El Cabildo de Gran Canaria ha sido reconocido este año con la distinción más destacada del municipio de Tejeda: el Almendro de Plata. Cuando me lo transmitió su alcalde sentí el aprecio sincero que nuestra gente de la cumbre siente por el Cabildo de Gran Canaria, como institución cercana y presente en todas las dificultades y esperanzas que se sufren o se alumbran en un territorio que nos identifica

Gran Canaria no se entiende ni se reconoce sin el paisaje, las tradiciones y el patrimonio que nuestras montañas sagradas atesoran. Tejeda forma parte esencial de ese entorno porque conserva espacios naturales singulares, actividades agrícolas y ganaderas que permiten la supervivencia de los habitantes de la zona y de las explotaciones que mantienen la continuidad de muchas familias en ese enclave. En este municipio se mantienen vivas las tradiciones y el enorme capital etnográfico que conforman el Patrimonio de la Humanidad, declarado por la UNESCO hace ahora cuatro años.

De la misma manera, el Cabildo de Gran Canaria no puede entenderse sin la protección de los pinares, la conservación del acervo arqueológico, la salvaguardia de la biodiversidad o la atención a los derechos de las personas que permanecen en la cumbre. Este premio es el reconocimiento al trabajo que durante décadas cientos de trabajadores y trabajadoras del Cabildo han realizado, junto a las personas que habitan este espacio, para que hoy la cumbre siga viva.

Esta importancia la extiendo a todas las zonas de cumbre que comparten este valor como son Artenara, y los altos de Gáldar y de Agaete. Y al hablar de almendros esta celebración se amplía también a otras zonas de la isla porque su ejemplo fue recogido por el pueblo de Valsequillo que celebra estos días su programa de fiestas. Esta manifestación popular en torno a nuestros almendreros surgió de una iniciativa juvenil en los dos municipio y ha cristalizado con el impulso municipal hasta convertirse en Fiesta de Interés Turístico Nacional en Tejeda .

El Cabildo de Gran Canaria ha emprendido, desde hace décadas, una larga batalla contra la deforestación, la erosión y la desertización de la isla, particularmente en las cumbres. Una lucha que también conlleva la dotación de infraestructuras básicas, como carreteras para mejorar la movilidad, presas que garanticen el suministro de agua para la población y para las labores de conservación de los bosques, la creación de viveros, refugios... Las gentes de este paisaje cultural recuerdan cómo había desaparecido la cubierta vegetal, los bosques de pinos, y cómo se realizaron campañas como la del Día del Árbol y se contrató personal para ir colocando las plántulas en cada rincón de las cumbres. La imagen actual demuestra el éxito del esfuerzo colectivo y de la visión de quienes idearon fórmulas para conseguir terrenos que recuperaran el paisaje. Figuras como Díaz Cruz, Nogales, O’Shanahan y miles de operarios del Cabildo que han hecho de esta zona nuestro pulmón, que han construido y cuidado las áreas recreativas en las que podemos sentirnos a la sombra del Nublo.

En los últimos años, además, el Cabildo de Gran Canaria ha intensificado las labores de vigilancia, cuidado y consolidación del espacio forestal y agrícola, creando una estación para bomberos forestales y un helipuerto en Artenara, así como fomentado una labor de concienciación sobre el cuidado y la vigilancia ante cualquier conato de incendio. Todo esto, procurando también que el territorio sea un mosaico de paisajes que permita frenar en esa zona uno de los mayores riesgos para la naturaleza, pero sobre todo para las personas y las actividades humanas. Es la inspiración del proyecto La Cumbre Vive, con el que se pretende movilizar, sensibilizar y conectar a la ciudadanía para la defensa del medio rural y natural de Gran Canaria. Un esfuerzo colectivo que cuenta con el apoyo de la institución insular y de todas las corporaciones municipales y organizaciones sociales, con el objetivo de incrementar la calidad de vida, los servicios y los recursos para la población.

Antonio Morales y Alcalde TejedaEsta comarca, como ya señalé, forma parte de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria así como del Patrimonio Cultural de la Humanidad gracias a la declaración de la Unesco que reconoce la singularidad de Risco Caído y las Montañas Sagradas. Estos reconocimientos de un organismo internacional como la Unesco nos confirman que aquellos jóvenes de Tejeda o Tenteniguada tuvieron la inspiración de una naturaleza que llamaba a la sensibilidad de toda la isla para cuidarla y convertirla en su identidad. Así fue reconocido por las voces de Néstor, César o Kraus, quienes se sumaban al anhelo de toda Gran Canaria por recuperar y conservar el área donde los almendros nos advierten de la singular belleza de nuestros roques que se alzan para acariciar la cúpula celeste.

Las dificultades que vivimos en los últimos años nos han impedido celebrar la declaración de las fiestas de Tejeda como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Los fenómenos naturales y la pandemia han puesto de manifiesto que todas estas décadas de esfuerzos realizados por el Cabildo, los municipios y las organizaciones sociales pueden verse en riesgo. No nos podemos instalar en la autocomplacencia. Tenemos que perseverar y continuar trabajando frente a los cambios que se avecinan, propiciados por una crisis climática que afectará a las especies de flora y fauna del lugar, con la amenaza de que sobrevivirán solo las que sean más resistentes a las temperaturas extremas, cada vez más duras y más frecuentes. La escasez de lluvias del pasado año y las altas temperaturas han retrasado la floración de los almendros. Porque su naturaleza es así. Se adaptan a la realidad y se exhiben con todo su esplendor cuando las condiciones son favorables y, por el contrario, se resguardan ante la falta de agua o los cambios de temperaturas. En su código genético está la necesidad de resistir y sobrevivir en condiciones muy difíciles. Condición que comparte con el pino canario que también nos representa.

En este contexto la concesión del Almendro de Plata es una expresión que une a nuestra sociedad con el Gobierno de la isla. Nos confirma que Gran Canaria mantiene vivos los valores que nos identifican y que la lucha permanente para que las personas que habitan en estos lugares emblemáticos se sientan protegidas y valoradas está dando sus frutos. Nuestra isla tiene un futuro esperanzador si seguimos avanzando sin dejar a nadie atrás y menos a quienes representan las raíces más auténticas que reafirman nuestras singularidades como grancanarias y grancanarios.

Tejeda es un municipio al que tengo un afecto especial. Aquí se respira la huella de los que nos precedieron, la emoción de un paisaje sobrecogedor, la presencia de los símbolos que cohesionan a la sociedad grancanaria, el latir de la vida diaria de sus hombres y mujeres que mantienen vivo un legado de cultura, valores y tradiciones.

Este premio y esta fiesta del Almendro en Flor nos obligan a renovar nuestros compromisos. El Instituto para la gestión del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera que el Cabildo de Gran Canaria ha creado es una herramienta práctica que está promoviendo y conservando esta riqueza incalculable. Todos los proyectos en marcha –más de 30 millones de inversión- nos permiten preservar nuestro patrimonio natural y etnográfico, nuestras tradiciones más arraigadas y, desde luego, dar sentido y apoyo a aquellas familias que son guardianas de nuestra naturaleza y nuestro territorio. Por todo ello y en nombre de quienes aman y trabajan por nuestra cumbre, muchísimas gracias Tejeda.

Antonio Morales Méndez

Presidente del Cabildo de Gran Canaria

 

El Cabildo de Gran Canaria, como gobierno insular, tiene entre sus objetivos fundamentales el desarrollo equilibrado del territorio de la isla, garantizando que toda la ciudadanía pueda contar con los servicios e infraestructuras públicas que son de competencia cabildicia

Ahora bien, Gran Canaria es una realidad territorial singular que, de hecho, se configura prácticamente como una “ciudad isla” en torno a Las Palmas de Gran Canaria. Esta ciudad concentra una parte muy importante de la población y de las infraestructuras claves para el desarrollo de la isla como el Puerto de la Luz, hospitales, centros sociosanitarios, teatros y auditorios, recintos feriales, sedes institucionales, etc, etc. Gran Canaria no puede avanzar si su principal núcleo poblacional no lo hace.

