
La popular y veterana emisora de radio "Radio faro del Noroeste" sigue su proyección hacia una mayor ampliación de su cobertura.
El pasado jueves día 17 de febrero y con la presencia del Presidente del Gobierno de Canarias, la Vicepresidenta del Gobierno de España, Teresa Ribera, las alcaldesas de San Bartolomé de Tirajana y Mogán, la Presidenta de Red Eléctrica de España, el Presidente del Cabildo de Gran Canaria y una amplia representación de cargos públicos y miembros de organizaciones sindicales, empresariales y sociales, se celebró un acto institucional de enorme trascendencia para Gran Canaria y Canarias: de manera simbólica se colocó la primera piedra de la central hidroeléctrica del Salto de Chira
Efectivamente fue un gran día para Gran Canaria y para Canarias. Compartimos con emoción, con esperanza y con orgullo que Salto de Chira sea una hermosa realidad. No hay noticia que mejor pueda cubrir de verde este tiempo lleno de dificultades e incertidumbres. Nuestro pueblo merece que sus grandes sueños se materialicen, los sueños que hablan de proteger una naturaleza y un territorio excepcionales y de avanzar para alcanzar la soberanía energética, hídrica y alimentaria.
Celebramos no solo el comienzo de una gran obra, celebramos el inicio de un nuevo tiempo largamente esperado: la garantía de que un modelo de ecoísla es posible y de que podremos legar a las próximas generaciones una tierra que estamos obligados a proteger. Por ello es también fundamental crear las condiciones para que este archipiélago anclado en medio del Atlántico pueda lograr oportunidades sostenibles de desarrollo reales en el futuro.
Salto de Chira es una herramienta imprescindible para alcanzar esos objetivos, para hacer posible un modelo de progreso ecosocial que garantice nuestra supervivencia. Con el comienzo de las obras abrimos de par en par las puertas a un tiempo nuevo que reafirma a esta isla como tierra de oportunidades, de transformación, de vanguardia y de compromiso medioambiental.
En Gran Canaria, en los dos últimos siglos, hemos tomado decisiones que nos han permitido ser referentes de progreso, de innovación y de vanguardia. Así ocurrió con la construcción del Puerto de la Luz y de nuestro aeropuerto, con la edificación de un entramado de grandes presas que nos hace ser uno de los territorios con mayor densidad en el mundo en estas infraestructuras, con la implantación de una potente red de desaladoras para combatir la falta de agua…
El Salto de Chira pertenece a ese grupo de grandes realizaciones estratégicas que nos permitiráintegrar la protección del medio ambiente, las soberanías energética, hídrica y alimentaria y la descarbonización. Este paso justifica la enorme alegría de este momento.
Gran Canaria está comprometida en la lucha contra la emergencia climática. Hemos aprobado, entre otras cosas, la primera estrategia en Canarias de adaptación y mitigación del cambio climático, impulsado un plan intensivo para implantar y favorecer el autoconsumo y afianzado el Pacto de las Alcaldías por el Clima. El Salto de Chira se incluye y es vital en esta propuesta integral. Es la clave que sostendrá la bóveda de la descarbonización y la soberanía energética de la isla para ir dejando atrás las energías fósiles y llegar a ser un día cien por cien renovables. Es preciso que valoremos desde esta óptica la magnitud de lo que hoy celebramos.
Necesitamos transformar y almacenar energía y a la vez disponer del agua que nuestra geografía y el cambio climático nos limita. Yo he comprobado cómo nuestra gente se ha sumado con entusiasmo a este proyecto cuando ha comprendido que da respuesta a las dos debilidades fundamentales de nuestra situación. He visto a los agricultores y regantes de Cercados de Espino, de Barranquillo Andrés, de Tunte, de Mogán, de Tejeda, de Artenara, de las medianías de Gran Canaria, apoyar esta iniciativa con la misma ilusión con la que vieron cimentarse las presas que hoy nos permiten este enorme salto medioambiental, energético e hídrico.
Este gran proyecto, que ha necesitado 11 años de trabajo, de estudios, de negociación, de consenso, de firmeza y determinación, coloca a Gran Canaria a la vanguardia de la modernidad, de la transición ecológica y por tanto de la conservación de la enorme riqueza medioambiental que nos identifica y que refuerza nuestro sentido de pertenencia a esta isla. Sin duda estamos ante la infraestructura más importante de Gran Canaria de las últimas décadas. Sobre el legado de nuestros predecesores, que construyeron nuestras grandes presas para combatir la secular escasez de agua que nos desertiza y con la urgencia climática que condiciona nuestro porvenir hemos trabajado para diseñar un proyecto de almacenamiento como la gran solución energética verde que Gran Canaria tiene en sus manos.
Esta infraestructura goza de todas las garantías medioambientales. Hemos conseguido que el impacto en el territorio sea imperceptible y, desde luego, incomparable con los enormes beneficios que va a generar. Más del 90% de la central irá soterrada. Está garantizada la protección de la biodiversidad de la zona y de todos sus valores arqueológicos. Se ha hecho un trabajo responsable e interdisciplinar que yo agradezco intensamente.
Gran Canaria ha iniciado con paso firme su andadura hacia una revolución energética que nos va a convertir en una referencia mundial. Estoy convencido de que podemos convertirnos en un modelo a seguir para los territorios insulares del mundo. Salto de Chira es el elemento de cohesión necesario para la penetración de las renovables y el soporte de un mix imprescindible de almacenamiento, para avanzar hacia la democratización de la energía a través del autoconsumo, para implantar un modelo de generación distribuida más flexible. Queda pendiente que por parte de los organismos competentes (se lo dije a la Vicepresidenta, aprovechando su presencia) se agilice la ordenación de la energía eólica marina, con el consenso de todas las partes, para evitar los errores de la eólica en tierra. También es necesario la eliminación urgente de las trabas que limitan el desarrollo de las comunidades energéticas y el autoconsumo en general. Hay que aligerar la pesada carga burocrática que ralentiza la implantación de las energías limpias. Es imperativo impulsar el ahorro y la eficiencia energética, porque la situación es muy grave y no hay tiempo que perder.
Agradezco a toda la sociedad grancanaria su movilización unitaria para defender este gran objetivo. En política hay que hacer lo que se debe y lo que hemos prometido a la ciudadanía, aunque nos cueste. No caben dudas cuando lo que está en juego es el futuro de Gran Canaria y de su gente.
A la hora de los agradecimientos, la lista de nombres que debemos recordar es interminable. Estén seguros de que en la memoria del Cabildo de Gran Canaria estarán registrados en su libro de honor para siempre. Pero yo tengo la obligación de citar al equipo del Consejo Insular de Aguas, encabezado por Yonay Concepción que ha llevado la dirección técnica del proyecto y coordinado el trabajo de distintas áreas del Cabildo de Gran Canaria (Medio Ambiente, Consejo Insular Energía, Política Territorial, Patrimonio Histórico, Obras Públicas y Presidencia), al Gobierno de España, a la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, al Instituto Tecnológico de Canarias y, por supuesto, a Red Eléctrica de España. Y tengo que decir que a lo largo de estos últimos años hemos podido sostener distintas posiciones con su gente, pero han sido unos grandes profesionales y siempre terminamos agotando el diálogo y el consenso para poder llegar hoy aquí de la mano.
Y también debo incorporar a esta lista de reconocimientos a expertos de la ULPGC, a todos los partidos políticos presentes en el Parlamento de Canarias y claro está, a la sociedad civil en general. Es sumamente importante que en tiempos de desencuentros y de polarización se expresen estas manifestaciones de unidad de acción y de trabajo compartido.
