JOSE A ALEMANFoto: José Alemán, Premio Canarias de Comunicación 2023

Su magisterio como profesional del oficio sentó cátedra en muchos de sus compañeros y en la siguiente generación

El periodismo canario sigue desangrándose con la desaparición de figuras irrepetibles

Alcanzó la cima de su notoriedad firmando una columna política en LA PROVINCIA

El periodismo canario continúa desangrándose con el adiós por goteo de algunos de sus personajes irrepetibles. Aún no recuperado del todo, tras el fallecimiento de Guillermo García-Alcalde en mayo de 2023, el pasado sábado día 4 de enero del recién estrenado 2025 recibimos la noticia de la muerte de José Alemán (Las Palmas de G.C. 1941), otro profesional del mismo oficio, cuyo magisterio sentó cátedra con humildad en muchos compañeros de su generación y de la siguiente. Fue Premio Canarias de Comunicación en 2023.

El firmante de este texto apresurado por la triste circunstancia recuerda y reconoce hoy que lo evoca y admiraba ya en su temprana edad de adolescente, siendo entonces un simple lector del viejo Diario de Las Palmas. Lo descubrió hacia la mitad de los años sesenta del pasado siglo. Especialmente dos periodistas de aquella época me engancharon a la lectura de sus trabajos. Con estilos distintos, uno era Pepe Alemán, y otro Luis García Jiménez. No obstante, ambos tenían en común una profunda capacidad de análisis y comunicación con su escritura, y acreditaban un vasto conocimiento de la historia y la realidad de Canarias.

Año 1975. Antigua sede de Diario de Las Palmas con parte de sus redactores en la calle Murga. Pepe Alemán, segundo por la izquierda, entre Amado Moreno y Diego Talavera, junto a Juan Gregorio. De pie, Fernando Ramírez, Martín Díaz, José Henríquez, Adolfo Santana, Arturo Andreu, Pablo Hernández (director), Maribel Rodríguez y Nacho Jiménez Mesa. Por encima, el fotógrafo Álamo Montañez. Algunos, con un ejemplar del periódico que registra en su portada la muerte de Franco en la misma jornada del 20 de noviembre.

Pepe, que empezó de corrector de pruebas en el diario vespertino, y posteriormente ingresaría como miembro de la Redacción, cultivó con destreza casi todos los géneros del periodismo. Durante esta etapa inicial, los temas socioeconómicos parecían su predilección. Mostró particular inquietud por los problemas del sector primario. Puso en la diana la verdad lacerante por la sobreexplotación de los aparceros en el cultivo del tomate, y lo mantuvo en el foco de la opinión pública hasta después de la muerte de Franco, animando con su combate periodístico las movilizaciones del colectivo afectado.

PEPEALEMAN 1Foto: Año 1975. Antigua sede de Diario de Las Palmas con parte de sus redactores en la calle Murga. Pepe Alemán, segundo por la izquierda, entre Amado Moreno y Diego Talavera, junto a Juan Gregorio. De pie, Fernando Ramírez, Martín Díaz, José Henríquez, Adolfo Santana, Arturo Andreu, Pablo Hernández (director), Maribel Rodríguez y Nacho Jiménez Mesa. Por encima, el fotógrafo Álamo Montañez. Algunos, con un ejemplar del periódico que registra en su portada la muerte de Franco en la misma jornada del 20 de noviembre.

Entre sus reportajes memorables, ejemplo de periodismo a pie de calle, plasmado en dos páginas enfrentadas de Diario de Las Palmas en aquel ciclo de la década de los 60, cabe consignar el relato de su vivencia personal una madrugada con las familias de los pescadores de Las Nieves (Agaete), tomando a la orilla de la playa el café arábigo, de “puchero”,humeante y aromático producido en el Valle, al tiempo que consumía cigarrillos, uno tras otro, mientras aguardaban todos impacientes la arribada de las barquillas a primera hora para entregar luego las capturas a sus mujeres. A continuación, ellas deberían correr a vender en “bañeras”, posadas sobre sus cabezas, la “fresquita y vivita” mercancía de sardinas, viejas, sargos, samas, morenas, etc., por los predios de Guía y Gáldar, además de la villa agaetense.

El testimonio del periodista en primera persona revelaba en esta experiencia la personalidad monumental de Pepe Alemán. De la primera a la última línea transmitía autenticidad, antes que cualquier otra cosa. Autenticidad propia del autor sensible con un sello de humanidad para percibir y trasladar a los lectores, con soltura y desenfado, la grandeza, el riesgo, la ansiedad, el sufrimiento y la miseria del trabajo artesanal en la mar, a veces traicionera.

Quienes tuvimos el privilegio de concurrir con él durante unos años en el Diario de Las Palmas, de los años 60 y 70, conservamos diversidad de recuerdos y anécdotas suyas. Unas edificantes, la mayoría en lo profesional, y otras simplemente gratas o humorísticas para partirnos de risa. Incluso en momentos de tensión informativa era capaz de sorprendernos y hacernos ver el lado pintoresco o gracioso de la situación, o bien el ridículo del mandamás de turno en política. Era un ejemplo también de periodista vocacional. Compartía ese entusiasmo y deleite con lo que había escrito a máquina, pasándolo a la lectura de cualquier compañero cercano, previamente a su entrega al taller para su edición en página.

Sus pausas daban pie con frecuencia a debates más o menos serios en los que Pepe Alemán no rehuía el choque de opinión con la jerarquía, aunque sin perder nunca la compostura. En una de esas ocasiones alzó la voz para calificar de cacique a Matías Vega Guerra, en aquel momento dueño de la cabecera informativa y de la empresa para la que trabajaba como periodista. En la acalorada pero civilizada discusión al respecto con Nacho Jiménez Mesa, redactor jefe, Pepe acabó aceptando con una sonrisa que Matías era un “cacique bueno”, tras el razonamiento contundente de su interlocutor.

No desaprovechaba un resquicio de la actualidad protagonizada por José Carlos Mauricio, cuando aún lideraba el Partido Comunista en Canarias. Más de una vez Pepe volvería a contarnos divertido sus partidos de fútbol con el dirigente en el patio de los Jesuitas de la capital grancanaria, donde ambos estudiaban. Con tono irónico admitía que los dos eran hábiles con el balón, pero que José Carlos chafaba la fiesta deportiva a todos llevándose enfadado el balón para su casa. Manifestaba así su contrariedad porque el juego no discurría como deseaba.

Años después, la columna “A modo de ver y manera” de Pepe Alemán en LA PROVINCIA se convirtió en un referente de obligada lectura para la clase política y empresarial. Era incluso temida por su irreverencia con los poderosos. Cuestionaba a unos, se mofaba de otros, y cuando no, los ridiculizaba por decisiones públicas que sonrojaban o provocaban rechazo. Durante una temporada, aderezaba reiteradamente las andanadas de su columna recurriendo al anglicismo of course.

Podría concluirse por parte de muchos fieles a sus escritos publicados, que Pepe Alemán alcanzaría, con tal exitosa iniciativa editorial, la cima de notoriedad e influencia como periodista, amparado por la cabecera de LA PROVINCIA, entonces el periódico de mayor difusión en las islas. Es innegable que respondía inequívocamente con aquella “ventana” a sus lectores, a lo que otra figura de la época, Paco Umbral, había definido como verdadero columnismo: “fenómeno natural de la libertad de expresión que siempre comporta la gracia y el perfume de la subjetividad”.

*Texto publicado en el periódico LA PROVINCIA-Diario de Las Palmas el lunes 6 de enero de 2025

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“Caso de incendio del museo rescataría la Pascalina, calculadora original con ruedas y engranajes, inventada por Pascal en 1642”

“La idea de destinar el edificio para otros fines, empresariales o turísticos, era una broma del alcalde que tenía la capital en 1997”

JACINTO QUEVEDO 2Jacinto Quevedo Sarmiento, delante de la escultura de Martín Chirino en la calle Triana/LP-DLP

Licenciado en Ciencias Matemáticas por la universidad de La Laguna en 1977, Jacinto Quevedo Sarmiento (Las Palmas de Gran Canaria, enero 1953), se vio forzado por sus progenitores, maestros de profesión, a emprender la carrera de magisterio, tras fracasar su hijo el primer año de estudios en la ULL. Ocurrió que la pasión por el ajedrez en Tenerife, deporte en el que destacó y fue campeón universitario, le había distraído tanto de los estudios de Matemáticas, al extremo de no pasar el filtro académico del primer año. Pero su tenacidad personal y vocación por Ciencias exactas, así como un cambio sustancial en la Ley de Educación de la época, le permitieron corregir el rumbo y volver a La Laguna para reanudar la carrera con éxito. En sólo un año superó los exámenes de los dos primeros cursos de Matemáticas y proseguir a continuación hasta el logro de la licenciatura. Posteriormente su vida profesional ha transcurrido entre la enseñanza como catedrático de institutos, técnico de la administración educativa, incluyendo un periodo en la inspección.

Aspecto relevante de esta trayectoria individual ha sido su labor como promotor y primer director del Museo Elder, que cumple su veinticinco aniversario el próximo martes día 10. Una iniciativa de la que se siente siempre orgulloso, aunque no lo verbalice explícitamente.

-Veinticinco años más tarde de su apertura ¿cómo juzga el papel desarrollado y los resultados que ofrece hoy el Museo Elder inaugurado con usted en la dirección?

El logro del MECT (Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología) para nuestra capital fue una carambola a ocho bandas , valga el símil lúdico-deportivo. A partir de su inauguración el 10 de diciembre de 1999 hasta hoy, otras 25 carambolas casi todas bien jugadas. Un museo que partió de referentes de primer orden y ha ido evolucionando al estilo de esta tipología de centros: proponiendo nuevos espacios, ideas y contenidos. Sus más de tres millones y medio de visitantes en estos años avalan la idoneidad de la propuesta y el acierto de la tipología museística presentada. Un centro interactivo, en la puerta marítima de la ciudad, que seguía aquel slogan de “prohibido no tocar”.

-¿Celebra también hoy que el edificio Elder se destinara para la Ciencia y no para otro fin artístico como propugnaba el alcalde de entonces, en 1997?

Lo de destinar al Edificio Elder a otros fines, ya fueran empresariales o turísticos (1995-97), era un chiste o una broma del alcalde del momento a los vecinos y a la prensa local. Él sabía que una propiedad de Patrimonio del Estado (como eran los Edificios Elder y Miller del Parque de Santa Catalina, cedidos al Ayuntamiento de LPGC para uso cultural), no se podían cambiar de uso sin permitirlo el Estado (que no lo iba a permitir!). El asunto era que aquel alcalde no quería, tener de su cuenta, gastos culturales o educativos, y sí cederlos a otras instituciones o administraciones. Así se desafectó el Edificio Elder y fue cedido su uso, por Patrimonio del Estado, al Gobierno de Canarias, Consejería de Turismo y Fundación Canaria Museo de la Ciencia y la Tecnología (que lo había solicitado). Aquí jugó un papel destacado don Lorenzo Olarte, vicepresidente y Consejero de Turismo del Gobierno de Canarias.

-¿Cuáles fueron sus principales referentes museísticos para lanzar el proyecto?

