Se baraja la hipótesis de que los cuerpos de tres bebés y un infante podrían ser la primera población mestiza de Canarias

La consejera Cultura, Migdalia Machín, anuncia la creación de un centro de interpretación sobre el primer asentamiento europeo permanente de Canarias

Esta semana finaliza la campaña de excavaciones dentro de la segunda fase del convenio entre Gobierno, Ayuntamiento de Yaiza y las universidades canarias

El yacimiento de San Marcial de Rubicón en Yaiza (Lanzarote) sigue deparando sorpresas tras un mes de intervenciones arqueológicas dentro de la segunda fase del convenio entre el Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento de Yaiza, la Universidad de La Laguna y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. A pocos días de finalizar la campaña de excavaciones, el equipo multidisciplinar ha localizado ya una decena de individuos con una cierta organización dentro de la denominada zona de enterramientos por lo que se confirma que se trata de una nueva necrópolis.

Entre los restos óseos localizados destacan tres bebés y un infante que plantean algunos interrogantes sobre su procedencia, si son europeos, majos o mestizos, puesto que este enclave es el escenario de los primeros contactos entre la cultura europea y la cultura indígena de Canarias.

Para resolver estas dudas, entre otras, los diez cuerpos serán sometidos a una prueba de Carbono 14 para obtener una datación aproximada de su edad, a estudios de isótopos estables para conocer su dieta y también a un análisis de ADN para esclarecer su procedencia. En el caso de que se confirme que los cuerpos infantiles tienen ascendencia aborigen y europea, se trataría de los primeros mestizos documentados de Canarias.

Centro de Interpretación

La consejera de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura, Migdalia Machín; el director general de Cultura y Patrimonio Cultural, Miguel Ángel Clavijo; el presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancor; y el alcalde de Yaiza, Óscar Noda, visitaron el enclave junto a los medios de comunicación para conocer estos últimos hallazgos.

La consejera aprovechó la ocasión para anunciar que “el objetivo del Gobierno es continuar con este proyecto ya que se trata de un enclave muy importante para la historia de Canarias, por lo que requiere de una estabilidad y mayores recursos que vamos a conseguir con la ampliación del convenio, que pasará de dos a cuatro años”. Además, Machín adelantó que “la intención final de este proyecto es la creación de un centro de interpretación”.

En este sentido, Clavijo aseguró que “las instituciones públicas implicadas ya están trabajando conjuntamente para materializar todo este conocimiento en un parque arqueológico abierto a la ciudadanía”. Con estas últimas cuatro excavaciones “se confirma que estamos ante un yacimiento extraordinario que merece ser protegido y divulgado”, declaró.

Por su parte, Noda agradeció al director general haber iniciado este proyecto en 2018 así como al equipo de investigación “porque cuando vienes y los ves trabajar, la ilusión con la que lo hacen, creo que no podemos dejar de seguir colaborando con ellos”. Desde el Ayuntamiento “lo tenemos claro y dentro de nuestras posibilidades vamos a seguir ayudando en las siguientes fases además de con la creación del centro de interpretación”, recalcó.

Cabe recordar que San Marcial de Rubicón, ubicado en Yaiza, Lanzarote, es un enclave arqueológico de alto nivel científico y patrimonial ya que desde aquí se inicia el proceso de exploración y conquista del archipiélago canario en el siglo XV. Esta empresa supuso la construcción de elementos arquitectónicos que se vienen descubriendo en los últimos años como una torre-fortaleza, una iglesia, unos pozos, tal y como indica la crónica ‘Le Canarien’, así como otras estructuras y elementos materiales relacionados con el asentamiento y la convivencia entre las dos poblaciones.

Necrópolis indígena o cristiana

Las directoras de la excavación arqueológica, María del Cristo González y Esther Chávez, barajan varias hipótesis sobre este segundo cementerio hallado en una zona que a priori no contemplaban “porque el camposanto ya documentado estaba en torno a la iglesia, por tanto ahora tenemos que comprobar si esta nueva necrópolis esta asociada a un recinto sagrado”, explicó Chávez.

En lo que se refiere a la zona de enterramiento per se deja abierta varias posibilidades, por un lado, de tratarse de un cementerio no cristiano, este espacio se convertiría en una necrópolis indígena “aunque otra opción más probable es que se trate de aborígenes cristianizados porque se aprecia un ritual de estas características religiosas”, contempló Chávez.

Por otro lado, en caso de tratarse de un cementerio cristiano, podría ser un cementerio provisional que requirió la edificación de un eventual recinto religioso de menor envergadura y que, presumiblemente, fue sustituido por otro en el lugar donde hoy se afirma que se encontraba la iglesia-catedral.

Para Chávez, “es muy importante el hallazgo de estas nuevas tumbas porque ya podemos entrar en contacto con las personas que vivieron aquí en el siglo XV”. De hecho, uno de los cuerpos ya fue datado durante la anterior campaña de excavaciones y dio una fecha entre principios y mediados del siglo XV, aunque todavía se espera otra prueba para ajustar la edad obtenida.

Nuevas estructuras europeas

Las tumbas “son unos hallazgos que son significativos porque aportan mucha información pero igual de importantes que los muros de tapial o la cerámicas o las monedas con la contramarca de Jean de Bethencourt”, dejó claro Rodríguez.

En esta línea, el equipo de investigación también ha abierto un sondeo en una zona donde se ha localizado un “edificio con dos habitaciones realizado mediante técnicas europeas, por un lado, hay un muro de tapial y por otro lado, mampostería”, aclaró Chávez. En este contexto arqueológico “se ha recuperado tanto cerámica colonial como cerámica indígena, algo muy común en este yacimiento, también ha aparecido un cuchillo de cocina y restos de un hogar así que se trata de un espacio de hábitat”, explicó.