Empezamos a ganar el futuro como siempre lo hemos hecho, con la unidad de nuestro pueblo, con el coraje necesario para superar las dificultades. Encaramos este futuro con la entereza y la tenacidad que aprendimos de nuestra historia para defender que puedan seguir viviendo aquí con dignidad los hombres y mujeres que vendrán detrás de nosotros. La resignación y el pesimismo no pueden ser una opción. Quienes nos pusieron aquí, lo hicieron con la esperanza de que encontráramos soluciones a los problemas. Y en eso estamos. Contamos con el compromiso de todas las administraciones porque el reto es decisivo. Estoy seguro de que el acto del jueves en INFECAR, dando el pistoletazo de salida a las obras del Salto de Chira tiene mucho de compromiso público para hacerlo realidad. No nos debemos olvidar de la aseveración de Simón Benítez Padilla, que tanto hizo por nuestras infraestructuras hidráulicas : "Todo lo debe la isla a su propio trabajo".
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.
En las últimas semanas hemos asistido a una polémica exagerada, y utilizada de manera interesada, acerca de la diferencia entre granjas intensivas y granjas extensivas y la insostenibilidad de las primeras frente a las segundas. También aquí en nuestras islas tuvo una enorme repercusión aunque lo cierto es que esa polémica poco tiene que ver con nosotros. Los problemas reales de la ganadería en Canarias en general, y en Gran Canaria en particular, son otros y desde el Cabildo estamos trabajando con el sector para solventarlos
De las 1.232 explotaciones censadas en toda la isla, tan solo el 10,4% tiene más del 80% del censo de la cabaña insular, lo que significa que la inmensa mayoría de las explotaciones ganaderas insulares son de pocas cabezas de ganado. El volumen de negocio que aporta el sector es de unos 45 millones de euros lo que supone el 0,2% del Producto Interior Bruto insular.
En los últimos años ha habido una evolución positiva en la ganadería grancanaria. En la última década experimentamos una caída pronunciada de las cabezas de ganado, pero desde el año 2018 se está produciendo una tendencia a la estabilización del ganado en casi todos los subsectores, fundamentalmente en el caprino, ovino y bovino, sin duda por las políticas de apoyo al sector primario y a la ganadería extensiva.
En estos momentos, el 99,3% de las explotaciones de bovino tienen menos de 543 cabezas de ganado. Es decir, y vuelvo a insistir, que la polémica sobre las macrogranjas está muy alejada de nuestra realidad insular. La ganadería en Gran Canaria es extensiva, sostenible, apegada al territorio, al paisaje, a las tradiciones y a la identidad de nuestro pueblo.
Para afianzar este modelo el Cabildo de Gran Canaria puso en marcha el Programa Insular de Desarrollo de la Ganadería Sostenible que engloba diferentes acciones estratégicas con el objetivo de obtener una mejora de las condiciones de producción y transformación de determinadas instalaciones ganaderas, para mejorar la competitividad de las explotaciones y reducir los costes. Este programa se engloba dentro del Plan Estratégico del Sector Primario de Gran Canaria.
El Plan contempla acciones de formación, con más de 28 cursos específicos al año para el sector ganadero así como la Escuela de Ganadería y Pastoreo y la de Apicultura, ambas actualmente en su cuarta edición. Asimismo se están realizando importantes inversiones, como la del centro de reproducción animal de razas autóctonas ganaderas en el Polígono Agroganadero de Corralillos (con 900.000 € )o las nuevas instalaciones de la Escuela de Apicultura (220.000 €). Especial mención merece la línea de ayudas iniciada en 2019 para la implantación de Energías Renovables o de medidas para la eficiencia energética. Se han beneficiado 60 explotaciones por un importe superior a 1,2 millones de euros. También las subvenciones para la ejecución de mejoras sanitarias, ambientales, funcionales y estéticas que han llegado a 55 explotaciones con un importe total igualmente de 1,2 millones de euros.
Otra de las prioridades que hemos asumido es la de la mejora en la gestión de los residuos ganaderos a través de la Planta de Gestión de Residuos Agroganaderos cuya instalación en el Polígono de Corralillos en Agüimes está en trámite: una planta de biogás destinada a la gestión de los subproductos animales no destinados a consumo humano y otros subproductos de origen vegetal generados por el sector primario de Gran Canaria.
La inclusión de la economía circular en el sector ganadero es fundamental. Para eso se está fomentando el uso de subproductos ganaderos en agricultura a través de un censo de más de 70 explotaciones ganaderas en los 21 municipios grancanarios por el que se ofrecen gratuitamente los residuos generados (estiércoles, purines, sueros, etc.) a las explotaciones agrícolas que lo deseen para su uso, tanto para las labores de fertilización como en la lucha contra plagas y enfermedades de los cultivos en Gran Canaria. La modernización de la gestión también se refleja en el I+D+i, especialmente centrado en la mejora genética de las razas ganaderas autóctonas.
Se impulsa de la misma manera la investigación y el desarrollo de la abeja negra canaria (a través de un convenio con la ULPGC) y la mejora genética de la raza caprina majorera, ovina canaria, bovina canaria y porcina negra canaria, en virtud de subvenciones a las asociaciones de criadores de razas ganaderas autóctonas.
No obstante, el elemento clave para la pervivencia, consolidación y crecimiento del sector son las ayudas específicas al sector ganadero y quesero, que para este año 2022 cuentan con un presupuesto de 2,9 millones de euros. Los ganaderos y ganaderas de Gran Canaria están sufriendo un enorme problema por los aumentos de los costes de los insumos. Estamos hablando fundamentalmente del crecimiento del precio de los alimentos para el ganado como consecuencia de la inflación y los problemas de suministro derivados de la pandemia, pero también del aumento del coste de la luz o el combustible.
Y para contribuir a paliar esa situación, hemos creado una partida específica de 2 millones de euros para este año 2022 centrada en la compensación del incremento del precio de la alimentación animal. Será una subvención ágil y de concesión directa, que se asignará en función de las cabezas de ganado y que podrá solicitarse de forma telemática a través de la sede electrónica del Cabildo de Gran Canaria: https://sede.grancanaria.com/es que esperamos poder abrir en las próximas semanas.
Este es un primer paso, pero vamos a seguir trabajando con el sector para compensar una situación que creemos, se va a mantener en el tiempo. En una mesa de trabajo creada recientemente con el sector ganadero se ha acordado un plan de trabajo que incluye diferentes actuaciones. En colaboración con las distintas cooperativas y asociaciones agrarias vamos a realizar un estudio de costes de producción de los principales productos ganaderos que sirva como referencia en el cumplimiento de la Ley de Cadena Alimentaria. Ya está en marcha con personal de la Consejería y el apoyo de COAG Canarias.
Asimismo, estamos intermediando con las principales cadenas de hipermercados y de supermercados (se consume desde ahí el 62% de los productos) así como con las empresas insulares transformadoras de la leche para que sean sensibles a la situación actual y que no solo el sector primario sea quien soporte la subida de costes generalizados de la transformación y comercialización.
Vamos a seguir potenciando igualmente el forraje local, a través del Plan Forrajero de Gran Canaria, del que ya participan 65 agricultores y ganaderos, con 120 hectáreas en cultivo en las medianías norte de la isla. Si bien nunca se producirá un volumen suficiente para suplir lo que se importa, sí tiene margen de crecimiento para sustituir una parte con ayudas específicas para ello.
En la línea de trabajo encaminada a sensibilizar, concienciar y formar a la ciudadanía en las ventajas del consumo del producto local, seguiremos con la programación que realizamos cada año de ferias de ganados, jornadas como la del cordero o del baifo, encuentros insulares de concursos y catas, exposiciones en certámenes internacionales o muestras como las de Expoagro o Gran Canaria Me Gusta.
En definitiva, desde 2015 el Cabildo está comprometido en el desarrollo e impulso de un sector ganadero sostenible y extensivo, que contribuya a la conservación del paisaje, a la lucha contra los incendios, a generar empleo de calidad, a evitar la despoblación de las zonas rurales y a reducir las importaciones que generan una mayor huella ecológica. Un sector arraigado en los saberes tradicionales pero también volcado en la modernización y la innovación, valorado por los consumidores y que se complemente con el sector agrícola, turístico y gastronómico. Sin duda un pilar imprescindible para la transformación económica, social y ecológica que estamos implementando y que denominamos ecoísla.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.
