Los agricultores y ganaderos europeos no respaldaremos nunca un acuerdo comercial que carezca de armonía y que sea perjudicial para el medio ambiente, para nuestra soberanía alimentaria y para el medio rural

Con esta contundencia se han manifestado tanto el COPA a nivel europeo como UPA en España a la hora de valorar el acuerdo anunciado, el pasado mes de diciembre en Montevideo, por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con los líderes del Mercosur: Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.

UPA considera que este acuerdo puede perjudicar especialmente a las explotaciones de carácter familiar y suponer un freno al necesario y tan complejo relevo generacional. Por tanto, no tiene sentido alguno tolerar un acuerdo que ponga en jaque a un sector tan estratégico como la agricultura y ganadería.

Aun siendo conscientes de que hay que entablar amistades y forjar alianzas en estas épocas turbulentas que atraviesa la geopolítica internacional, tanto el COPA como UPA critican que Ursula von der Leyen, incumpliendo su compromiso de estrechar lazos con el sector agrario, no haya dialogado suficientemente con las organizaciones representativas de los agricultores y ganaderos.

Este acuerdo puede suponer la importación al mercado europeo de productos agroalimentarios que distan mucho de cumplir con las normas que sí se imponen a los productores y fabricantes europeos, por ejemplo, en el uso de productos fitosanitarios o en la legislación laboral y en materia de bienestar animal. Por tanto, UPA exige que haya un compromiso obligatorio para los países del Mercosur sobre las normas relacionadas con el bienestar animal, el uso de medicamentos en la producción animal, el clima, el tratamiento químico y demás normas medioambientales.

En todo, caso, el acuerdo alcanzado en diciembre de 2024 es un primer paso de un largo camino. El Acuerdo deberá ratificarse por parte del Parlamento Europeo, así como en los Estados Miembros.

UPA seguirá muy atenta a los siguientes pasos desde la firma de este acuerdo, exigiendo siempre que el sector agrario sea respetado, escuchado y protegido. Lo haremos en Europa, a través del COPA-Cogeca, y lo haremos en España, exigiendo al Gobierno español que tenga en cuenta nuestras demandas y que no acepte ni apoye ningún acuerdo que sea perjudicial para el campo.

Reivindicaciones de UPA sobre el Acuerdo UE-Mercosur

Mayor transparencia para todo lo relacionado con el acuerdo y su negociación y que se cree un fondo europeo de compensación para el sector agrario.

Que en el proceso de ratificación que debe pasar a partir de ahora el acuerdo se modifiquen los puntos que perjudican a los agricultores y ganaderos españoles. Está en la mano del Parlamento Europeo y de los jefes de Estado y de Gobierno evitar los daños que puede provocar este acuerdo injusto.

Que prevalezcan siempre los intereses del conjunto de la Unión Europea, en especial de los sectores más vulnerables, como agricultores y consumidores.

Que se establezcan fuertes controles a toda mercancía importada en frontera y se verifiquen las condiciones de producción en estos terceros países. Las normas de producción deben ser las mismas para todos, para lo producido aquí y para lo producido fuera.

Que se garantice un verdadero seguimiento y monitoreo en el cumplimiento de lo acordado, con una periodicidad suficiente que permita imponer sanciones a tiempo para reparar los daños causados, y sobre todo que permita reevaluar con agilidad los términos del acuerdo en caso de detección temprana y reiterada de tales infracciones en un corto espacio de tiempo.

La introducción de cláusulas de salvaguarda ágiles y sencillas de implementar resulta fundamental en tal sentido. Igualmente es necesario llevar a cabo estudios que analicen los efectos antes de la puesta en marcha y se establezcan cláusulas que impidan esos efectos negativos.

Etiquetado claro. Los consumidores tienen derecho a saber sin ningún tipo de duda el origen de los productos que compran, y un refuerzo de los sistemas de trazabilidad que permita conocer todo el “viaje” que ha realizado cualquier producto, incluyéndose aquí a productos consumidos en restauración colectiva como escuelas, hospitales…

Informe UPA. UE-Mercosur: Un acuerdo que amenaza el futuro de la agricultura familiar en Europa

El 29 de junio de 2019, la Unión Europea y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) concluyeron las negociaciones sobre los componentes comerciales de un Acuerdo de Asociación entre ambas partes. Esto se complementó en julio de 2020 con la conclusión de las negociaciones de los componentes políticos y de cooperación del acuerdo.

Por tanto, el anuncio del pasado 6 de diciembre de 2024 entre la UE y Mercosur constituye la finalización política para un Acuerdo de Asociación UE-Mercosur que contiene lo alcanzado en 2019 e incorpora ahora un protocolo que incluye una cláusula de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático.

El acuerdo alcanzado supone el final de las negociaciones políticas. Una vez publicados los documentos oficiales, y tras la revisión jurídica final por ambas partes, el texto se traducirá a todas las lenguas oficiales de la UE y se presentará al Consejo y al Parlamento europeo.

Respecto al apoyo del Parlamento europeo, este paso es necesario para la conclusión y entrada en vigor de cualquier acuerdo comercial. Los eurodiputados se pronunciarán, primero en el seno de la comisión de Comercio Internacional. Después, el pleno debería decidir si aprueba o rechaza el acuerdo. Es decir, el Parlamento deberá aprobar o rechazar el acuerdo, pero no podrá introducir cambios ni presentar enmiendas.

A nivel del Consejo cabe recordar que existe un bloque de países encabezados por Francia, Polonia y Austria que pretenden crear una minoría de bloqueo. La clave para alcanzar esa minoría constituida por 4 estados miembros - que representen al menos el 35% de la población total de la UE- estará en la posición que fije el gobierno de Italia.

Respecto a la fecha para su entrada en vigor, aún se desconoce. El proceso de ratificación es una fase de larga duración y por lo tanto se estima que se necesitaran varios años hasta su entrada en aplicación.

Por último, en el momento actual la estructura del acuerdo no aporta claridad sobre si el acuerdo deberá ser ratificado posteriormente por los parlamentos nacionales. Esto es algo que todavía necesitará ser clarificado.

CONTENIDO DEL ACUERDO

A pesar del propósito inicial del acuerdo, que se quiere presentar como positivo en términos de apertura y acceso a nuevas posibilidades de negocio que se vean reflejados en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, los detalles del acuerdo continúan preocupando, y mucho, al sector agrario en la Unión Europea y especialmente en España, donde el modelo de agricultura familiar es mayoritario.

