Antonio Celestino, defensor del riego del calabazo, recibe a título póstumo el Premio Federación

Noviembre 12, 2024

PREMIOS AL DEPORTE CANARIO 2024

Fallecido el pasado mes de agosto, dedicó toda su vida a la defensa, preservación y promoción de este juego autóctono que cuenta con enorme arraigo en el archipiélago y, muy especialmente, en la isla de La Palma

Antonio Celestino Pérez Medina (Los Llanos de Aridane, La Palma, 1951-2024) recibirá el próximo viernes, a título póstumo, por parte de la Consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias, dirigida por Poli Suárez, el Premio Federación, que se enmarca dentro de los Premios al Deporte Canario, reconociendo así su dedicación y esfuerzo en la promoción, difusión y crecimiento de los deportes y juegos tradicionales del archipiélago y, en particular, del juego del calabazo.

Este reconocimiento, uno de los tres que se otorgan a los deportes autóctonos y cuyos candidatos son propuestos por alguna de las federaciones regionales de estas modalidades deportivas vernáculas, se entregará en la gala que tendrá lugar en las instalaciones de Infecar, en Las Palmas de Gran Canaria y en ella se destacará la contribución de Celestino al riego del calabazo, como figura clave en la conversión de esta actividad tradicional en modalidad deportiva.

Nacido en el barrio de Argual, en el municipio palmero de Los Llanos de Aridane, Antonio Celestino creció inmerso en las enseñanzas de su padre y su tío sobre el riego con calabazo, un oficio arduo que se convirtió en el sustento de muchas familias en su comunidad. Con el tiempo, su pasión por esta actividad lo llevó a fundar a finales de los años noventa el Club Deportivo La Regadera, donde consiguió transformar esta tradicional actividad, método de vida de muchos de sus paisanos, en una modalidad deportiva autóctona con carácter propio.

De hecho, la vinculación de Los Llanos de Aridane con del juego del calabazo no es fortuita. Precisamente es en el ayuntamiento de este municipio palmero donde se conservan los primeros registros documentados sobre esta actividad, que datan de 1868.

Celestino fue un pionero en la difusión del deporte autóctono del calabazo más allá de su barrio, llevándolo a ferias y festividades locales e insulares y, con gran entusiasmo, presentándolo también en colegios e institutos. A este respecto, como detalle, cabe destacar que es uno de los centros educativos de ese municipio, el Instituto de Educación Secundaria (IES) José María Pérez Pulido, el único de toda Canarias que cuenta con una instalación para la práctica del calabazo.

Además, su figura llegó al cine, cuando participó como figurante en la película Mambí (1998), dirigida por los hermanos Ríos, acercando así esta práctica tradicional al gran público con la que se rinde tributo a los hombres que hicieron del calabazo su medio de vida.

Este reconocimiento supone un sentido homenaje a la incansable labor de Antonio Celestino en la conservación de uno de los juegos tradicionales más particulares y más desconocidos para el gran público. Su nombre quedará asociado para siempre al riego del calabazo y formará para siempre una parte indisoluble de la memoria colectiva y cultural de las islas, y su influencia seguirá presente en esta modalidad deportiva de Canarias.