Entrevista a la cantante madrileña Isabel Casanova (La Otra)

Marzo 10, 2022

ENTREVISTA A LA CANTANTE MADRILEÑA ISABEL CASANOVA (LA OTRA) : “LA CONSTRUCCIÓN CULTURAL DEL ROMANTICISMO ENCIERRA MUCHA VIOLENCIA”

¿Te sientes pionera en el movimiento feminista con tus letras?

Yo creo que sí, pero no tanto a nivel individual, sino que creo que yo fui una voz que salió de un movimiento feminista que en ese momento era más marginal, pero que ya existía. Lo que hay ahora es el resultado del curro de compañeras feministas que llevan años haciendo activismo feminista desde hace muchos años. Con esas compañeras fue con las que yo aprendí. Es como un proceso colectivo que en 2011 era más marginal y que luego ha crecido mucho, pero que es verdad que en ese momento éramos bastantes menos que ahora.

¿Qué opinión te merece la división que existe dentro del movimiento feminista?

Me parece triste. Me parece que no es útil que haya una división tan visible porque creo que eso desmoviliza. A la vez me parece un hecho que hay debates del feminismo que no se van a resolver porque hay gente que está a favor de la regularización de la prostitución y hay gente que considera que se trata de un abuso sexual. Hay gente que considera que las mujeres transforman parte del movimiento feminista y son mujeres y hay gente que se posiciona en la idea de que la gente que no tenga genitales femeninos, pues no puede ser una mujer bajo ese punto de vista, y eso creo que no se va a resolver.

Hay distintas versiones. Considero que hay unas posiciones extremadamente beligerantes, especialmente por el lado de la gente que es trans excluyente o que considera que la prostitución no debe ser regularizada bajo ningún concepto, creo que la beligerancia viene más de ese lado.

Te refieres a que ese sector impone más sus ideas, ¿entonces tú te ves más afín al contrario?

Sí, pero es que la idea incluso de que hay bandos y de que la comunicación entre estos bandos ha de ser la guerra… eso sí que me parece odioso y muy peligroso y destructivo para el movimiento feminista. El foco no está en que haya debate o en que haya posiciones diferentes, sino en cómo se relacionan esas posiciones. Para mí tiene que haber una discusión política, no un enfrentamiento corporal en una manifestación, sino una discusión en una asamblea.

Existe una agenda común enorme dentro de las feministas, un montón de reivindicaciones comunes. Entiendo que eso debe tenerse en cuenta y que haya una parte de la agenda feminista que no sea común, pues vale, pero hay otra enorme parte que sí es común.

Te sueles mostrar crítica con el romanticismo. ¿Cómo entiendes ese término?

Brigitte Vasallo lo ha llamado ‘el amor Disney’. El romanticismo nos lleva a pensar en detalles bonitos, en cuidados, y lo que se critica no es eso, sino una ideología que está presente digamos que en todas las capas de la sociedad y también de la subjetividad, por su puesto. Entendemos el amor de una manera muy mitificada en la que se naturaliza una cuestión cultural, la manera que tenemos de relacionarnos afectivamente, incluso la manera que tenemos de sentir; eso es un aprendizaje cultural, pero digamos que esta ideología del amor romántico lo que hace es presentárnoslo como algo natural, algo inevitable, como algo que solo puede ser de la manera en la que lo hemos conocido o está puesto con letras mayúsculas que digamos te secuestra la voluntad.

El amor romántico se presenta como algo que no es compatible con el libre albedrío, ni siquiera con la responsabilidad, como que una no es libre de escoger lo que siente, ni hacerse cargo de lo que siente y esto es una construcción cultural que encierra mucha violencia que, además, la inmoviliza, nos la presenta como natural e inevitable.

Actitudes que son negativas se pueden llegar a interpretar como algo bonito, como son los celos o el control.