El carácter comercial del acuerdo hace que ciertas actividades económicas que se desarrollan en el mundo rural vayan a ser, en principio, las más afectadas. Si se analizan los datos de importaciones y exportaciones entre ambos bloques, los países del Mercosur exportan materias primas, principalmente minerales (29,3% del total), productos alimentarios, bebidas y tabaco y animales (19,2%) y productos vegetales, sobre todo soja (11,9%). Mientras tanto, los países europeos envían a los países del bloque suramericano productos manufacturados, maquinaria (26,7% del total) productos químicos y farmacéuticos (25%) y equipos relacionados con el transporte (11,9% del total).

En cuanto al acceso al mercado agroalimentario, Mercosur acordó liberalizar el 93% de sus líneas arancelarias para las importaciones agroalimentarias procedentes de la UE. La UE, por su parte, liberalizará el 82% de las importaciones agrícolas. El resto de las importaciones estará sujeto a compromisos de liberalización parcial, que incluyen contingentes arancelarios para los productos más sensibles, excluyendo un número mínimo de productos: carne de vacuno, aves de corral, carne de cerdo, azúcar, etanol, arroz, miel y maíz dulce. Por tanto, es evidente que la UE tiene intereses en Mercosur en materia de acceso a inversiones, exportaciones de productos industriales y servicios mientras que, al contrario, el bloque Mercosur tiene intereses ofensivos en el sector agrario.

Con estos datos a la vista, existen preocupaciones fundadas de que el acuerdo UE-Mercosur suponga la práctica liberalización total, aunque progresiva, del comercio entre estos bloques, que permita a las empresas europeas vender sus productos industriales en un mercado hasta ahora muy protegido cuyos aranceles al automóvil, calzado y textil eran del 35%, los de maquinaria entre 14%-20%, los de productos químicos del 18% y los de productos farmacéuticos del 14%-18.

Como señala un informe del Real Instituto Elcano, Mercosur es hoy en día el principal proveedor de productos agrícolas a la UE (20% del total) y responsable de casi el 70% de la alimentación que consumen los animales europeos, fundamentalmente proveniente de Brasil. De hecho, Brasil y Argentina son el 2º y 5º país de procedencia de las importaciones europeas de productos agrarios.

ÁNALISIS POR SECTORES

Carne de vacuno. Uno de los temas más controvertidos de este acuerdo en la UE es el aumento del contingente arancelario para la carne fresca y congelada procedente de Mercosur. Actualmente hay que recordar que Mercosur ya exporta a la UE 200.000 toneladas al año. Con el acuerdo se conceden a los países del Mercosur una cuota de 99.000 toneladas.

Por lo tanto, se concede un derecho preferencial con un arancel del 7,5% para 99.000 toneladas que se reparte entre un 55% de producto fresco y un 45% de congelado. La liberalización total deberá alcanzarse en 6 años a partir de la entrada en vigor del acuerdo. Antes del acuerdo, Mercosur tenía acceso preferencial a la UE a través de dos contingentes individuales:

Acceso con un arancel del 20% para 46.800 toneladas de carne fresca en el marco de la Cuota Hilton (piezas nobles).

Acceso libre para 20.000-25.000 toneladas en el marco del contingente libre de hormonas.

Tras el acuerdo, los exportadores de carne de vacuno del Mercosur tendrán el siguiente acceso al mercado para sus exportaciones de carne de vacuno a la UE:

Acceso libre de impuestos para 46.800 toneladas dentro del contingente Hilton.

Un nuevo contingente de 54.450 toneladas con un arancel interno del 7,5% para la carne de vacuno fresca.

Potencialmente 10.000 toneladas más de acceso a través de la Cuota Libre de Hormonas.

Un cambio notable es que todas las exportaciones bajo la Cuota Hilton (cortes de alta calidad) tendrán un arancel del 0%. Argentina es el país con la cuota Hilton más alta, (29.500 toneladas), y ha estado pagando un arancel del 20% para vender a Europa bajo esta cuota. Sólo en Argentina, se calcula que la eliminación del arancel sobre la cuota Hilton inyectará 70 millones de dólares anuales en la cadena cárnica nacional.

Un aspecto muy importante será la gestión de las cuotas de importación entre operadores y partidas arancelarias. Las condiciones del acuerdo, la certificación y el control de las licencias de importación se gestionarán por parte del importador (por parte de la UE) y deberán ir acompañados de certificados de autenticidad. Cuanta más división de la cuota haya será mejor para los intereses de la UE.

Aves de corral: la liberalización adicional de 180.000 toneladas repartidas al 50% entre deshuesadas y sin deshuesar se logrará en 6 años a partir de la entrada en vigor del acuerdo. Así pues, se producirá sin duda un aumento de las exportaciones de aves de corral. Sin embargo, las nuevas cuotas representan aproximadamente el 1,3% del consumo de la UE, que sigue aumentando, pero en combinación con el incremento de las importaciones procedentes de Ucrania y la posible apertura a Tailandia en el marco del Acuerdo de Libre Comercio (FTA) que se está negociando actualmente, este acuerdo representa una seria amenaza para nuestros productores y los precios en el mercado de la UE.

Carne de cerdo: Mercosur tendrá acceso a un contingente arancelario (TRQ) de 25.000 toneladas, que se dividirá en seis tramos anuales. El arancel dentro del contingente será de 83 euros por tonelada, inferior a los aranceles de “Naciones Mas Favorecidas” y a la mayoría de los aranceles dentro de los contingentes actuales. La carne que puede importarse dentro de este contingente arancelario debe proceder de cerdos sin raptotamina. La cantidad de carne de porcino que importa actualmente la UE procedente de Mercosur es relativamente pequeña.

Azúcar: el acuerdo no prevé cuotas adicionales, pero la cuota existente con derechos reducidos se liberalizará para una cuota de 180.000 toneladas específica para Brasil, además de una nueva cuota de 10.000 toneladas para Paraguay.

Miel: se ha acordado una liberalización de 45.000 toneladas que se logrará a lo largo de 6 años. El principal país beneficiario del bloque es Argentina. Las importaciones actuales de Mercosur son de 30.000 toneladas siendo la cuota del bloque Mercosur inferior al 10% del consumo de la UE.

Etanol: las importaciones a la UE están sujetas al arancel de “nación más favorecida” (NMF) del 21%. El acuerdo concede un contingente de 650.000 toneladas anuales. De ellas, 450.000 toneladas se reservarán para el etanol con fines químicos, que estará libre de derechos. Las 200.000 toneladas restantes tendrán un derecho dentro del contingente de un tercio del tipo de NMF y está abierto a todos los usos, en particular para carburantes. Estas cuotas son sustanciales si se comparan con el comercio actual, ya que representan casi la mitad de las exportaciones totales de alcohol etílico del Mercosur al mundo. Se espera que las industrias bioplásticas y bioquímicas europeas, importantes compradoras de etanol, crezcan significativamente a corto y medio plazo. De ahí que quepa esperar un aumento significativo de las exportaciones de etanol del Mercosur a la UE y el consiguiente aumento de la producción en Brasil. Brasil es uno de los principales productores de etanol del mundo y el primer productor de etanol a partir de la caña de azúcar.