El Jardín Botánico Viera y Clavijo, nuestro Jardín Canario, ha arraigado en la sociedad insular como referencia de prestigio internacional y de implicación en la protección de la flora. Y en eso han tenido mucho que ver las personas que lo han dirigido: primero fue Eric Sventenius, quien diseñó y dirigió la puesta en marcha de la propuesta de un botánico para Gran Canaria, el mayor de España. Durante dos décadas se construyó una gran parte de este espacio en cuyas laderas comenzaron a crecer las diferentes especies de la Macaronesia que escalaban hacia Tafira por el cauce del barranco Guiniguada, una joya de la naturaleza por la que, en unos pocos kilómetros, descienden las aguas de la cumbre, desde 1850 metros de altura, recorriendo fértiles vegas hasta alcanzar el mar en el centro de la capital, en Vegueta.
Sin embargo, en 1973 un trágico accidente dejó vacío -de forma inesperada- el puesto de director, en un momento crucial para el desarrollo del Jardín Canario. Y se cubrió este cargo con la figura prominente de David Bramwell, que dedicó la mitad de su vida a dirigir y proyectar un botánico en pleno crecimiento. Y en esta tarea se empeñó personalmente durante casi cuarenta años, dando forma al Jardín Canario (con la delicadeza de quien cuida una porcelana fina como las que conforman su excelente colección), planificando los recursos naturales de la isla y manteniendo la tradición de la comunidad británica de hermanarse con la población isleña.
La elección de Bramwell fue promovida por varias personas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife, donde conocían bien los pormenores del Jardín Canario, ya que Sventenius intentó realizar su proyecto primeramente en la isla del Teide. Eran todas conocedoras de los trabajos de investigación iniciados por Bramwell. En Gran Canaria, el Cabildo Insular presidido por Juan Pulido Castro, a quien sustituyó momentáneamente Alejandro Castro, inició la búsqueda del candidato a director del jardín asesorado por el equipo creado por Sventenius, con Fernando Navarro y Jaime O'Shanahan cuya relación familiar con el botánico sueco le permitía conocer perfectamente las cualidades necesarias para dirigir el proyecto y, desde luego, conocían las inquietudes y el espíritu de entrega del joven investigador de la flora isleña, David Bramwell. La propuesta contó con el aval de expertos como Wolfredo Wildpret de la Torre, Antonio González y González, así como con el apoyo del profesor de la Universidad de Reading, Vernon Heywood. Logró así la aprobación del entonces presidente insular, Lorenzo Olarte Cullen.
Para explicar la figura de David Bramwell ha sido muy acertado el símil utilizado por el periodista Juan José Jiménez, que lo llama drago. Y así es. Estamos ante un drago de altura, pero también de hondas raíces en Gran Canaria. Un investigador y gestor centrado en el discurso científico. Muy metódico, ordenado, cumplidor de las tareas y siempre preocupado por el futuro del Jardín Canario, así como de otros retos e iniciativas como el cambio climático, un Parque Nacional para la isla, la gestión del planeamiento insular y los espacios protegidos. También fue un generoso activista en la sociedad civil de Gran Canaria y comprometido públicamente en asuntos de trascendencia más allá del Atlántico. Su conocimiento de la isla era muy profundo y su mirada global daba perspectiva y proyección a sus planteamientos.
Estamos ante lo que él llamaba el ‘sindrome de islas’, como recogiera del biólogo estadounidense Sherwin Carlquist y que –en síntesis- viene a explicar que en los territorios insulares se producen variaciones sobre las especies, perdiéndose la capacidad de dispersión de las semillas en mayor cantidad que en territorios continentales y mermándose la capacidad de vuelo en aves e insectos. Una transformación natural que nos hace más vulnerables, sin poder migrar, lo que hace que las amenazas climáticas sean devastadoras para nuestro medio. Y eso le preocupaba, muchísimo, a David. Siendo consciente de la fragilidad del equilibrio en el medio insular luchó con ahínco para argumentar científicamente la necesidad de proteger nuestra naturaleza y concienciar de ello a la población isleña. Esas son sus huellas, las que han arraigado en este Jardín Canario.
Esas raíces permanecen aquí, con ese formidable drago llamado Bramwell que pervivirá en nuestra memoria y en el sentir de la sociedad grancanaria. En este espacio del gran Guiniguada, rodeados por la Macaronesia en miniatura, en un reducido territorio que David -junto a todo el personal del Jardín- ha convertido en una visita indispensable, en un lugar de encuentro entrañable para que nuestra población y cada vez más visitantes colaboren con su cuidado. Dragos, pinos, palmeras canarias a unos pasos de ejemplares de tabaibas, saúcos, crestas de gallo, cardones..., todo distribuido en un escenario natural que alberga la mayor densidad de especies endémicas por metro cuadrado del mundo, donde en cada rincón encontramos referencias a personas que han dejado también sus raíces en nuestra flora: Sventenius, los diez sabios, el jardín de Zoe, Fernando Navarro, el matrimonio Kunkel... Ahora es un buen momento para reflexionar acerca de cómo preservar la figura de David en toda su dimensión para quienes lleguen a esta gran reserva natural, única en el mundo.
En los últimos meses, ya consciente de la gravedad de su enfermedad, David Bramwell culminaba la elaboración de un libro sobre el Guiniguada, su entorno de trabajo durante décadas. Quería dejar finalizadas sus tareas, empeñado en trabajar hasta el último momento, demostrando su implicación con Gran Canaria y el planeta. Su vida ha sido una entrega plena a la conservación de la naturaleza, especialmente de Canarias, a la que dedicó hasta su último aliento. Este drago, que fue capaz de impulsar la proyección y la conexión internacional del Jardín permanecerá siempre entre nosotros. Será siempre motivo de orgullo poder reconocer de forma permanente a quien impulsó la labor de investigación pero también la interacción con la sociedad isleña sensibilizando a la población sobre la riqueza natural que nos rodea. Entre otras actuaciones, Bramwell impulsó líneas de publicaciones científicas, la puesta en marcha y consolidación de la ‘Revista Botánica Macaronésica’ o la creación del primer banco genético de flora Macaronésica, ahora orgullo del Jardín Canario y referencia mundial.
El Jardín Canario cumple 70 años en 2022. El fallecimiento de David una década después de su jubilación, nos muestra un espacio maduro pero joven a la vez, y en constante rejuvenecimiento, en el que la flora canaria exhibe todo su vigor y originalidad. Cada planta de este jardín es una vida, cada rincón de este jardín es un ecosistema. Y cada director del Jardín Botánico Viera y Clavijo ha dedicado su vida a la organización, a la armonización y a la proyección del mayor jardín botánico de España y el más importante en el mundo sobre la flora de la Región Macaronésica.
El Jardín Canario seguirá la estela iniciada por Sventenius y Bramwell en unos momentos difíciles para nuestro planeta. Tiene que seguir siendo un ejemplo del delicado equilibrio entre la naturaleza y la acción del ser humano. Un centro de aprendizaje y de sensibilización para nuestra sociedad sobre la importancia de la gestión sostenible de los recursos y de la inigualable riqueza natural de nuestro territorio. Tenemos que reconocer la labor de las personas que han hecho posible este Jardín y continuar con un proyecto que nos sitúa a la vanguardia de los jardines botánicos de España y que es una referencia mundial. Por eso, tal como anunciaba David hace dos años, mantendremos la lucha iniciada desde el Cabildo y su Jardín Canario y nos hacemos cargo de su testigo para que –citando sus propias palabras- “consideremos lo que estamos haciendo e intentemos hacer algo positivo para las generaciones futuras que tienen el derecho moral de heredar y vivir entre la maravillosa diversidad del planeta”.
Un planeta que mantiene la esperanza gracias a figuras emblemáticas como este drago de nuestra isla, drago de amistad y de entrega a quien siempre recordaremos.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.