Para el proyecto elaboré un estudio detallado de los Science Centers más importantes y representativos de esa tipología interactiva. Fue más que sacar una carrera y desarrollar varios doctorados y masters. Desde el pionero en París, el Palais de la Decouverte, diseñado por el gran científico Jean Perrin, o el Exploratorium de San Francisco de la mano de Frank Oppenheimer (hermano de Robert) con su frase mítica “la mejor manera de aprender es enseñar”, con sus publicaciones “Cookbooks” y la información detallada de todos sus módulos interactivos; la Citê des sciences et de l´industrie de la Villette también en París con Goery Delacote o el Museo de la Ciencia de La Caixa en Barcelona con Jorge Wagensberg al frente; y tantos otros que visité y estudié: NY Science Center, Pacific Center en Seattle, Science Museum Londres, Deutches Museum Munich, Papalote en Mexico DF, Power Museum en Sydney, etc. Así hasta más de 40 centros. También me valieron multitud de exposiciones temporales o itinerantes de distintas instituciones como la muestra “Horizontes matemáticos”, que procedente de la Villette visitó todas nuestras islas entre 1989-90 de la mano de la Sociedad Canaria de Profesores de Matemáticas. Y todas las exposiciones que la Fundación La Caixa trajo a Canarias.

-En el supuesto de un posible incendio del museo, qué objeto salvaría de las llamas: ¿La locomotora La Pepa, uno de los aviones, o algún elemento ingeniado por Agustín de Betancourt?

Me agenciaría uno de los extintores de CO2, también conocidos como Nieve Carbónica o Anhídrido Carbónico, que son los usados en la Seguridad del MECT, y lo usaría para extinguir el fuego. De paso explicaría al público que sigue el protocolo de desalojo del museo, las características físico-químicas del extintor de CO2 y cómo es su “doble” interactividad. Aplicando el principio de “la navaja de Ockham”, de manera que “en igualdad de condiciones, la explicación más simple suele ser la más probable”, salvaría la “bola de agua de la entrada del museo” y su principio de Pascal intrínseco, por ser totalmente ignífuga y estar siempre cargada… y ya en la calle. Caso que se exija salvar solo una pieza y del interior del museo, cabe recordar que es un museo más de “fenómenos” que de “objetos”, actuaría para rescatar la “Pascalina”, primera calculadora que funcionaba a base de ruedas y engranajes, inventada en 1642 por el filósofo y matemático francés Blaise Pascal, de la cual el MECT posee un ejemplar original.

-“¿Museos de objetos o fenómenos?” era la interrogante que planteaba usted en noviembre del pasado año en su discurso de ingreso en la Real Academia Canaria de Ciencias, pregunta contextualizada en el origen y evolución de los “Science Centers”. ¿Realmente era una cuestión a aclarar con urgencia, o sólo perseguía llamar la atención y el interés de los académicos y la opinión pública?

Ni urgencia alguna, ni llamar la atención de nadie. Solamente explicar cuáles fueron las ideas y los modelos que definen la tipología de los Science Centers para aplicarlos en la redacción del proyecto de MECT de nuestra ciudad. Intenté seguir una cronología histórica del surgimiento de estos centros y su evolución, de la mano de sus creadores. A finales del siglo pasado son varios los museos de ciencia, en particular el nuestro, que comprenden bien la complementariedad mixta entre el objeto y el fenómeno, y trabajan sobre las capacidades comunicativas de ambos recursos museísticos, tanto por separado como combinados. A medida que avanza esta implantación del fenómeno junto con la del objeto en la museología del siglo XX, el centro pasa también de ser un fin en sí mismo, con la colección como activo fundamental, a medio de comunicación, sumando los fenómenos, puestos de modo explícito al servicio de un propósito divulgativo y educativo.

-¿Qué futuro sueña o dibuja para este museo que usted alumbró hace 25 años con el respaldo de instituciones públicas de la época como el Gobierno regional y empresas públicas y privadas de distinta tipología?

Ha de ser un centro donde sociabilizar la ciencia y la tecnología: actividades grupales, trabajos en equipo tipo aprendizaje-servicio: el alumnado aprende a la vez que realizan actividades de acción comunitaria. Un espacio de formación del profesorado en Pensamiento Computacional (Uso de Scratch Programación, Robótica, FabLab). Uso de herramientas de IA generativas. Sin descuidar la promoción de actividades grupales de divulgación (murales interactivos, Entornos Domóticos, Planetarios, Acuarios, Terrarios, Mariposarios, etc.) Al mismo tiempo y al igual que cuando la pandemia de COVIC se convirtió en apoyo a los planes sanitarios de información y de vacunación, prestar interés a la información de las políticas de lucha contra el cambio climático, sostenibilidad, Medio Ambiente, Vulcanismo activo, y Reciclaje. Procurando en todos estos casos y los que surjan, que sean acciones continuas y no coyunturales.

*Publicado en La Provincia el 8 de diciembre de 2024.

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Servando Palacín, con sus imponentes 109 años, se ha convertido en el primer supercentenario en el mundo al que se le implanta un marcapasos, demostrando que la vitalidad y el espíritu de superación no entienden de edades

El procedimiento fue aconsejado por el reconocido y reputado cardiólogo doctor Manuel de la Peña, quien explicó que el dispositivo era necesario debido a un trastorno en el ritmo cardíaco de Servando. «Este problema redujo la frecuencia cardíaca del paciente a apenas 32 pulsaciones por minuto, motivado por la incapacidad del nódulo sinusal de producir el suficiente número de impulsos por minuto y esto ha sido debido al llamado «síndrome del seno enfermo o enfermedad de su nódulo sinusal». Cuando falla el nódulo disminuye su frecuencia de disparo (número de impulsos/minuto) y a veces se producen pausas largas en las que el corazón deja de latir por espacio de unos segundos», señala De la Peña.

Tras la intervención, Servando mantiene una energía inquebrantable y aspira a alcanzar los 120 años con salud. Su disciplina diaria es ejemplar: realiza treinta minutos de ejercicio tipo bicicleta en la cama antes de levantarse, controla su tensión arterial en 130/70, mantiene un colesterol de 120 y una frecuencia cardíaca en reposo de 65 pulsaciones por minuto. Ha eliminado la sal y el azúcar de su dieta, complementándola con vitamina D y B12, y lleva una vida activa que desafía los límites de la longevidad.

La vida de Servando ha sido una auténtica odisea. Ha atravesado dos guerras mundiales, la Guerra Civil Española y dos pandemias, enfrentándose también al asma desde los 48 años, enfermedad de la que afirma estar completamente recuperado. Hoy, respira con facilidad y asegura sentirse en plenitud física y mental. Su rutina de vida saludable, su actitud positiva y su fe católica, que practica diariamente, son pilares fundamentales de su bienestar.

El doctor Manuel de la Peña está revolucionando los criterios de salud con su nueva obra «Guía para Vivir Sanos 120 Años». En ella destaca Servando, que a sus 109 años recuperó su vida en menos de 24 horas tras implantarse un marcapasos. Un ejemplo vivo de que la longevidad está al alcance de quienes adoptan hábitos saludables. Dedica un capítulo del libro a “Cuidando el corazón”, donde describe indicaciones y cómo en el mundo cada año se implantan más de un millón de marcapasos, de los cuales 40.000 se implantaron en España y 200.000 en Estados Unidos, salvando la vida de pacientes cardiacos. Por otro lado, De la Peña señala que un 75 % de la longevidad depende de costumbres como la dieta mediterránea, el ejercicio diario y prácticas sencillas como escuchar música durante treinta minutos al día.

El libro de De la Peña, camino de ser un best seller, se ha convertido en un verdadero manual de instrucciones y no solo aboga por mantener una vida equilibrada, sino que explora los tratamientos experimentales más avanzados para extender la longevidad. Entre ellos, se encuentran ensayos clínicos de terapia génica con telomerasa, los tratamientos con células madre, el uso de postbióticos y los cambios de sangre. Además, el doctor fomenta la importancia de los espacios verdes y una dieta rica en proteínas vegetales como claves para una vida libre de enfermedades.

De la Peña, además de profesor de cardiología, es escritor, académico, doctor cum laude en medicina y director de la cátedra del corazón y longevidad. Es un reconocido gurú de la longevidad y preside el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social. Ha sido galardonado con la Insignia de Oro de la Asociación de Pacientes Coronarios (APACOR) con la Medalla de Bronce de la Sociedad de

Estudios Internacionales (SEI) y el premio Escultura Donante- Receptor de la Asociación Española de Trasplantados de Corazón.

Su trabajo ha revelado la presencia de un yacimiento de supercentenarios en España, posicionando al país como líder en longevidad.

Repaso en su 87 aniversario a la intensa actividad del profesional canario, que demostró dominar los diversos géneros del oficio

En 1968 transmitió a LA PROVINCIA desde París cuatro crónicas del histórico “Mayo francés” que vivió personalmente en la universidad La Sorbona

Después de más de tres décadas de ejercicio ligado a la Prensa, saltaría a Radio Nacional y TVE, donde alcanzó la jubilación

JOSE VERA 1 rotated e1732565212722Pese a los achaques de salud que le ocasionan significativos trastornos, límites a su movilidad y lagunas en su memoria no ajenas al Alzheimer, José Vera Suárez (Pepe, para sus compañeros y amigos), sorprende a la mayoría cuando está a punto de alcanzar la edad de 87 años. Los cumple el martes, día 26, después de una gran parte de su vida volcada al periodismo.

Ahora, en su edad avanzada, engancha monólogos intermitentes, no exentos de gracia. A veces los culmina con interrogantes para demandar, impaciente y curioso, la opinión de su interlocutor. La enfermedad no ha afectado de momento a su vocalización. Sigue siendo tan cuidadosa y perfecta como en los tiempos pretéritos que la aplicaba, hábilmente y persuasivo, para lograr grandes exclusivas informativas, primero en Madrid, y después en Canarias.

En la residencia La Pineda (Arucas), donde ha sido ingresado, recibe a sus allegados y amigos, mostrándose con la educación y gratitud que siempre tuvo a gala. También derrocha sensibilidad y admiración con el entorno natural que le rodea en su nuevo ambiente. El extenso cultivo de plataneras que observa delante de sus ojos hasta el mar de Bañaderos, las plantas y flores más cercanas, le devuelven su vena poética, mientras comparte un zumo de fruta con las visitas. Entre sus lecturas, nunca ocultó una predilección por la poesía del sevillano Vicente Aleixandre, perteneciente a la Generación del 27, y Premio Nobel de Literatura en 1977. En suerte, y para mayor satisfacción suya, le tocó por oficio entrevistar personalmente al guatemalteco Miguel Ángel Asturias, también Premio Nobel de Literatura en 1967, autor que se adentró igualmente en la Poesía.

Hijo de Agustín Vera, ex secretario del ayuntamiento teldense, y Sebastiana Suárez, Pepe nació en noviembre de 1937 en la ciudad de Telde, mientras se intensificaba el conflicto de la guerra española que había arrancado en 1936.

Su vocación por el periodismo lo llevaría muy joven a Madrid, donde se tituló en la misma promoción de grandes profesionales como Jesús Hermida, entre otros. Simultaneó pronto los estudios con distintas publicaciones nacionales, a las que entregaba crónicas y entrevistas con celebritys de la época. Varios de aquellos trabajos tuvieron cabida en Diario de Las Palmas, primero, y en LA PROVINCIA, inicialmente con el seudónimo de Joverasu.