Arroz: el acuerdo prevé una cuota de liberalización de 60.000 toneladas que deberá alcanzarse en un plazo de 6 años a partir de la entrada en vigor del acuerdo, con incrementos iguales por año. El principal país del Mercosur afectado es Uruguay.

Zumo de naranja: la UE importa en la actualidad el 90% del total del zumo de naranja de Brasil. Con el acuerdo se liberaliza en un periodo de 7 años (los aranceles actuales son del 12-18%)

El acuerdo también establece que Mercosur liberalizará una serie de productos de interés exportador para la UE: vino (con un precio mínimo para el vino espumoso durante los doce primeros años y la exclusión recíproca del vino a granel), bebidas espirituosas, aceite de oliva, fruta fresca (manzanas, peras, nectarinas, ciruelas y kiwis a partir de la entrada en vigor), melocotones en conserva, conservas de tomate, malta, patatas congeladas, carne de cerdo, chocolates, galletas y refrescos.

Esta liberalización implica un interés específico de las empresas europeas por exportar estos productos al Mercosur. Estas empresas podrán introducir en los países del Mercosur productos agroalimentarios de calidad libres de aranceles: vinos (actualmente pagan un arancel del 27%), chocolates (20%), whiskies y otros destilados (20 a 35%), quesos (28%), pasteles y galletas (16 a 18%) e incluso refrescos (que pagan del 20 al 35%).

Todos ellos, al igual que productos como el aceite de oliva, las frutas frescas, los melocotones, los tomates en conserva y las patatas congeladas, se indican en el texto como productos ofensivos para la exportación europea. Sin embargo, para algunos de estos productos enumerados, la competencia de ambos bloques es elevada, como en el aceite de oliva. Además, en este último caso no se establece liberalización de aranceles para ciertas variedades de aceituna. Por último, el bloque Mercosur se compromete a reconocer y proteger 357 Indicaciones Geográficas Protegidas (IG).

MEDIDAS DE SALVAGUARDA

Este capítulo establece en su artículo 2 que “en circunstancias excepcionales” las partes podrán aplicar medidas bilaterales de salvaguardia en caso de que, una vez entrado en vigor el acuerdo, “las importaciones de un producto en condiciones preferenciales hayan aumentado en cantidades (...) y en condiciones tales que puedan causar o amenacen causar un perjuicio grave a la rama de producción nacional de la parte que efectúe la importación”. Cabe señalar que la UE mantuvo el derecho a las subvenciones agrícolas por razones de interés público (aunque excluye las subvenciones a la exportación).

El mantenimiento de las subvenciones al sector agrícola en Europa hizo saltar las alarmas de los intereses empresariales en Mercosur. Por ejemplo, el sector vinícola argentino, que en general se beneficiará del acuerdo, señala que existe un desequilibrio importante entre la industria vinícola europea y la argentina. Las subvenciones, dicen, hacen que la industria europea del vino sea muy competitiva y, combinadas con la reducción de aranceles, podrían perjudicar a los productores argentinos.

DIVERGENCIA NORMATIVA Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

Aparte de las preocupaciones relacionadas con el acceso al mercado concedido en virtud del acuerdo, el argumento más destacado es el de la divergencia de las normas de producción y de protección del medio ambiente.

La resolución del Parlamento Europeo sobre el acuerdo UE-Mercosur, adoptada en octubre de 2020, adoptó una postura crítica hacia el pacto comercial en su forma de 2019: exigía la introducción de criterios de sostenibilidad adicionales. La resolución subraya las importantes preocupaciones sobre el impacto medioambiental del acuerdo, en particular en relación con la deforestación y la pérdida de biodiversidad en la región amazónica, y pide compromisos más firmes de los países del Mercosur para cumplir las normas medioambientales y climáticas en consonancia con el Acuerdo de París. En la resolución, el Parlamento Europeo afirma que la ratificación del acuerdo debe estar supeditada a compromisos ejecutables de los países del Mercosur para abordar estas preocupaciones.

CUESTIONES CLAVE

Preocupaciones medioambientales. Las zonas boscosas de la UE se han ampliado en 12 millones de hectáreas durante la última década. En marcado contraste, Brasil ha perdido 90 millones de hectáreas de bosques durante el mismo periodo. Según las ONG ecologistas - en Brasil, los cambios en el uso del suelo debidos a la agroindustria representan casi la mitad de las emisiones del país (49%). El metano liberado por el ganado rumiante, los residuos ganaderos y el cultivo de arroz de regadío también suponen el 25% de las emisiones de Brasil. Los aspectos medioambientales y las obligaciones en materia de biodiversidad son mucho más estrictos para los agricultores europeos y exigen importantes inversiones, lo que conlleva una pérdida de competitividad si se exponen a una competencia desleal.

Plaguicidas. En menos de una década, la UE ha reducido el uso de plaguicidas peligrosos en más de un 25%. Sin embargo, en la región del Mercosur, la expansión de los cultivos de soja, maíz y caña ha incrementado significativamente el uso de plaguicidas. En Brasil, el volumen de ventas se ha cuadruplicado de 2000 a 2020. Además, el 27% de los plaguicidas utilizados en Brasil en 2020 estaban prohibidos en la UE, como el fungicida clorotalonil, prohibido desde 2019, y el insecticida novaluron, prohibido desde 2012. En febrero de 2023, el Ministerio de Agricultura brasileño liberó o renovó 42 productos agroquímicos, entre ellos 24 prohibidos en la Unión Europea.

Hormonas. La Unión Europea prohíbe el uso de hormonas de crecimiento en el ganado desde los años 80, prohibición que se reforzó varias veces en los 90 y en 2006 para incluir los antibióticos utilizados como promotores del crecimiento. Un reciente informe de auditoría de la Comisión Europea, (DG SALUD) sobre los controles de residuos en animales y productos de origen animal destacó la necesidad de detener las importaciones de bovinos procedentes de Brasil debido a las insuficientes garantías sobre el uso de hormonas. Aunque las importaciones de carne producida con hormonas de crecimiento procedentes de la zona del Mercosur están prohibidas, algunas de estas restricciones se eluden utilizando determinados antibióticos como promotores del crecimiento.