El ‘Proyecto Rubicón’ cierra la campaña con hallazgos prometedores que pueden suponer un cambio de paradigma dentro de la arqueología e historia de Lanzarote. Tras esta cuarta excavación arqueológica, los materiales recuperados pasarán a ser estudiados en el Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de La Laguna y a partir de 2024 se llevarán a cabo los sondeos subacuáticos para investigar la costa del sur de Lanzarote.

Las visitas guiadas tendrán lugar los próximos viernes, días 22 y 29 de este mes de septiembre, con un aforo de 35 personas

El Servicio de Patrimonio Histórico, dependiente de la Consejería de Presidencia y Movilidad Sostenible del Cabildo de Gran Canaria, que tutela Teodoro Sosa, ha organizado varias visitas guiadas al yacimiento arqueológico de La Guancha, ubicado en el término municipal de Gáldar, con objeto de acercar y dar a conocer a la ciudadanía la historia de este importante enclave y de los sondeos que se están realizando en el mismo. Estas visitas se desarrollarán los próximos viernes, días 22 y 29 de septiembre, y tienen un aforo de 35 personas.

Así, el director insular de Patrimonio Histórico, Juan Sebastián López García, sostuvo que estas actividades "persiguen difundir los últimos hallazgos realizados en el yacimiento de La Guancha, a partir de los sondeos que se han efectuado con la empresa Tibicena, Arqueología y Patrimonio SL, y evidencian cómo trasladamos a la sociedad de forma inmediata todos nuestros descubrimientos".

Y es que, desde el pasado mes de marzo de este 2023, el Servicio insular, en vista de la futura puesta en valor de este yacimiento a través de su centro de interpretación, está desarrollando una intervención con el propósito de conocer toda su potencialidad arqueológica y de estar en disposición de programar futuras actuaciones en el lugar.

A este respecto, López manifestó que esos trabajos arqueológicos están permitiendo sacar a la luz estructuras desconocidas y conocer la propia historia y los cambios de las arquitecturas existentes en el enclave, "así como marcar las pautas para los futuros recorridos por los que las y los visitantes podrán conocer este bien arqueológico, que alberga el túmulo más importante de Canarias", enfatizó.

Incidió, asimismo, en que estas acciones son la antesala de la celebración, el próximo año, del 75 aniversario de la declaración del yacimiento de La Guancha en 1848 como Monumento Histórico Artístico, lo que hoy se denomina Bien de Interés Cultural en Zona Arqueológica. Así pues, se trata de uno de los más icónicos de Gran Canaria y fue el primero de la Isla que obtuvo una protección legal a nivel nacional hasta 1972, cuando fueron declarados la Cueva Pintada de Gáldar y Siete Puertas en Telde. "Hasta entonces, el yacimiento de La Guancha se mantuvo en solitario como representante oficial de la cultura prehispánica canaria", recalcó el director insular.

En este sentido, anunció que el Cabildo de Gran Canaria celebrará esta efeméride con distintos eventos, destinados "a la difusión y la puesta en valor de este yacimiento y a hacer un repaso a las investigaciones arqueológicas de Canarias y de la situación de los museos y centros de interpretación de arqueología, como el que se está construyendo en La Guancha, que se prevé inaugurar en 2024 y que ya tiene redactado su proyecto museológico", aseveró. "En paralelo, se hará una exposición con los materiales arqueológicos que han ido apareciendo desde los años 30", concluyó.

Por su parte, José Guillén, arqueólogo de la Unidad de Patrimonio Histórico, abundó en que los sondeos arqueológicos en La Guancha buscan, "por una parte, evaluar la potencialidad del yacimiento, para planificar futuras actuaciones de conservación y de investigación, y, por otro lado, poder implementar las acciones relacionadas con las visitas guiadas, con los contenidos que mostramos y con los itinerarios que se realizarán en el enclave, vinculados a su futuro centro de interpretación", especificó.

Hizo hincapié, por último, en la relevancia de poder transmitir a la ciudadanía los conocimientos que se están generando y las labores que se ejecutan en el marco de las acciones que el Servicio insular denomina 'Patrimonio abierto', y hacer posible que las y los visitantes pueden ver 'in situ' cómo se desarrollan los sondeos y hacerles partícipes de sus resultados.

Cabe recordar que el descubrimiento del yacimiento de La Guancha se produjo en 1934 y se vincula a la expansión del cultivo de la platanera en esa área, y fue tal su impacto que se procedió a su protección de forma inmediata. Sin embargo, en años posteriores, restauraciones dudosas y su utilización para el rodaje de la película 'Tirma' (1954) generaron importantes modificaciones en este espacio arqueológico.

Las y los interesados en participar en estas visitas guiadas pueden consultar toda la información sobre el evento y formalizar su inscripción en los enlaces siguientes:

https://visitaspatrimonio.grancanaria.com/events/123

http://www.grancanariapatrimonio.com/es/-/patrimonio-abierto-sondeos-arqueologicos-de-la-guancha

Se trata de la cuarta campaña de intervenciones arqueológicas financiada por la Dirección General de Patrimonio Cultural

El suelo de ocupación aborigen localizado se encuentra dentro de una estructura de planta circular

La Dirección General de Patrimonio Cultural impulsa una cuarta campaña de excavaciones arqueológicas en el yacimiento del Lomo Los Melones con el objetivo de identificar suelo de ocupación aborigen en la zona sur del poblado costero de Telde. Con el proyecto de investigación dirigido por Abel Galindo, de la empresa especializada Arkéos Arqueología, se pretende documentar la funcionalidad de las diferentes estructuras arqueológicas conservadas en este enclave único de Gran Canaria.

La isla de Gran Canaria cuenta con multitud de poblados costeros aborígenes, sin embargo, a pesar de que estos yacimientos son muy semejantes en morfología y estructura, el de Lomo Los Melones se diferencia por sus características funcionales concretas. En este yacimiento se han localizado estructuras arqueosedimentarias que indican que la sociedad preeuropea solo procesaba alimentos en una de las estructuras, en cambio el resto de poblados del litoral también eran utilizados como zona de habitación.

