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Se impulsarán medidas para que la población y los espacios públicos manifiesten tolerancia cero ante la violencia de género
La consejera de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud, Noemí Santana, la directora del Instituto Canario de Igualdad (ICI), Kika Fumero, y la alcaldesa de Ingenio, Ana Hernández, rubricaron este miércoles el convenio para el desarrollo del proyecto piloto Municipio Mascarilla-19, con el objetivo de promover un posicionamiento activo de la ciudadanía y agentes sociales de Ingenio frente a la violencia de género. En breve, este convenio se firmará también en Tías que, junto a Ingenio, serán los dos municipios donde se ponga en marcha este proyecto piloto del ICI.
“Lo más importante -explicó la consejera- es que las víctimas de violencias machistas vean que no están solas, que cuentan con el apoyo de una red de recursos públicos específica para ello pero también, y sobre todo, de su vecindad, de los comercios, del personal que trabaja en cualquier espacio público y por otro lado, que los maltratadores se sientan acorralados, solos y sin apoyo social”.
Como aludió la directora del ICI, “vamos a hacer que la población se implique y sea parte activa y protagonista de las campañas, vamos a trabajar formación e información para cambiar la percepción sobre la violencia de género, que la violencia en sí misma se sienta acorralada, discriminada y tenga un impacto disuasorio en los maltratadores”
La alcaldesa destacó “la trayectoria y compromiso” del Ayuntamiento en luchar contra la violencia de género y expresó su “orgullo” porque desde el ICI se haya elegido Ingenio como municipio para poner en marcha el proyecto piloto. “Queremos seguir avanzando, desde las instituciones para cambiar las cifras actuales”. Ana Hernández señaló la importancia de facilitar formación e información para “reconocer las señales que pasan desapercibidas en muchas personas que no son capaces de denunciar porque no se identifican como víctimas”
Formación y difusión
El proyecto “Municipio Mascarilla-19” tiene dos líneas de actuación. La primera permitirá dar formación a agentes sociales del municipio (asociaciones vecinales, profesionales de los distintos sectores económicos como comercios, taxis, peluquerías, etc.) en materia de prevención de la violencia de género y de construcción de relaciones igualitarias no violentas entre mujeres y hombres.
La segunda línea consistirá en el desarrollo de una campaña de sensibilización, protagonizada por la misma población del municipio, y que se difundirá a través de las redes sociales y de los medios convencionales (televisiones y radios locales). También se crearán secciones informativas en la página web http://mascarilla19.com/, y se celebrará un acto institucional con el objetivo de que la ciudadanía del municipio asuma el protagonismo de la campaña frente a la violencia de género y fomente el rechazo colectivo y público a la misma.
Kika Fumero explicó que con carácter previo a la puesta en marcha del proyecto, el ICI encargó la elaboración de un Diagnóstico sobre la situación de la violencia de género en Ingenio, en el que se concluyó que eran necesarias líneas de trabajo de formación y sensibilización “para situar la comprensión de la violencia de género como una vulneración de los derechos humanos”.
El diagnóstico evidenció el hecho de que hombres y mujeres tienen percepciones diferenciadas respecto a la violencia de género y la diferencia entre los discursos y las experiencias. En este último aspecto, las respuestas iniciales en muchas personas era el discurso del englobamiento: “La violencia de género es tanto de hombre a mujer como viceversa, no entiendo por qué hay que distinguir”, o hasta cierto negacionismo: “Violencia de género es solo para recibir ayuda del Estado y vivir sin trabajar” pero, como describe el informe, “cuando se sigue hablando con las mismas personas, muestran su preocupación por el conocimiento de un caso cercano entre las amistades o la vecindad. Incluso en mujeres que relatan situaciones pasadas en las que vivieron violencia de género puntual o prolongada, están presentes estos discursos”.
Como apuntan las conclusiones, “las líneas de sensibilización y campaña de comunicación han de incidir tanto en los factores limitantes y potenciadores que concurren en el entorno de la víctima de violencia de género, como en los que concurren en el contexto local”. En esta línea, el diagnóstico propone que “se requiere deconstruir las percepciones limitantes que han llevado a la normalización de la violencia de género o al mantenimiento de una posición ausente” y aluden a la relevancia de implicar al entorno de las víctimas y generar alianzas estratégicas entre el personal técnico y colectivos sociales.
Mascarilla-19 fue un recurso creado con carácter de urgencia tras decretarse el confinamiento obligatorio en los hogares por la emergencia sanitaria. El recurso se puso en marcha en apenas dos días y ante la gran preocupación que sentía el ICI por las mujeres en riesgo que se iban a quedar encerradas con su maltratador en casa. Más allá de los números, la gran relevancia de Mascarilla 19 fue que llevó la lucha contra la violencia de género a los primeros puestos de la agenda política en un momento muy complicado, inundó los medios de comunicación de todo el mundo y despertó la solidaridad y empatía de toda una sociedad que empezó a implicarse de manera más activa llamando al 112 cuando sentía que su entorno podía haber algún caso.
Mascarilla-19 globalizó la lucha contra la violencia de género y a los pocos días de su puesta en marcha, fue reconocida como un código internacional de atención a las víctimas de violencia de género durante el confinamiento. El Consejo General del Poder Judicial hizo una recomendación pública del uso de ‘Mascarilla 19’ y ONU Mujeres destacó su utilidad en un informe, entre otros hitos.