Salud/bienestar animal. Especialmente relevante de cara a una posible revisión de la legislación de la UE- en los países del Mercosur, el auge de las prácticas ganaderas intensivas, en particular para el ganado vacuno, avícola y porcino, ha generado preocupación por el bienestar animal. Estas prácticas suelen implicar altas densidades de población, acceso limitado a zonas al aire libre y condiciones de vida inadecuadas que pueden causar estrés, lesiones y problemas de salud a los animales. Como se ha mencionado, las recientes auditorías de la DG SANTE han mostrado muchas deficiencias de las autoridades brasileñas para respetar los requisitos de la UE sobre seguridad alimentaria y protección de la salud animal.

Trabajo. El Acuerdo de 2019 no incluye ninguna norma vinculante sobre derechos humanos y laborales. No prevé medidas para sancionar las violaciones de los derechos humanos y laborales y carece de normas vinculantes sobre la responsabilidad de las empresas. En la propuesta de adenda de sostenibilidad de marzo de 2023 la Comisión Europea ha propuesto que el pleno cumplimiento de los convenios de la OIT forme parte del acuerdo, pero eso no ha sido confirmado por los países del Mercosur.

Muchos países del Mercosur tienen una legislación laboral y unos mecanismos de aplicación menos estrictos que los de la UE. Esto incluye una protección inadecuada de los derechos de los trabajadores, normas de seguridad menos estrictas y medidas insuficientes para prevenir la explotación y el trabajo infantil. El acuerdo podría dar lugar a una competencia desleal, ya que los productores de los países del Mercosur podrían beneficiarse de unos costes laborales más bajos debido a estas normas menos estrictas. Esto coloca a los productores de la UE, que deben cumplir una normativa laboral más estricta y costosa, en una situación de desventaja competitiva.

En la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos hemos vuelto a demostrar, una vez más, que nuestro modelo de sindicalismo agrario progresista y democrático tiene raíces profundas, enganchadas con fuerza a la tierra en la que trabajamos y capaces de ofrecer un buen rendimiento en forma de debates, propuestas y proyectos

Valga esta metáfora de nuestro entorno profesional como agricultores y ganaderos para simbolizar el resultado del 11º Congreso Federal de UPA, celebrado cuando nos aproximamos ya al 40 aniversario del primer Congreso, que se celebró en 1987, aunque la organización llevaba ya varios años funcionando como tal, al menos desde 1982, cuando se acordó su creación en el seno de la Unión General de Trabajadores, como organización de profesionales autónomos del campo.

Un largo período en el que UPA no ha dejado de crecer y ganar representatividad, como la organización de la agricultura y ganadería familiar, entendido este concepto no tanto como referente nuclear del esquema tradicional de familia sino, sobre todo, como un modelo profesional vinculado a la vertebración social mayoritaria en las zonas rurales, la propiedad de la tierra, la gestión de los recursos -tierra, agua, ganado…- y la garantía de seguridad alimentaria para el conjunto de la población.

La fuerza social, económica y cultural que representamos ha ido, de la mano de UPA, avanzada en progreso, modernización, innovación y competitividad, en paralelo a la plena integración y el creciente peso de España en la Unión Europea, especialmente en la Política Agraria Común.

Y ello, frente a la presión de los grandes modelos de explotación especulativa, sin remilgos sociales, que representaban en la tradición histórica los grandes terratenientes y la vieja aristocracia rural, reconvertidos en la actualidad en el etéreo y difuso concepto de “fondos de inversión”, una nueva forma de explotación de los recursos con ambición depredadora, al viejo estilo de siempre.

La realidad es que ni han podido ni van a poder con nosotros. Somos muchos hombres y -cada vez más- muchas mujeres con los pies en la tierra, tenemos ganas y tenemos fuerza. Así se simbolizó en la “casa del pueblo”, la sede de UGT en la que se celebró el 11º Congreso federal de UPA, con una imagen colectiva de agricultores y ganaderos, agricultoras y ganaderas de todas las comunidades autónomas y todos los sectores productivos, con historias de vida cargadas de ilusión y compromiso para contribuir a la mejora de todo el colectivo profesional del campo.

Un congreso especialmente emotivo, porque ha sido en el congreso del relevo. El compañero Lorenzo se ha jubilado, cerrando una larga y muy productiva etapa de 20 años al frente de UPA, después de liderar UPA-UCE y UPA Badajoz. Toda la organización le ha homenajeado, que no despedido, porque el propio Lorenzo ha dejado claro que está para lo que se le necesita. Y con la misma unidad, UPA ha elegido su relevo, con el compañero Cristóbal Cano al frente de una Comisión Ejecutiva en la que le acompañan ocho hombres y ocho mujeres, con nuevas incorporaciones y áreas de gestión mirando al futuro.

Futuro, esa es la palabra clave y ese ha sido el eslogan del congreso, junto a “Agricultura y ganadería familiar, cada día más”. Ese es nuestro programa de acción para los próximos años, obsesionados con impulsar otro gran relevo, en forma de incorporación masiva de jóvenes a la actividad agraria, como única garantía de futuro.

Para alcanzar ese objetivo es importante contar con apoyos, sin duda, y con un amparo legal que ayude y proteja, como la Ley de Agricultura Familiar que UPA reclama, recordando al Gobierno sus compromisos electorales. Pero también sabemos que solo con ayudas y leyes no es suficiente.

Necesitamos, además de asegurar resultados económicos y rentabilidad, un impulso social y cultural que ponga en valor el trabajo en el campo, convencer a los jóvenes de que merece la pena dedicarse a esto, porque la suma de satisfacciones termina compensando siempre a la de sinsabores. Y en este reto tiene una gran responsabilidad nuestro trabajo sindical. Por eso necesitamos que la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos sea cada día más UPA.

 Bajo el lema ‘Futuro. Agricultura y Ganadería Familiar. Cada día más’, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos celebra su 11º Congreso Federal en Madrid los próximos días 19 y 20 de febrero de 2025.

El Congreso Federal es un órgano democrático y de decisión que UPA celebra cada cuatro años y en el que se votan y se renuevan sus estrategias, su plan de acción y sus representantes. UPA es la organización profesional agraria que representa en España a los agricultores y ganaderos de carácter familiar, de pequeña y mediana dimensión y que viven y trabajan en el medio rural.

UPA afronta este undécimo congreso con ilusión y fuerza para afrontar el futuro de la organización y de la profesión. La producción de alimentos es sin duda uno de los retos que toda sociedad avanzada debe resolver para asegurarse un desarrollo óptimo. La base fundamental de esta producción de alimentos en España y en Europa, la conforman las explotaciones familiares, que en nuestro país cuentan con UPA como la organización profesional que las representa.

Nos encontramos en un delicado momento para la sociedad. Vivimos en un contexto de intoxicación informativa y manipulación política que afecta a todos los ámbitos de la sociedad. La agricultura y la ganadería, y el medio rural, no son ajenos a este difícil contexto mundial. Frente a ello, las organizaciones de la sociedad civil se presentan como entidades imprescindibles para asegurar un futuro sostenible, de progreso y en igualdad para todos los ciudadanos y ciudadanas.