El conjunto arqueológico de Telde, datado entre los siglos XIII y XV, se compone de tres restos estructurales que, según el equipo de especialistas, una se utilizaba para el procesado de alimentos cárnicos de origen terrestre y marino como evidencian los restos de lapas, cabra, etc., además de otra para el proceso culinario de algunos de esos alimentos, materializado en nueve hogares y fragmentos cerámicos de platos y bandejas.

Nueva campaña

Ahora bien, esta nueva campaña se ha centrado en la identificación de suelo de ocupación en posición primaria en la denominada E3, una construcción de planta circular situada en la zona sur del yacimiento arqueológico que hasta ahora no había sido intervenida en profundidad.

Lo más destacado de la intervención es que se ha podido «constatar fehacientemente la existencia de nuevas estructuras arqueosedimentarias así como, al menos, un foco de combustión acotado con diferentes piedras”, adelanta Galindo, “ahora hay que documentar su morfología y extensión para comprender su relación estratigráfica con el resto del suelo de ocupación”, concluye.

Con respecto a los vestigios, se ha verificado la presencia de suelos ricos en elementos artefactuales principalmente de naturaleza cerámica y lítica, y ecofactuales como moluscos y fáunicos. Sin embargo, no queda clara la funcionalidad de la E3 hasta el momento, “si se trataba de un espacio de habitación, de procesado de alimentos o de cocina, lo sabremos tras los estudios de los materiales recuperados”, sostiene el arqueólogo.

Tras las campañas de 2018, 2019, 2020 y ahora en 2023, la Dirección General de Patrimonio Cultural da continuidad al proyecto de investigación en el Lomo Los Melones por ser un conjunto arqueológico referente dentro de las investigaciones científicas sobre la vida de la población indígena costera. De hecho, este proyecto de investigación evidenció, por primera vez en un contexto arqueológico primario de Gran Canaria, la presencia de un gato datado en el siglo XIV.

Los sedimentos y el material aparecidos arrojan nuevos datos acerca de los diferentes usos que se pudieron dar a este Bien de Interés Cultural de Gran Canaria

El Cabildo de Gran Canaria ha puesto en marcha una exposición y un ciclo de conferencias que, bajo el título 'El Cenobio, más que un granero', sacan a la luz los nuevos hallazgos arqueológicos realizados en el yacimiento del Cenobio de Valerón, en Santa María de Guía, que fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1978 y en el que se efectúan tareas de estudio y recuperación, impulsadas por la Consejería de Presidencia y Patrimonio, que tutela Teodoro Sosa. Ambos eventos, diseñados por el Servicio de Patrimonio Histórico, fueron inaugurados por el consejero este martes, 18 de abril, Día Internacional de los Monumentos y Sitios. También estuvieron presentes en la inauguración el alcalde de Santa María de Guía, Pedro Rodríguez, y la concejala de Cultura de dicho municipio, Sibisse Sosa, junto al director insular de Patrimonio, Sebastián López.

En su intervención, Teodoro Sosa expuso que la exposición muestra esos nuevos restos arqueológicos, que son resultado de la excavación realizada por la empresa Arqueocanarias, cuyos directores, Valentín Barroso Cruz y Consuelo Marrero Quevedo, ofrecieron la ponencia “El Cenobio de Valerón: retratos del pasado, presente y futuro”, la primera del ciclo de conferencias, que se extenderá hasta el próximo 11 de mayo.

El consejero de Presidencia y Patrimonio calificó el Cenobio de Valerón como "un claro exponente de la transformación en el patrimonio", lo que lo sitúa como un ejemplo del eslogan 'Patrimonio en transformación', elegido por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios para conmemorar este Día Internacional. "Los conceptos sobre la conservación han cambiado y algunas de las actuaciones que se están llevando a cabo en estos momentos por iniciativa del Cabildo van en la línea de 'restaurar' ahora sobre lo 'restaurado' en el pasado, con postulados de décadas atrás", sostuvo Sosa.

Así, puso de relieve que la actuación en este BIC ha hecho posible recuperar su estado original, que se había alterado por la construcción de un muro de contención que rompió el perfil del terreno en 1974 y que creó una especie de basamento artificial en la parte baja del granero. "Las mejoras permitirán realizar, en un futuro inmediato, un recorrido ante el granero, que recupera su visión integral, con su continuidad vertical en el terreno", aseveró. "En paralelo, se trabajará en los caminos tradicionales de la zona, sin olvidar el importante yacimiento de El Gallego con su tagoror".

Asimismo, anunció que el ciclo de conferencias abierto ayer continuará en diferentes sesiones, con las aportaciones de Jacob Morales Mateos, sobre 'El Cenobio de Valerón y los graneros en cueva de Gran Canaria: origen y desarrollo'; de Amelia Rodríguez Rodríguez, acerca de '¿Más que un granero? La aportación del estudio de ciertas evidencias arqueológicas a la reconstrucción de las funciones del yacimiento', y de Pedro Henríquez-Valido, en su charla 'Mini monstruos en la despensa. El Cenobio de Valerón y la arqueoentomología en espacios de almacenamiento'. "Títulos que anticipan unos magníficos resultados para el mejor conocimiento sobre este yacimiento y los de su mismo tipo, el más importante granero de la cultura canaria, con la difusión del estado actual y el avance de las investigaciones en curso", manifestó el consejero.