Recientemente inauguramos Gran Canaria Platós, una infraestructura que nos sitúa a la vanguardia de la industria audiovisual en España y que reafirma el papel de liderazgo del Cabildo en la diversificación económica de Gran Canaria. Pero reafirma también su papel como dinamizador económico y social de Las Palmas de Gran Canaria ya que sin la institución insular el desarrollo de la capital de la isla sería absolutamente distinto y limitado. El Cabildo ha dotado a la ciudad capital de los equipamientos necesarios más alla de sus competencias, asumiendo el papel de auténtico impulsor de su cultura, su deporte, su acción social, su economía y colaborando activamente con la sociedad civil organizada.

Uno de los más destacados y exitosos ejemplos es el Plan de Cooperación con los Ayuntamientos, herramienta con la que la corporación insular financia un elevado número de infraestructuras, equipamientos básicos y actuaciones que inciden en la mejora de la vida de los y las vecinas. En este mandato se han destinado a este fin 72 millones de euros, de los que 20 millones han correspondido a Las Palmas de Gran Canaria.

El listado de las actuaciones que se desarrollan en la capital con fondos de este Plan es muy extenso, pero valgan como ejemplo obras como las de la Comisaría de Policía del Parque de Santa Catalina, el Parque de Bomberos de Miller, el terrero de lucha canaria del Adargoma, el campo de fútbol de Pedro Hidalgo, las instalaciones deportivas y de ocio de La Ballena, la reposición de los muros de la Avenida Marítima por primera vez desde su instalación hace décadas, las mejoras en escuelas infantiles y centros educativos, locales socioculturales, acondicionamiento de vías como la de Los Tarahales, rehabilitación del Barranco de Guiniguada, corredor verde de Tamaraceite, entre otras muchas intervenciones que transforman la ciudad.

Uno de los principales problemas de la isla y de la capital es sin duda la atención a las personas dependientes. Las Palmas de Gran Canaria concentra la mayoría de los centros sociosanitarios incluidos dentro del Plan Sociosanitario, que realiza el Cabildo en toda la isla, con una inversión de más de 133 millones de euros. Estamos hablando de 8 nuevos centros, ampliaciones o acondicionamientos. La obra más relevante es la del antiguo psiquiátrico, que supone 35 millones de euros adelantados por el Cabildo para crear 216 plazas residenciales y 50 de día. A esto habría que sumar otros centros como el del Drago, el edificio de la antigua Tesorería de la Seguridad Social, Tamaraceite… En total, de las más de 1.500 plazas que crea el plan, 904 estarán en Las Palmas de Gran Canaria, más de 80 millones de inversión. Es en la ciudad donde el Cabildo ha puesto a disposición de numerosos colectivos el Centro Fátima y contribuye al sostenimeito de decenas de colectivos del Tercer Sector.

Desde el Cabildo apostamos por la cultura como uno de los motores de desarrollo sostenible y autocentrado. Una de las principales inversiones que se están ejecutando en este mandato es el Museo de Bellas Artes, MUBEA, que se convertirá en uno de los grandes centros de difusión del arte canario. Viene a sumarse a una extensa red de centros e instituciones culturales insulares, como el Centro Atlántico de Arte Moderno (que vive probablemente su mejor época), el Teatro Cuyás, la Casa de Colón, la Casa Pérez Galdós, la Biblioteca Insular, la Fundación Teatro Auditorio de la que el Cabildo también forma parte, la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (cuyo sonido asombra al mundo), el Centro de Cultura Audiovisual de Gran Canaria y todas las políticas de apoyo a eventos culturales de diverso tipo, desde festivales de música hasta Animayo, una de las referencias indiscutibles de la animación en España y Europa y reconocido por la academia de los Óscar. Y no es menos importante el apoyo del cabildo al folclore, a la etnografía, al Museo Canario (convertido en Museo Arqueológico Insular), a numerosas fundaciones, organizaciones y asociaciones como las de Juan Negrín, Nanino Díaz Cutillas, Alfredo Kraus, Pancho Guerra, Amigos de la Ópera o la Zarzuela, Sociedad Filarmónica…

CapturaEste mismo año el Estadio de Gran Canaria cumple su vigésimo aniversario, probablemente la mayor muestra del compromiso de la institución insular con el deporte y con la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Un recinto que es el de mayor capacidad de Canarias y que junto con el Gran Canaria Arena y las infraestructuras aledañas (campos de hockey, campos de entrenamiento, etc.) constituye un complejo deportivo de primer nivel construido con fondos del Cabildo, como el Centro Insular de Deportes o la Ciudad Deportiva de Gran Canaria. Esto, sumado al apoyo al deporte base, a los clubes de élite y el patrocinio de pruebas deportivas hace que la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria sea una de las capitales de provincia con un desempeño deportivo más destacado.

Las Palmas de Gran Canaria también cuenta con el Jardín Botánico Viera y Clavijo, que es el más grande de España y una entidad científica muy relevante. Desde el Cabildo comprendimos la importancia crucial de esta institución que cumple 70 años y por ello hemos planificado y desarrollado numerosas obras estratégicas, mejorando o creando infraestructuras que el Jardín necesitaba imperiosamente. Nos referimos al parking de acceso, a la digitalización para hacer más accesible la visita y el acceso a la información, reforma de las zonas de entrada y principales edificios… En definitiva, un esfuerzo para hacer del Jardín Canario una referencia medioambiental, científica, educativa y turística.

La capital de Gran Canaria es, sin duda, el gran polo comercial de la isla y uno de los principales centros industriales. Desde la Consejería de Industria y Comercio nos hemos volcado en el apoyo al tejido industrial y comercial de la ciudad, con actuaciones muy destacadas como el acondicionamiento de la calle Luis Morote (casi 900.000 euros de inversión), o la inversión de más de un millón de euros en rehabilitación, repavimentación y diversas mejoras en el polígono industrial de Lomo Blanco- Las Torres. También hemos impulsado la dinamización de las grandes zonas comerciales como Triana o Mesa y López y el desarrollo del plan director de otras como las de Tamaraceite o Pedro Infinito, en Schamann. La puesta en marcha de incubadoras de alta tecnología para el impulso de la economía azul marino-marítima incide en la innovación para el desarrollo de la industria.

Hace apenas unas semanas presentamos el nuevo plan maestro de la Institución Ferial de Canarias, Infecar, un plan que plantea un recinto ferial del siglo XXI, unas instalaciones multifuncionales, autosuficientes y sostenibles que además ejercerán de nexo de unión entre los barrios de La Feria y Los Tarahales. Una transformación del entorno urbano que además ya está en marcha con la licitación de un nuevo pabellón que se construirá siguiendo los más exigentes estándares de sostenibilidad y que se convertirá sin duda en una referencia de economía verde, circular y de urbanismo regenerativo.

Prácticamente todas las ciudades importantes se enfrentan a un reto urgente: el de la movilidad sostenible. El Cabildo está implicado en ofrecer soluciones a la población de Las Palmas de Gran Canaria, con un proyecto estrella como es la Metroguagua, para el que aportamos 8 millones de euros, así como el despliegue de puntos de recarga para vehículos eléctricos. Pero es cierto que debemos ayudar a dar respuesta a los graves problemas de tráfico que se sufren en determinados puntos estratégicos de la ciudad, especialmente en el Istmo, una cuestión en la que venimos trabajando conjuntamente con el Gobierno de Canarias, que es la administración competente.

Para detallar todas las acciones que ejecuta el Cabildo en Las Palmas de Gran Canaria se necesitaría una extensión mayor que la que permite un artículo, pero he desgranado las principales líneas de trabajo que ponen de relieve que la institución insular es fundamental para que Las Palmas de Gran Canaria sea y siga siendo el principal motor económico, cultural, social y deportivo de Canarias.

Antonio Morales Méndez

Presidente del Cabildo de Gran Canaria

Tras dos años marcados por la pandemia, la Feria Internacional de Turismo FITUR, volvió con fuerza. Esta edición, la número 43, recuperó su máxima actividad empresarial y contó con la participación de 8.500 empresas, la representación de 131 países, la presencia de 755 expositores y unos 200.000 visitantes, entre profesionales y público en general

El objetivo principal de esta cita anual es el de captar turistas nacionales, un mercado que está en auge y que siempre se resistió a Gran Canaria frente a otros destinos. De hecho, en el verano de 2021 el turista nacional fue el cliente número uno por primera vez en Canarias, superando a la llegada de extranjeros. Y lo que es más importante, el gasto de estos visitantes en la isla ha aumentado un 10%, lo que implica que hemos mejorado el producto y es más atractivo, una de las condiciones necesarias para avanzar hacia un turismo que aporte mayor valor añadido y se centre más en la calidad que en la cantidad.