UPA celebrará su 11º Congreso en la sede de la Unión General de Trabajadores (Avenida de América, 25. Madrid), con la presencia de 150 delegados y delegadas de todos los sectores y territorios que conforman la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos. El Congreso Federal es un evento de gran relevancia social, política y mediática, con una fuerte presencia y participación institucional y empresarial.

Futuro. Agricultura y Ganadería Familiar. Cada día más

El modelo de producción de alimentos europeo es uno de los casos de éxito más importantes en el ámbito internacional, definido por una Política Agrícola Común que ha permitido el desarrollo de la sociedad europea. En la última década dicho modelo se ha visto condicionado por una multitud de normativas están afectando al sector agrario. El conjunto de la UE no ha sido capaz de medir con cautela la influencia de cada una de esas normativas y el efecto que suponían algunas restricciones.

Ante un escenario caracterizado por un aumento de la población mundial, y con un cambio climático cuyos efectos ya estamos notando de manera muy importante, es necesario medir con cuidado los pasos que sigue la política europea, sin titubeos, pero con la precaución de no generar problemas innecesarios.

UPA debe ser la organización que lidere estos procesos de cambio y evolución en España y en la UE. El sector agrario europeo debe contar con los instrumentos necesarios para asegurar el nivel de producción de alimentos y una rentabilidad adecuada para las explotaciones agrarias, a la vez que mejoramos día a día en el uso de los recursos naturales y ponemos nuestro granito de arena en la lucha contra el cambio climático. Y todo ello contrarrestando el efecto que tiene en la sociedad, tanto rural como urbana, la desinformación y las noticias falsas que cada día inundan las redes sociales. Debemos generar un discurso serio, apoyándonos en el trabajo de la ciencia y aportando a nuestros afiliados y afiliadas información veraz, objetiva y que les sirva de utilidad en su trabajo y en su toma de decisiones.

El programa de acción aprobado en el 10º Congreso Federal de UPA, celebrado en 2021, marcó un horizonte con mucho trabajo por delante y un objetivo claro: conseguir que la agricultura y la ganadería familiar alcanzasen el reconocimiento que merecen en la recuperación tras la pandemia. Ahora, cuatro años después, varias Comunidades Autónomas cuentan con las primeras leyes de protección de la agricultura familiar y España afronta la aprobación de una Ley nacional de Agricultura Familiar. El mundo celebra el Decenio de la Agricultura Familiar de las Naciones Unidas y la nueva Comisión Europea marca como una de sus prioridades la protección de nuestro modelo productivo.

Todos estos avances no caen del cielo, son fruto, en gran medida, del trabajo de UPA reconocido como un nuevo sindicalismo agrario que defiende fuerte, reivindicativo, vertebrador, igualitario, participativo, optimista, negociador, transversal, ilusionante, influyente, positivo y siempre orientado a conseguir resultados, avances y progresos.

El 11º Congreso Federal de UPA acogerá intervenciones y debates sobre los grandes temas que afectan a la agricultura y la ganadería, como la Política Agraria Común, las prácticas comerciales, los acuerdos comerciales con terceros países, la adaptación y mitigación del cambio climático, las dificultades para lograr el relevo generacional o la lucha contra el despoblamiento, por citar unos pocos.

El Congreso consta de un acto de inauguración y uno de clausura, abiertos a invitados e invitadas y profesionales de los medios de comunicación, y otras partes de trabajo interno de la organización.

Ante la firma del Acuerdo UE-Mercosur, desde UPA exigimos una política comercial coherente que beneficie a las familias que nos dedicamos a la agricultura y la ganadería en España

Los agricultores y ganaderos europeos no respaldaremos nunca un acuerdo comercial que carezca de armonía y que sea perjudicial para el medio ambiente, para nuestra soberanía alimentaria y para el medio rural.

Somos conscientes de que hay que entablar amistades y forjar alianzas en estas épocas turbulentas que atraviesa la geopolítica internacional. Sin embargo, criticamos que Ursula von der Leyen, incumpliendo su compromiso de estrechar lazos con el sector agrario, no haya dialogado suficientemente con las organizaciones representativas de agricultores y ganaderos, representadas por el COPA-Cogeca.

No tiene sentido alguno tolerar un acuerdo que ponga en jaque a un sector tan estratégico como la agricultura y ganadería. Desde UPA consideramos que este acuerdo puede perjudicar especialmente a las explotaciones de carácter familiar y suponer un freno al necesario y tan complejo relevo generacional.

Exigimos que haya un compromiso obligatorio para los países del Mercosur sobre las normas relacionadas con el bienestar animal, el uso de medicamentos en la producción animal, el clima, el tratamiento químico y demás normas medioambientales.

Este acuerdo podría suponer la importación al mercado europeo de productos agroalimentarios que distan mucho de cumplir con las normas que sí se imponen a los productores y fabricantes europeos, por ejemplo, el uso de productos fitosanitarios o la legislación laboral y en materia de bienestar animal.

Entendemos que esta firma es un primer paso de un largo camino en el que los agricultores y ganaderos debemos ser escuchados y respetados. El Acuerdo deberá ratificarse por parte del Parlamento Europeo, así como en los Estados Miembros. En esos trámites esperamos que nuestras demandas sean escuchadas y tenidas en cuenta.

Impacto en sectores

El Acuerdo UE-Mercosur despierta una gran preocupación debido a las importantes diferencias en términos de competitividad que esto conllevaría para algunos sectores, especialmente el del vacuno de carne, avícola, porcino, azúcar, maíz y miel.

Sobre los sectores españoles que podrían beneficiarse de una mayor apertura de los mercados del Mercosur, el del vino y el aceite de oliva se postulan como los más importantes.

Desde UPA seguiremos muy atentos los siguientes pasos desde la firma de este acuerdo, exigiendo siempre que el sector agrario sea respetado, escuchado y protegido. Lo haremos en Europa, a través del COPA-Cogeca, y lo haremos en España, exigiendo a nuestro Gobierno que tenga en cuenta nuestras demandas y que no acepte ni apoye ningún acuerdo que sea perjudicial para el campo.

UPA desvela que las ayudas a los seguros agrarios crecerán hasta los 315 millones de euros y se priorizará a jóvenes, agricultores profesionales y explotaciones prioritarias. Hoy se reúne la Comisión General de ENESA, donde la organización reclamará que se contemple la siniestralidad extraordinaria derivada del cambio climático

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos participa hoy en Madrid en la Comisión General de ENESA, en la que se analizarán las novedades del 46º Plan de Seguros Agrarios Combinados. Algunas de esas novedades ya han comenzado a conocerse, con una valoración positiva por parte de esta organización agraria.