A este respecto, Sosa hizo hincapié en que el Cabildo lleva varios años consolidando la celebración de conmemoraciones estrictamente grancanarias relacionadas con el patrimonio. En concreto, detalló que, desde 2021, ha programado ocho actividades especiales, en las que ha dado relevancia directa a los bienes y a sus municipios, y anunció que los protagonistas de 2023 son Arteara, Balos, Maipés, Tufia y Barrio de Vegueta, cuatro zonas arqueológicas y un conjunto histórico, y que, en mayo, se celebrarán las jornadas 'Vegueta/Las Palmas de Gran Canaria. 50 BIC. Encrucijada de arte, arquitectura y patrimonio en Canarias', que continuarán en el último trimestre, con un seminario docente, en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Una plataforma rellena con materiales arqueológicos extraídos de los silos

Las intervenciones que se llevan a cabo en El Cenobio de Valerón, según indicó Consuelo Marrero, persiguen visualizar el BIC, lo que ha obligado a retirar la plataforma que existe en el sitio, que se construyó con base en un muro de cantos de piedra y que se rellenó con los sedimentos que se hallaban en el interior de los silos que forman el enclave.

"Esta plataforma, si bien permitió que las y los visitantes pudieran acceder y ver desde un mirador todos los silos, también rompió la orografía y el relieve original de la ladera donde se asienta el yacimiento", mantuvo. Por ello, al quitarla, se han recuperado la orografía original y todos los sedimentos y materiales arqueológicos que se extrajeron de esos silos. "Este elemento será sustituido por una pasarela metálica, para que sea posible acceder al Cenobio y visualizarlo bien, y desde la que se podrán observar su verticalidad y el lugar en el que estuvo construido", declaró la arqueóloga.

Marrero dio cuenta de la gran cantidad y variedad de material arqueológico que ha aparecido en el enclave, "que va a cambiar la interpretación que se ha tenido hasta ahora del Cenobio, del que siempre se ha pensado que era un granero donde se guardaba el grano del colectivo de la zona", subrayó. Ahora, ese concepto podría variar, a raíz de haber dado con recipientes cerámicos, elementos de todo tipo pintados o quemados, pintaderas, instrumentos líticos como picos, raspaderas y lascas de obsidiana de gran tamaño, junto a otro instrumental de hueso, como punzones y espátulas, con mucha huella de uso, además de restos de cabras, cerdos, ovejas, pescado y lapas, entre otros.

"No esperábamos encontrar tanto", admitió, para añadir que aún queda trabajo por hacer. "La intervención se ha basado en cribar toda esa tierra, para recuperar el material, y ahora nos falta hacer lo que se conoce como 'criba en húmedo', para intentar encontrar elementos más pequeños, como pueden ser semillas", especificó. "Todo ello ayudará a interpretar los posibles usos que tuvo el Cenobio, que, además de utilizarse como granero, también pudo ser un almacén de otro tipo de enseres de valor o el escenario de distintas actividades", concluyó.

La investigación arqueológica ha localizado suelo de ocupación aborigen en el interior de la casa honda

Las dataciones podrían indicar que Lanzarote se encontraba ocupada en su totalidad durante el siglo VII

La Dirección General de Patrimonio Cultural ha localizado suelo de ocupación aborigen en el yacimiento de la Cueva del Majo en La Degollada (Yaiza), una casa honda dentro de un tubo volcánico que ha sido datada entre los siglos VII y VIII de la era común. El estudio de los materiales recuperados como piezas óseas, cerámicas y líticas, entre otras, evidencian que este enclave poseía una fuerte adscripción cultural desde la época preeuropea hasta la actualidad.

Esta mañana, la directora general de Patrimonio Cultural, Nona Perera, dio a conocer los detalles de la segunda campaña de este proyecto a los medios de comunicación, acompañada por el alcalde del Ayuntamiento de Yaiza, Óscar Noda, la concejala de Patrimonio, Silvia Santana, y el arqueólogo y director de la intervención arqueológica, Jesús Cáceres.

Este proyecto es muy importante “para conocer en la historia completa de Lanzarote ya que advertimos que la investigación arqueológica está concentrada en el norte de la isla”, declaró Perera. Con estos trabajos se amplía la búsqueda de “la presencia aborigen en la totalidad del territorio y se equilibran los estudios”, sostuvo.

El alcalde dio la enhorabuena al equipo de trabajo y a las asociaciones implicadas en este proyecto. Además, aprovechó el acto para agradecer “que se desarrollen este tipo de intervenciones en el municipio”, necesarias para entender el pasado de Yaiza.

Ahora bien, para contextualizar este yacimiento arqueológico, la empresa Tegue, arqueología y gestión de patrimonio dató uno de los materiales óseos humanos localizados en una de la unidades estratigráficas, exactamente un incisivo inferior, a través del muestreo de Carbono 14.

Se trata de la primera vez que se realiza una intervención arqueológica en una cavidad de estas características en el sur de la isla, “por lo que ha servido como comparativa a otros yacimientos similares como el Poblado de Zonzamas y la Peña de las Cucharas”, explicó Cáceres. De hecho, la importancia de la datación de la Cueva del Majo se debe a que los otros dos contextos arqueológicos del norte de Lanzarote tienen la misma cronología, lo que puede indicar que Lanzarote se encontraba ocupada en el norte y en el sur durante los siglos VII y VIII, según el equipo de arqueología compuesto por Jesús Cáceres y Joachim Ehrenhöfer.

Estudio integral

El proyecto, que cuenta con el aval científico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, recoge un estudio integral del Valle de Fenausu en el que se incluye una revisión documental del archivo de Yaiza, la prospección arqueológica con la realización de sondeos en algunas casas hondas de La Degollada así como la difusión de los trabajos realizados al público general y la comunidad científica.

Los materiales localizados en el interior de la cavidad y en sus alrededores, a través de una excavación arqueológica, “han sacado a la luz gran cantidad de datos sobre la vida cotidiana de la población maja dentro de un espacio habitacional”, adelanta el arqueólogo.