Quienes señalan los terribles indicadores sociales de pobreza y exclusión que padece Canarias parecen olvidar que llevamos conviviendo con esa realidad desde hace décadas. Hay también quienes responsabilizan al actual Gobierno de las altas cifras de paro o de la divergencia en las rentas de las familias canarias con respecto a la media del Estado, saltándose olímpicamente el hecho de que la brecha entre las islas y la Península no es nueva y si se agravó especialmente, fue en la primera gran crisis
Tras padecer ese terrible crack económico del 2008, causado por una economía especulativa salvaje, que hizo estallar el mercado del crédito y el sector inmobiliario, las Islas Canarias empezaron un rápido proceso de recuperación, con indicadores por encima de la media estatal. Entonces llegó el segundo tsunami, una pandemia que paralizó el comercio y el turismo en el que se sostiene en gran medida nuestra economía. Y a pesar de esa nueva circunstancia sobrevenida e inesperada, Canarias ha sabido sobreponerse y sobrevivir. ¿Tan difícil es darse cuenta del milagro que hemos logrado?
Hasta el opositor más recalcitrante tiene que reconocer que la campaña de vacunación realizada en nuestra Comunidad Autónoma, que ha salvado tantas y tantas vidas, es una actuación extraordinaria y ejemplar. Los trabajadores y responsables de la Sanidad han estado a la altura de lo máximo que se podía esperar de ellos. Con el dinero que ha movilizado la Unión Europea, Canarias ha reforzado el personal de la Sanidad y la Educación, y ha garantizado que se siguieran prestando los mejores servicios en las peores circunstancias que nadie pudo imaginar; con los servicios de Salud colapsados por la presión asistencia del coronavirus.
Frente a la solución conservadora que se adoptó en España en 2008 (austeridad y recortes en los servicios públicos, además de una subida generalizada de impuestos) Europa apostó esta vez por endeudarse para poder superar una situación extraordinaria. Las políticas de liquidez han inundado a los gobiernos europeos de recursos en el peor momento para las economías privadas. Y ha funcionado. El sector público ha mantenido en pie al Estado del Bienestar, y además ha derivado importantes ayudas a las familias necesitadas, a las empresas en dificultades, a las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos.
Canarias ejecutó el año pasado más de dos mil millones en fondos provenientes del Gobierno de España que se destinaron a reforzar los servicios públicos esenciales. Pero además, se han sustentado unos ERTE que han sido fundamentales para mantener vivos a trabajadores y empresas al borde de la extinción laboral por la desaparición de la actividad. Se repartieron más de mil doscientos millones en ayudas directas a las pymes y autónomos. Y se ha intentado mantener vivo el tejido productivo del sector turístico con iniciativas como el pago del IBI turístico o los bonos costeados por la Consejería de Turismo de nuestro Gobierno.
¿Estamos bien? Por supuesto que no. Pero miren a su alrededor. No hay ningún país desarrollado en el mundo que no haya acusado el golpe de la crisis y no haya empeorado sus indicadores. Y es importante señalar algo: Canarias aterrizó en la gran crisis del 2008 con una economía muy debilitada. Una sociedad enferma de paro y de pobreza está en peores condiciones de afrontar un desastre como el que se vivió entonces.
Y lo mismo puede decirse de esta pandemia. Llegamos en malas condiciones. En peores condiciones que muchas otras regiones y países. Sin embargo, hemos resistido. Y en estos meses del nuevo año, en los que parece que la economía empieza a repuntar, los indicadores nos dicen que Canarias empieza a crecer y empieza a recuperarse en niveles que están por encima de la media nacional. Hemos sido de los últimos en caer, pero seremos de los primeros en levantarnos.
No hay que tirar las campanas al vuelo, ni mucho menos. Pero objetivamente hablando, estamos empezando a crecer. Necesitamos que no fallen algunas cosas importantes, como la financiación estatal y el turismo, y que se contenga una inflación que agrava los sobrecostos de la insularidad y puede ser un peligro mortal para Canarias. Pero en este nuevo año, existen razones para la esperanza.
Casimiro Curbelo. Presidente del Cabildo de La Gomera y portavoz de ASG en el Parlamento de Canarias
A propósito de la sentencia sobre el “muelle de la vergüenza”
La Audiencia Provincial de Las Palmas archivó, el pasado 17 enero, la denuncia presentada contra el Gobierno de España por las condiciones en las que, en noviembre de 2020, llegó a hacinar en el Muelle de Arguineguín, que se popularizó como el “muelle de la vergüenza”, a 2.600 personas migrantes llegadas por vía marítima. El juez no ha apreciado delito en las actuaciones. Sin entrar en consideraciones de tipo jurídico, sí quiero valorar algunas de las afirmaciones vertidas por el magistrado en el auto que no se ajustan a la evidencia ni a los datos con los que contamos y mucho menos a los informes de las ONG que documentaron ese hacinamiento.
En el auto, aunque se reconoce que las condiciones eran “lamentables”, se asegura que ''se intentó ofrecer amparo, protección y asistencia, si se quiere insuficiente, pero no había otra alternativa, no era posible prever tan masiva llegada”. Una afirmación que llama poderosamente la atención ya que se formula sin sustentarse en ningún dato y en contra de los informes de todas las organizaciones especializadas en el ámbito, incluida FRONTEX, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas.
En primer lugar, la llegada de migrantes a Canarias por vía marítima no es ni mucho menos un fenómeno nuevo. Han pasado ya más de 26 años desde el 28 de agosto de 1994, fecha en la que llegó la primera patera a las islas, a las costas de Fuerteventura, y aún seguimos sin un sistema estable y adecuado de primera acogida con centros suficientes para atender a estas personas. Pero es que además tampoco es la primera vez que nos enfrentamos a un aumento súbito de las llegadas. Ya en el año 2006 Canarias recibió 31.678 migrantes en la llamada “crisis de los cayucos” y ni después de esa experiencia se han puesto los medios necesarios para atender a este tipo de situaciones.
Por otra parte, esta ola de llegadas se produjo en medio de una pandemia mundial, en la que se impusieron severas restricciones a la movilidad humana, se cerraron las fronteras y durante la cual las llegadas por vía aérea (la principal vía de entrada en España) se redujeron drásticamente. Es decir, que en la Península había miles de plazas de acogida libres para personas migrantes, pero no se quiso derivar a estas personas fuera de Canarias, como tuvieron que hacer de manera solapada y paulatina tiempo después.
Dice asimismo el auto que no era previsible prever “tan masiva llegada”. Sin embargo, el informe de análisis de riesgo de Frontex de 2019 ya avisaba de un aumento de las llegadas a las islas y de la reactivación de la llamada “ruta canaria” debido al cierre de otras alternativas marítimas y terrestres. Es más, el aumento no fue súbito, sino que desde principios de 2020 se fue produciendo un incremento de las llegadas sin que se tuviera preparada una respuesta institucional acorde al volumen de personas desembarcadas en nuestras costas.
También se contaba ya con datos sobre cómo las restricciones pandémicas habían afectado gravemente al envío de remesas de los inmigrantes a sus países de origen y a la venta ambulante, dos de las principales fuentes de ingresos en los países africanos de nuestro entorno. O sobre las consecuencias del aumento de la inestabilidad y del conflicto bélico en el norte de Mali. Es decir, había información más que suficiente que permitía prever un escenario como el que se produjo.
Insisto, sin querer entrar en aspectos jurídicos, llama la atención también que no se aprecie delito alguno en las brutales vulneraciones de derechos humanos que tuvieron lugar en el campamento y que fueron ampliamente documentadas. Se hacinó a 2600 personas en unas carpas cuya capacidad máxima establecida era de 400, se superó ampliamente el plazo máximo de 72 horas de retención (hubo personas que pasaron más de dos semanas bajo custodia policial en el muelle), se les privó de asistencia letrada pese a que muchos eran potenciales solicitantes de asilo, no contaban con inodoros ni agua suficiente y dormían tirados en esterillas en el suelo, entre basura e incluso ratas. Pero parece que nada de esto es constitutivo de delito.
Por último, el magistrado Carlos Vielba concluye en el auto “parece posible huir de la idea de que esta isla (refiriéndose a Gran Canaria) quiera ser convertida en una nueva Lesbos”. En este punto ignora no solo los informes y denuncias de las ONG expertas en materia de migración y asilo, sino incluso la propuesta de la Comisión Europea del “Nuevo Pacto de Migración y Asilo”, así como del Reglamento de Procedimiento de Asilo que, de aprobarse, consolidaría y daría cobertura legal a la actual situación que estamos viviendo y que nos convertiría en un territorio de detención y/o retención de personas migrantes y más concretamente, en este caso, de solicitantes de asilo.