GANDO, DISPUTA DE NOTICIAS

En la segunda década de los años sesenta del siglo pasado regresa a Gran Canaria para incorporarse a la Redacción de este periódico, dirigido por José Luis Martínez Alberto, y seguidamente por Juan Francisco Sardaña. Durante unas temporadas le confiaron la información del aeropuerto de Gando, hervidero de noticias a diario. La obligada escala de los vuelos transoceánicos para repostar los aviones cuando se dirigían o venían de Europa, propiciaba la frecuente bajada de personajes o jefes de Estado. Vera, al servicio de LA PROVINCIA, tenía que pelear en sana competencia con otros dos periodistas notables, Luis García Jiménez, de Diario de Las Palmas, y Pedro González Sosa, por El Eco de Canarias.

JOSE VERA scaled e1732565103987 2048x1464Durante una escala en Gran Canaria, la cantautora y modelo francesa Françoise Hardy, misteriosa tras sus gafas de sol, concedió una entrevista a José Vera Suárez para LA PROVINCIA/LP-DLP

Después de unas tres décadas de trabajo en los periódicos de Editorial Prensa Canaria, José Vera Suárez afrontó una nueva etapa en su carrera. Desembarca en RNE, y acaba jubilándose como miembro de la plantilla de informativos de TVE.

En 1974 había contraído matrimonio en la ermita del Espíritu Santo (Vegueta) con Mari Carmen Bello Doreste, vinculada laboralmente a una compañía aérea extranjera. Hizo de padrino Ildefonso Bello, hermano de la novia. De madrina asistió Aurora Vera, hermana del novio. “No nos casamos en una ermita más pequeña porque no la había en la capital. El sitio escogido fue una decisión o antojo enteramente de Pepe”, recuerda hoy en tono bromista Mari Carmen, su cónyuge. La pareja tuvo dos hijos: José Ángel, músico, y Mar, estudiosa de Bellas Artes.

En el desempeño profesional, la vocación y dedicación de Pepe Vera fueron clave desde el primer momento en la Escuela de Periodismo de Madrid. No tardó en entrar en contacto con publicaciones varias que le animaron a trabajar, sin haber concluido su formación. Prácticamente no hizo asco a ningún género del oficio: crónica, reportaje, análisis, entrevista y opinión. “Me faltó tiempo para probar en la sección de Deportes”, comentaría con sorna más de una vez.

Las hemerotecas de las cabeceras con las que firmó, en particular la de LA PROVINCIA, ofrecen el perfil de un profesional polivalente, que abordaba con igual entusiasmo y seriedad a un personaje social de relevancia, como al día siguiente prestaba idéntica atención a las inquietudes de un pastor en las cumbres grancanarias. O bien descubría la experiencia de un conductor grancanario, pionero con una línea de transporte de mercancías de Las Palmas a Arguineguín, que inauguró con su camión. Se vanagloriaba de haber cubierto el equivalente a doce mil vueltas a la isla, tres millones de kilómetros sin ningún accidente, balance excepcional de su trayectoria al acceder a la jubilación.

EL MAYO FRANCÉS DEL 68

El modo y la intensidad con que Pepe Vera se entregaba como reportero en aquellos tiempos se correspondía con la sensación del periodismo inyectado en vena. Abundan los ejemplos. Uno de ellos cuando, de turismo casualmente en París, se registraron las históricas revueltas estudiantiles y obreras del Mayo 68 francés, que forzaron menos de un año después la renuncia del presidente Charles de Gaulle y su retirada definitiva de la política, tras perder un referéndum sobre las reformas que procuraba emprender con retraso.

Pepe Vera suspendió su programa vacacional en la capital francesa para internarse en la universidad de La Sorbona, epicentro del movimiento de protesta estudiantil. Durante cuatro días transmitió sendas crónicas a LA PROVINCIA de lo que había sido testigo directo, incluyendo una referencia al mitin del líder Daniel Cohn Bendit en el patio de la sede universitaria.

Los testimonios del privilegiado periodista grancanario merecieron los honores de portada más de una vez. Arriesgando y sorteando las dificultades imaginables y no imaginables, Pepe atravesó una barrera de seguridad para pasar al interior del recinto y entrevistar a uno de los dirigentes, portavoz del colectivo rebelde en La Sorbona, René Riespols. “Hay que reformar la sociedad para que viva la Universidad”, declaró a nuestro compañero. Añadiría inmediatamente que “el general De Gaulle queda en el recuerdo. Todo lo bueno que ha hecho por nuestro país lo está empañando ahora por su testarudez. Ha pensado que somos una manada de borregos, dispuestos a doblegarnos a sus caprichos, pero en esta ocasión se ha llevado un gran chasco. Queremos que el pueblo se solidarice con nosotros, aunque para ello toda Francia quede paralizada”.

Consiguieron el objetivo, pero con el protagonismo paralelo y decisivo del movimiento obrero, que había evidenciado diferencias con la estrategia e ideología predominante en los estudiantes de extrema izquierda. De hecho, el propio Riespols matiza al entrevistador canario que en el levantamiento del alumnado universitario de La Sorbona “existen muchas organizaciones: troskistas, prochinos, anarquistas, comunistas ortodoxos, etc. Este movimiento cree en la revolución social y no en la socialdemocracia”.

Pepe Vera no ocultaría en la crónica principal el impacto que le causaba la proliferación del símbolo anarquista, la bandera negra, ondeando en diversas fachadas e interiores de La Sorbona, y así lo cuenta a los lectores de LA PROVINCIA. Tampoco se priva de otorgar comprensión y lógica a determinadas reivindicaciones estudiantiles que escucha en directo.

En cierto modo, esta concesión suya como cronista, en tal circunstancia, era coherente con su pensamiento y hábitos de actuación. Durante su andadura, Pepe Vera, liberal conservador para algunos, aunque le generara reveses hasta en lo personal defendía la libertad de expresión sin titubeos, e invitaba a escuchar con respeto la opinión contraria o diferente. Es una convicción tan arraigada en su manera de ser que ha resistido hasta hoy, curiosamente, frente a la agresiva enfermedad que ataca en progresión su sistema cognitivo.

¡Feliz cumpleaños, querido compañero y amigo!

*Publicado en La Provincia el 24 de noviembre de 2024.

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Consideraciones y recuerdos con motivo de la obra “El silencio de sus soledades”, firmada por Manuel García Morales

Fue presentada en la casa museo del artista en Gáldar, con participación de su sobrina María Victoria Padrón Martinón

Si escribir es vivir, como sostenía Flaubert, tan meticuloso siempre con su literatura para encontrar la palabra adecuada y producir su obra inmortal Madame Bovary, posiblemente no nos equivocamos al asegurar hoy que para Antonio Padrón “pintar también es vivir”.

IMG 20240927 WA0011 900x1266Llegaremos sin dificultad a la misma conclusión tras la lectura del texto, no exento de calidad literaria, que ahora nos regala el profesor Manuel García Morales. Relato fronterizo con el ensayo, fundamentado en la impagable documentación de la tesina suscrita por María Victoria Padrón Martinón, sobrina del artista canario. Apelo y pongo el acento deliberadamente en la condición canaria de Antonio Padrón pues la lleva impresa en su obra. Fue esa una prioridad tan suya, al extremo que respondió con cierta indiferencia ante algunos reclamos de admiración para que su arte trascendiera los límites del localismo galdense y los del Archipiélago.

La pintura, ligada a su tierra insular y a las tradiciones ancestrales, habría de ser la verdadera savia de Antonio Padrón. Más de una decisión suya estuvo motivada por esta preeminente y peculiar querencia artística. Tal es así que le induciría a incumplir, por ejemplo, un compromiso adquirido con el ejercicio de la docencia en el instituto de Guía. Lo describe el trabajo creativo de Manuel García Morales, oscilante entre la realidad y la ficción, que se presenta en este acto.

El curioso episodio me retrotrae a una vivencia personal cuando me iniciaba con 21 años en la plantilla de Diario de Las Palmas. Tres años después de la muerte del artista, yo –disculpen que comunique en primera persona, sin ánimo de hurtar el protagonismo que corresponde a los demás intervinientes-, tuve la suerte o el privilegio de asistir a la apertura de esta casa museo, en mayo de 1971, para firmar posteriormente la crónica del evento en el periódico vespertino.

La experiencia no pudo ser más gratificante en lo humano y profesionalmente. Entre otras satisfacciones, todas emotivas, me deparó la confidencia directamente de Luis Cortí, entonces director del Instituto de Guía, y que luego se reprodujo íntegramente en la publicación.

Considero oportuno evocar ahora su versión literal, en la medida que fue el interlocutor de Antonio Padrón en aquel lance surgido en la trayectoria del pintor. Cortí narra con matices el encuentro en el que se consuma el frustrado ingreso, después de haber aceptado la propuesta para enseñante del arte que dominaba.

“Aún recuerdo aquel profesor de Bellas Artes de la Academia de San Fernando, Antonio Padrón, –me confesaría el que seguía siendo director del centro guiense-. Llegó a nuestro instituto para prestarnos sus servicios, imbuido en un noble afán de colaboración, como un verdadero maestro. Mas, de pronto, arrastrado por su innata vocación, nos recuerda (Antonio Padrón) que necesitaba la luz del día para cumplir su misión, la suya, la verdadera, y esta se vería imposibilitada si se dedicara a la docencia”.

“No olvido el tacto exquisito con que nos lo hizo ver, poco menos que disculpándose ante esta rápida despedida”, escuché decir también a Cortí, antes de finalizar reconociéndome que en toda la obra de Antonio Padrón veía el pincel de un hombre serio, enterado de las diversas técnicas, “pero que creó una tan suya, tan de su tierra –subrayaría- que sin querer, sin presentirlo, saltó las barreras del tiempo”, debiendo ocupar en consecuencia el puesto que merece en el mundo pictórico nacional e internacional, a su juicio.

IMG 20241004 185717 1280x1316Foto: María Victoria Padrón, Manuel García Morales y Amado Moreno

Otros invitados en mayo de 1971 a aquel mismo acto inaugural de esta casa, en la que hoy celebramos lo que celebramos de este pintor que renunció a los cantos de sirena del arte mercantilizado en Paris, por amor a su tierra y a su singular arte, abundaron en elogios para Antonio Padrón, incorporados luego a nuestra crónica periodística. Merece la pena rescatarlos para este instante:

Juan Rodríguez Doreste: “Es una de las figuras más conspicuas del arte canario”.

Felo Monzón: “Junto con Zabaleta, Antonio representa las dos posturas más meritorias del expresionismo nacional”

Néstor Álamo: “Es la primera vez que en las artes de las islas se incorporan los elementos antropomórficos de nuestros antepasados”

Justo Jorge Padrón: “Un hombre que ha sabido aglutinar con su arte y bonhomía a los más dispersos caracteres”.

Ellos y otras personalidades del mundo de la cultura y de las instituciones se dieron cita aquel día en esta casa museo, convertida felizmente con el paso de los años en referente de primer orden en el conjunto de la oferta monumental y artística que luce la ciudad de Gáldar.

Un estudio inédito de la figura y obra de Antonio Padrón por su sobrina María Victoria Padrón Martinón vería la luz años más tarde, en 1981, con respaldo del Cabildo de Gran Canaria. En el afán de alcanzar el mundo del pintor y tío suyo, María Victoria culmina una laboriosa recopilación de impresiones y datos.