En los exteriores de la casa honda se registran piezas óseas de fauna trabajadas, malacofauna antigua y cuatro dientes humanos, dos de ellos unidos por un fragmento de mandíbula inferior, que corresponden con uno de los incisivos analizados, dos premolares y un molar. Con respecto al tubo volcánico, existe un suelo de ocupación arcilloso con una granulometría fina, donde se documentan materiales cerámicos a mano, malacofauna, líticos y presencia muy diluida de ceniza de fuego.

La Dirección General de Patrimonio Cultural pretende con esta investigación denominada ‘Valle de Fenauso, usos y costumbres territorial de época preeuropea hasta la actualidad’ ampliar el conocimiento sobre el pasado de Lanzarote y atender así, a la demandada ciudadana de la Asociación de Vecinos Los Mahos de La Degollada de conocer la historia de su pueblo.

La publicación, que cuenta con el apayo de la Dirección General de Patrimonio Cultural, se presenta el jueves, 22 de diciembre, a las 19:00 horas, en la Casa de Colón

La obra ‘La Fortaleza. Un espacio contra el olvido’ condensa la investigación recopilada en los últimos años sobre el Bien de Interés Cultural, acompañada por más de un centenar de imágenes

La Fortaleza (Santa Lucía de Tirajana) es un yacimiento arqueológico singular y, como tal, necesita de una publicación que intente reflejar su excepcionalidad y complejidad. Este es el punto de partida de ‘La Fortaleza. Un espacio contra el olvido’, la publicación que recopila de manera visual y divulgativa 1.200 años de historia. La obra se presenta el día 22 de diciembre, a las 19:00 horas, en la Casa de Colón. La entrada es gratuita hasta completar aforo.

Intervienen en la presentación Nona Perera, directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Francisco García, alcalde de Santa Lucía de Tirajana, y Marco A. Moreno Benítez, editor de la obra.

La publicación, que cuenta con una tirada inicial de 2.500 ejemplares, relata, a través de más de un centenar de imágenes, la historia de un yacimiento milenario, así como los materiales recuperados en las investigaciones arqueológicas más recientes, mostrando de forma didáctica los resultados de los trabajos arqueológicos llevados a cabo en el yacimiento durante los últimos años.

La edición ha sido posible gracias al patrocinio de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, a través del Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC) y cuenta con la colaboración del Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana.

El editor y promotor de la publicación, Marco A. Moreno Benítez, destaca sobre el espíritu que impulsa este libro el hecho de que “la sociedad precisa conocer sus raíces, pero de forma que sea accesible para un público no especializado, sin tener que perder por ello el rigor científico”.

Viaje en el tiempo

Además de retroceder en el tiempo para contar la historia del emblemático yacimiento de Santa Lucía de Tirajana, el libro ofrece un completo resumen de los trabajos arqueológicos iniciados en la zona por parte de ‘Tibicena. Arqueología y Patrimonio’. El yacimiento de La Fortaleza se extiende a lo largo de unas 120 hectáreas, siendo declarado Bien de Interés Cultural como área arqueológica en el año 2017.

Marco A. Moreno, gerente de ‘Tibicena. Arqueología y Patrimonio’, resalta el hecho de que “este espacio complejo se revela con un potencial enorme para su transformación en Parque Arqueológico, es decir, un lugar donde el trabajo de investigación y conservación permita dar a conocer a toda la población visitante la memoria acumulada en este emblemático espacio”.

La publicación se completa con un atractivo esquema visual que muestra, de manera comparativa, la evolución del asentamiento de La Fortaleza y de la isla de Gran Canaria, desde el siglo V, datación de los primeros enterramientos, hasta su abandono en el siglo XV.

Manuela Armas y Nona Perera visitaron la zona arqueológica para conocer los avances de la investigación

La consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deporte, Manuela Armas y la directora general de Patrimonio Cultural, Nona Perera; acompañadas por el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, visitaron el yacimiento arqueológico integrado en la construcción del nuevo instituto del municipio este viernes 1 de julio.

El propósito de la visita ha sido comprobar el avance de los trabajos de investigación en este enclave con el equipo de Arqueocanaria, zona en la que se ha encontrado importante material arqueológico tras las intervenciones realizadas, además de observar sobre el terreno las soluciones planteadas para su conservación y disfrute público. El proyecto del centro educativo incluye la integración del yacimiento arqueológico para su protección y musealización con fines divulgativos.

Manuela Armas destacó la buena marcha de las obras del nuevo instituto de Gáldar y mostró su satisfacción “por el respeto que se ha logrado con la zona arqueológica”. Indicó que “va a ser el único centro educativo en España en el que se encuentre tan próxima la historia, siendo una oportunidad para que las nuevas generaciones aprendan a cuidar y respetar su legado”.

Por su parte, Nona Perera hizo hincapié en la importancia del resultado de las diferentes campañas arqueológicas en la zona “que han determinado que es un espacio habitacional, fundamentalmente de vertedero, donde la población durante siglos ha depositado material de desecho”. Perera puso de relieve que las intervenciones arqueológicas “han posibilitado un amplio registro de materiales significativos, siendo los más importantes los que pertenecen al periodo aborigen, dándonos una idea de cual era el volumen de producción, de uso y desecho de una época y un lugar preciso”.

Teodoro Sosa, recordó que “cuando empezamos este proyecto hace veinte años siempre se nos indicó como algo negativo que aparecieran vestigios arqueológicos. Pero de la debilidad hemos hecho una fortaleza para que el yacimiento se pudiera integrar en el proyecto”. Sosa subrayó que “Gáldar va a ser ejemplo de como una comunidad educativa puede convivir con un yacimiento, que es diferente y posee una riqueza excepcional. Siempre hemos defendido con orgullo ser una ciudad superpuesta, donde la comunidad educativa pueda aprender lo que fuimos y valorar todo lo que alberga este barranco histórico”.

Resultado de las diversas campañas arqueológicas

La parcela en la que se construye el nuevo instituto está situada en el barrio del Hospital, en el contexto de un importante enclave arqueológico, donde se encuentran restos del poblado aborigen de Agáldar, formado por conjuntos artificiales de habitación y estructuras de superficie.

