Gáldar teje el futuro de sus tradiciones en la Fiesta de la Lana de Caideros

Bajo un sol radiante, que permitió disfrutar de la fiesta en todo su esplendor, Caideros de Gáldar celebró este lunes, 30 de mayo, la Fiesta de la Lana. Una celebración que volvió a reunir a miles de personas en su XXVI edición festejando el Día de Canarias con este encuentro con las tradiciones ancestrales y exaltando un modo de vida único de los Altos de Gáldar

La jornada comenzó desde temprana hora con el traslado del ganado de la Quesería La Caldera, de Tania Rivero y Francisco González, ubicada junto al Hondo de Fagajesto, hasta el antiguo campo de fútbol de Caideros, donde tuvo lugar la ‘trasquila’ de las más de cien ovejas de raza canaria. Esta celebración tiene por objetivo recuperar las tradicionales reuniones de pastores que se daban antaño en las puertas del verano, en las que los ganaderos se daban cita para ayudarse unos a otros para la trasquilada de sus ganados. Esa tradición, que ha ido quedando relegada a un reducido grupo de pastores que aún mantiene la actividad, es la que la Asociación Cultural ‘Montaña el Agua’ presidida por José Mendoza, promotora de la fiesta junto al Ayuntamiento de Gáldar, trata de poner en valor y mantener a través de esta cita anual.

Si en 2019 fue inaugurada la ‘Casa de la Lana’, este 2022 fue inaugurado el mural homenaje a María de las Nieves ‘Mariquita las Nieves’, como era cariñosamente conocida una de las más afamadas artesanas tejedoras de los Altos de Gáldar, en la fachada de este pequeño centro de interpretación que explica el oficio de la tejeduría, intrínsicamente vinculado a la ganadería. Un oficio laborioso que encontró en las manos de María de las Nieves a una de sus máximas exponentes, autora, entre otras piezas, de las primeras estameñas del grupo grancanario Los Gofiones. Como explicó la autora del mural, Belén Déniz, ‘esta obra es un homenaje a la labor de ‘Mariquita’, pero también al presente y al necesario futuro de este oficio y a su relación con el paisaje’.

FIESTA LA LANA 2022 CAIDEROS GALDAR 88Como es tradición la Fiesta de la Lana reconoció la labor de las gentes del lugar que han mantenido vivas sus tradiciones ganaderas. En la edición de este año recibió el homenaje el matrimonio formado por Domingo Moreno y Flora Gil, de El Cortijo El Montañón. ‘Un matrimonio’, expresó Teodoro Sosa, ‘que en su momento tomó el relevo generacional de sus familias, y que después de décadas de trabajo vinculado al campo supo inculcar en sus descendientes el amor por la tierra para conservar el oficio y elaborar hoy uno de los mejores quesos de flor, reconocidos dentro y fuera de la isla’.

El alcalde de la ciudad reconoció el trabajo de ellos y de todas las personas que siguen vinculadas al sector primario en los Altos de Gáldar, ‘quienes en verano de 2019 sufrieron las consecuencias de los incendios forestales, la pandemia después y ahora las consecuencias del incremento de precios derivada de la inestabilidad de los mercados’, por lo que pidió el esfuerzo de todas las administraciones y el apoyo de los consumidores para preservar un sector estratégico para Canarias.

La fiesta continuó con la muestra de oficios como la trilla, el salto del pastor y de deportes autóctonos como el juego del garrote o la luchada canaria, que por primera vez enfrentó a dos conjuntos femeninos, como el Unión Gáldar y el Santa Rita, que acabó con victoria local.

En la plaza el numeroso público pudo disfrutar de la feria de artesanía y del sancocho canario ofrecido por los vecinos de Caideros, además de la música tradicional canaria de las agrupaciones folclóricas galdenses Surco y Arado y Farallón de Tábata que se vio enriquecida con la muestra de bailes tradicionales de países sudamericanos como Argentina o Chile además de las actuaciones de Son 21 y del verseador Yeray Rodríguez, quien interpretó sus populares décimas junto al alumnado de la escuela rural de Caideros.

El presidente de la Asociación Cultural ‘Montaña el Agua’, José Mendoza, visiblemente emocionado, mostró su satisfacción por poder recuperar esta celebración que se consolida en su XXVI edición como el más puro ejemplo del arraigo y el sentimiento de pertenencia de las gentes nacidas en los Altos de Gáldar a la tierra que los vio nacer.