Estas cifras son posibles gracias al trabajo público-privado que se realiza durante todo el año y en ferias como esta, lo que ha permitido una conectividad con la península sin precedentes, con rutas directas hacia 24 ciudades y 1.772.191 plazas programadas entre enero y octubre, lo que representa un 22% más que lo ofertado en 2019, año de referencia por ser el último anterior a la pandemia.

Para seguir consolidando esa recuperación, Gran Canaria contará con 1.126.648 asientos para la temporada de verano (mayo-octubre), es en la que más se concentra el turismo nacional, y recibimos entre enero y noviembre de 2022, a falta de confirmación de los datos de diciembre, a 512.873 turistas, la misma cantidad aproximadamente que Fuerteventura, Lanzarote y La Palma de manera conjunta.

Son sin duda datos positivos para nuestra principal industria, más después de los momentos duros y de incertidumbre vividos en los últimos años que ha afectado directamente a mercados importantes como el alemán y el nórdico en los primeros tres meses del presente año, aunque han surgido al tiempo mercados emergentes como el francés (+ 38%), el belga (más 17%) o el neerlandés (+ 13%). Pero la verdad es que la recuperación avanza por buen camino y con un perfil de cliente de mayor capacidad o voluntad de gasto en la isla, con lo que hemos superado al 2019 en facturación, exactamente en un 36% más.

En el marco de FITUR también tuvo lugar una reunión de la Federación Canaria de Islas (FECAI) que agrupa a los siete cabildos insulares, en la que aprobamos una declaración en la que apostamos por la sostenibilidad y digitalización como el futuro del sector turístico en las islas.

En el texto aprobado reconocemos que el COVID introdujo cambios que van a ser permanentes y que en estos momentos se están produciendo las transformaciones que definirán esta industria durante las próximas décadas. Implican atender a conceptos cruciales entre los que la sostenibilidad y digitalización son prioridades ya que son cuestiones que exige el nuevo cliente pospandemia.

Y es que no podemos olvidar que el planeta se halla inmerso en una emergencia climática y su población muestra una creciente consciencia medioambiental, por lo que se hace más relevante seguir implementando avances en materia de descarbonización del sector turístico y posicionarnos como una referencia internacional para el turista que quiere disfrutar de un tiempo de descanso de manera coherente con sus convicciones medioambientales.

El miércoles también tuve la oportunidad de acudir a un encuentro organizado por la SER titulado “Sostenibilidad en el turismo, reto o realidad” en el que con representantes de empresas turísticas y el profesor en economía circular y economía regenerativa de la Universidad de Harvard, Manuel Maqueda, debatimos sobre los pasos a dar en materia de sostenibilidad en el sector.

230118 fitur 03Allí defendí que el turismo no es un compartimento estanco que pueda apartarse de una gestión global o responder de forma aislada, por citar algunos ejemplos, a los retos de la transición energética, la descarbonización y la ruptura de nuestra dependencia de los combustibles fósiles, de la seguridad hídrica, de la soberanía alimentaria, o de la adaptación y mitigación de la lucha contra el cambio climático, donde hemos sido la primera isla en elaborar una estrategia bien definida y presupuestada. No podemos aspirar a tener un turismo sostenible en una sociedad o un modelo económico insostenibles.

Por lo tanto la sostenibilidad del turismo tiene que garantizarse y proyectarse en un proyecto global y sistémico donde se establezca un calendario preciso de transición energética y descarbonización, de incremento de los recursos hídricos que permitan afrontar los procesos de desertización y a la vez atender las demandas ordinarias de la población residente y visitante; que incremente la autoproducción agrícola y ganadera local en defensa del producto kilómetro cero y a la vez para mantener a la población en nuestras valiosísimas zonas rurales y conservar el paisaje excepcional que nos identifica.

Regresamos de FITUR satisfechos por los buenos datos turísticos, porque eso significa la creación y/o mantenimiento de puestos de trabajo y que proyectos empresariales de muy diversos sectores además del turístico (sector primario, gastronomía, transportes etc.) puedan consolidarse y salir adelante.

Pero por encima de ello vuelvo con el convencimiento de que trabajando juntas todas las instituciones de Canarias, de la mano del sector privado, los sindicatos y la sociedad civil relacionada con el sector turístico, podremos seguir avanzando y abrir un nuevo tiempo en el que Canarias sea la referencia del turismo del siglo XXI, sostenible, digitalizado, vinculado al territorio y la cultura y socialmente justo. Y estoy convencido asimismo de que este es un objetivo compartido por una inmensa mayoría social en Gran Canaria y Canarias.

Antonio Morales Méndez

Presidente del Cabildo de Gran Canaria

El pasado viernes tuvo lugar en INFECAR la inauguración de un nuevo espacio que se va a ser un referente para la diversificación y el desarrollo económico de Gran Canaria. Se trata de los nuevos estudios de cine y televisión a los que hemos denominado Gran Canaria Platós

Un día importantísimo que marca otro hito en la andadura que llevamos desarrollando para conseguir una isla con una economía más sostenible y diversificada

El concepto de ecoísla que defendemos pasa por una propuesta de desarrollo ecosocial que genere actividad económica trasformadora, verde, azul y circular, que se adapte al cambio climático y mitigue sus consecuencias en nuestro entorno y procure empleo y equidad social.

La inauguración de estos estudios supone una pieza más para ese proceso de transformación de la economía que mencioné anteriormente potenciando al sector.

La industria audiovisual tiene en Gran Canaria un marco favorable para su desarrollo por los atractivos incentivos fiscales que ofrece el Régimen Económico y Fiscal de Canarias, la variedad de escenarios y localizaciones que tiene la isla para los rodajes de exteriores, nuestro clima y las horas de luz que nos procura, la capacidad alojativa, las seguridades sanitarias, jurídica y de orden público, la coordinación de las distintas administraciones y la logística de servicios disponibles.

La decisión de acometer las obras de estas infraestructuras de producción se tomó desde el conocimiento de las necesidades del sector y el consenso con los productores y profesionales que lo sustentan. Tuvimos claro desde un primer momento que tener unos platós mejoraría la competitividad de la isla para la producción audiovisual, aumentaría la inversión de las producciones, contribuiría a la consolidación de tejido industrial y, también, a la generación de empleo especializado.

Disponer de unos estudios profesionales para rodajes de interiores complementa la diversidad de escenarios y localizaciones exteriores de los que ya dispone la isla y, consecuentemente, las posibilidades de Gran Canaria de acceder a otros nichos de producción demandados por el mercado.

El proceso no ha sido sencillo. Al contrario, ha sido complejo, ya que ha sido preciso adquirir la parcela a la Administración del Estado, aprobar desde el Cabildo el desarrollo de esta iniciativa económica y su financiación, comunicarlo a la Unión Europea y afrontar el proceso administrativo, constructivo y de equipamiento de las instalaciones en las que estamos ahora.

Afortunadamente, hemos llegado a la meta que nos habíamos trazado y ya hoy los platós son una realidad para el rodaje de producciones. Creo firmemente que esta palanca adicional va a fortalecer la senda iniciada en los últimos años de crecimiento y consolidación del sector.

Captura3Hace apenas unas semanas anunciamos los datos del año 2022, los mejores desde que se empezó la apuesta por el cine y la producción audiovisual en general. Son contundentes. Durante el año que acaba de finalizar se han realizado en la isla 58 producciones audiovisuales y 90 producciones publicitarias que suman un total de 3.256 días de rodaje y 7.922 contrataciones de personal. Y la inversión estimada ha sido de más de 100 millones de euros

Es importante también constatar que se mantiene y consolida la animación digital y el empleo estable asociado a él, con una proporción alta de empleo local perfilado a través de nuestras iniciativas de formación, un importante reto de futuro, absolutamente imprescindible, en el que queremos profundizar.