Tras las prospecciones encargadas por el Ayuntamiento de Gáldar y el Gobierno de Canarias, se concluyó el hallazgo de restos de la antigua calzada de acceso a la acrópolis aborigen de Agáldar, de la que forma parte también el poblado prehispánico y el conjunto de Cueva Pintada. El primer estudio realizado en el año 2005, ya evidencia la presencia de importantes acumulaciones de materiales arqueológicos de época aborigen, así como restos de estructuras.

En el año 2014 se realiza una segunda intervención arqueológica. En esta campaña se amplía la extensión excavada, apuntando que algunos de los restos de muros conservados puedan ser de factura aborigen, además de los acondicionamientos agrícolas históricos. Entre los materiales arqueológicos correspondientes a depósitos secundarios se constata la presencia de elementos de factura indígena y colonial.

En 2015 tiene lugar una nueva intervención. En esta ocasión, con la ampliación del área de excavación, se pudo tener una visión más completa de las estructuras (muros) descubiertas. Se identifica, además, una macro estructura consistente en dos muros paralelos que conforman un pasillo que se interpreta como una senda o camino que debía formar parte del poblado del Gáldar prehispánico.

En 2018 se realiza un proyecto de consolidación de los restos y su integración en el proyecto de construcción del instituto. Finalmente, el Gobierno de Canarias encarga a la empresa especializada Arqueocanaria una serie de intervenciones para compatibilizar la integración de los restos arqueológicos con el desarrollo del proyecto arquitectónico.

Como resultado de todas estas campañas afloran materiales arqueológicos documentados, entre los que se encuentran piezas de carácter indígena y colonial de gran relevancia, tanto por su cantidad como por su calidad, constituyendo un magnífico exponente del repertorio de la cultura material de los antiguos habitantes de Gran Canaria. Son relevantes los restos cerámicos, con una gran diversidad de recipientes, además de los sellos-pintaderas, las industrias sobre hueso y conchas, en las que destacan los punzones y anzuelos, así como las industrias líticas con un variado repertorio.

Por otra parte, los muros y estructuras de piedra, de diversa cronología, son testigo de los cambios sufridos por este espacio como núcleo habitacional indígena, adaptado en época colonial y transformado por posteriores acondicionamientos agrícolas. Los restos de muros y estructuras se han podido integrar en el proyecto del nuevo instituto, que se ha adaptado para mantener estas evidencias en su emplazamiento original.

Más de medio centenar de nuevos yacimientos arqueológicos han sido hallados en el ámbito territorial de Amurga, en San Bartolomé de Tirajana, durante los primeros meses de los trabajos de campo que se están desarrollando en la zona a iniciativa del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria, para actualizar el inventario patrimonial de este enclave

Así, fruto de esas labores, se han identificación enclaves de dispar tipología, que ponen de manifiesto la riqueza cultural de este espacio. En concreto, se han documentado viviendas de piedra, cuevas, sepulturas, construcciones de compleja interpretación como las denominadas torretas, entre otras.

Además, y teniendo en cuenta que Amurga destaca, sobre todo, por las manifestaciones rupestres que alberga, también se han descubierto antropomoformos, figuras geométricas y motivos lineales, entre otros, que están realizados con diferentes técnicas y en distintos soportes, y que constituyen una de las expresiones más ricas y diversas de esta comarca del sur grancanario.

El Gobierno de Gran Canaria recalca que todos estos yacimientos arqueológicos son singulares y especialmente frágiles, por lo que su conocimiento y localización es el primer paso para garantizar su adecuada conservación y protección.

En este sentido, puntualiza que muchas de las estaciones rupestres que se están incorporando al inventario de Amurga son el resultado de la información aportada por la ciudadanía que, ya sea de forma individual o colectiva, ha contraído el compromiso de participar en el conocimiento y preservación de este tipo de yacimientos.

A este respecto, señala que la recientemente creada Asociación Patrimonial Attidamana ha colaborado activamente, con la localización de distintos enclaves con grabados desconocidos hasta el momento y la propuesta, además, de medidas para su protección.

Un espacio singular por su paisaje y por su patrimonio cultural

El ámbito territorial de Amurga es un espacio singular desde el punto de vista paisajístico y por sus características medioambientales, y destaca esencialmente por su patrimonio cultural, tanto etnográfico como arqueológico, que constituye la huella evidente de una historia que abarca desde los primeros pobladores de Gran Canaria hasta prácticamente la actualidad.

Sin embargo, hasta este momento, era un territorio que no había sido explorado de forma sistemática y sobre el que faltaban datos sobre cómo los antiguos canarios habían hecho uso de esta comarca. Había indicios, además, de que Amurga podía ser un espacio con unas manifestaciones arqueológicas que lo singularizaban con respecto a otros ámbitos territoriales de la Isla, lo que requería la puesta al día de su inventario patrimonial.

Con esas premisas, en los primeros meses de 2022, el Cabildo de Gran Canaria adjudicó por concurso el contrato para la actualización del inventario arqueológico de Amurga y, acto seguido, se pusieron en marcha los trabajos de prospección arqueológica por parte de la empresa adjudicataria, Tibicena Arqueología y Patrimonio, que presentó en mayo los resultados preliminares de esas labores, que, aunque siguen en curso, ya han superado las expectativas iniciales.

Los trabajos en Amurga se prolongarán durante unos meses más, en los que se simultanearán las labores de campo y la elaboración de las fichas descriptivas de los yacimientos.

EL TAGOROR DE EL GALLEGO

Existe en el Noroeste de Gran Canaria un yacimiento arqueológico prehispánico que, a pesar de estar incluido dentro de los Bienes de Interés Cultural desde julio de 1993, apenas es conocido

Tal es así que para el presente trabajo hubo que recurrir a una amplia bibliografía de la que costó mucho extraer datos de las fuentes consultadas. Esta curiosidad de nuestra prehistoria a la que se le dedica la presente actividad es el conocido como Tagoror del Gallego.