Claro, ¿esas cosas qué son? pues eso, recursos culturales que están asociados a una idea del amor que se nos presentan como que es algo inalterable porque es algo natural y eso no es así. O sea, estamos en una construcción cultural que se puede deconstruir. Además, si definimos lo que es el amor, pues es muchas cosas, pero no es precisamente esta manera de relacionarse que tiene mucho que ver con la jerarquía, con lo asimétrico y con un reparto muy desigual del poder, que tiene mucho que ver con el género y de ahí la crítica feminista.

Esta manera de entender el amor está diferenciada en función del género y es, digamos, una herramienta cultural para mantener el reparto del poder desigual y, además, injusto entre la gente que nos hemos socializado como mujeres y las que se identifican como hombres. Creo que cuando pienso en las relaciones de la gente joven y de la gente mayor la ideología está presente.

¿Crees que los hombres que se consideran aliados feministas están actuando adecuadamente?

Generalizar con los ‘aliados feministas’ es como algo muy general, es como decir: ¿Crees que las feministas lo están haciendo bien? Creo que el hecho de que el feminismo, digamos que se haya conseguido como cuotas mainstream hasta el punto de convertirse en lo políticamente correcto en los ambientes progresistas, pues obviamente siempre conlleva la posibilidad de un vaciado y que haya gente que adopte estos discursos no por un interés genuino que además implica cambios en el statu quo, así como cambios profundos e íntimos.

El hecho de que esté de moda o de que sea lo políticamente correcto implica que haya gente que ante estos discursos por el interés o el rédito social que se puede ganar, lo emplee como arma de doble filo porque obtiene beneficios de una manera estratégica. En esto de los posibles aliados entran también estos hombres del PP que se plantan en las manifestaciones del 8M, pero también los hombres de izquierdas feministas o militantes de lo que sea cuyo espíritu no siempre va acompañado de una práctica feminista en su vida pública, como en su vida privada. Creo que no es tanto poner el foco en si los aliados lo hacen bien o mal, sino en qué herramientas podemos elaborar colectivamente para que no sea posible vaciar el feminismo y hacer un uso oportunista de posicionamientos feministas. También creo que es importante que las feministas

hablemos de la masculinidad, o sea, creo que la masculinidad y la crítica feminista hacia la masculinidad no es un asunto de los hombres. Yo en ese sentido me siento muy identificada con el discurso que está defendiendo Clara Serra.

Muchas mujeres feministas se preguntan “¿cómo vamos a tener que asumir la responsabilidad de ser pedagogas?”.

Para mí no se trata de quitarle trabajo a los hombres, sino de repensar la masculinidad y generar creativamente otras maneras de posicionarse en el mundo y de relacionarse. Ello no es asunto de los hombres feministas solamente, sino también de las mujeres feministas.

Además, si las mujeres feministas junto con los hombres feministas no repensamos el tema de la masculinidad pues ya va a venir VOX a hacerlo, y ya lo están haciendo. Entonces creo que es una tarea urgente.

No se escuchan tus canciones en la radio convencional, y en parte has decidido desmarcarte de los géneros comerciales. ¿Crees que eso influye en tu alcance musical o te diriges solo al público que realmente quieres?

Yo creo que yo sí, que he decidido plantear una música independiente, aunque yo no he decidido no estar en la radio. Es decir, es un hecho que en la radio hay un monopolio y que, por lo general, la gente que está en la radio es gente que está en multinacionales. Eso no es algo que yo decida, sino que es un circuito que existe y en el que puedes intentar entrar o no. También estar ahí supongo que tiene ciertas implicaciones. Yo estoy satisfecha con haber llevado un camino de libertad creativa y también expresiva. Estoy satisfecha con lo que hago. No suele haber mucha gente independiente sonando en la radio. Creo que es importante y necesario introducir discursos críticos en todas partes. No solo en los espacios marginales del poder, sino que es interesante estar en lugares mainstream y cambiar el discurso mainstream.

¿Nos podrías recomendar a algún artista que consideres que está en el mainstream que te guste?

Las propuestas artísticas que me parecen interesantes, algunas lo son por lo artístico y otras por el discurso que introducen o una manera crítica de hacer. Hay cosas que me gustan, pero que no las recomiendo porque no sean transformadoras. Me gustan Nathy Peluso o Rosalía.