Un conjunto de obligada lectura para aproximarnos a las claves de su andadura vital, sus debilidades y fortaleza, su manifiesta vocación y tendencia artística, con el paisaje y el costumbrismo canarios como elementos imprescindibles.

Screenshot 20241005 110643En definitiva, el entorno y los factores que sirvieron al artista galdense para crear “un mapa espiritual de Canarias”, en definición de Juan Ismael a María Dolores de la Fe para el rotativo LA PROVINCIA en junio de 1970.

Celso Martín de Guzmán narra en una columna periodística suya en marzo de 1990 cómo quedó anonadado con la erudición de Antonio Padrón sobre la variedad de estilos pictóricos, en particular los de Zurbarán y Velázquez. Ocurrió durante un encuentro casual entre ambos, en las cercanías de esta casa, y en cuya planta baja trabajaba su colaborador don José Domínguez, para el montaje de los bastidores de sus cuadros.

“Descubrí entonces que no solo estaba ante un artista sino ante un profesor que conocía , en todo su calado, el fenómeno del Arte”, sentencia Celso en su escrito.

Dicho todo lo anterior, que no es poco ni mucho, pero sí revelador y significativo por la relevancia que voces cualificadas y diversas conceden a Antonio Padrón, puedo afirmar que descubrirán mucho más del artista en esta obra que firma Manuel García Morales con estilo pulcro, donde no resulta fácil distinguir la ficción de lo real, por la delicadeza con que disecciona la investigación de María Victoria Padrón sobre su tío Antonio. Afronta esa tarea con una habilidad literaria que sugiere interpretar que estamos ante unas “Memorias” dictadas por el propio pintor galdense.

La inspiración del autor parece acertar también con el título de su obra: “Antonio Padrón: el silencio de sus soledades”, fruto de un cuidadoso análisis de la personalidad del artista, no en vano admirador de literatos como Lope de Vega que, entre otros poemas, nos dejó uno imperecedero: “A mis soledades voy/ de mis soledades vengo/ porque para andar conmigo/ me bastan mis pensamientos”.

No sería extraño que esta lección poética guiara también los pasos en la vida de Antonio Padrón, aunque en su caso introduciría quizás una ligera variante en el último verso, para precisar que le bastaría la pintura para andar consigo, no los pensamientos, expresión elegida por Lope.

(Texto de Amado Moreno en el acto de presentación del libro Antonio Padrón, El silencio de mis soledades, en la casa museo del pintor galdense en la ciudad de Gáldar, viernes 4 de octubre de 2024).

*Publicado en La Provincia

“Aunque de pequeño soñé con Sudamérica, he sido feliz trabajando treinta años en varios países de África”

“Parece mentira que Alemania se inspiró en nuestro modelo exitoso con la FP dual en Togo”

“Escandalizan los planes educativos diferentes y las variedades territoriales en España, con una EBAU de cachondeo”

“En Lomé conocí a un grupo de etarras deportados por Francia, uno de los cuales murió en extraña circunstancia”

“La Iglesia debe ponerse en manos de seglares o laicos, sin discriminación de la mujer”

“Los sacerdotes, aunque titulares de las parroquias, se ocuparían exclusivamente de la actividad sacramental”

“Los treinta años de trabajo en África me han parecido cortísimos. He sido muy feliz en este continente”, asegura el sacerdote y misionero salesiano Lucas Camino Navarro (Tejeda, junio 1948). Su confidencia se produce a pocos meses de cumplir cincuenta años de su ordenación en Las Palmas de Gran Canaria por el obispo José Antonio Infantes Florido, el 25 de diciembre de 1974. No obstante, eligió el templo de su pueblo natal durante el fin de semana para anticipar una ceremonia eucarística de tal conmemoración, rodeado de su familia y su gente.

Realizó sus estudios de Filosofía en Córdoba y los de Teología en la Cartuja de los Jesuitas en Granada, tras el noviciado en Cádiz y el bachiller en Guía de Gran Canaria. Obtuvo también el título de peritaje industrial en Málaga, requisito importante para desarrollar posteriormente su labor educativa en África durante tres décadas, destacando los diecisiete años en Togo (en dos etapas), nueve en Senegal, y cuatro entre Mali y Burkina Faso.

“Aunque soñaba de pequeño misionar como salesiano en Sudamérica, en el alto Orinoco, influido por mis muchas lecturas en el colegio guiense de mi infancia, lo cierto es que África no me defraudó como destino para mi trabajo. Me sentí realizado en un 200 por 100”, agrega hoy Lucas Camino al echar una mirada atrás y poner el foco especialmente en su labor educativa y de catequesis entre los años 1982 y 2012 en el vecino continente.

Screenshot 20240921 122312Lucas Camino Navarro en patio del colegio salesiano de la capital grancanaria

¿Cuál fue su principal descubrimiento en los países africanos? ¿Tuvo la sensación de chocar con otra civilización opuesta a la de la Europa cristiana?

En la lógica diaria por supuesto que hay gran diferencia en sus comportamientos. Pero al aprender su lengua me percaté de que su lógica está más correctamente de parte de la sencillez africana que de la complejidad del pensamiento europeo. A diferencia de nuestra tradición occidental que profundiza excesivamente en conflictos tensionados, el africano renuncia a sobredimensionar la discusión y opta por dar media vuelta. A la espera de que se rebaje la temperatura para reanudar luego el encuentro y lograr la conciliación. Lo describo así de manera simple para mejor comprensión de mi experiencia.

La avalancha de cayucos procedentes de África cargados de inmigrantes le pilla destinado hoy en los salesianos de Málaga. ¿Le sorprende esta explosión del fenómeno migratorio que castiga particularmente al Archipiélago Canario en este 2024?

Me sorprende un poco la dimensión numérica de arribadas, sobre todo la de los norteafricanos. La avalancha del África negra no me extraña demasiado. Comprendo la llegada de tantos cayucos por la situación de miseria y extrema pobreza en su territorio y por el hambre. El miedo a la violencia de una vida sin futuro explica el desbordado fenómeno migratorio. Paralelamente, las mafias han aprovechado la situación de necesidad para hacer su negocio. También es cierto que los gobiernos de los países emisores se sienten aliviados en el fondo con este éxodo masivo. Los que marchan son menos bocas a alimentar en sus lugares de origen. Además, piensan esos gobernantes que los que acaban en Europa abren pronto cuenta en un banco, cuyos ingresos revierten sin demasiada tardanza en sus parientes o naciones de las que salieron. Ha ocurrido y sigue ocurriendo con muchas familias africanas. En algunos casos, con un éxito extraordinario. Conocí el caso concreto de un joven inmigrante, formado con nuestro modelo dual, desembarcó en Alemania, donde empezó de barrendero a las puertas de una potente industria multinacional. Hoy es el delegado de seguridad de la misma para toda África. No es el único caso exitoso entre nuestros antiguos alumnos.

¿La ayuda de la UE con millones de euros a los gobiernos de esos países para frenar la inmigración es un método a mantener pese a revelarse insuficiente?

Como remedio paliativo es aceptable, pero evidentemente no es la fórmula adecuada que resuelva con garantías el fondo del problema.

CON ETARRAS DEPORTADOS EN LOMÉ

En Togo, independientemente de su trabajo misional, coincidió y compartió momentos en 1984 con un grupo de etarras deportados por Francia, que se alojaban en un hotel de Lomé, pagados por el Gobierno español. ¿Qué impresión le dejaron?

Los que conocí fueron amables conmigo. Percibí que era un grupo heterogéneo. Observé que había un líder casi indiscutible, por su indisimulada capacidad intelectual y fortaleza física, José Miguel Galdós Oronoz. Incluso fue entrenador del equipo nacional de rugby en Togo. Pero los deportados no conformaban un solo bloque. Hubo una aparente escisión a raíz de que Francisco Javier Alberdi Beristain, el mayor de todos a su 47 años, y también con cierto predicamento entre ellos, insinuó volver a España para acogerse a los resquicios legales que le permitirían integrarse de nuevo socialmente en su País Vasco. Su intención era rechazada por otros del grupo. Lo real es que Alberdi no tardó en fallecer en circunstancia extraña. Su cadáver fue descubierto completamente carbonizado en Lomé, según testimonios de la época.

¿Alguno le mostró arrepentimiento o pesar por crímenes que habían forzado su destierro a África?

De acuerdo con lo que escuché y leí entonces, el único etarra de los deportados que dio signos de intentar rectificar sería Alberdi. Inició los trámites necesarios para acogerse a una amnistía o ley favorable en España que posibilitara su reinserción. Y en tal sentido fui testigo de que hizo un viaje de Lomé a París en el mismo avión que iba yo, pocas fechas antes de su muerte.

ÉXITO DEL MODELO DE LA FP DUAL

Tras décadas ejerciendo como docente, ¿qué opinión le sugiere la última reforma educativa en España?

Me escandalizan tantos planes diferentes, incluidas las variedades territoriales. La EBAU (Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad) es un cachondeo. En cambio aprecio todo lo que pueda hacerse en el campo de la formación dual con las empresas en la FP. Parece mentira que en Togo empezó a inspirarse el modelo alemán de la formación dual que los salesianos ya habíamos puesto en práctica en Lomé, con el posterior reconocimiento del gobierno al cabo de los años. Contaba con nosotros como asesores y para todos los encuentros nacionales o internacionales que tuvieran que ver con nuestra exitosa experiencia. No sólo poníamos en valor la formación dual para la parte práctica, también concedíamos relevancia a la educación teórica en disciplinas como las matemáticas o cálculo, contabilidad, gestión financiera y los idiomas extranjeros como el francés y el inglés. Este otro apartado es tan imprescindible como la dualidad con las empresas. En núcleos periféricos de Lomé y Dákar fuimos más allá en nuestros objetivos con poblaciones de más de veinte mil habitantes. Pusimos en marcha el sistema de microcréditos para jóvenes emprendedores cuando habían acabado la FP. Procurábamos comprometer la participación de familiares, vecinos y entidades locales en esta iniciativa, aunque no siempre se lograba con el nivel deseable.

¿Qué lugar desempeñaba la religión en aquellas sociedades africanas en las que desarrollaba su labor?

Un papel fundamental como elemento de cohesión social y familiar. Incluso las religiones tribales hacían su aportación en ese sentido. La religión representa para los africanos un verdadero refugio en medio de las duras dificultades para la mayoría de ellos. Muestran una fe profunda en el Dios único, aunque no necesariamente miran siempre a Jesucristo como su referencia. Por consiguiente, no son difíciles las conversiones al cristianismo o al islam, con predominio del segundo.

¿Alarma en su colectivo la crisis de vocaciones? ¿Puede ser subsanada con el potencial de jóvenes africanos y sudamericanos, sumando avances de la Iglesia católica a la hora de ceder mayor protagonismo a la mujer y prescindir a la vez del celibato?

La alternativa potencial de africanos o sudamericanos no pasaría de constituir una respuesta coyuntural. No es la solución definitiva. La Iglesia debe ponerse en manos de seglares o laicos, hombres y mujeres, sin discriminación alguna. Estamos llegando al momento en que los párrocos deben ser seglares. Los sacerdotes, aunque titulares, habrían de ocuparse exclusivamente de la actividad sacramental o espiritual.