Igualmente se empieza a consolidar el subsector de servicios de postproducción y VFX (efectos visuales): 11 producciones y 90 empleos, en total. Entendemos que este nicho, ligado estrechamente a la producción virtual, tendrá un intenso crecimiento en los próximos años. Todo esto está contribuyendo también a la internacionalización de la industria local, a las coproducciones…

Es relevante resaltar cómo los datos ya apuntan impactos relevantes en empleo y contrataciones, muchos de ellos en especialidades profesionales que hace seis años no existían en la isla. Esto nos indica que vamos en la dirección adecuada.

Estos resultados han sido posibles por el esfuerzo compartido entre la iniciativa pública a todos los niveles administrativos: estatal, regional, insular y municipal, y la iniciativa privada: tanto las productoras que han venido de fuera y han apostado por la isla, como las empresas, inversores y profesionales locales que se están esforzando en esa misma línea.

En este sentido, quiero agradecer en nombre del Cabildo de Gran Canaria ese esfuerzo para conseguir estos resultados tangibles.

Los edificios que acogen a Gran Canaria Platós han sido merecedores del premio de arquitectura “Manuel Martin- Fernández de la Torre” por el proyecto de estas instalaciones y el complejo que comprende dos platós de 1.800 y 1.200 metros cuadrados y todas las instalaciones anexas de talleres, camerinos, almacenes, oficinas y aparcamientos necesarios para el desarrollo de las producciones.

La inversión final, considerando la adquisición de la parcela y la construcción y el equipamiento necesario, asciende a 9,6 millones de euros, financiados con recursos del Cabildo de Gran Canaria y la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria, entidad que asume la gestión de las instalaciones.

Para afianzar y potenciar la propuesta hemos impulsado una nueva iniciativa, Digital Crea Gran Canaria que tiene como objetivo reforzar la competitividad de la isla para la captación y creación de empresas creativas digitales. El Cabildo de Gran Canaria ha resultado beneficiario de la convocatoria de Red.es, del “Programa de Ayudas en el Ámbito de la Sociedad de la Información para la Creación de un Ecosistema Digital en el Sector Audiovisual”, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y financiada con fondos europeos Next Generation. Cuenta con un presupuesto total de 6,3 millones de euros de los cuáles 3,7 son aportados por el Ministerio y los 2,6 restantes por el Cabildo de Gran Canaria.

El viernes pasado empezó su andadura un proyecto ilusionante que nace de un enorme esfuerzo de todos los profesionales, empresas y entidades que con su dedicación y apoyo han hecho posible que dispongamos de estas importantes instalaciones. No puedo dejar de citar al equipo director del proyecto, con sus responsables Héctor Portillo y Hugo Ventura a la cabeza, a la empresa constructora SATOCAN S.A, al personal de la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria, con Cosme García al frente, y al resto de trabajadores y trabajadoras del Cabildo, como el personal del Área de Arquitectura, Infecar, Hacienda…

En un artículo reciente aseguraba que en Gran Canaria tenemos las potencialidades para construir la economía canaria para el siglo XXI: sostenible, innovadora, justa, y diversificada. Creo que con Gran Canaria Platós queda claro que otra isla es posible y que la estamos haciendo realidad.

Antonio Morales Méndez

Presidente del Cabildo de Gran Canaria

 

La semana pasada presentamos el Plan Maestro de INFECAR, un proyecto de reordenación del espacio físico y de los usos del recinto ferial más importante de Gran Canaria. Lejos de ser una simple modificación urbanística, el plan es un ambicioso programa de transformación sostenible de las instalaciones y de regeneración del espacio urbano colindante

Constituye un ejemplo perfecto de cómo podemos combinar desarrollo económico e inversión de manera sostenible, al tiempo que adecuamos nuestras ciudades para mitigar y adaptarnos al cambio climático, generando a su vez nuevos espacios para la ciudadanía

En los últimos años INFECAR ha recuperado el dinamismo que tuvo en su fundación en los años 60 y es en la actualidad en uno de los principales polos de dinamización económica y cultural de la ciudad y de la isla. Cumple una serie de funciones transcendentales, como la de ser la sede de la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria, del Centro Demostrador de las Tecnologías de la Información y la Comunicación para la Innovación Turística (CDTIC), del INCUBE -una incubadora de empresas que provengan de programas de emprendimiento de la SPEGC y de la ULPGC-, del Consejo Insular de la Energía, de la institución ferial propiamente dicha o de los platós de cine y televisión que inauguraremos en breve, por poner algunos ejemplos.

La realidad potenciada del espacio y sus posibilidades extraordinarias de futuro nos obligan a reordenar el lugar de tal manera que se convierta en un recinto ferial del siglo XXI: multifuncional, sostenible, adaptado a su entorno y en el que todos los usos estén debidamente integrados. El encargado de elaborar este plan han sido LPA Studio, que comandado por su director y fundador, Juan Palop, es una referencia indiscutible en el urbanismo regenerativo.

Para diseñar el plan se ha contado, desde el mismo inicio de los trabajos, con un ambicioso e intenso proceso de consulta y participación ciudadana. Se han mantenido sesiones de trabajo con la comunidad local (barrios y comunidad educativa), personal del recinto, proveedores, usuarios, el sector de ferias y congresos y las distintas instituciones, a nivel insular y municipal, tanto con el grupo de gobierno como con la oposición. Este proceso sigue abierto, pero la información aportada hasta el momento ha sido decisiva a la hora de tomar decisiones.

El plan incluye cuatro estrategias para la reordenación de espacio. La primera es el acceso y salida del recinto. La solución actual de acceso por el norte podía tener sentido hace cincuenta años, pero ya no funciona. En el contexto actual se han construido los barrios, el espacio ha crecido y también los tráficos de acceso y salida que incluyen a los visitantes, los usuarios y la logística y mantenimiento en general. Por ello se propone una solución alternativa diferenciando entre la entrada de visitantes, de proveedores y de logística y personal.

En segundo lugar se ha tenido en cuenta la necesidad de contar con pabellones multifuncionales. Hoy en día la gestión sostenible y competitiva de los recintos feriales impone que se pueda responder a los requerimientos propios de cada actividad. Obliga así a diseñar pabellones que pueden tener diferentes usos y que a su vez sean muy eficientes en el proceso de montaje y desmontaje de eventos. En tercer lugar se apuesta decididamente por el espacio libre con una plaza-parque central que hace las funciones de galería de comunicación en los recintos convencionales. Está diseñada como un parque equipado con abundancia de zonas ajardinadas y arbolado.

Por último, la planificación y el diseño del conjunto se han resuelto aplicando estándares internacionales homologados de sostenibilidad. El aprovechamiento de la certificación del Plan Maestro puede ser una oportunidad para revertir algunas de las disfunciones y carencias de las actuales instalaciones, a la vez que sirve para reposicionarlo en el mercado de ferias y eventos, siendo la referencia en este aspecto en toda España.

CapturaLa propuesta resultante no solo supone contar con un recinto ferial del máximo nivel que duplica los metros cuadrados de sus pabellones, sino que además supone una transformación del espacio urbano en el que se encuentra. Hasta ahora INFECAR había actuado como una especie de barrera urbanística entre los barrios de La Feria y Los Tarahales, además de generar algunas molestias a los vecinos y vecinas como la saturación del tráfico en el caso de los eventos de más afluencia. La nueva ordenación recupera la idea de anillo verde e incorpora paseos que conectan los distintos niveles hasta alcanzar la cota de la plaza-parque y los pabellones e incluye, además, un paseo peatonal que conecta el Barrio Atlántico y La Paterna. Es decir, el recinto pasará de ser barrera a ser puente.

Siguiendo los principios del urbanismo regenerativo, el nuevo espacio no solo se adapta a las necesidades logísticas sino que va a contribuir a la mejora del entorno social, medioambiental, urbanístico y económico de la parte alta de la ciudad. Además del paseo longitudinal que atravesará el lugar y conectará a los cerca de treinta mil vecinos del Barrio del Atlántico y La Paterna-Los Tarahales, las plataformas de aparcamiento han sido diseñadas para poder ser utilizadas, cuando no hay actividad ferial, como canchas de deporte y zonas lúdicas. La ordenación también incluye la provisión de nuevos espacios de estancia en la zona de borde del recinto y una zona social destinada a jóvenes.

