El ciclo ‘Miradas a la Colección’ el día 20 de enero, en la obra ‘Campesinas’ (La Fonda, Moya)

EL CICLO ‘MIRADAS A LA COLECCIÓN’ DE LA CASA DE COLÓN PONE EL FOCO EN LA OBRA ‘CAMPESINAS’, DEL PINTOR MIRÓ MAINOU

El ciclo ‘Miradas a la Colección’, que cada mes centra el foco sobre una pieza especial de la Casa de Colón, se fija el día 20 de enero, a las 19:00 horas, en la obra ‘Campesinas’ (La Fonda, Moya), del pintor Baudilio Miró Mainou. La charla sobre esta obra singular de una de las figuras fundamentales de la abstracción paisajística en Canarias estará a cargo del director de la Casa-Museo Tomás Morales de Moya, Guillermo Perdomo Hernández

La actividad, que tiene carácter gratuito, se realizará, previa inscripción en la página web de la Casa de Colón, www.casadecolon.com/actividades. El aforo es limitado, como viene siendo habitual. Es necesario recordar que en el Nivel 3 de alerta sanitaria, para acceder a las instalaciones de la Casa de Colón todas las personas mayores de doce años deben presentar Certificado Covid o prueba diagnóstica negativa.

Reconocido como uno de los iconos del arte en Canarias, Miró Mainou (Sabadell, 1921-Las Palmas de Gran Canaria, 2000), muy vinculado a la Villa de Moya, su primera residencia en Canarias, explora el paisaje del municipio a través de una íntima relación con la naturaleza, influencia claramente reflejada en ‘Campesinas’, lienzo datado entre los años 1950 y 1955. La obra, perteneciente a la colección de pintura de la Casa de Colón, aunque depositada en la Casa-Museo Tomás Morales de Moya, se puede admirar estos días en la exposición temporal ‘Miró Mainou (1940-1955). El espíritu del paisaje’, que acoge la Casa de Colón hasta el próximo 30 de enero.

La pintura sobre la que disertará Guillermo Perdomo es un lienzo sobre tabla, de 32 x 40 centímetros, que refleja un reconocido enclave de Moya y supone un claro exponente de la fascinación del artista por el paisaje rural de Gran Canaria. Su especial mirada tendente a la abstracción le llevó a captar nuevos aspectos del medio insular, sobre todo durante los primeros años de su larga estancia en la isla. Es por ello que Perdomo también hará referencia en su charla a otras obras emblemáticas que tienen como protagonista al paisaje del municipio norteño, tales como ‘Camino a la Josefa’, ‘El Roque’, ‘Vista de Moya’ o ‘Moya en invierno’. Todas ellas son obras que reflejan la especial idiosincrasia paisajística del municipio, desde la cumbre a la costa.

‘Exposición Miró Mainou (1940-1955) El espíritu del paisaje’

El pintor Baudilio Miro Mainou‘Miradas a la Colección’ es una actividad permanente que propone una acercamiento del público a las obras museísticas o a las muestras temporales, centrando cada mes la mirada sobre una obra en concreto.

De forma paralela, la Casa de Colón mantiene hasta el próximo día 30 de enero la exposición ‘Miró Mainou. El espíritu del paisaje (1940-1955)’. Con motivo de la conmemoración en 2021 del centenario del nacimiento del célebre pintor paisajista, premio Canarias de las Bellas Artes en 1992, el centro museístico recoge en esta muestra las obras del periodo formativo del artista antes de su llegada a Gran Canaria (1940-1949), así como trabajos de los primeros años de estancia en la isla. Se puede visitar de forma gratuita, de lunes a viernes, de 10:00 a 21:00 horas; los sábados de 10:00 a 18:00 horas y los domingos y festivos de 10:00 a 15:00 horas.

La especial relevancia de esta exposición, tal y como destacó en su momento la consejera de Cultura, Guacimara Medina, es la posibilidad de contar con piezas inéditas del artista, pertenecientes a colecciones privadas, que se han podido ver por primera vez en Gran Canaria. De esta manera, el público tiene la posibilidad de acercarse a la mirada plástica del artista a través de los paisajes naturales de Gran Canaria y Cataluña, su tierra natal.