*Publicado en La Provincia el 16.09.24

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El cardenal Ángel Fernández Artime con la biografía “Eusebia de Armas y el Colegio Salesiano de Guía”, en Luanco /AMADO MORENO

El purpurado salesiano, uno de los más cercanos al papa Francisco, recoge con satisfacción un ejemplar en sus vacaciones estivales de Luanco

La cifra de alumnos en centros de la congregación de Don Bosco supera hoy los seis mil en Canarias

Cuando aún no era purpurado de la Iglesia, Fernández Artime estuvo en mayo del año anterior en Gran Canaria para participar en el centenario del primer colegio salesiano promovido en esta isla

Durante las vacaciones de verano en su localidad natal de Luanco (Asturias), el cardenal salesiano Ángel Fernández Artime ha recibido recientemente, con interés, satisfacción y palabras de gratitud por su parte, un ejemplar de la obra “Eusebia de Armas y el Colegio Salesiano de Guía”. Complacencia de signo distinto fue para él que en el mismo mes de agosto conociera su título como hijo predilecto del Principado en el marco del Día de Asturias 2024, que se conmemora este domingo 8 de septiembre.

Cuando aún no era purpurado de la Iglesia, Fernández Artime estuvo en mayo del año anterior en Gran Canaria para participar en el centenario del primer colegio salesiano promovido en esta isla. Vino como rector mayor de la congregación de Don Bosco (2014-2024). Entonces y siempre animó a divulgar la labor de su clero y educadores. Lo hizo personalmente en más de los 130 países que visitó por su máxima condición jerárquica en el organigrama de la comunidad religiosa. Esta reiterada prédica justificaría plenamente su alegre acogida por el obsequio editorial novedoso. La biografía ahora entre sus manos, con la firma de Sergio Aguiar Castellano, había sido presentada el pasado agosto en el contexto de la fiesta patronal guiense y con el respaldo del ayuntamiento norteño.

El tomo, con más de quinientas páginas y centenares de fotografías, con sello de Edigeca, es una descripción amplia de la andadura vital de Eusebia de Armas Almeida, dama de Guía, que legó todo su importante patrimonio a la diócesis de Canarias, después de invertir una cuota significativa de su fortuna en la construcción de un centro educativo modélico que confió a los salesianos desde 1955.

El autor, Sergio Aguiar, se congratula con la recepción de la obra por el cardenal Fernández Artime: “No en vano fue durante una década el superior de los salesianos, expandidos por más de un centenar de países de todo el mundo –comenta-. El primer español en ocupar el puesto de rector mayor, al convertirse en el décimo sucesor de Don Bosco, fundador de la congregación en el siglo XIX”

Remitiendo a los números, el investigador rubricante de la publicación pone en valor al colectivo religioso que centra su trabajo. Destaca los 14.299 salesianos con las 1.865 casas o centros en más de un centenar de países, datos a los hay que sumar las 11.535 hijas de María Auxiliadora, distribuidas en noventa y siete naciones de los cinco continentes.

“Estamos por tanto –remata el autor- ante una figura histórica de los salesianos, comunidad que dejó también su huella a lo largo de los dieciséis años que ejerció su labor en el municipio grancanario de Guía, gracias a la decisión y aportación económica de Eusebia de Armas Almeida”.

Complementario a las cifras manejadas por Sergio Aguiar, merece señalarse que la congregación salesiana contabiliza actualmente en Canarias más de seis mil alumnos y alumnas, tres mil de ellos bajo la tutela de las hijas de María Auxiliadora, abarcando en conjunto desde 1994 una notable actividad social en Gran Canaria y Tenerife, además de Fuerteventura, orientada a través de la Fundación Canaria Maín. Permanece empeñada en la atención y reinserción laboral de multitud de jóvenes y niños en riesgo de exclusión.

AFINIDAD SALESIANA CON EL PAPA

No sorprende que Ángel Fernández Artime sea considerado por uno de los cardenales más próximos al papa Francisco. Antes de liderar su congregación religiosa desde Turín o Roma, fue superior provincial de los salesianos en Buenos Aires, donde coincidió y fraguó una estrecha amistad con el arzobispo de la ciudad argentina, Jorge Mario Bergoglio, elegido Papa posteriormente en marzo de 2013 con el nombre de Francisco.

La cercanía entre ambos se consolidó con el nuevo pontífice al mando de la Iglesia católica. A la afinidad de los dos contribuirían igualmente lazos comunes. La trayectoria del argentino Francisco está jalonada de marcas salesianas, como su bautizo en la basílica de María Auxiliadora y San Carlos (Buenos Aires), diciembre de 1936, y formación pocos años más tarde hasta sexto grado en centros de la comunidad religiosa en la misma capital.

IMG 20240902 185306Dedicatoria especial en el libro para el cardenal salesiano, extendida por el autor, Sergio Aguiar Castellano/A.M.

“No es raro que hable con cariño de los salesianos. Mi familia se alimentó espiritualmente de ellos en Buenos Aires. Aprendí a privarme de cosas para darlas a gente más pobre que yo (…) Uno se sumergía en un tramo de vida, preparado como para que no hubiera tiempo ocioso”. Son palabras con las que el Papa Francisco ha resumido en alguna ocasión su experiencia con los discípulos de Don Bosco, y con los que aprendería a empatizar entre los necesitados, antes de vincularse definitivamente a la orden de los Jesuitas.

Ángel Fernández Artime conserva diversidad de anécdotas con el Papa, algunas registradas antes de que uno y otro accedieran a sus últimas responsabilidades. Siendo arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio acudía los días 24 de cada mes a oficiar la misa en la basílica de María Auxiliadora, patrona de los salesianos, cuando Artime ejercía allí de superior de la congregación, al margen de mantener ambos regularmente reuniones de trabajo sobre pastoral y educación.

El cardenal de origen asturiano nunca imaginó alcanzar el cardenalato. De hecho, ningún rector mayor lo había logrado. Además, sin haber sido previamente obispo. Algo sin precedentes.

“En el momento del Ángelus con un provincial salesiano de África, me comentaron que el Papa había dicho mi nombre entre los futuros cardenales. Pensé que era una equivocación”, ha declarado en sucesivas entrevistas, meses después de su designación. Tampoco olvida cómo Bergoglio bromeó antes con él cuando sus compañeros lo eligieron rector mayor en 2014: “Pero gallego, ¿qué te han hecho?”, le espetó.

No obstante, tanto como rector mayor en el pasado y como flamante cardenal ahora, Ángel Fernández Artime muestra ser el mismo en la comunicación con los demás, “profundamente humano y profundamente sólido”. Evocó esta fijación en su conducta habitual durante la homilía de su última misa, el pasado mes en Luanco, con un templo abarrotado de fieles, y el gobierno local de color socialista en la primera bancada, cuya presencia el orador subrayó y agradeció en especial, como la de los demás asistentes.

Todo ello con una cuidada escenografía litúrgica, donde no faltó un coro local de jóvenes, ni la improvisada imagen de María Auxiliadora de testigo, junto al altar, detalle del párroco José Antonio Alonso Artero, en atención al dignatario eclesiástico protagonista.

En vísperas de su regreso a Roma, donde le ha sido asignada por el Vaticano la basílica de Santa María Auxiliadora, el cardenal Fernández Artime manifestó al periódico La Nueva España (Grupo Prensa Ibérica), que desconoce la misión que le confiará el Papa Francisco para el futuro: “Estoy para lo que me pida. Voy a hacer cualquier tipo de servicio porque para eso estoy disponible”.

*Publicado en La Provincia el 10 de septiembre de 2024.

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Foto: Amado Moreno junto a Roberto Moreno, posando delante de dos de los retratos expuestos en el rectorado de la Universidad de Las Palmas

Cuelga en el rectorado del centro más de sesenta retratos de personas isleñas, colmados de luz y colores

Su exposición de más de sesenta retratos de personas de la sociedad grancanaria, conocidas su mayoría por su función pública, ofrece “la pintura no como objeto de contemplación, sino como objeto de la acción personal”

La muestra artística del científico Roberto Moreno (Gáldar, septiembre 1939) en el rectorado de la universidad de la capital grancanaria, inaugurada al comienzo del presente mes de febrero, camina hacia su última semana para ser clausurada el próximo viernes. El cierre se producirá un día después de que la visiten los miembros de la comunidad científica internacional que se reúnen en el Museo Elder a partir del lunes para la cita de Eurocast (Congreso Internacional sobre Teoría de Sistemas y Computadores), un evento impulsado también desde hace décadas por el inquieto investigador, Premio Canarias de Investigación 1985.

Su exposición de más de sesenta retratos de personas de la sociedad grancanaria, conocidas su mayoría por su función pública, ofrece “la pintura no como objeto de contemplación, sino como objeto de la acción personal”, en opinión de Lluís Serra, rector de la ULPG. Valora que Roberto Moreno “con paciencia y mano de orfebre ha sido capaz de reflejar no solo los rostros de muchos de quienes compartimos con él esta santa casa (la Universidad), sino también sus almas. Sus retratos nos ofrecen al trasluz un acercamiento a la psicología del retratado”.

La muestra, que se extiende a través de las salas Lola Massieu, Juan Hidalgo y Clara Muñoz de la sede rectoral, destaca por su luminosidad y colorido, además de la percepción singular del autor, inquieto creativo sin pretensión de deformar la imagen del sujeto artístico para alcanzar el logro expresivo que persigue, centrándose especialmente en ojos y rostros. Con humildad pero también con rotundidad, Roberto Moreno confiesa abiertamente que es un autodidacta en materia artística, formado día a día en el “autoaprendizaje”. Una tenacidad y disciplina que lejos de empujarlo a la imitación o copias, estimulan más su afán creativo y al que nunca renuncia cuando emprende sus retratos, o cuando afronta otros objetivos con su pintura.

Orillada por un momento su pasión por la ciencia y tarea investigadora en su otoño vital , Roberto Moreno explica esta manifestación artística con la que ha sorprendido a propios y extraños, declarando que “el arte universal es una vía de comunicación simbólica de alto nivel entre humanos, que no necesita intérpretes”. Este y otros mensajes dispares se deslizan en algunas de las obras expuestas al público para poner de relieve también el pensamiento o filosofía del propio autor. “Una mujer bien vestida, a pesar de que su bolso está dolorosamente vacío, puede conquistar el mundo” reza en otro retrato y lienzo de una joven.

Javier Cabrera, comisario de la muestra, apunta que se hace cada vez más evidente en el arte que brinda esta vez Roberto Moreno “una alusión al Bosco”, aunque en buena parte será la pintura contemporánea la que se traiga al contexto de muchas de sus piezas, para seguidamente considerar que hay igualmente pruebas “que abarcan desde el guiño al Expresionismo (…) al tiempo que fondos de composición traídos del neoplasticismo”.

Acreditado todo lo anterior, cabe concluir que la explosión artística no impide tampoco en este caso a Roberto Moreno aprovechar un resquicio para reiterar su fervor por la investigación y su interés por la pintura. Sentencia con breve texto en inglés junto a la figura femenina de uno de sus retratos que “cuando la religión, la superstición y el esoterismo se desvanecen, la ciencia y el arte son las opciones”.