En ese texto se recoge que durante el proceso de asilo (cuya duración no se delimita y por lo tanto es indeterminada) y también si la solicitud de asilo es rechazada, las personas deben permanecer en las “fronteras exteriores de la UE” (es decir en territorios como Canarias) hasta que sean devueltas a sus países. En conjunto las mujeres y hombres migrantes podrían permanecer varios meses retenidos en las islas en contra de su voluntad.
Como han explicado varios expertos y expertas en migraciones como Blanca Garcés, la contención de los migrantes en islas como las griegas o Canarias y el freno a los traslados a territorio continental forman parte de la nueva estrategia que la Comisión Europea quiere implantar en toda la Unión, espoleada por los populismos anti-inmigración de extrema derecha y la complacencia de la derecha tradicional y parte de la socialdemocracia,.
En este sentido, un caso paradigmático es el de los migrantes menores no acompañados que llegan a las islas. Se trata de menores que han pasado por una experiencia en muchos casos traumática, que son especialmente vulnerables y que requieren de centros con personal especializado y políticas de integración. Una competencia estatal que por la vía de los hechos parece haber sido transferida a comunidades autónomas y cabildos. Desde estas instituciones hemos asumido la acogida de estos niños y niñas sin recibir compensación alguna por parte del Gobierno de España y sin que se produjeran derivaciones, a pesar de que en muchos casos la presión sobre los centros de menores era casi inasumible.
Canarias acoge en estos momentos unos 2.645 menores extranjeros que llegaron a las islas no acompañados, de los cuales 1.496 se encuentran en Gran Canaria. Y las derivaciones hacia otras comunidades autónomas apenas ascienden al 3,7%, poco más de un centenar. El Cabildo de Gran Canaria ha llegado a destinar unos 8 millones de euros al año para la atención de estas personas, a pesar de ser una competencia estatal. Las derivaciones son necesarias para poder ofrecer una atención adecuada a estos menores en materia de educación e integración social y laboral para cuando cumplen la mayoría de edad.
En definitiva, al margen de consideraciones jurídicas sobre si lo acontecido en 2020 en Arguineguín pudiera ser constitutivo de delito, lo que sí queda claro es que, pese a lo que dice el auto de la Audiencia Provincial, sí que era previsible el repunte de llegadas, sí que había alternativas al hacinamiento que se produjo y sí que había una manifiesta voluntad política del Gobierno de España de utilizar Gran Canaria y Canarias como un espacio de retención de personas migrantes en consonancia con la orientación de la política europea. Y desde el Cabildo vamos a luchar con todos nuestros recursos para impedir la aplicación de estas políticas. Porque sigue pasando. De hecho, en estos momentos se encuentran hacinadas más de 400 personas en la que se conoce como “nave de la vergüenza”, en Arrecife de Lanzarote, sin condiciones de habitabilidad e higiene y con baños químicos escasos o un único grifo de agua para el aseo.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.
Estamos pasando por malos momentos en la isla, ya no se puede esperar, todo es urgente, las decisiones políticas son urgentes. Antes de tomar una decisión lo primero que tiene que hacer un grupo de gobierno es preguntarse ¿Es lo que quiere el pueblo? ¿Es lo que el pueblo necesita? Lo primero que hay que hacer es pensar en el pueblo.
La política en Fuerteventura está pasando por su peor momento, nunca había pasado lo que está pasando en la isla políticamente hablando.
No hay una oposición constructiva, todo es derribar lo que hace el grupo de gobierno y al contrario también cuando la oposición propone nadie le apoya. Esto es una guerra sin cuartel se sacan los trapos sucios día tras día y eso no es lo que el pueblo quiere y necesita.
Nuestros vecinos lo que necesitan es una unión entre todos para poder sacar al pueblo de este agujero y no estar tirándose los las cosas malas todos los días, o haciendo pactos para su conveniencia política.
Fuerteventura necesita renovar la política actual, esta política antigua y destructiva que no es beneficiosa para el pueblo.
CONTIGO Fuerteventura lleva varios años haciendo oposición desde fuera y es muy difícil estar ahí viendo como no nos tienen en cuenta, cuando proponemos algo eso quiere decir que al vecino y vecina no se le hace caso (lo vemos día a día). Nosotros somos el pueblo también y pensamos por y para el pueblo.
Nuestro partido CONTIGO Fuerteventura no tiene la varita mágica para salir de esta situación, pero tiene 8ideas que se pueden compartir y entre todos sacar un proyecto que ayude a la isla a sobrellevar esta nueva situación que estamos pasando por culpa de esta maldita pandemia.
Desde nuestra humilde opinión que planteo aquí, lo que pedimos a todos los grupos políticos estén gobernando o en la oposición, pongámonos a trabajar y dejarse de tirarse los trapos sucios a la cabeza y desprestigiarse políticamente. Únanse y trabajemos todos juntos, creen mesas de trabajo sectoriales e aportes ideas, que entre todos seguro que salimos de esta.
José Manuel Quintana, presidente insular de CONTIGO Fuerteventura
No. Y mil veces no. No podemos consentir que en Canarias haya ya tres mil menores no acompañados al cuidado de la Comunidad Autónoma sin que por parte del resto de las comunidades autónomas del Estado se haya asumido ninguna responsabilidad y sin que el Gobierno de España haya legislado para posibilitar que la acogida en Península sea una realidad y no dependa de la nula voluntad y solidaridad en las distintas autonomías.
Soy el primero que considera un error la política del victimismo y el enfrentamiento con las autoridades de la administración central, pero el comportamiento con las islas en materia de inmigración desde hace algunos años es inaceptable, intolerable e indigno. Ni se lo merece Canarias, ni se lo merecen, especialmente, las personas que huyen de la pobreza en un viaje que muchas veces termina en una muerte anónima en el fondo del Atlántico.
La Unión Europea y España implementaron los medios técnicos y humanos para blindar la ruta del Estrecho. La entrada de migrantes irregulares en territorio peninsular supone, en la práctica, la imposibilidad de rastrear a las personas que entran, que se pueden esfumar rápidamente en la Península y saltar a otros países del continente europeo. Sin embargo, en el caso de Canarias, la arribada de migrantes se produce en un territorio donde la capacidad de movimiento está limitada y el salto al Continente es imposible. Que la ruta hacia Canarias se haya convertido en la única alternativa para los migrantes africanos no me parece fruto de la casualidad, sino de la causalidad.
Durante décadas hemos visto cómo la UE y nuestro propio país han destinado muchos millones al desarrollo económico de países vecinos, como Marruecos, que han promovido inversiones en turismo o en infraestructuras portuarias que compiten directamente con nuestras islas. Sin embargo, un importante porcentaje de los ciudadanos que están arribando a nuestras costas proceden de ese país. Nadie ha pedido explicaciones a las autoridades de un territorio vecino al que, por ejemplo, se han marchado nuestros cultivos de tomates. Nadie se ha preocupado de explicarnos por qué miles de ciudadanos marroquíes acompañan a los subsaharianos en su escapada hacia Canarias.
Los problemas complejos no tienen soluciones sencillas. Quienes digan que la emigración se puede resolver de un plumazo, simplemente mienten. No es así. Pero la Europa de las libertades no puede asistir impávida a la muerte de centenares de seres humanos en las aguas cercanas a nuestras islas. Y la España de la solidaridad y la justicia no puede consentir ni un día más que Canarias tenga que hacerse cargo de tres mil menores porque no haya ningún territorio del Estado que haya mostrado el mínimo interés por compartir esa responsabilidad.
El Gobierno español tiene que reconsiderar el valor estratégico de Canarias como plataforma de actuaciones y políticas en el continente africano. Y hacer valer ese papel ante las autoridades de la Unión Europea. África es una realidad en transformación y Canarias no puede ser ajena a ese proceso. Podemos ser protagonistas de muchas de las políticas de desarrollo de los países africanos y convertirnos en una pieza vital en la canalización de las actuaciones que se realicen por la Unión Europea, pero para ello es fundamental que se nos permita jugar otro papel y se nos den la suficientes herramientas.
