Pronunciamiento público contra los nuevos grupos de emergencia aprobados en consejo de gobierno
En el contexto de la reciente decisión del Gobierno de Canarias de autorizar nuevas plantas de emergencia eléctrica en La Campana y Los Abrigos, manifestamos nuestro rechazo a la medida que va en contra de la apuesta por un modelo energético limpio, sostenible y respetuoso con la salud y el medio ambiente de nuestros municipios.
Como ya se viene proponiendo desde el Gobierno de España, con iniciativas legislativas como los mercados de capacidad y las próximas órdenes ministeriales que desarrollarán el Decreto 7/2025, existen alternativas maduras y viables que garantizan la estabilidad y seguridad del suministro eléctrico sin recurrir a tecnologías contaminantes y obsoletas como los grupos térmicos de emergencia.
Estas alternativas pasan por la instalación de sistemas híbridos que combinan baterías de última generación (BESS) con compensadores síncronos, tecnología que ya está siendo posicionada en Canarias por empresas interesadas, con proyectos en Santa Úrsula y el Puerto de Las Palmas. Incluso el propio Gobierno de Canarias, que presume de su capacidad negociadora con el Gobierno de España, ha anunciado públicamente su intención de implantar baterías en La Palma tras los apagones recientes, como declaró el consejero Sr. Zapata en agosto.
Desde un punto de vista técnico, esta combinación ofrece numerosas ventajas:
Respuesta ultra rápida y sostenida: las baterías reaccionan en milisegundos, estabilizando la frecuencia y aportando potencia activa inmediata, mientras los compensadores aportan inercia física real y regulan la tensión de forma continua.
Mayor estabilidad del sistema eléctrico: aportan inercia rotacional real, mejoran el control de tensión y reducen riesgos de apagones y desconexiones masivas.
Capacidad de arranque en negro: permiten reiniciar partes de la red sin necesidad de grupos térmicos.
Reducción del impacto ambiental y acústico: eliminan emisiones contaminantes, ruidos y dependencia de combustibles fósiles.
Mayor vida útil y menor desgaste: los compensadores alivian la carga de las baterías, prolongando su vida útil.
Posibilidad de participación en mercados futuros de servicios auxiliares, aumentando la eficiencia y rentabilidad.
Sin embargo, el Gobierno canario juega a los equívocos: en ocasiones habla de grupos térmicos “temporales” que solo funcionarían puntualmente, y en otras declara que estarán activos de forma permanente hasta que entren nuevos grupos mediante procesos de concurrencia competitiva. Esta falta de claridad no es inocente, pues la supuesta “temporalidad” justifica un procedimiento administrativo simplificado que acaba consolidando una dependencia prolongada de tecnologías contaminantes.
Además, resulta preocupante que esta decisión coincida con la escasa ejecución de los fondos destinados a la transición ecológica en Canarias, lo que dificulta aún más el avance hacia un modelo energético sostenible.
Por todo ello, reiteramos nuestro rechazo a la instalación de nuevos grupos de emergencia térmica en nuestros municipios y exigimos que el Gobierno de Canarias y el Gobierno de España prioricen y aceleren la implantación de tecnologías limpias, eficientes y socialmente responsables, poniendo fin a esta herencia de combustibles fósiles que tanto daño está haciendo a nuestras comunidades.