El nuevo plan vuelve a incrementar el presupuesto destinado al pago de las primas, desde los 284 hasta los 315 millones de euros (un 10,9% más) y diferenciará las ayudas atendiendo a la naturaleza del asegurado. “Tal y como exigíamos, habrá más ayudas para jóvenes, explotaciones prioritarias y agricultores profesionales”, han destacado desde UPA, que cree que las ayudas deben incrementarse “aún más”.

Además, se está teniendo en cuenta lo firmado por UPA con el Ministro de Agricultura en el Acuerdo de 43 medidas de apoyo al campo. El nuevo Plan recoge las medidas 28 y 30 del Acuerdo. Sobre el punto 27, donde se habla de “desarrollar instrumentos para que la siniestralidad extraordinaria, provocada principalmente por el cambio climático, pueda ser cubierta mediante fondos complementarios a los establecidos para el sistema de seguros agrarios”, a falta de concretar cómo se articulará esta medida, las sensaciones de UPA son “buenas”.

Cero ayudas para los fondos de inversión

UPA ha pedido que el Plan de Seguros tome medidas para impedir que los fondos de inversión sean beneficiaros de las subvenciones de ENESA. “No tiene sentido”, aseguran. En cambio, piden una subvención diferenciada para aquellos agricultores y ganaderos que contraten su seguro a través de entidades reconocidas por la Administración por su servicio de asesoramiento integral al asegurado, eliminándose la subvención adicional por contratación colectiva.

El nuevo Plan establecerá subvenciones máximas para agricultores profesionales, explotaciones prioritarias y jóvenes, dando cumplimiento al Acuerdo (medida 28), así mismo, estos colectivos quedarán exentos de la modulación que se aplicaba a todos los agricultores por igual (medida 30). Otro avance será que las pólizas contratadas en los módulos 2 y 3 tendrán subvención mínima del 50% y del 45%, respectivamente

Por otro lado, la Ley de la Cadena Alimentaria obliga a todos los operadores de la cadena a pagar al menos los costes de producción, no destruyendo valor en la cadena. Siguiendo con este criterio, UPA cree que el precio que fija el seguro para los diferentes productos, en lugar de calcularse como la media de los últimos años, debería tener en cuenta, como dice la Ley, los costes de producción.

UPA pone también deberes a las Comunidades Autónomas, a las que pide que incrementen las ayudas en el tramo autonómico. “Muchas de ellas aún quedan lejos del máximo legal, y deben mostrar su compromiso con el campo y con la adaptación al cambio climático incrementando las ayudas”, han concluido.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha hecho balance de la vendimia 2024, sobre la que planea una grave crisis de mercado. Los viticultores denuncian incumplimientos de la Ley de la Cadena por parte de las grandes bodegas. UPA propone un decálogo de once medidas que, tramitadas de manera urgente, pueden ayudar a salvar a los miles de productores familiares

“Podemos resistir la embestida del cambio climático, pero no del mercado”. Es la advertencia de los viticultores que estas semanas están en plena vendimia. Un sector fundamental para España, presente en más del 40% de los municipios, del que depende el 2% del PIB nacional y crea más del 2% de los puestos de trabajo del país.

“Somos importantes para nuestros pequeños pueblos y estratégicos para todo el territorio”. España es el primer país en superficie y producción y el tercero en exportación.

La organización que representa a los viticultores de carácter familiar, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), ha celebrado hoy una rueda de prensa para explicar las causas de la crisis en este sector y las medidas que pueden detenerla.

Causas y cifras de la crisis

El responsable sectorial de UPA, Alejandro García-Gasco Alcalde, ha hablado de la falta de rentabilidad y la amenaza del cambio climático como principales retos que enfrenta el sector. Sin embargo, los productores están esforzándose para adaptarse a la cuestión ambiental a pesar de los graves problemas causados por la cuestión económica.

La razón mayoritaria es el incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria “de la que no se salva ninguna zona”, han señalado desde UPA. Y es que en todos los territorios han detectado casos de industrias que no firman un contrato previo con los viticultores. “No nos ha temblado la mano y hemos hecho denuncias ante las que la AICA (Agencia de Información y Control Agroalimentario) ya ha hecho inspecciones”, ha dicho García-Gasco.

El representante de UPA ha puesto un ejemplo muy significativo: “En el sector del aceite o de frutos secos se habla en euros por kilo de aceituna y de pistacho o almendra, pero en el viñedo se habla de pesetas por kilo de uva para que aparente algo. Es indigno. Un kilo está sobre 30 céntimos y es necesario sobre un kilo y medio para elaborar una botella de vino”.

García-Gasco ha reconocido la influencia de la política internacional en este campo, donde “preocupan las próximas elecciones en Estados Unidos, porque el señor Trump puede volver a poner aranceles al vino español”. José Manuel Delgado ha recordado el daño causado por el Brexit: “Ante los aranceles de nuestro producto, en Reino Unido empezó a aumentar la importación de otros países como Australia”.

Además, desde UPA han indicado “alarmantes descensos” en el consumo que también tiene su repercusión en la “asfixiante falta de rentabilidad”. Una cuarta parte de lo que consumimos se queda en España, el resto se va fuera. Pero tanto a un lado como al otro de la frontera, el consumo ha descendido mucho desde el estallido de la crisis del COVID.

A esto hay que sumar los movimientos antialcohol que meten en el mismo saco el alimento de la vid con otros productos sin importancia social y económica en España, como son las cervezas y los espirituosos. Ante el último de estos ataques, el anteproyecto de Ley lanzado por el Ministerio de Sanidad el pasado mes de julio para frenar el consumo de alcohol en menores, UPA ha pedido la protección del Ministerio de Agricultura (MAPA) para el sector vitícola, “el vino nada tiene que ver con los problemas de consumo entre menores”.

Todo esto se hace palpable en la demanda de plantaciones de nuevo viñedo: ha bajado un 45% en comparación al año pasado. También en el descontento de quienes vienen operando: hoy en la zona de Ribeira Sacra, Galicia, se movilizaban los productores por el anuncio de la industria de no coger la uva este año.

Llamada a Europa

UPA ha recordado que esta crisis se extiende a toda Europa, a la que ha pedido que actúe para apoyar al sector. En ese sentido, el próximo 11 de septiembre se reunirá el Grupo de alto nivel sobre el futuro del sector del vino creado por la Comisión Europea.