En el aspecto medioambiental, se incluyen soluciones innovadoras basadas en la naturaleza, en línea con la idea de ecoísla que desarrolla y defiende el Cabildo de Gran Canaria. Se ha propuesto una ordenación urbanística cero-carbono en la que este espacio, lejos de emitir CO2 y gases contaminantes servirá, por el contrario, de infraestructura para la captación de CO2. Más que emitir poco, se apuesta por captar y contribuir a regenerar la atmósfera.

Se ha previsto una estrategia de ciclo de vida de toda la actuación que incluye el uso de materiales de baja huella ecológica y de sistemas constructivos fácilmente desmontables que permitan su reutilización. En línea también con las políticas de economía circular, se incorpora una estrategia del agua que incluye el funcionamiento del conjunto como una ‘esponja’ que capta, filtra y almacena el agua de lluvia.

La gestión sostenible de agua, crítica en un territorio árido, se completa con la incorporación de un sistema de biodepuración que recicla las aguas negras y grises producidas por los usuarios habituales y las más de cinco mil visitas previstas un día de feria. Se puede decir que cada visitante regará (literalmente) el anillo verde cuando utilice los aseos.

El plan contempla una superficie de cerca de 16.000 m2 de paneles solares, localizados en las cubiertas de los pabellones y edificios. Está previsto producir el doble de energía renovable de la necesaria para hacer funcionar el conjunto ferial y de desarrollo económico. Esto abre una oportunidad para poder compartir la energía excedente con las comunidades vecinas en forma de comunidad energética o cualquier otra modalidad que resulte viable.

Además, este plan ya ha comenzado a ejecutarse con un nuevo Pabellón 7, que costará 27 millones de euros y que pasa de tener una capacidad en planta de 2.500 m2, aproximadamente, a 8.500 m2, incluyendo un espacio para reuniones y congresos que complemente y amplíe la capacidad del actual Palacio de Congresos Gran Canaria, además de una dotación de espacios de reuniones y oficinas en las plantas superiores. El proyecto se ha diseñado siguiendo los estándares del certificado de construcción sostenible BREEAM, el más exigente y avanzado que existe a nivel internacional.

Como pueden comprobar, el futuro recinto ferial es un ejemplo perfecto de cómo la inversión pública y la dinamización económica pueden y deben ir de la mano de la sostenibilidad ambiental, de la participación ciudadana y de la regeneración de espacios urbanos, ofreciendo nuevas infraestructuras y servicios a la ciudadanía y ayudándonos a mitigar y a adaptarnos al cambio climático. Un ejemplo de la ecoísla que estamos impulsando.

Antonio Morales Méndez

Presidente del Cabildo de Gran Canaria

El pasado jueves 1 de diciembre aprobamos en el pleno del Cabildo de Gran Canaria el presupuesto de la institución para el año 2023. Son los cuartos y últimos presupuestos del actual mandato y del gobierno progresista conformado por Nueva Canarias, PSOE y Sí Podemos Canarias

Los presupuestos suponen la decisión más importante de un gobierno. En ellos se plasman sus prioridades y las herramientas fundamentales para la gestión. Y en este caso nos encontramos con el presupuesto más social y de mayor inversión de la historia de Gran Canaria

Estas cuentas que acabamos de aprobar nacen, al igual que el año pasado, en una situación muy difícil: a lomos de una crisis sanitaria que ha derivado en una crisis social y económica de enorme alcance y de una contienda bélica que, a su vez, ha provocado una crisis energética sin precedentes y el aumento de una inflación que puede ser la antesala de una recesión. Asumimos, por tanto, siendo conscientes de nuestro papel y del liderazgo que nos corresponde, el reto de hacer frente a un escenario muy complejo, el más grave en los últimos 80 años en Canarias.

Reiteramos el compromiso político de afrontar con firmeza el desafío de dar respuestas, como Gobierno de la isla, a tres retos fundamentales para combatir los efectos de esta dura realidad en Gran Canaria: reforzar los servicios públicos destinados a mayores, menores, discapacidad y los servicios esenciales de competencia insular; atender a los más vulnerables, a los que peor lo están pasando, haciendo frente al desempleo, la pobreza, la exclusión social, la violencia de género y la desigualdad, cuyos indicadores se han agravado durante la pandemia; reactivar la economía insular sin perder de vista nuestro modelo de desarrollo ecosocial sostenible y diversificado y, por último, impulsar la mejora de las infraestructuras públicas y los equipamientos necesarios para garantizar la calidad de vida de los hombres y mujeres de Gran Canaria.

Y lo tenemos que hacer necesariamente apoyándonos en todos los instrumentos y las áreas de Gobierno ligadas a políticas públicas en materia cultural, social, deportiva, de vivienda, de igualdad, de transparencia, de solidaridad, de empleo, de participación ciudadana, de patrimonio histórico, de medio ambiente o del modelo insular de mitigación y adaptación al cambio climático. Apostando por la soberanía energética, la soberanía alimentaria, la movilidad sostenible, la seguridad hídrica, el turismo diversificado y sostenible, las economías verde, azul y circular, la reforestación del territorio, la innovación, la modernización y la digitalización que nos hará avanzar hacia una isla inteligente.

En total, en 2023 contaremos con algo más de 847 millones de euros, lo que supone un incremento de 68,5 millones de euros, un 8,78% más con respecto a 2022. No obstante si tenemos en cuenta otras partidas que el Cabildo administra, como es el Bloque de Financiación Canario, el IGTE y el FDCAN de los ayuntamientos, el total de dinero que la administración pública insular va a gestionar asciende a 1.012 millones de euros, lo que nos convierte en el principal agente económico de Gran Canaria.

antonio moralesSin duda, en este contexto han de tener una especial importancia las políticas sociales. Los recursos destinados a este fin alcanzan una cifra de 251 millones de euros, el mayor esfuerzo en políticas sociales de nuestra historia. Este apartado supone un 29,65% del presupuesto, casi 9 millones de euros más que en el anterior.

Las partidas de carácter económico ascienden a 271 millones de euros, el 32,01% del total y 31.235.907 euros más que en 2022. Otro aspecto fundamental de estas cuentas públicas es el apartado de inversiones, que en este caso alcanza la cifra de 183 millones, un 21,70% del total y 24 millones más que en 2022. En definitiva, las partidas dedicadas al desarrollo económico y a políticas sociales suponen un 61,67 % del presupuesto y un total de 522 millones de euros, casi dos tercios del presupuesto.

Estas cuentas nos van a permitir seguir avanzando en el Plan Transforma que hace posible que se estén ejecutando en Gran Canaria más de 1.500 millones de euros en inversiones. Tal y como se recoge en los datos estadísticos oficiales, es el Cabildo -con los ayuntamientos y aquí también nuestro papel es fundamental, financiando gran parte de sus inversiones- la administración que está sosteniendo la obra pública en Gran Canaria.

Gracias a ello podremos dar continuidad a las inversiones en carreteras, áreas comerciales e industriales, políticas públicas de vivienda, renovación de las infraestructuras turísticas, mejoras de la movilidad y redes viarias, planes de cooperación, desaladoras, depuradoras, emisarios y otras infraestructuras hidráulicas, renovables, isla inteligente, centros sociosanitarios, Museo de Bellas Artes, centro de producción audiovisual para la animación, platós, centro de dinamización empresarial en el Puerto de Las Palmas, edificio del Cabildo, Patrimonio Mundial y Reserva de la Biosfera, parques arqueológicos y patrimonio histórico, empleo, reforestación, regeneración del paisaje, la Cumbre Vive, ecoparques, nuevo edificio de Infecar, agricultura y ganadería, puerto de Taliarte, modernización de la administración…

En esta isla contamos con fortalezas que nos permiten abrir ventanas a la esperanza. La fortaleza de este Cabildo, con proyectos claros, con decisiones ágiles y con un Gobierno cohesionado, es un factor importante para acompañar a los datos esperanzadores que se vislumbran para los próximos meses, a pesar de las incertidumbres económicas que atenazan al Viejo Continente, en realidad, a todo el planeta.

Y es que no nos podemos olvidar de que el Cabildo tiene al servicio de Gran Canaria la más amplia red de instalaciones sociosanitarias, culturales y deportivas, así como servicios de agricultura, medio ambiente, patrimonio histórico, residuos, agua, suelo industrial y natural, carreteras, puertos, promoción económica y turismo... Con la acción del Gobierno insular se consolidan nuevas líneas para la diversificación económica como Gran Canaria Gran Plató de Cine, Gran Canaria Feria del Atlántico, Isla Inteligente y a la vez nos situamos en la media europea de asistencia sociosanitaria o energía limpia.

