El consejero de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias, Poli Suárez, ha manifestado este viernes, durante la celebración de la Comisión de Educación, Formación Profesional y Deportes, la “imperiosa necesidad” de alcanzar un pacto de Estado “que deje fuera la lucha partidista” para asegurar la escolarización y la atención de menores migrantes no acompañados

Durante su intervención, Suárez abordó el compromiso del Ejecutivo canario con la atención a estos menores para cubrir sus necesidades, no solo sociales, sino también educativas, pero advirtió del “grave colapso en la red de recursos”.

“Es necesario que otras comunidades autónomas compartan el esfuerzo que estamos haciendo a la hora de acoger menores”, enfatizó el consejero, al tiempo que demandó que esa respuesta conjunta también incluya “una corresponsabilidad financiera del Estado a la inversión”.

Actualmente, en Canarias se estima que unos 2.400 menores migrantes están escolarizados, principalmente en educación secundaria obligatoria y ciclos formativos de grado básico, esto es, alrededor del uno por ciento del alumnado en las islas, de los que el cincuenta por ciento corresponde a menores bajo la tutela del Gobierno canario.

La constante llegada de estos menores, en muchos casos solos, está generando una sobrecarga en el sistema educativo de las islas y, por ese motivo, el consejero de Educación entiende que el trabajo debe centrarse en “una respuesta para que se integren de la mejor forma posible en la sociedad canaria actual”, por lo que considera necesario “una planificación rigurosa y una actuación que responda” a este desafío.

Protocolo de atención

Para atender esta realidad, entre otras medidas, el Gobierno de Canarias ha implementado un Protocolo de escolarización, acogida y bienestar emocional que guíe la incorporación de estos menores a los centros educativos y facilite su plena inclusión en la sociedad canaria.

Este protocolo, tal y como explicó el consejero, se centra en “acompañar al alumnado y a sus familias en su proceso de integración, con atención específica a las necesidades emocionales, lingüísticas y formativas”.

En este sentido, recordó que el curso 2023/2024 se ofrecieron 1.886 horas de apoyo idiomático, lo que supuso un aumento de 787 horas respecto al anterior y que refleja el compromiso de la Consejería de Educación por dar una respuesta eficaz a esta situación.

Además, Suárez destacó la importancia de desarrollar otras acciones específicas para este alumnado, como adaptar contenidos curriculares para aquellos jóvenes que nunca han estado escolarizados en sus países de origen, o proporcionarles, en la franja de los dieciséis a los dieciocho años, el acceso a enseñanzas de formación profesional con el objetivo de facilitar su acceso al mercado laboral.