UPA ha planteado medidas dirigidas a dicho Grupo, consensuadas con carácter general con el conjunto del sector en la interprofesional del vino) y ante el MAPA

Decálogo de propuestas

Desde UPA, los viticultores profesionales proponen a todas las Administraciones el siguiente decálogo de medidas que, en su opinión, puede mantener la importancia del sector “si se aplica de manera urgente”. De hecho, en julio UPA ya remitió al MAPA las dos últimas propuestas de cara a la modificación de la ISV (intervención sectorial vitivinícola) en el PEPAC:

Congelación de autorizaciones de nuevas plantaciones para 2024, 2025 y 2026.

Transferir recursos no utilizados de un año a otro (Intervención sectorial vitivinícola en el PEPAC).

Ayudas a arranques en diferido (ampliación del plazo de reestructuración)

Ayudas a arranques definitivos con carácter social. Al contrario de los dos arranques producidos anteriormente, que la PAC relacionaba con el rendimiento, en este UPA pide fondos extraordinarios dirigidos a viticultores mayores o que quieran dejar el sector. “Queremos que se vayan dignamente solucionar una crisis que no han causado ellos sino el mercado y el consumo”.

Flexibilidad en la capacidad de reacción ante crisis.

Mantener los fondos europeos para la promoción del producto.

Apoyo a las actuaciones en relación a los efectos del cambio climático en el sector vitivinícola: adaptación, mitigación y sumideros.

Reforzar la investigación e innovación en el sector (nuevas tecnologías, nuevas variedades adaptadas al cambio climático, etc.)

Apoyo a la producción de vino ecológico (producción en incremento que ya supone en España más del 16% de la superficie de viñedo, siendo el primero a nivel mundial).

Apoyo a las inversiones en explotaciones vitícolas, medida que ya se aplica en los países de nuestro entorno y sin la que nuestro sector puede quedarse atrás.

No conceder ayudas públicas de inversión o promoción a aquellas empresas que incumplen la Ley de la cadena agroalimentaria.
Previsión de la campaña actual

UPA prevé una cosecha normal, de alrededor de 38 millones de hectolitros, después de dos años de muy bajas producciones, en especial la de 2023. Se parte de un nivel bajo de existencias (un 16,5 % inferior al año pasado).

Agricultores y ganaderos de UPA abren sus explotaciones a participantes en el Programa Cultiva, iniciativa con la que el Ministerio de Agricultura promociona la transferencia de conocimiento y el relevo generacional en el sector agrario

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha anunciado que abre hasta el día 5 de septiembre el plazo para solicitar la participación en el Programa Cultiva 2024. Se trata de una iniciativa diseñada para ofrecer a agricultores y ganaderos la oportunidad de formarse y desarrollarse en explotaciones agrarias ‘modelo’ situadas en toda España.

Este programa cubre todos los gastos de alojamiento, manutención y transporte de los participantes, además de ofrecer una compensación para la contratación de personal que gestione sus explotaciones durante su ausencia.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), junto con otras entidades colaboradoras, hace posible desarrollar el Programa Cultiva 2024 y garantizar una experiencia formativa de calidad para los participantes. Gracias a esta colaboración, los jóvenes tendrán acceso a un catálogo exclusivo de explotaciones, permitiéndoles seleccionar el entorno formativo que mejor se adapte a sus intereses, ya sea en agricultura tradicional, ganadería, agricultura ecológica o nuevas tecnologías aplicadas al sector.

Además, el Programa Cultiva 2024 ofrece una formación integral que no solo permite a los jóvenes conocer en profundidad cómo se gestionan las explotaciones agrarias viables en España, sino que también les brinda la oportunidad de aprender sobre los diferentes modelos productivos, la importancia del asociacionismo agrario y el papel de la digitalización en el sector. Esta formación es fundamental para que los participantes adquieran y consoliden nuevos conceptos técnicos y de gestión que podrán aplicar directamente en sus propias explotaciones.

Cinco ediciones impulsando el futuro del campo

El Programa Cultiva se ha consolidado como una referencia imprescindible para el relevo generacional en el campo español. Desde su inicio ha capacitado a cientos de profesionales agrarios en técnicas y prácticas agrarias.

Fernando Quintana, agricultor participante del Programa Cultiva en explotación de UPA en 2023, explica que "El Programa Cultiva fue una experiencia increíble. Aprendí mucho sobre cómo gestionar una explotación agraria de cítricos y tuve oportunidad de conocer a profesionales estupendos con los que actualmente sigo en contacto y aprendiendo”. Quintana también hace hincapié en las facilidades para participar: “Que el Programa Cultiva cubriera todos los gastos y me ofreciera apoyo para gestionar mi explotación mientras estaba fuera fue clave para mí".

Otro ganadero participante formado en una explotación de UPA en 2023, Antonio Pérez, explica que "Lo mejor del Programa Cultiva fue poder aprender directamente de profesionales con amplia experiencia. Ver cómo gestionan sus explotaciones y escuchar sus consejos me dio una perspectiva realista y práctica que no se encuentra tan fácilmente. Esa experiencia de primera mano es muy valiosa, y por eso me gustaría repetir este año”.

Participantes prioritarios: jóvenes, mujeres y nuevos solicitantes

En la asignación de estas estancias formativas, se dará prioridad a aquellos jóvenes que se hayan instalado recientemente en el sector, a las mujeres agricultoras y ganaderas y a aquellas personas que no hayan participado en ediciones anteriores del programa. Esta medida busca fomentar la inclusión y apoyar a aquellos que están comenzando su trayectoria en el mundo agrario.

Las personas interesadas en participar podrán presentar su solicitud hasta el próximo 5 de septiembre. Podrán consultar el Catálogo Completo de Explotaciones del Programa Cultiva, al que desde UPA contribuye con una cuidada selección de explotaciones ejemplares, en la Plataforma Raíces o presencialmente en las oficinas de UPA distribuidas por toda España. Además, es posible consultar más detalles sobre el programa en la página web del Ministerio.

En la jornada de presentación del Anuario 2024 de UPA y la Fundación de Estudios Rurales, el ministro de Agricultura, Luis Planas, se comprometió a iniciar en septiembre el proceso formal para poner en marcha la Ley de agricultura familiar. El primer paso será convocar una consulta pública sobre el anteproyecto de Ley abierta, lógicamente, a la participación de las organizaciones agrarias y el resto de las asociaciones vinculadas con el ámbito de esta nueva ley; pero también al conjunto de la población, para que cualquier persona puede aportar sus sugerencias sobre una regulación transversal que nos involucra y afecta a todos, no solo a las y los profesionales que gestionamos explotaciones familiares

Bienvenido sea el anuncio del ministro, después de meses de cierta parálisis política en una legislatura compleja y enredada que, un año después de las elecciones generales, no acaba de arrancar con toda la fuerza necesaria.

