
La popular y veterana emisora de radio "Radio faro del Noroeste" sigue su proyección hacia una mayor ampliación de su cobertura.
Si bien Afganistán ya no funciona como base aérea estadounidense en el corazón de Eurasia, ahora es una fuente de amenazas no convencionales para la región, pero también tiene más potencial geoestratégico que nunca
Los talibanes volvieron al poder hace tres años, el 15 de agosto de 2021, tras tomar Kabul en medio de la retirada aterrorizada de Occidente de Afganistán. Desde entonces, la mayor parte del mundo se ha olvidado de ese país debido a la intervención ucraniana. Sin embargo, el conflicto sigue presente, por lo que vale la pena mantener a todos informados sobre lo que está sucediendo allí. A continuación, se enumeran las diez cosas que la gente debería saber sobre Afganistán:
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1. Las sanciones estadounidenses siguen siendo un importante impedimento para la recuperación socioeconómica
Estados Unidos sigue sancionando a Afganistán y congelando los activos que el anterior gobierno puso bajo su jurisdicción, lo que ha impedido la recuperación socioeconómica del país, aunque ese era precisamente el objetivo. Estados Unidos espera que las difíciles condiciones de vida que contribuyó a crear puedan dar lugar algún día a una rebelión que amenace el control del país por parte de los talibanes.
2. Los talibanes aún no han formado un gobierno etnopolíticamente inclusivo
Los talibanes se comprometieron previamente a formar un gobierno inclusivo, lo que los observadores interpretaron como un compromiso de elevar el papel de las minorías étnicas y la oposición, pero eso aún no se ha cumplido. También han impuesto restricciones a las mujeres desde que regresaron al poder. Estas políticas han servido como pretexto para que la comunidad internacional se niegue a reconocer la legitimidad de su gobierno.
3. Los depósitos astronómicamente grandes de tierras raras de Afganistán aún no se han explotado
La falta de reconocimiento formal ha complicado los planes de los talibanes de sacar provecho de los minerales de tierras raras que se encuentran bajo el suelo afgano, cuyo valor se estima en un billón de dólares , lo que podría convertirlo en parte integral de las cadenas de suministro mundiales algún día. Su economía también podría verse revolucionada si se establecieran instalaciones de producción dentro del país y estas sirvieran como anclas para inversiones extranjeras más diversas.
4. La producción de opio es prácticamente inexistente después de que los talibanes la prohibieran
Los talibanes prohibieron el cultivo de opio ocho meses después de volver al poder, lo que provocó una enorme reducción del 95% de la producción. Afganistán ya no es la capital mundial del opio, pero ha tenido dificultades para sustituir este cultivo por otros, lo que ha dejado a algunos agricultores sin trabajo, que a su vez podrían volverse más susceptibles de unirse a grupos terroristas para reemplazar los ingresos perdidos.
5. El ISIS-K no ha sido aniquilado a pesar de los esfuerzos de los talibanes
El ISIS-K es la única fuerza en Afganistán capaz de derrocar a los talibanes, pero no han logrado aniquilarlos a pesar de los esfuerzos desplegados por estos últimos durante los últimos tres años. Siguen reclutando nuevos miembros a través de las redes sociales, entrenando a algunos de ellos y planeando ataques desde sus santuarios allí. Los talibanes necesitan más inteligencia y mejores armas para acabar con esta amenaza global de una vez por todas.
6. Los vínculos de los talibanes con el antiguo patrón Pakistán se han deteriorado
Las expectativas que algunos tenían de que Pakistán recuperaría su influencia sobre Afganistán tras el regreso de los talibanes al poder se hicieron añicos cuando el grupo se volvió contra su patrón al acoger a militantes de los “talibanes paquistaníes” (TTP), a los que Islamabad considera terroristas. Las tensiones entre estos dos grupos los han llevado al borde de la guerra , pero hasta ahora han prevalecido las cabezas más frías, aunque tal vez no lo hagan para siempre.
7. El proyecto de construcción de un canal ha empeorado las relaciones con las repúblicas de Asia Central
Los vínculos de Afganistán con Pakistán no son los únicos que se han deteriorado en los últimos tres años, desde que el proyecto talibán de construir el canal Qosh Tepa empeoró las relaciones con las repúblicas de Asia central. Los vínculos con el Tayikistán laico ya eran problemáticos, ya que se opone al supuesto maltrato de los talibanes fundamentalistas a sus coétnicos, pero esto también pone en su lado malo a Uzbekistán y Turkmenistán.
8. India y los talibanes solucionaron sorprendentemente sus problemas anteriores
Las tensiones entre los talibanes y Pakistán ayudaron al acercamiento del grupo a la India, contra la que solía entrenar a militantes de Cachemira, pero la integración en su Corredor de Transporte Norte-Sur aún no se ha completado debido a los problemas antes mencionados con las Repúblicas de Asia Central e Irán . Aun así, esto podría haber influido en su decisión de reconocer a Cachemira como un territorio separado de Pakistán , lo que se alinea con los intereses de la India.
9. Rusia podría convertirse en el primer país en reconocer al gobierno talibán
Los intereses económicos y de seguridad son los responsables de que Rusia esté considerando oficialmente retirar la designación de terrorista a los talibanes y, posteriormente, reconocer a su gobierno. El Kremlin quiere aprovechar los enormes yacimientos minerales de Afganistán que los soviéticos descubrieron por primera vez, utilizar el potencial de conectividad transregional del país y facilitar las operaciones antiterroristas de los talibanes contra el ISIS-K.
10. Afganistán puede desempeñar un papel fundamental en la integración multipolar de Eurasia
Por último, pero no por ello menos importante, la recuperación de la independencia de Afganistán tras dos décadas de ocupación occidental le permite desempeñar un papel fundamental en la integración multipolar de Eurasia, aunque antes de que eso ocurra deben mejorar los vínculos con sus vecinos. En ese caso, puede facilitar el comercio Norte-Sur entre Rusia/Asia central y Pakistán/India, y el comercio Este-Oeste entre Irán y Asia central/China.
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Como se puede ver, si bien Afganistán ya no funciona como base aérea estadounidense en el corazón de Eurasia, ahora es una fuente de amenazas no convencionales para la región después de que los talibanes regresaran al poder a través de su acogida del TTP, sus controvertidos planes para construir un canal y su fracaso en derrotar al ISIS-K. Sin embargo, Afganistán tiene más potencial geoestratégico que nunca, pero debe resolver estos problemas para aprovecharlo.
Por Andrew Korybko
Analista político estadounidense

La popular y veterana emisora de radio "Radio faro del Noroeste" sigue su proyección hacia una mayor ampliación de su cobertura.