África no es un problema, es una oportunidad. Hay que mirar más allá del presente, hacia el futuro. Pero lo que ahora mismo están haciendo Madrid y Bruselas es mirar hacia otro lado. Darnos la espalda y mirar por encima del hombro unas muertes que, al parecer, no conciernen a nadie. La única manera de acabar con la pobreza es el progreso y el desarrollo. Las muertes de los que huyen de la desesperación se acabarán cuando en los países subsaharianos existan oportunidades para la vida y la prosperidad. ¿Es tan difícil de entender que podemos ser actores de ese cambio?
Pero es que, además, Madrid y Bruselas pueden matar dos pájaros de un tiro. Radicando en Canarias la sede de organismos destinados al desarrollo de países africanos y convirtiendo a las islas en una plataforma intercontinental entre Europa y África, que no solo cambiará la orientación y el control de sus políticas en el vecino continente, sino que promoverá el desarrollo de un archipiélago que, en las últimas décadas, está manifestando déficits estructurales crónicos con los índices de pobreza y exclusión social.
Casimiro Curbelo. Presidente del Cabildo de La Gomera y portavoz de ASG en el Parlamento de Canarias
Gran Canaria vive un momento decisivo de transformación, de superación de una profunda y prolongada crisis. El cambio que se está produciendo afecta a todos los sectores y a toda la ciudadanía, y no sólo es económico y ecosocial: es un cambio cultural profundo. Es un reto para toda la comunidad y sus instituciones, para un territorio con una identidad marcada por la realidad insular y su vocación universal.
Los grancanarios y grancanarias hemos superado a lo largo de nuestra historia crisis muy graves, devastadoras. Y en esos momentos ha sido primordial la acción cultural como respuesta colectiva, propia, original, que aprovecha la experiencia, el conocimiento, las ideas y nuestras tradiciones, para actuar en el presente y anticiparnos diseñando el futuro. Y así lo ha venido haciendo Gran Canaria desde hace poco más de un siglo, con una institución como el Cabildo que ha desarrollado una política de infraestructuras y servicios de promoción convirtiéndose así en el principal motor cultural de la isla. Y su proyecto crece, se completa y nos representa.
Sin embargo, en estos años marcados por el aislamiento de la pandemia, seguido por la esperanza en las vacunas y -encima- con toda la atención centrada en la imparable destrucción del volcán, ha pasado desapercibido el comienzo de esta nueva etapa cultural, con actuaciones de gran trascendencia que cimentan el desarrollo sostenible de iniciativas artísticas, junto a industrias culturales y creativas. La Cultura también forma parte del ecosistema, de la ecoísla.
En primer lugar, logramos un acuerdo histórico que garantiza la preservación del imponente y frágil legado arqueológico del Museo Canario. Una entidad que ha sufrido una larga crisis -desde 2009-, que ha superado gracias a una buena gestión, junto a aportaciones, fundamentalmente, del Cabildo. La situación cambió a comienzos de 2021, tras la firma del convenio que consolida y aumenta la participación insular al incorporarlo como Museo Concertado de Arqueología, lo que supone la más firme apuesta por conservar y divulgar su extraordinaria colección arqueológica. El Gobierno Insular tiene la responsabilidad de buscar y velar por la conservación, protección y difusión del patrimonio cultural de Gran Canaria y este acuerdo cubre todos los objetivos. Paralelamente, hemos iniciado el mayor plan de restauración de yacimientos arqueológicos y de la red insular de centros de interpretación, museos y parques arqueológicos (Cueva Pintada, Cenobio de Valerón, La Fortaleza…). Y compartimos con la humanidad el compromiso de velar por el Patrimonio Mundial de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria tras haberse conseguido su declaración por la Unesco en 2019, creando el Instituto para su gestión y la de la Reserva de la Biosfera
Rescatar, conservar y difundir nuestra riqueza cultural es una de las premisas del Cabildo desde sus orígenes, creando junto a otras entidades e instituciones una red de museos y centros culturales que abarcan una gran variedad de temáticas. Surgirán más, pero quedaba pendiente ofrecer la gran riqueza plástica de la extensa y admirable relación de artistas de nuestra isla. Por ello, el Gobierno Insular crea el Museo de Bellas Artes (MUBEA), para reunir las obras de nuestros grandes creadores y creadoras y mostrar el discurso artístico de nuestra realidad, nuestra evolución, a través de su mirada y su recreación estética. Por fin, esta isla podrá contar con un Museo que muestre la extraordinaria pinacoteca, tras un largo camino, iniciado con la creación de la Casa de Colón, hace 70 años, cuya puesta en funcionamiento gestó la primera gran colección de arte canario. La Casa de Colón surgió para atender muchas necesidades culturales en una ciudad que ya reclamaba una Universidad, destinando este espacio a nuestra proyección atlántica y americanista. Gracias a este conjunto arquitectónico, Gran Canaria es un referente internacional sobre la figura de Cristóbal Colón, quien hace 530 años cambió radicalmente el papel de la isla en la Historia del Mundo.
En el ámbito de las artes plásticas, la Casa de Colón cedió parte de su colección en 1989 al Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), también en Vegueta, al igual que la sala de exposiciones San Antonio Abad y el Centro de Artes Plásticas. Más recientemente, se abriría el San Martín que crece para convertirse en el MUBEA. Un espacio arquitectónico que, junto al nuevo aparcamiento y las mejoras de accesibilidad que se han realizado, contribuirá a dinamizar Vegueta.
Nuestra actividad cultural se ha extendido a diversos campos de las artes, impulsados por la iniciativa de nuestras industrias culturales y artísticas, a pesar de las dificultades endémicas propias del aislamiento y las crisis que padecemos. Por ello es importante desarrollar las singularidades fiscales y la conectividad, cuyo ejemplo más claro es la fiscalidad especial para la producción audiovisual, un sector que permite diversificar la economía y el empleo. El Cabildo da respuesta a las necesidades de las empresas cinematográficas con los nuevos platós y el centro de animación en la Institución Ferial de Canarias. Una apuesta que también suma recursos, como el Centro de Cultura Audiovisual recientemente remodelado en Schamann y que incorpora nuevas líneas de trabajo.
Otra de nuestras grandes apuestas gira en torno a la música y el folclore, con una larga trayectoria de colaboración con históricos festivales, fundaciones (Nanino Díaz Cutillas, Pancho Guerra y el Instituto de las Tradiciones, en colaboración con Los Gofiones). Mantenemos así la tradición de vanguardia que en nuestra isla supuso la creación de la primera Sociedad Filarmónica de España, precursora de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. También impulsamos nuestro apoyo al legado de Alfredo Kraus, a través del convenio con la Fundación del gran tenor. Así vamos a poder contar con un espacio de formación, archivo, museo y centro cultural como había deseado el propio Kraus y su familia al constituir la Fundación hace 25 años.
En las letras canarias, no olvidamos que nuestras islas fueron avanzadilla de la literatura surrealista, de la poesía social, del redescubrimiento del habla canaria. Mantenemos la investigación, con diversos concursos, premios, jornadas, coloquios..., las ediciones, la librería. Una actividad que crecerá con la ampliación de la Biblioteca Insular, junto al Guiniguada.
Y todo ello es posible gracias a una red de equipamientos que el Cabildo posee en toda la isla. Entes vivos que programan permanentemente, departamentos que promueven la formación, la actualización y la promoción exterior de nuestra cultura. Entre otras actuaciones, el Cabildo es el promotor, gestor o colaborador fundamental en una amplia oferta cultural. Un repaso no exhaustivo y que en parte hemos citado, incluye: las Casas-Museo Galdós, Colón, Antonio Padrón, Tomás Morales y León y Castillo; el Teatro Cuyás, Sala Insular de Teatro, Biblioteca Insular, librerías y tiendas, la Fedac, Orquesta Filarmónica, Servicio de Publicaciones, CAAM, San Antonio Abad, el Centro de Artes Plásticas, el Mubea, y el uso de Infecar y otros recintos (deportivos, etc) para eventos culturales. Además, el Cabildo participa al cincuenta por ciento en la gestión del Auditorio Alfredo Kraus y del Teatro Pérez Galdós. Son numerosas las entidades culturales que se acogen a las convocatorias del Cabildo, así como otras que han sido alojadas en instalaciones de la Corporación Insular, como la Escuela de Actores de Canarias.