Pese a las crisis, ya estamos empezando a notar el alcance del cambio que este mandato ha puesto en marcha: la transformación de Gran Canaria en sus sectores estratégicos, la consolidación de una sociedad del bienestar y la atención sociosanitaria y la sostenibilidad con el cambio de modelo energético, hídrico y alimentario.

Antonio Morales Méndez

Presidente del Cabildo de Gran Canaria

Los pasados días 22 y 23 de noviembre se celebró en Gran Canaria el Encuentro Internacional de expertos ‘El Legado Amazige y el Patrimonio Mundial’, coincidiendo con las IX Jornadas de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria. Las jornadas juntaron en la isla a cerca de 25 especialistas de Túnez, Argelia, Marruecos, Níger y Francia que, junto a otras personas expertas de Canarias y de otros puntos de España, profundizaron en los desafíos que afronta la preservación y reconocimiento de los sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial y otras manifestaciones relevantes del ancestral patrimonio asociado al legado amazige.

Esta ancestral cultura es un hilo milenario con el que se ha tejido un manto común bajo el que se agrupan costumbres, tradiciones orales, lenguas, mitologías, creencias y formas de relacionarse con el territorio y con los astros. El encuentro fue una oportunidad para dar mayor visibilidad y reforzar los cimientos de este puente que conecta el extenso territorio que va del Mediterráneo al Sahel y desde las Islas Canarias hasta Egipto.

Además, esta justa y necesaria defensa de la riqueza de sus valores materiales e inmateriales tiene lugar en Canarias, archipiélago que alberga la huella de las expresiones más occidentales e insulares de la cultura amazige de principios de la era. En el caso concreto de Gran Canaria y de su cumbre, esta herencia resultó crucial en la decisión de la Unesco de incluir en la Lista de Patrimonio Mundial, en 2019, a nuestro Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria.

Gran Canaria escribió un capítulo particular en el extenso y apasionante libro de la cultura amazige, pues aquí tuvo lugar una auténtica odisea atlántica protagonizada por hombres y mujeres que tuvieron que sobrevivir en condiciones extraordinarias y alumbraron una sociedad inédita que echó raíces y fructificó a partir de su matriz norteafricana, igual que germinaron los granos de cebada que trajeron consigo, pertenecientes además a variedades genéticas que todavía se cultivan en la isla más de mil años después y que suponen todo un símbolo de las ramificaciones y la pervivencia de aquella cultura.

El aliento de aquellos tiempos nos sigue susurrando, acompañando e inspirando. A veces lo hace con la claridad de una inscripción en la piedra. Y otras con la sutilidad de las manos que dan forma a la cerámica del mismo modo que se hacía en tiempos prehispánicos. O con la verdad de las palabras, como los topónimos de origen amazige, que hilvanan presente y pasado.

En cualquier caso, desde el Cabildo de Gran Canaria hemos tenido claro en todo momento la importancia de subrayar que la memoria es un elemento más del Paisaje, como se hace patente en nuestro Patrimonio Mundial. Igual que sucede, desde luego, con los espacios que representan e investigan los expertos y expertas que nos acompañaron en las jornadas con el tesón y la admiración de quien contempla a un ser que habita al mismo tiempo en nuestro pasado y en nuestro presente.

Queremos sacar brillo a este espejo en el que nos seguimos mirando. Por eso este Cabildo decidió apostar por una novedosa figura de gestión conjunta del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera, a través de un Instituto Insular de Gestión Integrada que el propio Ministerio de Cultura ha señalado como un ejemplo para otros territorios en los que convivan varias figuras de la Unesco.

CapturaFruto de este empeño, el Cabildo aprobó este año el Plan Integral de Gestión del Paisaje Cultural. Este plan programa una inversión de casi 34 millones hasta 2026 para afrontar más de 150 acciones que canalizan iniciativas transversales que, a su vez, garantizan su conservación y divulgación. Es una manera importante de contribuir al desarrollo socioeconómico de las 18.000 hectáreas de este territorio con una visión panorámica sustentada en la sostenibilidad, la participación pública y la coordinación de instituciones y otras entidades del ámbito.

Pero nuestro compromiso va más allá y se plasma en el respaldo a las personas que son el cuerpo y el alma de este legado. Sin su sabiduría, sin su modo de estar en la tierra, el espejo nos devolvería el reflejo de un Paisaje Cultural sin vida, justamente lo contrario de lo que queremos que sea.

Por eso trabajamos en coordinación con los ayuntamientos, la población local y el conjunto de las entidades y colectivos de la cumbre para fijar a nuestra gente al territorio a través de la dinamización socioeconómica en el seno del Paisaje Cultural, además de para preservar los valores que nos identifican como pueblo.

El Encuentro Internacional sobre ‘El legado amazige y el Patrimonio Mundial’ tuvo lugar en el marco de las IX Jornadas de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria y, además en el contexto de la celebración del cincuenta aniversario de la Convención de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Y el lema elegido para la conmemoración subraya que el Patrimonio Mundial es una fuente de resiliencia, humanidad e innovación para las generaciones futuras. Cada uno de estos conceptos entraña una invitación a regresar a aquella Gran Canaria, a imaginar a aquellos hombres y a aquellas mujeres bregando por su supervivencia. Medían su tiempo en este mundo observando el diálogo entre los astros, los rayos del Sol y la luz de la Luna con los roques, santuarios y otros espacios sagrados que ustedes tendrán ocasión de conocer.

Y con la misma determinación que consideramos la memoria como una fortaleza de nuestro presente, aspiramos a ganar el futuro. Pero un futuro autodeterminado desde el conocimiento y el aprecio por esas raíces que nos fortalecen y mantienen viva nuestra identidad, para dialogar y colaborar con los pueblos vecinos y hermanos. Deseamos otro orden mundial donde no seamos subalternos, ni dependientes de los intereses de los grandes poderes económicos y militares multinacionales, un mundo en el que podamos generar un espacio de paz, de creación y de libertad.

Antonio Morales Méndez

Presidente del Cabildo de Gran Canaria

Aunque la Constitución de 1978 estableció el Estado de las Autonomías y con él una importante descentralización política, lo cierto es que, en muchos aspectos, España sigue siendo un país muy centralista y centralizado en Madrid

Esto se ve especialmente en la administración pública: la inmensa mayoría de las sedes de los organismos oficiales se encuentra en la villa del oso y el madroño

Centralizar podría tener sentido hace décadas, cuando aún no había comenzado la digitalización de la administración pública y su concentración era un requisito para su eficiencia. Pero hoy no tiene ningún sentido que, por poner un ejemplo especialmente sangrante, la sede de Salvamento Marítimo esté en Madrid. Este centralismo también afecta a las mercancías, el transporte de pasajeros, etc ,etc.

Por aportar algunos datos, la revista “Diario El Canal” recoge que la Comunidad de Madrid acapara el 75% de las compañías logísticas y de transporte de España. Según los datos del Ministerio de Política Territorial y Función Pública, de los más de 514.000 empleados que trabajan en el sector público del Estado, unos 150.000 se encuentran en Madrid. Es decir, el 29% del personal al servicio del sector público del Estado se concentra en la capital española.

Esto implica también una concentración de las sedes de las principales empresas, de altos funcionarios del Estado con alto poder adquisitivo, de los mejores profesionales (que irán a Madrid buscando las mejores ofertas de empleo), etc. Además, Madrid aprovecha este efecto “capitalidad” para hacer dumping fiscal: bajar impuestos a las empresas y rentas más altas para concentrar aún más riqueza en la ciudad y en la Comunidad. Es evidente que se trata de una injusticia manifiesta, que genera desigualdad y desequilibrio en el desarrollo de los diversos territorios del Estado.

Para intentar revertir esta tendencia, el Gobierno de España anunció en noviembre de 2021 una tímida desconcentración de las instituciones del Estado. Digo tímida porque no afectaba a ninguno de los ministerios, ni principales organismos, pero desde luego era un paso positivo para acabar con el centralismo y avanzar hacia un modelo de desarrollo territorial más igualitario.