La Ley de agricultura familiar es una reivindicación histórica y reiterada de UPA desde hace muchos años. Por ello, consideramos un mérito propio haber convencido al Gobierno actual y a las mayorías parlamentarias que le apoyan de que es necesario regular para proteger e impulsar la actividad profesional del colectivo mayoritario del campo español.

No somos ingenuos y sabemos que las leyes, por sí mismas, no resuelven de un plumazo todos los problemas ni despejan todas las incertidumbres. Pero sí que son decisivas para fijar objetivos, establecer márgenes y crear condiciones legales y formales que determinan después la eficacia de muchas y variadas políticas concretas, regulaciones, medidas, proyectos… con una incidencia directa sobre nuestra actividad en la agricultura y la ganadería profesional.

La Ley de agricultura familiar es una emergencia social. Y es una necesidad urgente que debe resolverse en todos sus procesos formales a la mayor celeridad, para evitar riesgos ante posibles complicaciones políticas en la legislatura. Por todo ello, UPA está ya liderando el debate previo al anteproyecto de Ley, para hacerlo nuestro y que no se quede en un texto de buenas intenciones y escasas concreciones.

La ley debe dejar muy claro su carácter transversal, porque sus implicaciones serán, lógicamente, agrícolas y ganaderas, pero también ambientales, sociales, territoriales, laborales, fiscales, culturales…

Asimismo, deberá establecer con precisión las diferentes figuras de profesionales de la agricultura familiar, ya sea en actividad principal agraria o en agricultura parcial, con sus matices territoriales y sectoriales.

Habrá que caracterizar a la agricultura familiar y sus nexos con la residencia en el medio rural, el trabajo en la explotación y el esquema de decisiones tomadas en el seno de la familia, con el refuerzo de la titularidad compartida como elemento decisivo para apoyar a las mujeres rurales; al igual que la necesidad de un compromiso público real y efectivo con el relevo generacional.

Pero, sobre todo, es imprescindible delimitar un marco concreto y preciso sobre la priorización de la agricultura familiar en todas las políticas públicas, comenzando por la PAC y todas sus derivadas, pero también en otros muchos ámbitos: seguros agrarios, regulaciones sectoriales, adaptación y mitigación del cambio climático, biodiversidad, innovación tecnológica y transformación digital, sostenibilidad, políticas de aguas…

Sin agricultura y ganadería familiar no hay futuro para el mundo rural. Con la fuerza de este mensaje afronta UPA su contribución a la nueva ley. Si la sociedad española y las fuerzas políticas con capacidad de proponer y aprobar leyes en este momento asumen esta evidencia, podremos presumir, una vez más, que la presión sindical insistente y convencida siempre termina consiguiendo resultados positivos. Esperemos que así sea.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos y Syngenta lanzan una nueva edición del certamen para las explotaciones agrícolas y ganaderas ejemplares en sostenibilidad. El plazo para participar ya está abierto

La sostenibilidad, lejos de ser solo un concepto de marketing o una moda, es un valor inherente al modelo familiar de producción de alimentos. Aprovechar los recursos de la naturaleza para, mediante el conocimiento y la tecnología, producir alimentos, es una definición sencilla de la propia agricultura. Los agricultores y ganaderos se forman, trabajan e invierten para prosperar en su actividad. En el caso de las explotaciones familiares, con el fin último de legar la actividad a las generaciones sucesivas.

Con el fin de explicar a la sociedad la sostenibilidad inherente a la agricultura y ganadería familiar, UPA lanzó en 2018 la campaña ‘Sostenibles por Naturaleza’, una campaña para concienciar de la importancia de la agricultura y la ganadería familiares como las únicas capaces de gestionar los recursos naturales de forma sostenible y de producir alimentos de manera responsable. Dicha campaña evolucionó en 2020 con la creación de unos premios, en colaboración con Syngenta, para poner en valor iniciativas ejemplares en sostenibilidad.

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UPA y Syngenta lanzan ahora la tercera edición de los premios ‘Sostenibles por Naturaleza’, que reconocerán prácticas que se realicen en el marco de una producción agrícola que, manteniendo su vocación productiva y rentable, optimice el uso de los recursos naturales, haciendo un buen uso de los medios de producción tales como abonos o productos fitosanitarios y contribuyendo al medio ambiente y a la acción por el clima.

En esta tercera edición se otorgarán cuatro premios en las categorías Biodiversidad, ‘Gestión sostenible de insumos y agua’, ‘Sostenibilidad social’ y ‘Cambio climático y suelo’. El premio será de 2.000 euros para cada uno de los premiados. La inscripción se realiza a través de la página web sosteniblespornaturaleza.es, donde también pueden consultarse las bases del concurso

El Jurado estará compuesto por un representante de UPA, uno de Syngenta, dos de organizaciones ambientalistas, uno del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), uno del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y cuatro periodistas.

El plazo de inscripción ya está abierto, y se cerrará el 15 de diciembre de 2024.

El Comité de Seguimiento del Acuerdo de 43 medidas que puso fin a las tractoradas constata que el 60% de las medidas están completadas o avanzadas. UPA logra del Ministerio el compromiso de lograr el 100% de cumplimiento antes de fin de año

El Acuerdo de 43 medidas firmado por UPA con el Ministerio de Agricultura que dio respuesta a las tractoradas cuenta con un grado avanzado de cumplimiento. Así lo han comprobado hoy las organizaciones firmantes en un encuentro celebrado en el Ministerio de Agricultura. Concretamente, de las 43 medidas, 13 están ya completadas; otras 13 en un grado avanzado de consecución; y 17 están aún por realizar.

El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, que ha participado en la reunión con la cúpula del Ministerio de Agricultura, ha propuesto el objetivo de que las 43 medidas estén completadas al 100% antes de fin de año, un compromiso que ha sido atendido por el departamento que dirige Luis Planas.

Las medidas que se abordaron con mayor premura fueron aquellas relativas a la simplificación de la solicitud de la PAC, para que las reformas se aplicasen en la solicitud de este año 2024, objetivo que se logró. En estos momentos, las medidas en curso son aquellas que implican cambios legislativos de mayor calado y que conllevan publicación de reales decretos que deben respetar plazos algo más largos.

UPA ha acogido positivamente el anuncio del Ministerio de que la próxima semana, previsiblemente, se publicará una reforma estructural de competencias relativa al control en frontera, en aras de frenar posibles importaciones de alimentos en condiciones abusivas.

UPA ha explicado que seguirán colaborando en las próximas semanas y meses para agilizar el resto de medidas, relativas a cuestiones fiscales, financieras, normativas o de seguros agrarios, entre otras. “El objetivo es que el ambicioso paquete surgido a raíz de las movilizaciones de principios de año sea una realidad completa en 2024”, ha concluido la organización agraria.

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