A ello se suman programas específicos, circuitos de arte o espectáculos, o el ‘Pacto por la lectura y escritura en Gran Canaria. Isla de libros’. Estas y otras iniciativas tienen un objetivo claro: fortalecer una identidad cultural que se ha forjado desde el aislamiento hacia nuestra comprensión del mundo.
Las Palmas de Gran Canaria optará en 2031 a ser Capital Europea de la Cultura. El Cabildo de Gran Canaria no solo apoya esta propuesta sino que contribuye de manera decidida y decisiva a hacerla posible.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.
No cejan los lobbies del gas en su intento de imponernos un combustible caduco y contaminante aún a costa de retrasar la penetración de las energías renovables. Obviamente, les importa un comino el calentamiento global y sus peligrosas consecuencias. Hay que producir gas, hay que vender gas y no se puede frenar esta espiral porque limitaría su capacidad de control estratégico sobre la política y la economía y mermaría considerablemente sus multimillonarias ganancias. Y detrás acaudaladas y torticeras campañas para hacernos creer que es un combustible fósil menos contaminante y más limpio a costa de conducir al planeta a su devastación climática.
El pasado año el precio de la electricidad no dejó de subir de manera alarmante en España y en la mayoría de los países europeos. Son muchos los factores que influyen en esta alza de precios. En España y en algunos otros estados juega un papel importante un conjunto de impuestos que se cargan en el recibo de la luz y también los derechos de emisiones, pero el motivo fundamental radica en un sistema mayoritario marginalista que obliga a pagar la electricidad al precio que marca la generación más cara.
Pues bien, la causa principal de ese constante aumento del precio de la electricidad en el último año se debe a que el petróleo y el carbón se han encarecido, pero especialmente a que el gas ha aumentado su precio en un 340% y no ha servido para nada que las renovables fueran las energías más baratas en España y en el mundo en el 2020 y que en ese mismo año el 44% de la energía consumida en España fuera renovable.
Pero es más, la inseguridad del suministro de gas en Europa es cada vez mayor por razones geoestratégicas. En España el conflicto último entre Argelia y Marruecos a causa del Sáhara ha dificultado la llegada del gas argelino a la península a través del país alauita. La mayoría de los países suministradores están inmersos de manera continuada en inestabilidades y conflictos.
La batalla parecía ganada. Salvo los sectores negacionistas más reaccionarios –que siguen invirtiendo cifras multimillonarias para deslegitimar la evidencia científica del calentamiento global- ya casi nadie dudaba de la necesidad de frenar el aumento de 2 grados de la temperatura en el planeta y sus peligrosas consecuencias. El consenso era también muy amplio en la comunidad internacional sobre el objetivo imprescindible de reducir a la mitad las emisiones de CO2 en los próximos 30 años y la descarbonización plena en el 2050.
Pero la Unión Europea ha dado un paso atrás gravísimo en los últimos días al anunciar que va a proponer incluir a la energía nuclear y al gas natural en su catálogo de actividades verdes. No cabe la menor duda de que es una decisión fruto del poder de los lobbies sobre las fuerzas conservadoras que dominan el espectro político, junto al juego de poderes entre los países más potentes del continente que libran una batalla por mantener sus estatus en torno a las nucleares, el gas, el hidrógeno o las renovables.
Este giro de la política energética y ambiental se debe también, con absoluta certeza, a la incapacidad de los gobiernos para afrontar una transición energética real y contundente liberados del yugo de las grandes energéticas y corporaciones trasnacionales. Los pasos para hacer posible la democratización de la energía a través del ahorro y la eficiencia, el autoconsumo, las comunidades energéticas o las instalaciones públicas han sido imprecisos, vacilantes, cuando no nulos o muy limitados. Lo cierto es que esta decisión frenaría de manera brutal la inversión en energías limpias porque se abren otras posibilidades inversoras en un sistema bastante cautivo de los grandes fondos, cuyo único credo es la obtención del máximo beneficio aunque sea a costa de la salud del planeta. Conseguiría, de la misma manera, desviar las ayudas públicas al gas y a las nucleares y disminuir, por tanto, las destinadas a las renovables.
Si bien es verdad que muchos países han mostrado su rechazo a esta medida (algunos como Austria han amenazado con llevar la decisión final a los tribunales), la realidad es que España mantiene una posición de calculada ambigüedad. Desde luego, bastante menos beligerante que las de Alemania o Austria. La Ministra Teresa Ribera ha abogado porque la UE no califique como verde al gas y a la energía nuclear sino que las sitúe en una categoría intermedia, como “ámbar”. En esa línea ya estaba trabajando el Ministerio español para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que acaba de someter a información pública una orden por la que pretende dar vía libra a la penetración del gas –también para Canarias y Ceuta- en sustitución del fuel y como elemento de transición (la eterna matraca), aunque en el caso de nuestro archipiélago la legislación impide nuevas inversiones que lleven sobrecoste.
Obviamente el gas no puede ser –y menos en Canarias- ni verde ni ámbar. Lo ha dicho por activa y por pasiva hasta la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia. También lo ha dicho el Gobierno de Canarias en este mandato y lo sigue defendiendo el Cabildo de Gran Canaria. No habrá regasificadoras en las islas bajo ningún concepto. En la misma línea se ha pronunciado igualmente Endesa, la empresa propiedad del Estado italiano, a quien no convence una inversión gasista para una transición a las renovables que podría ser casi un salto, inmediata. Otra cosa es el gas líquido como combustible para los buques en nuestros puertos.
El propio Banco Europeo de Inversiones anuló en octubre de 2019, ante una denuncia del Cabildo de Gran Canaria y de la Asociación de Empresarios de El Goro, la financiación destinada a Redexis para hacer posible la penetración del gas ciudad en las islas.
Invertir en Canarias en infraestructuras gasistas de alto coste (regasificadoras, gaseoductos, etc…) sería dar la puntilla a la penetración de las renovables. Su única significación sería parar el proceso de introducción de las energías limpias. El Ministerio debería asumir de una vez por todas que la penetración masiva de las renovables pasa por la búsqueda de almacenamientos como el del Salto de Chira y otros sistemas complementarios, por el autoconsumo masivo sin las trabas burocráticas que hoy lo limitan y ralentizan y sin las ayudas suficientes, por desarrollar de una vez por todas la legislación que permita avanzar con las comunidades energéticas, por ordenar el espacio marino para la eólica en el mar y por flexibilizar la generación con plantas de menor envergadura y distribuidas por el territorio.
Sobre todo esto también tendrían mucho que reflexionar los nuevos neonegacionistas “verdes” quienes, con elucubraciones e intereses ajenos a la lucha contra el cambio climático, de diversas maneras están poniendo trabas a las energías limpias impidiendo así su penetración. Lo he afirmado en distintas ocasiones, la demanda de una absurda moratoria desde algunas organizaciones ecologistas no hace sino dar alas a los lobbies de los hidrocarburos, a las petroleras, y frenar un cambio de modelo absolutamente imprescindible. Eso no quita que exijamos rigurosidad en la ordenación de los espacios, en la aplicación de todos los mecanismos de protección medioambiental, en la protección de la biodiversidad…
Joan Herrera, ex director del IDAE y ex diputado de Izquierda Verde IU-ICV, escribió en La Vanguardia el pasado 13 de mayo de 2020 un artículo titulado “Renovables: avanzar, condicionar, nunca paralizar”, donde afirma que “paralizar los proyectos de energías renovables es dar un aval a los ciclos combinados, a una mayor contaminación, al bloqueo de la electrificación de la movilidad y al continuismo de las nucleares”. Miren si tenía o no razón en sus advertencias.