La primera de las instituciones que entró en este proceso de deslocalización fue la sede de la Nueva Agencia Espacial Española, que el gobierno anunció que iba a estar fuera de Madrid. Además no se trata solo de la sede del organismo, sino que la Agencia está incluida en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) Aeroespacial, una iniciativa de impulso al I+D+i con la que aspira a movilizar unos 4.500 millones de euros hasta 2025, aprovechando fondos europeos. Además se trata de una institución con un presupuesto de 500 millones de euros al año.

Es decir, el territorio que albergue dicha institución va a tener una oportunidad histórica de desarrollar uno de los sectores más innovadores y con mayor potencial de crecimiento, lo que implica generación de empleo, de industria altamente competitiva, formación profesional y universitaria en la materia, etc.

CapturaDesde el Cabildo de Gran Canaria enseguida nos pusimos a trabajar para presentar una candidatura competitiva que nos diera la oportunidad de ser la sede de dicho organismo. No se trata, como coloquialmente se suele decir de un “brindis al sol”: la relación de Gran Canaria con el sector aeroespacial es histórica.

Contamos con el Centro Espacial de Canarias en San Bartolomé de Tirajana, dependiente del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). Se trata de un complejo que se puso en marcha en los años 60 y que jugó un papel fundamental en el seguimiento de la misión que llevó al ser humano a La Luna, así como en otras misiones espaciales y satelitales.

Gran Canaria dispone, para hacer realidad la sede de la AEE, de unas condiciones extraordinarias para ensayos en tierra y lanzamientos de satélites en el mar desde entornos seguros y para convertirnos en un laboratorio de pruebas y valoraciones de robótica aeronáutica. Participamos en numerosos proyectos internacionales de relevancia, disponemos de comunicaciones extraordinarias a través del puerto más importante del Atlántico Medio y de un aeropuerto situado entre los seis más importantes del Estado. Igualmente esta isla cuenta con centros de investigación punteros y facultades universitarias de singular relevancia en el sector, robótica militar para salvamento, cobertura vía satélite...

La Red Atlántica de Estaciones Geodinámicas y Espaciales (proyecto RAEGE) instalará un radiotelescopio en Temisas en los próximos meses, así como un ecosistema institucional de apoyo a la innovación y el emprendimiento tecnológico. Nuestro marco financiero y fiscal es ventajoso y adecuado para la inversión de empresas tecnológicas del sector aeroespacial y disponemos de capital humano y de un entorno seguro y con calidad de vida. Asimismo tenemos ya en marcha proyectos fundamentales para el sector como una infraestructura de lanzamiento de micro y mini satélites desde el área marítima de Canarias.

Y somos conscientes de que debemos abrir un marco de colaboración con otras islas y contar con Tenerife y su Instituto de Astrofísica de Canarias, con Lanzarote y sus campos de entrenamiento de la ESA y la NASA y con Fuerteventura y su Stratoport para HAPS (High Altitude Pseudo-satellites), un área para la integración, pruebas y operación (despegue, aterrizaje, certificación, ensayos, mantenimiento y embarque de aplicaciones, etc. de plataformas pseudosatelitales de gran altitud).

Con todos estos argumentos presentamos una sólida candidatura que ofrece diversos edificios para albergar las oficinas de este organismo y que cuenta con el apoyo del conjunto de las instituciones públicas y del sector privado. De hecho ha sido la candidatura elegida por el Gobierno de Canarias para ser propuesta al Gobierno de España.

En este contexto, la semana pasada, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, escribía en twitter que “La Agencia Espacial Española ha de estar en Tres Cantos. Madrid concentra más del 90% de la industria; el 70%, esta localidad. El interés político por perjudicar a Madrid afectará gravemente al sector”. Es decir, volvía a la carga con su empecinamiento centralista. Frente a este mensaje yo respondí: “Ayuso pretende frenar el desarrollo de Gran Canaria. Quiere aumentar el centralismo y concentrarlo todo en Madrid. Que se pronuncie el PP”.

Pues el PP canario se pronunció y para mi sorpresa no fue para defender a Gran Canaria, sino para defender a su líder, Díaz Ayuso, a pesar de que su postura perjudicara gravemente a la isla. Me acusaron a mí de estar “rizando el rizo” e incluso el nuevo presidente del PP de Canarias, Manuel Domínguez, aseguró que “se quitaba el sombrero” ante la estrategia de la presidenta para reclamar que la sede de la Agencia estuviera en Madrid. Inaudito.

Como suelo repetir a menudo, estamos en un momento clave en el que la transición energética y los Fondos Europeos “Next Generation” suponen la mayor oportunidad que hemos tenido en nuestra historia reciente de diversificar nuestra economía, desarrollarnos de manera sostenible, tener una economía más innovadora y generar empleo de calidad. La sede de la Agencia Espacial Española es una gran oportunidad en este sentido, que se ha presentado porque por fin un gobierno ha decidido, aunque tímidamente, poner freno al centralismo.

Desgraciadamente, en lugar de ponerse del lado de Canarias y de Gran Canaria, el PP, ese que dice que quiere gobernar en el Cabildo de Gran Canaria para impulsar la isla, ha decidido rendir pleitesía a una líder autonómica extremista y ultra, centralista (como toda la derecha española) y negacionista del cambio climático (recientemente aseguró que el cambio climático era “comunismo”). Ese parece ser el modelo que el PP propone para las islas: sumisión, apoyo a una líder trumpista y rendir pleitesía a Madrid blanqueando el centralismo. Yo seguiré luchando por convertir a Gran Canaria en un referente de desarrollo sostenible, innovación y bienestar.

La Reserva Natural Especial de Las Dunas de Maspalomas es sin duda uno de los mayores tesoros ambientales y paisajísticos que tenemos en Gran Canaria. Contiene hasta 6 hábitats de interés comunitario; es uno de los parajes más queridos por los y las grancanarias y, al situarse en el corazón de uno de los principales destinos turísticos de Europa, es un paisaje ampliamente conocido por quienes nos visitan y difundido en publicaciones de toda Europa

Pero su popularidad también supone un reto mayúsculo para su conservación ya que por sus características y por su emplazamiento es uno de los Espacios Naturales Protegidos sometido a una mayor presión humana. No obstante, los problemas que afrontan estas dunas no son exclusivamente provocados por la acción del ser humano, ya que también existen otros más específicos relacionados con la propia dinámica del sistema dunar.

Según un estudio encargado por el Ministerio de Medio Ambiente en 2006 y realizado por el Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria y expertos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la formación del campo dunar se produjo hace poco más de dos siglos como consecuencia de un fenómeno que depositó grandes cantidades de sedimento marino, en un momento muy determinado, pero cuyo aporte cesó. El estudio apunta que ese fenómeno pudo ser un tsunami producido por un terremoto en Lisboa en 1755.

Este tsunami habría provocado olas de hasta 15 metros de altura que habrían arrastrado hasta la superficie las grandes cantidades de arena sumergida que conformaron el campo dunar. Dado que este aporte se produjo en un momento determinado al depositarse grandes cantidades de sedimento y que posteriormente el aporte se detuvo o decreció considerablemente, el ecosistema dunar pierde arena por el mar que no recupera. Es decir, en términos coloquiales podemos decir que las Dunas están en un lento proceso de desaparición.

Aunque se trata de un proceso natural, la urbanización de Playa del Inglés a partir de los años 60 alteró el flujo del viento, frenándolo en unas zonas y acelerándolo en otras, incrementando la erosión de las dunas. Esto provoca que en determinadas circunstancias se pierda arena por la Punta de la Bajeta (la unión entre Playa del Inglés y Maspalomas) que no vuelve. Se calcula que, de esta manera, se pierden unos 45.000 metros cúbicos de arena al año.

Además de la pérdida de arena, el espacio también se ve amenazado por la desaparición de balancones, una especie vegetal imprescindible para la retención de la arena y el freno a la erosión, así como por conductas incívicas como el abandono de basura o la creación de goros y otras formaciones con piedras que entorpecen la dinámica dunar. También por la llegada de especies invasoras, tanto vegetales como animales.

CapturaPara hacer frente al conjunto de problemas medioambientales que sufre este espacio, en 2018 pusimos en marcha el proyecto Masdunas, sin ninguna duda la propuesta de conservación y restauración ambiental más ambiciosa que se ha llevado a cabo en este espacio y probablemente en el conjunto de los espacios naturales de la isla.

