Canarias valora la Estrategia europea de Vivienda como una oportunidad para aplicar medidas adaptadas a los territorios
Pablo Rodríguez destaca que la iniciativa de la Comisión Europea reconoce, por primera vez, el carácter estructural de la crisis habitacional y abre un marco financiero y regulatorio que puede beneficiar especialmente a regiones como el Archipiélago
El Ejecutivo reclama que la normativa que desarrolle ahora la UE para soportar esta estrategia contemple una mención específica a las Regiones Ultraperiféricas
El consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez, ha valorado la nueva Estrategia Europea de Vivienda Asequible, aprobada esta semana por la Comisión Europea, como una oportunidad para reforzar y ajustar las políticas públicas de vivienda a la realidad específica de los territorios. Ha subrayado que esta iniciativa supone un punto de inflexión al reconocer el carácter estructural de la crisis habitacional y al abrir un nuevo marco financiero y regulatorio que puede resultar especialmente relevante para regiones como Canarias.
Aunque la Unión Europea no dispone de una competencia directa en materia de vivienda, la nueva Estrategia articula, por primera vez, de forma coherente, distintas palancas comunitarias —como la política de competencia, las ayudas de Estado, el mercado interior, la política energética o la financiación a través del Banco Europeo de Inversiones— para orientarlas hacia un mismo objetivo: aliviar la presión sobre los mercados residenciales más tensionados.
Rodríguez ha recordado que “no estamos ante una ley de aplicación directa, sino ante un marco estratégico que fija prioridades y orienta decisiones futuras, pero en el contexto europeo este tipo de planes tienen un impacto real en la financiación, en la interpretación del interés general y en la legitimación de las políticas que impulsan las regiones”.
En este sentido, el consejero ha destacado que Canarias encaja plenamente en el diagnóstico de la Comisión, al tratarse de un territorio donde la tensión residencial es estructural. “La condición insular, la limitada disponibilidad de suelo, la necesidad de preservar el entorno natural y la fuerte presión derivada de la economía turística generan una competencia permanente entre el uso residencial y otros usos del parque de viviendas”, ha explicado, a la vez que ha hecho hincapié en que “esto se traduce en precios elevados, dificultades para la emancipación de los jóvenes y problemas de alojamiento para trabajadores esenciales”.
La Estrategia Europea plantea una combinación de medidas centradas en el aumento de la oferta de vivienda, la movilización del parque existente, el refuerzo de la inversión pública y privada y el apoyo específico a los colectivos más afectados. Para Canarias, según el consejero Rodríguez, “la clave está en posicionarnos no solo como beneficiarios potenciales, sino como un territorio demostrador, un laboratorio donde se puedan probar soluciones regulatorias y financieras adaptadas a mercados especialmente tensionados”.
No obstante, el consejero ha detallado que la Estrategia adolece en esta primera fase de una referencia expresa a las Regiones Ultraperiféricas. “Echamos en falta una mención específica a las RUP, cuyas singularidades económicas, territoriales y sociales justifican un tratamiento diferenciado”, aunque ha mostrado su confianza en que “esta cuestión se incorpore en el desarrollo normativo posterior que impulse la Comisión”.
En paralelo a la Estrategia Europea, el Gobierno de Canarias ha trasladado a las instituciones comunitarias la necesidad de estudiar posibles limitaciones a la compra de vivienda por parte de extranjeros no residentes. “Canarias ha sido una de las primeras regiones en plantear abiertamente este debate en el ámbito europeo y, simultáneamente, hemos propuesto al Gobierno de España que los ayuntamientos puedan contar con herramientas similares a las que ya existen en ciudades como Berlín o Ámsterdam, que permiten limitar la compra de viviendas a personas que no acrediten una residencia efectiva durante un número determinado de años”, ha destacado Rodríguez.
Para el consejero, esta medida no es incompatible con el mercado interior europeo, sino que responde a la necesidad de proteger la función social de la vivienda en territorios especialmente vulnerables. “La vivienda no puede ser solo un activo financiero; es un pilar básico para la cohesión social y para el derecho a desarrollar un proyecto de vida en el lugar de origen”.
El Gobierno de Canarias continuará trabajando para que Canarias tenga una voz activa en el desarrollo de la Estrategia Europea de Vivienda Asequible y para que las singularidades del Archipiélago sean tenidas en cuenta en las futuras iniciativas legislativas y financieras de la Unión Europea.