Artículo de opinión: 'El INFECAR del futuro', por Antonio Morales Méndez

Diciembre 17, 2022

La semana pasada presentamos el Plan Maestro de INFECAR, un proyecto de reordenación del espacio físico y de los usos del recinto ferial más importante de Gran Canaria. Lejos de ser una simple modificación urbanística, el plan es un ambicioso programa de transformación sostenible de las instalaciones y de regeneración del espacio urbano colindante

Constituye un ejemplo perfecto de cómo podemos combinar desarrollo económico e inversión de manera sostenible, al tiempo que adecuamos nuestras ciudades para mitigar y adaptarnos al cambio climático, generando a su vez nuevos espacios para la ciudadanía

En los últimos años INFECAR ha recuperado el dinamismo que tuvo en su fundación en los años 60 y es en la actualidad en uno de los principales polos de dinamización económica y cultural de la ciudad y de la isla. Cumple una serie de funciones transcendentales, como la de ser la sede de la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria, del Centro Demostrador de las Tecnologías de la Información y la Comunicación para la Innovación Turística (CDTIC), del INCUBE -una incubadora de empresas que provengan de programas de emprendimiento de la SPEGC y de la ULPGC-, del Consejo Insular de la Energía, de la institución ferial propiamente dicha o de los platós de cine y televisión que inauguraremos en breve, por poner algunos ejemplos.

La realidad potenciada del espacio y sus posibilidades extraordinarias de futuro nos obligan a reordenar el lugar de tal manera que se convierta en un recinto ferial del siglo XXI: multifuncional, sostenible, adaptado a su entorno y en el que todos los usos estén debidamente integrados. El encargado de elaborar este plan han sido LPA Studio, que comandado por su director y fundador, Juan Palop, es una referencia indiscutible en el urbanismo regenerativo.

Para diseñar el plan se ha contado, desde el mismo inicio de los trabajos, con un ambicioso e intenso proceso de consulta y participación ciudadana. Se han mantenido sesiones de trabajo con la comunidad local (barrios y comunidad educativa), personal del recinto, proveedores, usuarios, el sector de ferias y congresos y las distintas instituciones, a nivel insular y municipal, tanto con el grupo de gobierno como con la oposición. Este proceso sigue abierto, pero la información aportada hasta el momento ha sido decisiva a la hora de tomar decisiones.

El plan incluye cuatro estrategias para la reordenación de espacio. La primera es el acceso y salida del recinto. La solución actual de acceso por el norte podía tener sentido hace cincuenta años, pero ya no funciona. En el contexto actual se han construido los barrios, el espacio ha crecido y también los tráficos de acceso y salida que incluyen a los visitantes, los usuarios y la logística y mantenimiento en general. Por ello se propone una solución alternativa diferenciando entre la entrada de visitantes, de proveedores y de logística y personal.

En segundo lugar se ha tenido en cuenta la necesidad de contar con pabellones multifuncionales. Hoy en día la gestión sostenible y competitiva de los recintos feriales impone que se pueda responder a los requerimientos propios de cada actividad. Obliga así a diseñar pabellones que pueden tener diferentes usos y que a su vez sean muy eficientes en el proceso de montaje y desmontaje de eventos. En tercer lugar se apuesta decididamente por el espacio libre con una plaza-parque central que hace las funciones de galería de comunicación en los recintos convencionales. Está diseñada como un parque equipado con abundancia de zonas ajardinadas y arbolado.

Por último, la planificación y el diseño del conjunto se han resuelto aplicando estándares internacionales homologados de sostenibilidad. El aprovechamiento de la certificación del Plan Maestro puede ser una oportunidad para revertir algunas de las disfunciones y carencias de las actuales instalaciones, a la vez que sirve para reposicionarlo en el mercado de ferias y eventos, siendo la referencia en este aspecto en toda España.