La exposición que acoge la Casa de Colón se articula en dos partes. Por un lado, en una de las salas se concentran una veintena de obras con la etapa de Mainou en su periodo de formación, en las que se reflejan sus vínculos con sus maestros y sus salidas a los Pirineos y al Mediterráneo de sus primeros años, entre 1940 y 1949. Ese mismo año llega por primera vez a Gran Canaria, donde se instala en la Villa de Moya, iniciando la exploración del paisaje en sus pinturas. La exposición finaliza con una breve mirada a la obra más conocida en Gran Canaria, entre los años 70 y 80. En esta comparación se puede observar su evolución como artista, al pasar de un paisaje de la representación de la realidad a uno más expresionista, casi abstracto.

‘Miró Mainou (1940-1955). El espíritu del paisaje’ reúne piezas, principalmente óleos sobre lienzo o tabla, provenientes de colecciones privadas, de los fondos de la Casa de Colón y de la colaboración con otras instituciones, como el Ayuntamiento de Moya y la Fundación Caja de Canarias, así como del archivo familiar Miró Mainou, que ha aportado fotografías.

Trayectoria de Miró Mainou

Baudilio Miró Mainou, pintor catalán nacido en la ciudad de Sabadell, llegó a Gran Canaria en 1949 acompañado de su mujer Carmina González, donde desarrolló su producción pictórica más importante.

Desde 1950 se introdujo en el ámbito cultural local, conociendo a los artistas más relevantes del momento: Manolo Millares, Felo Monzón, Juan Ismael, Tomás Gómez Bosch, Nicolás Massieu, entre otros. Este acercamiento le llevó a participar pronto en exposiciones individuales y colectivas, especialmente en la Galería Wiot. Aunque cultivó diversos géneros, sin duda el paisaje fue el más destacado por la crítica, siendo la mirada de Miró Mainou, para Luis Doreste Silva (1950) “una de las mejores retinas que hayan reconocido nuestro paisaje”, explica el comisario de la exposición, Antonio Almeida.

A pesar de que la principal producción artística de Miró Mainou en la isla es bien conocida y ha sido estudiada por la crítica de arte, la relevancia de su producción le llevó a conseguir el Premio Canarias de Bellas Artes en 1992, los primeros años de formación han pasado casi desapercibidos.

Los orígenes pictóricos de Miró se sitúan en la Escola Industrial d’Arts i Oficis de Sabadell, así como en la influencia del paisajismo catalán de aquellos años, que seguía la estela de un impresionismo tardío, basado en la pintura ‘au plein air’, en contacto directo con la naturaleza. El estudio del paisaje le vendrá de la mano de los tres maestros que él mismo reconoció como inspiradores del conocimiento de la técnica pictórica: Vilatobà, Vila Arrufat y Vila Puig, Además de estos pintores, hubo otros referentes que guiaron su interés por el paisaje, como fueron Vázquez Díaz, Benjamín Palencia, Joaquín Mir, Isidre Nonell, Francesc Gimeno, entre otros.

Estas inquietudes artísticas iniciales fueron compartidas por un grupo de jóvenes sabadellenses, denominados el Cenacle (1940), que tenían en común las mismas inquietudes por el arte, y que en un primer momento fueron apoyados espiritualmente por Vilatobà.

Es en este contexto de actividad apasionada y de amistad juvenil cuando a partir de 1940-1942 Miró Mainou inicia el recorrido expositivo de su obra que lo acompañará por el resto de su vida y lo consagrará como uno de los grandes pintores del paisaje en Canarias.

Esta íntima relación que mantuvo durante toda su vida con la naturaleza le permitió captar nuevos aspectos del medio insular, lo que sin duda definió su posterior evolución, sostiene Almeida. Habrá que esperar a los inicios de los años ochenta para identificar un cambio sustancial en su obra, llegando a un expresionismo pictórico para algunos o a una naturaleza con clara vocación abstracta, para otros.