*Publicado en La Provincia el 24 de febrero de 2024

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*Falangistas, liberales, socialistas y comunistas, pagados todos por Matías Vega Guerra, integraban “Diario de Las Palmas” en la década final de la dictadura

*En los años 50 y parte de los 60 del siglo pasado fue líder en venta de ejemplares, pese a su salida vespertina

*Ha sido una cantera de periodistas y maestros del oficio que dejaron su sello con primicias y reportajes de portada

*José Ferrera Jiménez accedió al camarote de Neruda cuando hizo escala en Las Palmas durante su viaje a Europa

*Diario de Las Palmas entrevistó al nazi Otto Skorzeny, liberador de Mussolini, tras localizarlo en la capital grancanaria

*Periodista todoterreno, Luis García Jiménez charló en el Puerto de La Luz con Gloria Swanson y Paul Newman, figuras de Hollywood

*Las viñetas de Eduardo Millares, “Cho Juáa”, eran un reclamo de los lectores por su humor canario con el dibujo

Un clásico sentenció que “la nostalgia envasada no siempre es una queja amarga, también puede ser un delicioso aroma”. Cobra plenamente sentido al celebrar la efeméride del 130 aniversario de Diario de Las Palmas, periódico vespertino de tendencia liberal inculcada en su origen por el fundador Fernando León y Castillo. Un espíritu que ha prevalecido tras la fusión con el matutino y hermano LA PROVINCIA en el arranque del siglo XXI (año 2000).

La mirada hacia atrás en el intento de rescatar recuerdos de una cabecera, que fue y sigue siendo referente de la Comunicación en Canarias, provoca inevitablemente nostalgia. También orgullo. Era un periodismo de masa madre, como el sello de calidad del pan saludable que hoy se demanda de los prestigiosos obradores. Periodismo de corazón y nervio. Periodismo vivo, a pie de calle. Pese al corsé y los filtros censores de la dictadura. Las difusiones y ventas de ejemplares se disparaban a cotas nunca soñadas. En la década de los 50 y primera mitad de los 60 del siglo XX alcanzó posiciones de liderazgo. La exitosa consolidación y sus beneficios económicos servirían a la postre a Prensa Canaria para alentar e impulsar en 1966 la reaparición matinal de LA PROVINCIA en el mercado editorial, acaparado hasta entonces en esa franja horaria por El Eco de Canarias, vinculado al denominado Movimiento del régimen gobernante. El apoyo de Diario de Las Palmas se reforzaría durante un tiempo insertando en sus páginas una viñeta en la que podía apreciarse un ejecutivo con corbata y un periódico desplegado, mas una sugerencia : “Lea usted también LA PROVINCIA”. Tres años más tarde de su vuelta a los quioscos, el nuevo matutino empezó a tomar velocidad de crucero con su creciente cifra de seguidores, al contrario que el vespertino, con síntomas de estancamiento y caída de las ventas. La irrupción de la Televisión marcó la lenta y progresiva decadencia de todos los periódicos de tarde.

En su fase de esplendor, los anunciantes se agolpaban y hacían cola en los mostradores de la Administración. Los vendedores ambulantes pregonaban las noticias de la portada en calles y playas. ¡Qué tiempos aquellos! Cuando los barrancos de las islas corrían con agua de banda a banda en inviernos casi siempre lluviosos: los Guiniguada, Guayadeque, Ayagaures, La Aldea, Mogán, Azuaje, Agaete, Gáldar, etc. Cuando la divertida y verbenera orquesta Mejías o la muy popular de Agaete hacían acto de presencia en las gradas del Estadio Insular (¡verdadero teatro de los sueños futbolísticos!) para animar a la UD Las Palmas en partidos cruciales. La penetración e influencia de la tinta y el papel impreso de la cabecera periodística en la sociedad eran colosales. Décadas después se ha demostrado que el ciclo del periodismo pujante en todas sus dimensiones, tal como se conocía y se fundía con el plomo (una de sus materias primas elemental), ha sido irrepetible.

El periodismo de masa madre de sus actores tenía un timbre de identidad: la frescura informativa combinada con la autenticidad que generaba el testimonio directo y personal del informador, a menudo in situ donde se registraba el hecho. El calor humano que dominaba las sucesivas Redacciones alrededor de un café durante una pausa, o bien en torno a un potaje de berros en un bochinche de las medianías, enriquecía los prismas de la realidad cotidiana para trasladarla matizada a la opinión pública. El contraste de pareceres en aquellas tertulias inolvidables favorecía un periodismo de proximidad a la gente.

Era como un “a Dios rogando y con el mazo dando”. La exclusiva de una noticia, una entrevista o un reportaje se convertían en una obsesión febril, motivados por llegar antes que nadie. La informática y las nuevas tecnologías, significando todo el progreso innegable y los resultados consiguientes, aparenta a veces haber arrasado en cierta medida con gran parte del romanticismo y la fibra propios del oficio en la época que otros vivieron antes.

Nunca resultó fácil planificar un periódico de tarde y resolver su portada cada día para ofrecer un contenido distinto a la prensa de la mañana. Obligaba a un esfuerzo creativo superior para no parecer una segunda edición de aquella competencia. Independientemente de recurrir a los reportajes de producción local –no de agencias-, procuraba salvar sus portadas con lo que sucediera de madrugada o durante la mañana. A las dos de la tarde habría de arrancar la rotativa para imprimir y enviar después la mercancía de papel a los quioscos.

Muy a pesar de todos, los años de plomo del terrorismo etarra en los 70 y 80 despejarían las dudas sobre la primera página, para decidir el título principal. Los atentados acontecían habitualmente a primera hora de la mañana. El asesinato en Madrid del presidente del Gobierno, Carrero Blanco, el 20 de diciembre de 1973, ocurrido después de las nueve de la mañana (hora canaria) fue el más sonado por las profundas consecuencias políticas para la decadencia de la dictadura. Precisamente este mes se cumple medio siglo del magnicidio. El suceso generó sentimientos dispares sin mucho disimulo entre los miembros de la Redacción de Diario de Las Palmas. Era patente la consternación de los más conservadores, en contraste con el júbilo autocontrolado de los que ansiaban un cambio y el final del régimen franquista. Entre éstos hubo dos compañeros que se escaparon unos minutos aquella mañana al cercano parque de San Telmo para celebrar el atentado pidiendo unos helados. Ambos “fugados” hicieron carrera política años más tarde en las filas de un partido político de izquierda. La retirada de España del Sahara y las tensiones precedentes con Marruecos y el Frente Polisario alimentaron también muchas portadas, mientras se agravaba la crisis política nacional.

MAESTROS DEL OFICIO

Mi balance individual de cuatro décadas en la plantilla de Diario de Las Palmas, incluyendo nueve años de su fusión con LA PROVINCIA (1969-2009), ofrece satisfacciones y sinsabores, aunque más de las primeras en esta viña del Señor. Los compañeros de travesía fueron decisivos con su experiencia y atinados consejos. Me allanaron el camino de tal modo que nos permite trazar ahora un resumen que se me antoja positivo. No puedo negar mi fortuna trabajando a las órdenes de directores que eran maestros de la profesión. Cada uno de ellos con su perfil singular. Andrés Ruiz Delgado trabajaba con rigor y caballerosidad; Pablo Hernández Montesdeoca representaba la pulcritud con la sintaxis y el gusto estético; Nacho Jiménez Mesa, olfato y visión periodística excepcionales para todo acontecimiento informativo; José Henríquez Núñez-Ojeda, sensibilidad y laboriosidad; Amado José El-Mir Sánchez, además de aleccionar a los recién llegados con la aplicación del “sujeto, verbo y predicado”, revolucionó y modernizó el diseño en profundidad; Santiago Betancort Brito era ejemplo de una entrega sin reservas hasta el momento de la impresión, atento y vigilante las veinticuatro horas. Sería el último director de Diario de Las Palmas antes de la fusión con LA PROVINCIA en el año 2000. La integración fue un delicado proceso laboral y tecnológico auspiciado por el presidente Javier Moll de Miguel, y ejecutado con pragmatismo y sin sobresaltos por el consejero- delegado Guillermo García-Alcalde, aunque requirió la amarga decisión de prescindir de leales y eficientes colaboradores para evitar duplicidad inviable de funciones. En la nueva situación seguí aprendiendo de Diego Talavera Alemán, Julio Puente y Ángel Tristán Pimienta, periodistas y compañeros que se sucedieron en la dirección hasta 2009.

PLANTEL VARIOPINTO

Imposible olvidar la primera vez que pisas una Redacción para cumplir con un sueño vocacional. La del Diario en 1968 estaba ubicada en la primera planta del edificio de la calle Murga, 21. Contigua a la del periódico LA PROVINCIA, por la pertenencia de ambas cabeceras a Editorial Prensa Canaria, presidida por Matías Vega Guerra, abogado y político de talante liberal, que gozaba de la confianza del régimen de Franco.

El director de Diario de Las Palmas que me abrió la puerta, Andrés Ruiz Delgado, era de estilo sobrio, azoriniano en lo periodístico, equilibrado a la hora de juzgar con su firma asuntos de interés local. De exquisita educación, se dirigía a todos con el tratamiento de “usted”, indiferente a la categoría jerárquica en la Redacción, Taller o Administración. En la relación personal o laboral no defraudaba como “hombre de palabra”, valor que cotizaba al alza en la sociedad, bastante más que hoy.

Su brazo derecho, Antonio Márquez, redactor-jefe, originario de Granada, volvió a su ciudad natal unos dos años más tarde, llamado por “El Ideal”, emblemática publicación granadina. Personaje simpático, culto, con dominio de la mecánica de trabajo. Mandaba con agilidad y reflejos, acompañando a menudo sus órdenes con unos “tacos” que difícilmente sonaban mal y no producían rechazo en quien los recibía, quizás por su extremo acento andaluz.

El otro jefe, Luis García Jiménez, fue elevado después a la subdirección. Uno de los reporteros más sobresaliente de la época. Firmante de textos reconocibles para la historia, como la escala en Gando del derrocado presidente venezolano Marcos Pérez Jiménez, camino de Madrid, tras abandonar su país, que había gobernado de 1952 a 1958. También abordó en Gran Canaria al mariscal Montgomery, figura británica relevante en la II Guerra Mundial al mando de las tropas aliadas en el Norte de África, y luego en la Italia ocupada por el ejército alemán.

Todoterreno del oficio, Luis García Jiménez anotó una colección de exclusivas. A las anteriores cabe añadir las conseguidas con el emperador etíope Haile Selassie, de paso por Gran Canaria para una cumbre de la ONU en Nueva York, con el presidente senegalés Leopold Shengor, con la actriz Gloria Swanson (“Crepúsculo de los dioses”) y el actor Paul Newman (“La ciudad frente a mi”), primeras celebridades de Hollywood entonces, cuando ambos hicieron escala en el puerto de la Luz con el crucero “Leonardo da Vinci” en su travesía de Europa a Estados Unidos.

Luis García Jiménez causó sensación informativa de alcance nacional e internacional al descubrir en febrero de 1965 al antiguo oficial nazi Otto Skorzeny en un hotel de la capital grancanaria. Le arrancó unas amplias declaraciones para Diario de Las Palmas al personaje, que siguiendo una orden de Hitler había sido protagonista de la liberación de Benito Mussolini en el Gran Sasso alpino, durante la denominada Operación Roble llevada a cabo en septiembre de 1943 por un comando de la Wehrmacht alemana.