Se entiende como Tagoror al lugar de reunión de los antiguos habitantes de las Islas Canarias. En él, se reunían el guanarteme, sus guayres o consejeros y una nutrida representación del pueblo para tratar asuntos de interés político, económico, social y jurídico.

El Tagoror se encuentra ubicado en la cima de la conocida como Montaña de El Gallego que cuenta en su vertiente oriental con el conocidísimo Cenobio de Valerón. Conviene aclarar que para contextualizar el Tagoror es fundamental relacionarlo con este emplazamiento arqueológico.

EL CENOBIO DE VALERÓN

El Cenobio cuenta con más de 300 cuevas labradas en la toba volcánica que atraviesa un abrupto barranco, pero ¿por qué se construyó ese gran complejo aborigen en un lugar de tan difícil acceso? Las primeras hipótesis de su origen se encuentran en los estudios realizados en 1739 por Pedro Agustín del Castillo, en los que enuncia que el lugar se empleaba como emplazamiento para mantener a las jóvenes harimaguadas de la zona fuera del alcance de la vista de la población hasta que llegase el momento de contraer matrimonio. Dado el carácter de retiro de estas jóvenes con la idea de convento (que encuentra su origen etimológico en el latín <<coenobĭum>> y el griego <<κοινοβιον>> cuyo significado es vida en común), así como la zona en la que se encontraba que posteriormente pasaría a ser propiedad del conquistador Martín de Valerón, el yacimiento se conocería como Cenobio de Valerón.

No se han encontrado vestigios que prueben esta hipótesis, por lo que se considera que la misma es fruto de una visión romántica de la historia.

Aunque ahora refutada, esta idea se mantuvo hasta que en 1827 diese una vuelta de 180 grados. Fue en esta fecha y hasta el año 1943 que el emplazamiento fue visitado por numerosos arqueólogos entre los que destacan los nombres de Sabino Berthelot, Millares Torres o Sebastián Jiménez Sánchez. Ellos fueron los encargados de descubrir diversos vestigios como vasijas, huesos, pintaderas y restos alimenticios de grano que dieron un vuelco a la interpretación acerca de cuál sería la razón de ser de estas cuevas.

Con tantos elementos tangibles, la nueva explicación sería mucho más prosaica que la de las harimaguadas, pero también más verosímil. Puesto que la capital del guanartemato de Ágaldar se encontraba a escasos kilómetros de este ejemplar arqueológico, así como lo complicado que tenía que ser el acceso al mismo, fue creciendo la idea la idea de que, muy posiblemente las cuevas fueran excavadas allí para que pudieran guardarse en lugar seguro ingentes cantidades de granos del excedente de producción como reserva para que la población pudiese alimentarse en caso de que llegara alguna circunstancia adversa.

EL TAGOROR

Una vez se tiene clara la función de silo o granero del citado conjunto de cuevas, es cuando va cobrando sentido la existencia del Tagoror.

En la cima de la montaña, aunque con orientación hacia el occidente, pueden observarse algunos asientos labrados de forma rudimentaria en la toba volcánica destacando de entre ellos el asiento central. Se sabe que este lugar era conocido en el siglo XIX y parte del siglo XX como “Los sientos de los canarios” (por asientos). Ante ellos se encuentra una explanada de origen claramente artificial.

Ya que los asientos se encuentran próximos a los graneros no es de extrañar que, tanto gobernantes como el resto de la población, subiesen periódicamente a la cima de la montaña para deliberar sobre asuntos variados de interés colectivo. Estas reuniones del guanarteme y sus guayres con el pueblo eran conocidas como sábor.

Además de estar acomodados hacia el Poniente, a resguardo de los vientos alisios, desde este privilegiado enclave pueden observarse una amplia panorámica de la zona norte de la isla. Por lo tanto, es lugar idóneo para tratar el tema que pudieran surgir, de modo que una simple mirada desde allí hacía cualquiera de los puntos cardinales serviría de inspiración para ser incluido en los temas a tratar.

EL TOPÓNIMO DE LA MONTAÑA

Está generalizada la idea de que este promontorio le había llegado en herencia a un tal Gonzalo Gallego en el comienzo del siglo XVI. Según este razonamiento, la montaña sería reconocida como de “El Gallego”, y en consecuencia el Tagoror tomaría el patronímico de este personaje.

No obstante, el desaparecido arqueólogo galdense Celso Martín de Guzmán, allá por 1978, deba otra explicación: “El Gallego” sería una deformación fonética de “El Tágoror”, término que evolucionaría con el tiempo en “El Gálloror”, “El Gállego” y más tarde “El Gallego”.

Polémicas en cuanto al origen de su denominación aparte, el caso es que ahora es conocido como el Tagoror del Gallego. Así es como aparece escrito en el orden oficial de 2 de julio de 1993 según el cual es declarado Bien de Interés Cultural.

SITUACIÓN ACTUAL

Es una realidad que esta curiosidad de nuestra prehistoria es conocida desde tiempo inmemorial.

Sin embargo, su estado en la actualidad se encuentra en un lamentable estado de abandono por parte de las administraciones públicas que están obligadas a su protección y divulgación.

En Guía de Gran Canaria a 21 de marzo de 2021.

El Cabildo de Gran Canaria ha recuperado más de un millar de bienes arqueológicos hallados en el yacimiento de Guayadeque, que tienen una antigüedad de más de 1000 años y que constituyen un enorme valor patrimonial y social para la Isla

El presidente del Gobierno de Gran Canaria, Antonio Morales; el consejero de Presidencia, Teodoro Sosa; el director insular de Patrimonio, Sebastián López; y Xavi Velasco, inspector del Servicio de Patrimonio Histórico, han dado a conocer hoy los primeros resultados de este relevante hallazgo, del que forman parte magníficos ejemplos de tejidos vegetales y cestería, restos de cerámica, madera y elementos de piedra, entre otras piezas.

