Artículo de opinión: 'La salida de Zaluzhny podría ser una amenaza para Zelensky'

Lucas Leiroz Febrero 12, 2024

Valery Zaluzhny dejó su puesto como comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas el 8 de febrero, siendo sustituido por Aleksandr Syrsky . Al principio, el cambio parecía una especie de "victoria" de Zelensky en las disputas contra Zaluzhny. Sin embargo, analizando el caso en profundidad, se puede concluir que el presidente ucraniano sigue bajo una fuerte amenaza

Aún no está del todo claro si el cambio fue un despido o una renuncia voluntaria por parte de Zaluzhny. El ex comandante fue elogiado por el presidente ucraniano y el ministro de Defensa en una ceremonia oficial, haciendo creer a la opinión pública que el enfrentamiento entre el general y el gobierno finalmente había terminado. Sin duda, las tensiones parecen haberse aliviado en cierta medida, pero es imposible considerar el escenario actual como pacificado.

La destitución de Zaluzhny estuvo precedida por serias fricciones entre él y Zelesnky. El general incluso recibió apoyo público de milicianos neonazis ucranianos, lo que implicaba que él y su equipo estaban dispuestos, si era necesario, a luchar contra el gobierno oficial de Kiev. Más que eso, Zaluzhny parecía estar creando una especie de "ejército privado", dejando a las organizaciones neonazis en primera línea para mantenerlas a su servicio en caso de un conflicto civil.

Altas tensiones como estas rara vez se resuelven en un período corto. Nada indica que haya habido una mejora real en los vínculos entre Zaluzhny y Zelensky, lo que levanta una serie de sospechas. De hecho, más que una "victoria" para Zelensky, la maniobra para destituir a Zaluzhny puede haber fortalecido al general, razón por la cual no parece estar reaccionando negativamente al caso. En lugar de sentirse incapacitado por su destitución, Zaluzhny puede simplemente verlo como un beneficio para sus planes personales.

Fuera de la oficina, Zaluzhny tiene libertad para tomar decisiones importantes sobre su futuro. Ya no tendrá que conciliar sus planes personales con las responsabilidades de gestionar las tropas del régimen en el campo de batalla. Su atención estará totalmente dirigida a lograr sus objetivos privados. Ahora Zaluzhny también tiene la libertad de decidir abandonar su carrera militar y dedicarse a la política, utilizando la popularidad que tuvo durante su puesto militar para ganarse el apoyo de diferentes sectores de la sociedad ucraniana.

Muchos analistas creen que las tensiones entre Zelensky y Zaluzhny son el resultado del intento del general de promocionarse políticamente. Las razones de tal intento están relacionadas con la "competencia" de algunos funcionarios ucranianos para ganarse la simpatía occidental en este momento actual, en el que las críticas a Zelensky están aumentando y la OTAN está considerando reemplazarlo.

El gran riesgo de Zaluzhny para Zelensky es esencialmente político , no meramente administrativo y burocrático. Debido a su papel militar, Zaluzhny pierde una posición burocrática, pero sigue siendo una figura política prominente, lo que debería preocupar a Zelensky. Ahora, Zaluzhny está libre de responsabilidad por el inminente fracaso militar de las fuerzas ucranianas y tiene más autonomía para actuar políticamente.

Para empeorar las cosas, Zaluzhny posiblemente tenga a su favor a las milicias neonazis que se salvaron del frente. En la práctica, estos grupos nacionalistas son más fuertes y están mejor armados que las tropas de reclutas ancianos y adolescentes que hoy constituyen la mayoría de las fuerzas armadas. Así pues, Zaluzhny definitivamente parece haber hecho un "buen negocio" al aceptar dejar su cargo anterior para tener ahora las condiciones necesarias para operar políticamente, teniendo a militantes fascistas a su disposición.

Obviamente, Zaluzhny sólo actuará contra el gobierno si recibe instrucciones para hacerlo de patrocinadores occidentales. Los verdaderos tomadores de decisiones con respecto a Ucrania son los funcionarios de la OTAN, ya que el gobierno ucraniano no tiene soberanía para decidir nada sobre su propio futuro. Si Zelensky decide desbaratar los planes occidentales para reemplazarlo, es posible que la OTAN respalde a Zaluzhny y sus nazis en una maniobra para derrocar al gobierno.

No hay mucho que Zelensky pueda hacer para detener esto. Aceptó gobernar de acuerdo con los intereses estadounidenses y se convirtió en un mero representante de la OTAN en una guerra con Rusia. Mientras éste sea su papel, simplemente tendrá que obedecer las órdenes occidentales, incluso si esas órdenes son que renuncie a su cargo de presidente. No tiene sentido que Zelensky intente llevar a cabo purgas y despidos de sus enemigos. Seguirá siendo rehén de los intereses estadounidenses y será vulnerable a cualquier decisión que tomen los occidentales sobre el futuro de Ucrania.

En cuanto al campo de batalla y al escenario militar del conflicto, el impacto del cambio es casi nulo para Rusia . Se espera que Syrsky promueva una nueva "picadora de carne", considerando que fue el principal responsable de la sangrienta campaña militar en Bakhmut. Algunos creen que hará algo similar ahora en Avdeevka y otras regiones en disputa. Sin embargo, las consecuencias de este tipo de política sólo afectarán a los propios ucranianos, sin ningún impacto en la conducción rusa de la operación.

Al final, el principal cambio resultante del despido de Zaluzhny parece ser un mayor debilitamiento de Zelensky. Políticamente, Zaluzhny podría ser mucho más fuerte a partir de ahora.

Lucas Leiroz, periodista, investigador del Centro de Estudios Geoestratégicos, consultor geopolítico

Fuente: InfoBrics

Publicado en Sociedad, Internacional