Cité en su día al filósofo Ramón del Castillo “la derecha está cada día más encantada con una izquierda que transige con la ecología espiritualista, porque así ella puede reivindicar la ecología realista”. Como plantea el radical activista y teórico sueco Andreas Malm, la única solución posible para el cambio climático pasa por reducir el combustible fósil, no tanto por llevar bolsas de tela al supermercado. Y termino haciendo referencia, a modo de reflexión, a un articulo publicado días atrás en El País por el Profesor Oriol Bartomeus ( El peligro del ecologismo bobo). El texto finaliza así: “La lucha contra la emergencia climática entra en un terreno peligroso. Su implementación no es neutra ni el consenso alrededor de su necesidad es unánime y será eterno. Su saldo empieza a contar con algunos damnificados, que deben ser tomados en consideración. Si la derecha reaccionaria se sale con la suya y consigue volver a amplios sectores sociales contra las políticas medioambientales, va a ser prácticamente imposible frenar el calentamiento global y cada vez más serán más frecuentes las cumbres de tristes finales y compromisos vagos”. Es para hacérnoslo mirar
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.
El mismo día que el Patronato de Turismo cambió su histórico nombre por Turismo Gran Canaria, firmamos la Carta de Compromiso con el Turismo Sostenible, el acuerdo que nos compromete a impulsar el sector económico más importante de la isla hacia un futuro acorde con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y con las tendencias de un mercado europeo cada vez más preocupado por los problemas ambientales. La Carta fue firmada por el consejero de Turismo, Carlos Álamo, el director del Instituto de Turismo Responsable (ITR), Tomás de Azcárate y yo, como presidente del Cabildo. Nos acompañaron varios consejeros/as del Grupo de Gobierno y de la oposición, así como empresarios/as y profesionales de un sector que abarca un gran número de actividades y repercute directamente en el resto de sectores económicos, además de su enorme impacto en el empleo. Este día marcó una nueva etapa para el turismo en nuestro destino. Con más fuerza en la marca y hacia un modelo más sostenible para nuestra isla.
El pacto de Gobierno firmado por el PSOE, Podemos y Nueva Canarias establece un objetivo central y transversal al que llamamos Ecoísla y persigue la consecución de un desarrollo adaptado a nuestra realidad, a nuestras necesidades y a un proyecto de futuro para Gran Canaria. La Carta pretende llevar al sector turístico los criterios de certificación elaborados por expertos de la Unesco, el organismo de Naciones Unidas para promover el desarrollo sostenible, mediante la adhesión al programa internacional Biosphere, del ITR, certificado por la Unesco y por la Organización Mundial del Turismo.
La certificación que vamos a impulsar no se limitará a avalar el turismo sostenible, sino que será una herramienta para difundir la importancia de nuestro pequeño trozo de Biosfera para el mundo. Y también servirá para que tomemos conciencia de que es la isla que compartimos y queremos la que hemos de defender y preparar para la crisis climática.
Para poder profundizar en nuestra apuesta como Destino Biosphere, desarrollaremos el método del ITR que dirige Tomás Azcárate, un experto que ha presidido los organismos de la Unesco que impulsan el Programa Hombre y Biosfera (MAB), como son el Consejo Internacional del MAB y el Consejo Asesor de Reservas de la Biosfera de la Unesco. A ello se suma su participación directa en las políticas europeas como Secretario General de Medio Ambiente de la Asamblea de Regiones de Europa.
No es menos relevante el conocimiento que Azcárate tiene de Canarias, una de las regiones con mayor biodiversidad del mundo, tras dirigir el Centro de Ecología de Canarias del Icona, presidir el Patronato del Parque Nacional de Doñana y ser miembro del Patronato del Teide. A todo ello, se suma su respaldo activo a la labor de la Unesco como Presidente de la Asociación Internacional de Amigos de las Reservas de Biosfera. Pocos mejor que Azcárate pueden entender la relación entre biosfera, Canarias y el desarrollo turístico sostenible.
El Cabildo es consciente de la importancia de la actividad turística en la consecución de un proyecto de desarrollo ecosocial para nuestra isla. La demanda de nuestros visitantes es cada vez mayor en este sentido y están dispuestos a pagar más por la sostenibilidad del destino, según las encuestas realizadas en el sector. Por ello, promovemos un sistema de medición de la sostenibilidad. Gracias a esta iniciativa, cualquier empresa de la isla podrá obtener distintivos que reconozcan su contribución a los objetivos de la ONU.
Estamos adaptándonos para alcanzar -sin dilación- los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El diagnóstico preliminar que hemos realizado en este Cabildo concluye que estamos ya trabajando en un 70% del conjunto de las metas de los ODS. Y lo hacemos en todas las áreas, en cumplimiento del Pacto de Gobierno entre las fuerzas progresistas de Gran Canaria. Un proyecto político que iniciamos hace seis años, que se vertebra sobre la defensa del territorio, del paisaje, de la isla y la conciencia sobre el planeta. Porque actuar preparándonos para el futuro es mejorar nuestro presente, crear empleo y potenciar nuestro desarrollo económico. La movilización de los recursos de la Corporación junto a los fondos europeos para la recuperación, impulsarán el cambio. Es nuestra oportunidad y nuestro deber.
El sector turístico de Gran Canaria inicia el último tramo para ser un 'Biosphere Destination'. Este reconocimiento es otra importante herramienta para lograr nuestros fines. Se suma a la creación del Instituto Insular para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria. Y también a la declaración de la isla como Destino Starlight. De esta manera, la Unesco ya aportará cuatro reconocimientos a la isla, pero llevamos a cabo más actuaciones. En toda la isla, en todos los ámbitos. Vamos a presentar la candidatura por el Parque Nacional de Guguy y contamos con un Pacto de las Alcaldías, gracias al cual disponemos de diagnósticos y planes de actuaciones para cada municipio. Hemos sido la primera isla en desarrollar esta iniciativa.
Nuestro modelo de ecoísla apuesta por la soberanía energética, la soberanía alimentaria, la soberanía hídrica, la movilidad y el turismo diversificado y sostenible, las economías verde, azul y circular, la reforestación del territorio, la innovación y la digitalización que nos hará avanzar hacia una isla inteligente, la cohesión social necesaria defendiendo la igualdad y la inclusión social combatiendo la pobreza, la exclusión social y el desempleo. Todo este proceso forma parte de nuestra Estrategia de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático, la primera de Canarias.
Además, nuestras presas nos han permitido llegar a acuerdos para potenciar el ciclo de energía, agua, agricultura y reforestación, que será pionero en el mundo y a revertir el histórico e intensivo trasvase de aguas de cumbre a costa, devolviendo a las zonas altas sus recursos para afianzar su población y sus actividades económicas, con lo que contaremos con suficientes reservas de agua. Y lo haremos con energías renovables. Son muchas más medidas y actuaciones, incluido el análisis del parque de viviendas y construcciones, como el Cabildo, que han sido objeto de auditorías de sostenibilidad. Y es que hay muchísimo por hacer.
Los Destinos Biosfera son ya un amplio listado de lugares en el mundo que realizan una medición integral de su contribución a los 17 ODS de Naciones Unidas y al Acuerdo de París contra el Cambio Climático, a través de las directrices señaladas en la Carta Mundial de Turismo Sostenible +20. Todos estos destinos contribuyen con sus experiencias a mejorar los modelos de análisis y actúan coordinadamente en foros internacionales.
Con la implantación del Sistema de Turismo Responsable y la obtención del certificado Biosphere, Gran Canaria avanza hacia un nuevo modelo de desarrollo turístico, respetuoso con su cultura, con el medio ambiente y con la responsabilidad socioeconómica. No se trata de una imposición, sino de un camino que hemos de recorrer entre todos y todas, para conseguir ser un destino de referencia medioambiental y de sostenibilidad en el mundo.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.
La popular y veterana emisora de radio "Radio faro del Noroeste" sigue su proyección hacia una mayor ampliación de su cobertura.