como trozos de esteras, así como hoja de pino sin carbonizar. Otras intervenciones de contextos funerarios de la isla han comprobado la existencia de este tipo de arropamientos en individuos infantiles, así como la introducción en los fardos funerarios de acículas de pino para rellenar y dar consistencia al conjunto, sin descartar sus propiedades aromáticas, desecantes y antisépticas.

Asimismo, el análisis de la localización de los restos humanos y orgánicos ha permitido establecer la posición original en la que fueron depositados los cuerpos, con el tronco y la cabeza orientados de norte a sur, es decir, hacia el fondo de la cavidad, y las extremidades inferiores hacia el acceso. Se ha valorado la posibilidad de que el bloque encontrado en mitad de la covacha operara como elemento de división del espacio para la colocación de los cuerpos.

Igualmente, se han extraído muestras para su datación en laboratorio para establecer la cronología de las sepulturas, así como para saber si se produjeron próximos en el tiempo o se trató de una recurrencia, o incluso si existe un grado parental cercano. La cumbre de Gran Canaria cuenta con un número escaso de dataciones que abarcan desde el siglo III al XV, en el momento de la conquista castellana.

El equipo tomó muestras para la clasificación y análisis de los elementos orgánicos, así como de los huesos seleccionados para las muestras de datación, para someterlos a analíticas de ADN e isotopos estables. La datación de uno de ellos aporta una fecha que corresponde a un periodo estimado entre los siglos VIII y IX, lo que establece una continuidad en el ritual funerario en cueva en esta parte de la isla. Todo el material recuperado ha sido entregado en las dependencias del Departamento de Ciencias Históricas de la ULPGC.

El estudio concluye también que las alteraciones naturales sobre los huesos por la exposición al sol y al agua, sobre todo de los desplazados hacia el exterior de la línea de visera de la cavidad, así como la degradación y meteorización de la cueva, junto a los procesos de derrumbe parcial de la techumbre, han podido afectar de manera directa al estado y posición originales de los vestigios, sobre todo de aquellos restos que se encontraban más próximos a la abertura de la cavidad, y en el lateral derecho, donde habrían sido hallados y retirados sin metodología arqueológica los restos humanos en los años ochenta.

La excavación coordinada e impulsada por el Instituto del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria fue encargada a la sociedad cooperativa Prored y contó con la colaboración del proyecto IsoCAN sobre la colonización de espacios insulares, iniciativa financiada por el Consejo Europeo de Investigación y dirigido por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) con apoyo de la Universidad de La Laguna, que realiza el estudio bioantropológico de los restos.

Se han realizado cuatro sondeos en un espacio anexo a la Iglesia de San Francisco para delimitar su potencialidad estratigráfica

La investigación arqueológica es determinante para recuperar los casi tres siglos de historia de este enclave

La Dirección General de Patrimonio Cultural, en colaboración con la Concejalía de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de La Orotava, financia varios sondeos en la Iglesia de San Francisco ubicada en el casco histórico de esta Villa de Tenerife para tratar de localizar y corroborar el potencial arqueológico del antiguo convento de San Lorenzo. Su importancia histórica recae en que “El Escorial de Canarias”, así lo denominó Viera y Clavijo, fue uno de los primeros conventos franciscanos tras la conquista de Canarias, de hecho, fue la primera fundación monástica en la Villa de La Orotava, por lo que esta institución es clave en la organización primigenia de lo que sería la posterior urbe.

En 1519 los frailes franciscanos constituyen el convento de San Lorenzo a iniciativa del conquistador Bartolomé Benítez de Lugo, sobrino del Adelantado Alonso Fernández de Lugo. Este monasterio llegó a contar con 60 monjes y sirvió como sede capitular de la provincia de Canarias ya en el siglo XVIII, sin embargo, en 1801 gran parte de la estructura fue arrasada por un gran incendio. Las llamas consumieron las edificaciones, imágenes, mobiliario y documentos, solo se salvó del fuego la portada de cantería de la iglesia y algunas obras de arte, motivo por el cual esta investigación arqueológica dirigida por el equipo de PRORED es determinante para recuperar los casi tres siglos de historia de este enclave.

Entre los objetivos que se pretenden conseguir con esta primera intervención está el de evidenciar arqueológicamente si el antiguo monasterio continuaba su orientación hacia el Sur e “identificar cuál podría haber sido el suelo original del convento desaparecido en el siglo XIX”, explica Hacomar Ruiz, codirector del proyecto.

Tal y como se ha constatado, “el protagonismo de la Iglesia y la cristianización resultó fundamental en la conquista y colonización de Canarias”, explicó la directora general de Patrimonio Cultural, Nona Perera, “el establecimiento de templos y órdenes religiosas sustentaron un modelo de conquista que necesitamos conocer para que el pasado de Canarias tenga menos sombras y para ello es imprescindible estudiar estos enclaves”, insistió.

Para la concejal delegada de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de La Orotava, Delia Escobar, “con esta primera fase, se hace justicia histórica en un enclave que fue fundamental para el desarrollo y evolución del municipio hace nada más y nada menos que tres siglos. Para nosotros fue una gran noticia que la dirección general de Patrimonio apoyara y respaldara la propuesta presentada y nos alegra además saber que la intención es continuar trabajando e investigando con una segunda fase que se podría llegar a desarrollar a lo largo de 2022 abriéndolo además la divulgación con diversas actividades”, aseguró.

Arqueología de la Arquitectura

Según las principales hipótesis, el convento de San Lorenzo se ubicaba en lo que hoy es el Hospital de la Santísima Trinidad y la Iglesia de San Francisco pero su extensión era mucho mayor, ocupando unos 2600 m2 aproximadamente. Al tratarse de una superficie tan amplia, se realizaron cuatro sondeos en un espacio no construido anexo a la Iglesia, donde se encuentran vestigios que podrían haber formado parte de la construcción original. “La documentación nos dice que en esta zona se encontraba el antiguo convento y con la intervención arqueológica se está siguiendo la estela de unos elementos constructivos que ya indican la importancia arquitectónica de este espacio con una columna de orden corintio o un arco de piedra”, adelanta Ruiz.

A través de la Arqueología de la Arquitectura y el registro fotogramétrico se pueden reconocer “diferentes unidades murarias y elementos constructivos que nos explican cuál fue la evolución arquitectónica de este espacio”, señala el arqueólogo, como derrumbes, remodelaciones, construcciones posteriores, reocupaciones, estructuras de combustión, entre otros.

El estudio de los sedimentos contribuye a descifrar el comportamiento humano en relación a ese lugar ya que cada estrato arqueológico conserva diferentes eventos históricos superpuestos entre sí, y por tanto cada uno alberga variada información acerca de la funcionalidad del convento. El sedimento recuperado ha sido cribado para procurar la máxima recuperación del material arqueológico que incluye fragmentos de vasijas, elementos de vidrio y metal, diversos fragmentos de fauna, pero también deshechos de la época en la que el Hospital estaba en funcionamiento.

Tras esta primera fase, se plantea una posible segunda intervención arqueológica, ya en extensión, para poder relacionar las diferentes unidades estratigráficas localizadas y los elementos constructivos registrados. Además, el equipo de trabajo propone la posibilidad de desarrollar distintas actividades de divulgación, englobando este espacio dentro del rico patrimonio cultural y artístico que ya posee la Villa de la Orotava para comprender su pasado.