Como ha manifestado Morales, “estamos ante uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de Gran Canaria de los últimos años. Todos los materiales y los datos recuperados superan con creces las expectativas iniciales”, ha asegurado. “Es una maravilla que sigamos encontrando en nuestra Isla parte de la memoria y del legado de sus primeros habitantes. Por eso, consideramos que debíamos presentarlo a la ciudadanía y ratificar el compromiso del Cabildo de seguir acometiendo trabajos en la zona, para garantizar su conservación, su protección y la difusión de nuestro patrimonio”.

A este respecto, ha anunciado que la Corporación Insular ha previsto nuevas inversiones, “con las que se dará continuidad a los trabajos arqueológicos sobre el terreno, así como al estudio específico de los materiales recuperados, con los fines de garantizar la conservación y protección de este lugar e incrementar el conocimiento de los bienes hallados, y, con ello, el aprecio social a nuestro patrimonio arqueológico”.

Ha afirmado que, con esta intervención, se ha recuperado un repertorio muy importante de materiales, tanto por su volumen, ya que se trata de más de un millar de elementos, como por la calidad y variedad de las piezas, especialmente en lo que se refiere a las industrias textiles en fibras vegetales, molinos, morteros, maderas y muestras de la argamasa que cubría el interior de la cueva.

“Todo lo hallado corría un grave peligro de expolio, por lo que la Corporación Insular, a través de su Servicio de Patrimonio Histórico, puso en marcha una intervención, para garantizar su recuperación”, ha puntualizado. “Presentamos hoy, por tanto, un hallazgo que abre enormes posibilidades para el conocimiento de las costumbres y la vida diaria de la vida aborigen que habitó Guayadeque a lo largo de varios siglos, y que ha hecho de este lugar un auténtico tesoro patrimonial de los antiguos grancanarios”.

Morales ha recordado, asimismo, que el Bien de Interés Cultural, Zona Arqueológica, del Barranco de Guayadeque, que separa los municipios de Agüimes e Ingenio, “es un referente de la arqueología grancanaria desde el siglo XIX y, aún hoy, sigue atesorando una enorme riqueza patrimonial, que debe ser protegida y preservada para generaciones futuras”.

Ha explicado que el Servicio de Patrimonio Histórico tuvo conocimiento de la existencia de estas joyas patrimoniales a finales de 2020, cuando la ciudadanía le informaron de la existencia de una cueva en la que se apreciaban acopios de materiales arqueológicos, algunos en el interior de sacos, así como otros elementos (sachos, palas, barras de hierro…) que hacían sospechar un posible episodio de alteración del yacimiento.

“Se trataba de una situación especialmente preocupante, porque la cueva forma parte de un conjunto arqueológico más amplio, en el que coexisten espacios domésticos y funerarios de un gran valor histórico”, ha relatado. Tanto es así que, “la intervención ha posibilitado la obtención de unos datos de enorme interés, que nos acercan a la vida y la muerte de las personas que habitaron en el Barranco de Guayadeque, al menos, entre los siglos VIII y X después de Cristo, es decir, a materiales pueden tener más de 1000 años de antigüedad”, ha especificado.

“Un trabajo que ha tenido un doble objetivo: rescatar materiales que habían sido alterados, amontonados y metidos en sacos, y salvar otras piezas representativas del registro arqueológico insular que pudieran correr peligro de desaparición”, ha señalado, para añadir que “el resultado ha sido un hallazgo de una relevancia excepcional para la riqueza del patrimonio de nuestra Isla”.

Por último, el presidente Morales ha puesto en valor y ha agradecido la implicación de la ciudadanía en el conocimiento, conservación y protección del patrimonio arqueológico insular. “Tenemos unos ciudadanos y ciudadanas concienciados y responsables que comunican al Cabildo sus hallazgos de manera inmediata”, ha recalcado. “Esto ha hecho que todos los años se incremente el número de enclaves que conforman el inventario arqueológico insular, un documento clave para proteger estos bienes y que ya cuenta con más de 1.100 lugares inventariados”.

En la relevancia de la cooperación ciudadana ha incidido el inspector del Servicio de Patrimonio Xavi Velasco, quien ha confirmado que “prácticamente todas las semanas se reciben notificaciones sobre descubrimientos casuales de materiales arqueológicos, manifestaciones rupestres o nuevos yacimientos, a los que tratamos de dar una respuesta inmediata, y que son elementos que nos hablan de la responsabilidad compartida que suponen la gestión y la tutela del patrimonio arqueológico de Gran Canaria”.

Velasco se ha referido a la muestra de varios de estos hallazgos, que permanecerá expuesta en el patio del edificio del Cabildo hasta el día 4 de marzo y que, como ha dicho, “es solo una pequeña representación de los aspectos más significativos del hallazgo, pero que constituye un contexto arqueológico de suma importancia desde el punto de vista patrimonial, social y científico, por numerosas razones”.

En este sentido, ha insistido en que muchas de las piezas han sido datadas hace más de 1000 años. “Son 40 generaciones de personas que nos separan de estos hallazgos”, ha comentado. Y ha remarcado, asimismo, la importancia de que los materiales pertenezcan al primer milenio después de Cristo, “puesto que es uno de los espacios oscuros de la arqueología de la Isla”.

Finalmente, ha hecho especial hincapié en el caso de los tejidos vegetales recuperados, “que abren la mirada al trabajo de la mujer y, además, nos muestran unas condiciones de conservación excepcionales, que son un referente que puede ir mucho más allá de nuestras fronteras, porque hay muy pocos yacimientos en el mundo que conserven este tipo de materiales”, ha concluido.

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