Su capacidad de producción y organización como redactor jefe resultaría llamativa. También su formación, que abarcaba el dominio del idioma inglés y la taquigrafía. Se personaba temprano en su despacho con la prensa internacional del día anterior ya revisada, además de la nacional, debajo del brazo. Elaboraba a diario cuatro columnas de opinión con su firma, repartidas en las secciones de Internacional, Nacional, Local y Deportes. A la vez se ocupaba de la portada con diseño de Fernando Ramírez, y la supervisión del director.

En aquella primera Redacción, envuelta en una atmósfera de humo de cigarrillos y el ruido de las máquinas de escribir aporreadas por los usuarios escupiendo folios de textos con las noticias del día, coincidimos con Pedro Perdomo Azopardo, al cuidado de la información Nacional e Internacional que vomitaban los teletipos en una sala anexa. Amante de la poesía y la novela, escribió “La Italia roja y negra”, ambientada en los años de Mussolini. Hijo del poeta Pedro Perdomo Acedo, que había sido director de Diario de Las Palmas años antes.

Pepe Ferrera Jiménez, responsable de la sección portuaria, ocupaba la mesa más próxima. Periodista inquieto y honesto, dio un campanazo con su entrevista en exclusiva a Pablo Neruda al tocar previamente en la puerta de uno de los camarotes del trasatlántico francés “Louis Lumière” durante su parada en el puerto de La Luz en 1960, cuando trasladaba al escritor chileno de Buenos Aires a Europa con el resto del pasaje. El autor chileno le rememoró su estancia en España en los años 30, antes de estallar la Guerra Civil, y sus vivencias con Federico García Lorca, Miguel Hernández y José Bergamín.

Notables eran asimismo los demás componentes de aquel equipo de Diario de Las Palmas en 1969. Fernando Díaz Cutillas, figura bondadosa y extraordinariamente vitalista, jefe de la sección de Deportes, cuya “Chismografía Leve” diaria en Local constituía a veces una pesadilla para él por ausencia de temas de interés, o bien por las consecuencias de una noche de tenderete. Nada extraño. Todos disfrutábamos entonces de una capital grancanaria verdaderamente seductora. Presentaba un semillero de salas de cine, diversión y música en vivo, con actuaciones de artistas y grupos canarios, o sudamericanos de paso como Jorge Cafrune y Alberto Cortez. Con el devenir del tiempo, esos ratos de merecida evasión folclórica y musical inspirarían a Fernando el nombre de Tenderete para su programa televisivo, icono de la más acertada promoción de cantos canarios con timple y guitarras en TVE. Un espacio que él simultaneaba con el deportivo en el medio audiovisual, alternando con Pascual Calabuig.

En la nómina de Diario de Las Palmas de la década referida también estaba Alfredo Herrera Piqué. Sus querencias eran la Arquitectura y el Urbanismo, disciplinas en las que acreditaba estudio y autoridad académica. Después sería director de la revista “Aguayro”, editada por la Caja de Ahorros, y senador del PSOE por Gran Canaria.

Figura incomparable del periodismo canario se consideraba a Oscar Falcón Ceballos. Entre sus especialidades, su depurada artesanía documental en los obituarios. Muchos elaborados antes del fallecimiento del personaje para su posterior publicación. No en vano contaba con un valioso colaborador y confidente, su amigo Néstor Álamo, cuya pluma aparecía regularmente en el vespertino. Desde su taller de antigüedades en la calle Peregrina alertaba a Oscar cuando iba camino de apagarse la vida de alguien con relevancia social. Néstor, ya cronista oficial de Gran Canaria, permanecía al corriente de la trayectoria y milagros de la burguesía arraigada en Vegueta.

Otro miembro de aquella Redacción en los años 60 del pasado siglo fue Antonio Ojeda Frías. No resistió la tentación de buscar nuevo horizonte en Madrid. Sería redactor jefe del semanario “Cambio 16”, y después guionista de Antena 3 TV, medios que ratificaron su solvencia. Del mismo grupo y época del Diario formó parte José Carlos Mauricio, antes de desembarcar por completo y abiertamente en la política, donde se desenvolvía ya con el clandestino Partido Comunista. Sus artículos apuntaban una evidente propensión al enfoque de la precaria realidad canaria, agudizada con los problemas de vivienda y la sangrante sobreexplotación de los aparceros por los terratenientes. Visualizado por el radar de la Brigada Política Social (BPS) de la dictadura, los agentes no tardaron en intervenirle propaganda comunista para ser detenido y abortar temporalmente su ejercicio de la profesión.

Su padre, José Mauricio, especializado en temas agrícolas, fue durante décadas un colaborador asiduo del mismo periódico, hasta su fallecimiento. Tuvo una larga y célebre etapa de combate con la gestión de José Naranjo Hermosilla, dirigente de la CREP (patronal del plátano para la exportación), además de procurador de las Cortes franquistas.

Completaba aquel plantel variopinto del viejo Diario del siglo XX otro nombre, Gregorio Martín Díaz, redactor ocupado en echar una mirada a los sucesos del día. La remataba con un apunte personal. En paralelo puso de manifiesto su afecto por el teatro popular dando a conocer varias creaciones propias.

El cuadro de colaboradores era de nivel alto. Manuel González Sosa, coordinador del semanal “Cartel de las letras y las artes”. Orlando Hernández Martín, investigador del habla canaria, poeta y autor de “Catalina Park”, novela recreada en el ambiente cosmopolita del espacio capitalino del Puerto. Agustín Quevedo, modelo de excelencia en la crítica de los grandes conciertos clásicos de aquel tiempo en el teatro Pérez Galdós, celo profesional que compartía con su interés y amor por la UD Las Palmas.

Capítulo aparte merece Eduardo Millares, “Cho Juáa”. Cada mañana arribaba pletórico de ideas y optimismo para detenerse en cada mesa y deleitarnos con su viñeta humorística del día, antes de ser enviada a la rotativa. Su ingenio peculiar como dibujante y su talento para sintonizar con la actualidad, tirando de lo más castizo de la socarronería canaria, derivaron rápidamente en reclamo y exigencia fija de los lectores. Su aportación acentuaba una diferencia de calidad, al tiempo que ataba lectores en detrimento de opciones alternativas en el quiosco.

Antonio Cardona Sosa fue pionero con textos sobre Medio Ambiente y promotor de Ascán, entidad para la defensa de la Naturaleza, tarea que compatibilizó con la información de baloncesto y caza bajo los seudónimos de Pivot y Perdicero, respectivamente. Memorable su crónica viajera acompañando en una ruta por el centro de Gran Canaria a Henri Charrière, de apodo Papillon, personaje que había sido llevado al cine tras el éxito de la novela autobiográfica que narraba sus peripecias y la condena injusta por un crimen que no había cometido..

Muchos se sorprenderán hoy al saber que en el listado de colaboradores del Diario aparecía del mismo modo Lorenzo Olarte Cullen como especialista en tauromaquia, afición que no ha perdido pese a su avanzada edad, y alardeando de su relación con varios matadores. Publicó sesudas crónicas de las corridas de toros en las plazas de Gran Canaria, ilustradas con dibujos de Morote, comandante del Ejército del Aire. Por otra parte, Miguel Barrera desplegaría tesón informativo con el fútbol regional y la vela latina. Arturo Ponicke con el atletismo. José Eugenio de Armas con el balonmano, y Pepín Ruano con la Lucha Canaria. La natación era reserva de Fernando Díaz Cutillas. No en vano fue nadador de competiciones en su edad juvenil.

SAGASETA EN LA MEMORIA

La firma de Salvador Sagaseta, fallecido en Las Palmas de Gran Canaria en noviembre de 2010 a los 61 años, es indisociable de la historia de Diario de Las Palmas. “Fue un periodista precoz, vocación que compaginó en sus años adolescente con su militancia en las juventudes comunistas (PCE). Siendo estudiante en el Instituto Pérez Galdós comenzó a realizar una página en Diario de Las Palmas titulada “Luz verde a la juventud”, recordó Diego Talavera Alemán con motivo de su muerte en El País. Hizo hincapié en que su vida experimentó un cambio drástico a raíz de un artículo publicado en una de aquellas páginas del Diario de Las Palmas, al reproducir el 29 de junio de 1966 el poema “Consejo de Paz” de Pedro Lezcano: “Muchachos que soñáis con las proezas/y las glorias marciales./ Bajaos del corcel, tirad la espada;/ los héroes ya no existen o están en cualquier parte”.

Acusado de injuriar a la institución armada, Salvador Sagaseta tuvo que comparecer ante un consejo de guerra, y aunque sería absuelto por el tribunal , la decisión fue recurrida por el capitán general de Canarias ante el consejo superior de Justicia Militar, que anuló las actuaciones por no haber imputado a Lezcano, autor del poema y libro. La condena llegó en el segundo consejo de guerra en junio de 1967, cayéndole dos años de cárcel al periodista (que cumplió en distintos centros de la Península, además de Las Palmas), y seis meses y un día al escritor.

Hubo una segunda parte en su vida no menos dolorosa, tras cumplir con el castigo de la condena carcelaria. En octubre de 1969 se negó a ser reclutado para el servicio militar en el Batallón Disciplinario en el Sáhara español. Prefirió embarcar en un buque de polizón con destino a Italia, y después siguió a Suecia, de donde regresó a Canarias en 1978 para reencontrarse con sus lectores a través de LA PROVINCIA y Diario de Las Palmas, hasta 2009.

UN CACIQUE BUENO

La uruguaya Lilian Ordiéres sería la primera mujer en aterrizar en la Redacción del Diario de mi época. Le seguirían después María Isabel Rodríguez Suárez y la sudamericana Aglae Masini, elogiada por Arturo Pérez Reverte en “Territorio comanche”, una de sus primeras obras editoriales, centrada en su reporterismo de guerra.

En coincidencia con ellas recibió la bienvenida el terorense Sebastián Sarmiento Domínguez, que apostó años seguidos por Radio Nacional, tras dejar huella de su dominio del oficio y de su calidad como persona. Otros nombres se sumarían a una redacción renovada poco a poco, antes de la muerte de Franco, ocurrida en noviembre de 1975: Juan Trujillo Bordón, Diego Talavera y Pepe Alemán.

Más tarde aterrizaron Ramón Pañella, Luis León Barreto, Cristóbal Rodríguez, Rafael González Morera (redactores-jefes), Alfonso O´Shanahan, José Vera Suárez, Manuel Pío Rodríguez, Carmen Corredor, Adolfo Santana, Fernando Berenguer, Miguel Luis Barrera Ventura (jefe de Local), José Miguel Santana (jefe de Deportes), José Manuel Balbuena Castellano y Víctor Rastrilla, entre otros. Como columnistas de opinión aparecían Víctor Ramírez, Antonio Cubillo, Miguel Jiménez Marrero, Rafael Franquelo, Pinito del Oro, Donina Romero, Antonio Beltrán Sierra, Andrés Hernández Navarro, etc. Y en la condición de colaboradores gráficos Paco Luis Mateos, Luis del Rosario y Tino Armas contribuyeron a potenciar la calidad de contenidos con imágenes del momento que les tocó captar oportunamente.