CapturaLa propuesta resultante no solo supone contar con un recinto ferial del máximo nivel que duplica los metros cuadrados de sus pabellones, sino que además supone una transformación del espacio urbano en el que se encuentra. Hasta ahora INFECAR había actuado como una especie de barrera urbanística entre los barrios de La Feria y Los Tarahales, además de generar algunas molestias a los vecinos y vecinas como la saturación del tráfico en el caso de los eventos de más afluencia. La nueva ordenación recupera la idea de anillo verde e incorpora paseos que conectan los distintos niveles hasta alcanzar la cota de la plaza-parque y los pabellones e incluye, además, un paseo peatonal que conecta el Barrio Atlántico y La Paterna. Es decir, el recinto pasará de ser barrera a ser puente.

Siguiendo los principios del urbanismo regenerativo, el nuevo espacio no solo se adapta a las necesidades logísticas sino que va a contribuir a la mejora del entorno social, medioambiental, urbanístico y económico de la parte alta de la ciudad. Además del paseo longitudinal que atravesará el lugar y conectará a los cerca de treinta mil vecinos del Barrio del Atlántico y La Paterna-Los Tarahales, las plataformas de aparcamiento han sido diseñadas para poder ser utilizadas, cuando no hay actividad ferial, como canchas de deporte y zonas lúdicas. La ordenación también incluye la provisión de nuevos espacios de estancia en la zona de borde del recinto y una zona social destinada a jóvenes.

En el aspecto medioambiental, se incluyen soluciones innovadoras basadas en la naturaleza, en línea con la idea de ecoísla que desarrolla y defiende el Cabildo de Gran Canaria. Se ha propuesto una ordenación urbanística cero-carbono en la que este espacio, lejos de emitir CO2 y gases contaminantes servirá, por el contrario, de infraestructura para la captación de CO2. Más que emitir poco, se apuesta por captar y contribuir a regenerar la atmósfera.

Se ha previsto una estrategia de ciclo de vida de toda la actuación que incluye el uso de materiales de baja huella ecológica y de sistemas constructivos fácilmente desmontables que permitan su reutilización. En línea también con las políticas de economía circular, se incorpora una estrategia del agua que incluye el funcionamiento del conjunto como una ‘esponja’ que capta, filtra y almacena el agua de lluvia.

La gestión sostenible de agua, crítica en un territorio árido, se completa con la incorporación de un sistema de biodepuración que recicla las aguas negras y grises producidas por los usuarios habituales y las más de cinco mil visitas previstas un día de feria. Se puede decir que cada visitante regará (literalmente) el anillo verde cuando utilice los aseos.

El plan contempla una superficie de cerca de 16.000 m2 de paneles solares, localizados en las cubiertas de los pabellones y edificios. Está previsto producir el doble de energía renovable de la necesaria para hacer funcionar el conjunto ferial y de desarrollo económico. Esto abre una oportunidad para poder compartir la energía excedente con las comunidades vecinas en forma de comunidad energética o cualquier otra modalidad que resulte viable.

Además, este plan ya ha comenzado a ejecutarse con un nuevo Pabellón 7, que costará 27 millones de euros y que pasa de tener una capacidad en planta de 2.500 m2, aproximadamente, a 8.500 m2, incluyendo un espacio para reuniones y congresos que complemente y amplíe la capacidad del actual Palacio de Congresos Gran Canaria, además de una dotación de espacios de reuniones y oficinas en las plantas superiores. El proyecto se ha diseñado siguiendo los estándares del certificado de construcción sostenible BREEAM, el más exigente y avanzado que existe a nivel internacional.

Como pueden comprobar, el futuro recinto ferial es un ejemplo perfecto de cómo la inversión pública y la dinamización económica pueden y deben ir de la mano de la sostenibilidad ambiental, de la participación ciudadana y de la regeneración de espacios urbanos, ofreciendo nuevas infraestructuras y servicios a la ciudadanía y ayudándonos a mitigar y a adaptarnos al cambio climático. Un ejemplo de la ecoísla que estamos impulsando.

Antonio Morales Méndez

Presidente del Cabildo de Gran Canaria