El servicio de Anatomía Patológica del Complejo Hospitalario lidera este proyecto titulado “Aceptabilidad, optimización y coste-efectividad de las estrategias para un cribado cervical mediante autotoma”

El Servicio de Anatomía Patológica del Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil, centro dependiente de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, lidera el estudio de investigación “Aceptabilidad, optimización y coste-efectividad de las estrategias para un cribado cervical mediante autotoma”, en el que colabora el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Complejo así como un grupo de matronas adscritas a la Gerencia de Atención Primaria de Gran Canaria. Se trata de un proyecto de investigación financiado por del Instituto de Salud Carlos III, coordinado con el Instituto Catalán de Oncología.

En la actualidad la detección precoz de las lesiones precursoras del cáncer de cuello uterino ha permitido disminuir considerablemente la mortalidad por este cáncer en aquellos países en los que el cribado se mantiene de forma organizada en intervalos bien regulados.

El agente causal del cáncer de cuello uterino y de las lesiones que le preceden, es la infección persistente por tipos del virus del papiloma humano (VPH) de alto riesgo oncogénico. La infección por VPH es mayoritariamente de trasmisión sexual con alta prevalencia al inicio de las relaciones sexuales y con un descenso marcado a partir de los 35 años. El reconocimiento de la etiología viral del cáncer de cuello uterino ha permitido diseñar nuevas aproximaciones al cribado de la enfermedad incorporando la detección viral como una técnica de biología molecular que simplifica de gran manera su aplicabilidad, mejora la sensibilidad para el diagnóstico y permite espaciar las visitas entre cribados. Así la detección de ADN del VPH a partir de los 35 años ha aumentado sustancialmente la efectividad de los programas de cribado al recomendar a las mujeres con pruebas negativas intervalos entre cribados de 5 años.

La obtención de muestras de secreciones cervicovaginales a través de un cepillado del fondo de saco vaginal por la propia mujer (llamado autotoma) con dispositivos diseñados a tal efecto, ofrece una posibilidad de cribado de cáncer de cuello uterino óptima para la detección del VPH y en algunos estudios se propone este método de recogida de muestra con la finalidad de mejorar la captación de mujeres reticentes a las visitas de cribado en centros sanitarios.

El objetivo principal de este proyecto es evaluar la aceptabilidad de la prueba de VPH realizada mediante autotoma como prueba primaria de cribado en mujeres que cumplen con las recomendaciones del cribado de cáncer de cuello uterino de manera regular.

Para ello, el profesional tras realizar la visita de cribado cervical habitual, propone a la mujer la posibilidad de realizarse una prueba de cribado en su domicilio mediante un dispositivo de autotoma (medio seco y cierre del dispositivo una vez se ha tomado la muestra y con sobre para reenvío). El estudio analiza si la manera de enseñar cómo realizar una autotoma a la mujer puede interferir en la aceptabilidad de la misma. Mediante un cuestionario se le pregunta a la mujer su grado de satisfacción y la aceptabilidad para repetir este tipo de muestreo en próximas rondas de cribado. La posibilidad de involucrar a nuestra población en la toma de decisión del modo de realizar el cribado cervical (en casa o en la consulta médica) es novedoso en España y apunta hacia una co-responsabilidad sanitaria de nuestra comunidad, a la vez que se adapta a la vida laboral de las mujeres.

Hasta el momento se han estudiado a 302 mujeres, captadas en las consultas de Ginecología de distintos Centros de Atención Especializada de nuestra isla. De los cuestionarios respondidos se desprende que el 83% de las participantes confían en el resultado con este método, a un 90% les parece que el método es seguro, el 92% creen que es beneficioso para su salud y el 95% lo recomendarían a otras mujeres. El porcentaje de aceptación general alcanza al 87% de las participantes. El estudio se sigue desarrollando en distintos centros de Atención Primaria y de de Atención Especializada hasta final de este año.