Los corresponsales en Fuerteventura y Lanzarote, Gerardo Jorge Machín y Agustín Acosta, mas los fotógrafos Juan Santana, Juan Gregorio y Manuel Álamo Montañez, discípulos aventajados del maestro Fernando Hernández Gil, remataban el marco de una Redacción muy profesional, sin dejar de ser entrañable. Su funcionamiento era el adecuado en conexión con el archivo fotográfico gestionado por Ángeles Socorro, con el departamento de Corrección capitaneado por Eduardo Azofra, el taller de linotipistas y montadores coordinado por el veterano José Calderín, y la Administración pilotada por Antonio Ortega y Pedro Santana.

Todos conformaban la tripulación de un “barco” timoneado por el entonces consejero delegado, Tomás Hernández Pulido, “lugarteniente” de Matías Vega Guerra, presidente del consejo de administración de Prensa Canaria. En el campo de la anécdota cabe anotar hoy que éste fuese tildado de “cacique” por Pepe Alemán, bien es verdad que con su característico tono desenfadado, ante Nacho Jiménez Mesa, director de Diario de Las Palmas en aquel instante. Matías Vega era abogado de profesión, y ex presidente del Cabildo grancanario, ex gobernador civil de Barcelona, ex embajador en Venezuela y ex presidente de la Junta de Obras del Puerto de La Luz y de Las Palmas.

El dardo de Alemán (Premio Canarias de la Comunicación 2023) se suscitó en uno de los frecuentes y acalorados debates internos. Y Nacho Jiménez, con su vehemencia y pasión proverbiales, se apresuró a cuestionar y replicar el juicio del compañero: “Rechazo el calificativo que adjudicas a don Matías… Pero te puedo admitir que ha sido un cacique bueno”, puntualizó. La observación sirvió al menos para despertar la sonrisa cómplice de su interlocutor y la de los colegas, testigos divertidos de la discusión.

La sangre nunca llegaba al río en aquel clima de camaradería, pese a la pluralidad ideológica de quienes en diferentes etapas pertenecieron a la Redacción de Diario de Las Palmas. Un abanico de falangistas, conservadores, liberales, socialistas, comunistas, y hasta algún ácrata, pagados todos por Matías Vega Guerra.

Amado José El-Mir fue el primer canario doctorado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, tras sus estudios iniciales en los Jesuitas de Las Palmas y luego en la Universidad de La Laguna. Durante un periodo de los años 80 del siglo pasado empuñó las riendas del periódico que hoy cumple 130 años. Afrontó su jubilación puntual con serenidad y sin el menor asomo de pesadumbre por lo que perdía o dejaba, que era mucho. Todavía hoy perdura su amor al oficio, aunque manteniendo una comprensible distancia protectora. “Hemos vivido y disfrutado con la mejor época quizás del periodismo. Quedémonos con este recuerdo”, declaró a colegas de su generación en la despedida. Sabia reflexión no rechazada por los que escucharon y nos sentíamos vinculados a su círculo más cercano.

Publicado en La Provincia el 19.12.23

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La congregación mantiene sus raíces en Gran Canaria y Tenerife, volcada en la docencia y la atención social

IMG 20231209 002148 1536x1152Foto: Fernando Miranda recibe de manos de José Antonio Perdigones un obsequio durante la gala del centenario

“Hemos de afrontar el reto de futuro con el estilo de don Bosco”, afirma José Antonio Perdigones, director del Colegio de Ciudad Jardín

Los salesianos han aprovechado la clausura del centenario de su primer centro en Canarias, abierto un 8 de diciembre de 1923, para mostrar músculo y desafiar el futuro de otros cien años con la fe y el optimismo que exige el mensaje de su fundador, don Bosco, a favor de la educación y la ayuda a los jóvenes, en especial a los más vulnerables por razón de su precariedad social.

La confianza de la dirección salesiana en potenciar los valores que han guiado su actuación en el Archipiélago durante este primer siglo es enunciada sin ignorar el desplome de las vocaciones que han padecido y padecen, al igual que otras comunidades religiosas, además de las diócesis de todos los territorios, motivo por el que el papa Francisco reclamó recientemente la presencia de los obispos españoles para una reunión en Roma.

IMG 20231206 205031Foto: En el centro, rodeado de alumnos, el rector mayor de los salesianos Ángel Fernández Artime, tras su llegada a Gran Canaria en mayo de 2023 con motivo del centenario. Meses después el papa Francisco lo hizo cardenal de la Iglesia católica.

Para enfrentar la dificultad, los salesianos sustentan su confianza en una eficaz red de cooperadores y cooperadoras, que han multiplicado en todas las latitudes de sus asentamientos, de modo que han conseguido mitigar el déficit de clero en muchas de ellas.

La clausura del centenario en el colegio de Ciudad Jardín de la capital grancanaria en la noche del viernes sirvió a los principales dirigentes no sólo para realzar la efeméride, sino también para evocar la tarea preferente con que nació la congregación inspirada por su fundador.

José Antonio Perdigones Bautista, director, enfatizó durante su intervención en la cena multitudinaria, celebrada en el patio del colegio, que corresponde a las nuevas generaciones el protagonismo y “aunque añoramos el pasado, toca vivir el presente y planificar el futuro.

IMG 20231206 WA0035Foto: Fernández Artime con José Carmelo Pulido, entonces director del centro docente de la capital grancanaria

Es el reto que hemos de afrontar en familia con el pegamento del carisma salesiano y el estilo de don Bosco. Nos hemos comprometido a seguir escribiendo la historia del segundo centenario”, sentenció.

En la concelebración eucarística por varios sacerdotes oficiada con anterioridad en la parroquia de Santa Catalina, anexa al colegio, Fernando Miranda Ustero, Provincial de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora, con sede en Sevilla, abundó en su homilía en el papel educativo de la comunidad, centrándose en la formación profesional de la juventud a lo largo de más de un siglo, después de resaltar la Inmaculada como festividad de la jornada.

La cena de gala propiciaría escuchar y distinguir con un obsequio a Sor Rosario Ten, inspectora provincial de las Salesianas de España, que estaba acompañada de representantes de todos los centros gestionados en Gran Canaria por las hijas de María Auxiliadora.

Otro detalle, consistente en un reloj con la silueta geográfica de Gran Canaria, fue entregado a Fernando Miranda en la velada gastronómica.

LABOR DOCENTE Y SOCIAL

La clausura del centenario de los salesianos en Canarias sugiere enfocar su realidad al día de hoy, un siglo después de su arribada a Gran Canaria, precedida por la iniciativa y esfuerzos del obispo Cueto en 1898, diez años más tarde del fallecimiento de don Bosco.

El prelado emprende la gestión a través de los salesianos de Sarriá y la continúa luego con los de Sevilla antes de comunicarse directamente con Turín, sede del mando general de la comunidad religiosa. El eclesiástico insular actuó entonces respaldado por el ayuntamiento de la capital grancanaria y una asociación de cooperadores, mas el concurso posterior y decisivo de Alejandro Hidalgo, Santiago Ascanio y la esposa de éste, Rafaela Manrique de Lara, para acabar adquiriendo la sede de Ciudad Jardín.

En palabras de José Carmelo Pulido Morales, salesiano y director del centro al inicio del programa centenario en enero pasado, la trayectoria descrita por la comunidad en este largo periodo ha permitido consolidar “una realidad educativa, religiosa y social comprometida con la sociedad canaria”. A los datos remite. El colegio cuenta con 1.300 alumnos. Curiosamente los dos primeros matriculados en 1923 eran dos niños del Puerto de La Luz que habían quedado huérfanos en el curso de una horrible epidemia de gripe durante la que perdieron a sus progenitores. En respuesta a una información de LA PROVINCIA sobre su drama (publicada el 22-XI-1923), los salesianos recién llegados acordaron acoger gratuitamente a ambos menores para su cuidado y educación.

IMG 20231206 WA0028Foto: Ángel Fernández Artime con tres alumnas canarias de los Salesianos, antes de ser designado cardenal por el papa Francisco

La congregación funciona además en la capital grancanaria con dos parroquias (Santa Catalina y María Auxiliadora), un centro juvenil y la Fundación Don Bosco, destinada a la promoción de los jóvenes en situación de desigualdad social, a la vez que atiende a otros grupos en condiciones de vulnerabilidad como los migrantes, mujeres, desempleados y personas con adicciones.

La implantación del primer centro de los salesianos hace un siglo incentivó el nacimiento de bastantes otros (sumando cinco de las Hijas de María Auxiliadora), tanto en Gran Canaria como en Tenerife, donde afianzaron sus raíces, pese a la progresiva crisis vocacional y al cierre de sus aulas en Guía de Gran Canaria (1955-1971) y Teror (1955-1968).

Cierres que merecieron calificarse de penosos, tras unas etapas verdaderamente fecundas en el campo de la enseñanza. El centro guiense produjo incluso dos salesianos misioneros: Gilberto González Díaz (Guía de Gran Canaria, 1945) destinado a Paraguay, donde aún sigue después de su jubilación, y Lucas Camino Navarro (Tejeda, 1948) que desplegó su labor durante treinta años en Senegal, Togo y Burkina Faso. Hoy ejerce en Málaga y apoya la parroquia de María Auxiliadora en Ronda.

IMG 20231208 232554 1536x1152Foto: La Parranda del Ejido agüimense durante su recital en la cena salesiana

Ambos colegios sufrieron en común los desencuentros entre el episcopado de la época y las reivindicaciones de la congregación, con ansias de mayor libertad y autonomía en su gestión educativa y religiosa frente a límites restrictivos de la diócesis. Tal circunstancia no fue la menor, entre otras, para frustrar la continuidad de los mismos en manos de los seguidores de don Bosco. El inmueble de Guía, de singular arquitectura, cedido temporalmente por el obispado al Cabildo, va camino de transformarse en residencia sociosanitaria, y el de Teror es casa consistorial de la villa mariana.

No obstante el descenso reconocido de vocaciones en distintos ámbitos, en el diocesano y en las órdenes religiosas, “el espíritu de don Bosco está más actual y vivo que nunca en las casas salesianas”, declaraba en mayo de este año a LA PROVINCIA-Diario de Las Palmas, Ángel Fernández Artime, rector mayor de la congregación, asturiano de Luanco, consagrado cardenal por el papa Francisco meses después.

Una manifestación, la suya anterior, en coherencia con los objetivos y la literalidad del texto con que el fundador, junto a dieciocho jóvenes, constituyó su congregación una fría tarde del invernal diciembre turinés en 1859. Suscribió la puesta en marcha de su movimiento “con el deseo y el mismo espíritu de promover y conservar el espíritu de auténtica caridad en la obra de los Oratorios a favor de la juventud abandonada y en peligro (…), determinan erigirse en sociedad o congregación”.

Hoy persisten con la novedad de integrar más que ayer a laicos y laicas como enorme fortaleza para ayudar “a un mundo falto de justicia real, solidaridad y paz”, como se encargó de añadir y subrayar también Fernández Artime en Las Palmas con motivo del siglo presencial de los salesianos en Canarias.

El impulsor, Juan Bosco, sería canonizado por el papa Pío XI en 1934. Por su parte, Juan Pablo II le concedió el título de “padre, maestro y amigo de los jóvenes”. Y otro, Francisco, el papa actual, admirador del sacerdote turinés, alardea con frecuencia públicamente de su educación salesiana en Argentina, antes de ingresar en la orden de los jesuitas.

*Publicado en La Provincia el 10 de diciembre de 2023.

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