El primer objetivo es frenar la pérdida de arena. Para ello se llevó a cabo una experiencia piloto consistente en extraer arena del fondo marino de la Punta de la Bajeta para reintegrarla en la parte seca de Playa del Inglés. De esta manera unos 60.000 metros cúbicos de arena se reincorporaron al sistema dunar de manera natural, transportados por la acción del viento. También se llevó a cabo la plantación de 583 ejemplares de balancones (Traganum moquinii) y captadores de arena para frenar la erosión y favorecer la formación de las dunas costeras.

Estas dos acciones tenían como objetivo principal frenar la pérdida de arena, pero Masdunas también contempla la mejora de la biodiversidad del espacio. La principal acción en este sentido ha sido la eliminación de especies vegetales y animales invasoras como tuneras, rabo de gato o las tilapias de Mozambique que llegaron a la Charca. En total se han eliminado 760 metros cúbicos de flora exótica invasora y se han capturado más de 250.000 ejemplares de tilapias de Mozambique.

Por último, se diseñaron estrategias para limitar los efectos nocivos de la presencia humana en las zonas de uso restringido y de exclusión. Para ello se rebalizaron los 8 Km de senderos que transcurren por dentro de la Reserva, con más de 1.500 bolardos verticales, y se instalaron nuevos carteles informativos, tanto en los senderos como alrededor de la zona de exclusión para evitar, por desconocimiento, el deterioro del paraje.

Y es que hay que recalcar que no se puede transitar libremente por las Dunas. Aunque parezca una acción inofensiva, el tránsito de cientos de miles de personas al año provoca afecciones a la vegetación, propicia el movimiento de piedras y la apertura de nuevos senderos, lo que altera los movimientos de las dunas y puede provocar una aceleración de la erosión.

Para garantizar el cumplimiento de estas medidas también se ha reforzado la vigilancia. En primer lugar la presencia de cuadrillas de trabajo para erradicar la presencia de especies invasoras también es una forma indirecta de controlar el espacio, ya que pueden informar a los visitantes de la prohibición de transitar o avisar a los agentes de la autoridad. Asimismo, hemos asignado nuevos agentes de medio ambiente para vigilar las 400 hectáreas de extensión de la reserva y se ha reforzado la colaboración con otros cuerpos de seguridad.

Pero ¿se han obtenido los resultados esperados? El primer y más importante resultado del proyecto Masdunas es que ha aumentado la cantidad de arena en el frente dunar, que era sin duda uno de los objetivos prioritarios del proyecto. Para ello han sido fundamentales las repoblaciones de balancones, que se han mostrado muy efectivas para frenar la erosión.

Por otro lado, el trabajo intenso y continuado sobre especies invasoras tanto vegetales como animales en el entorno de La Charca ha mejorado la biodiversidad. Creemos que también ha aumentado el nivel de concienciación de la población sobre la problemática de este espacio y cada vez son más las personas informadas de la prohibición de transitar por las Dunas.

Ahora bien, tal y como decíamos se trata de un espacio sometido a una gran presión humana, que además es muy extenso y accesible, por lo que aún queda mucho trabajo por hacer. Estamos en contacto con la Demarcación de Costas y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana para estudiar propuestas que perimetren la Reserva e impidan el acceso, pero integradas en el medio y sin afectar al paisaje.

Masdunas es una experiencia exitosa, un ejemplo de restauración y conservación ambiental que condensa la investigación científica que se ha hecho durante décadas y que, gracias a la colaboración entre instituciones, ha conseguido mejorar el nivel de conservación de la Reserva Natural Especial. Esta experiencia también ha sentado las bases para garantizar el futuro de este patrimonio colectivo de los hombres y mujeres de Gran Canaria.

Antonio Morales Méndez

Presidente del Cabildo de Gran Canaria

Dentro de muy poco, en 2025, se cumplirán 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco. Fue un acontecimiento que transformó a España profundamente después de casi cuatro décadas de aislamiento y atraso, persecución política y sindical, censura cultural e informativa y represión moral y sexual. Eran los tiempos de la Ley 16/1970, de 4 de agosto, sobre peligrosidad y rehabilitación social, continuación de la Ley de Vagos y Maleantes

Fueron tiempos de televisión en blanco y negro con los dos canales de la televisión pública, los nodos y los 'partes' oficiales que relataban una España triunfal que estaba apartada de Europa. Incluso la dictadura de Salazar en Portugal había sucumbido a la Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974, lo que había profundizado ese arrinconamiento

Gran Canaria no era ajena a la situación, aunque en comparación con el territorio peninsular se vivía una cierta apertura al exterior en lo económico y comercial con los puertos francos, lo que nos permitía acceder a las tendencias de la moda internacional y a los productos electrónicos llegados de todo el mundo. Un gran bazar global en el que también cabían los libros censurados, la música más vanguardista y el tránsito libre de personas de todas las culturas y nacionalidades. Pero, a pesar de la autarquía, Gran Canaria sufrió también los coletazos de la primera crisis energética planetaria, la del petróleo, tras la guerra del Yom Kipur en Oriente Medio. Una situación contradictoria, ya que la falta de turistas se compensaba con otro efecto de aquella crisis al cerrarse entre 1967 y 1975 el Canal de Suez y convertirse la ruta del Atlántico en la alternativa al tráfico de mercancías entre el Pacífico y Europa, con el Puerto de La Luz como uno de sus principales puntos de escala.

A pesar de todas las preocupaciones y, sobre todo, de la proximidad del fin de una dictadura que agonizaba, una novela de Orlando Hernández (Agüimes, 1936-1997) se abrió paso en todas las librerías del país. En ese contexto vio la luz 'Catalina Park', que agotó rápidamente la primera edición lanzada por Plaza & Janés, en junio de 1975. La faja de la cubierta incluía un lema publicitario que avisaba al lector del contenido marginal y provocador de la obra de Orlando Hernández: “Crónica variopinta y esperpéntica del submundo de un turismo internacional”, cuando en el interior, nos describe con espíritu de cronista aquella ciudad cosmopolita que manifestaba su vitalidad y contradicciones en cada rincón de aquel parque de Santa Catalina y a la vez su condición de microcosmos, con sus personajes definidos a través de sus expresiones, sus jergas, tribulaciones y vulnerabilidades.

CapturaLa reedición de esta obra, realizada por Mercurio, con la colaboración del Ayuntamiento de Agüimes, del Cabildo de Gran Canaria y del Gobierno de Canarias, nos invita a dirigir la mirada hacia aquella época que muchos vivimos. Es como entrar en una espiral de acontecimientos, un torbellino que no cesa desde entonces, con una sucesión de rápidas transformaciones que Orlando desvela en medio de las dificultades y profundas desigualdades que se vivían entre la Gran Canaria oficial y la real, con el contraste entre la moda de 'ripochear', y las andanzas del 'buscavida'. Situaciones reales que entroncan y destacan en el auge de la literatura canaria de los 70, tras la publicación de 'Guad', por el que fuera director de La Tarde, Alfonso García Ramos, tras el que surgirían firmas como J.J. Armas Marcelo, Juan Cruz, Luis León Barreto, Rafael Arozarena, Alberto Omar, Luis Alemany, Fernando G. Delgado, Víctor Ramírez y otros. Pero quizás la obra con mayor repercusión dentro y fuera de las islas fuera esta irreverente y real semblanza de la vida del puerto turístico, moderno y bohemio tirando a marginal que vivió Santa Catalina durante los setenta y ochenta del siglo pasado. Estamos ante un documento valioso que nos muestra cómo sobrellevaban las carencias nuestros conciudadanos en aquella época.

El título de la novela nos introduce en el microcosmos de la 'dolce vita' mezclado con las corrientes underground y hyppies, movimientos contestatarios que surgieron tras el Mayo del 68, y el hartazgo de la generación del 'baby boom', los hijos de la Segunda Guerra Mundial que vivieron en permanente angustia por la amenaza nuclear, la 'guerra fría', la política de bloques, el 'telón de acero' y toda una gama de vocablos y alegorías metafóricas que atenazaban a la juventud del planeta, conocedora de los estragos que produjeron las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki.

El propio Orlando Hernández describe aquella generación en una breve reseña en la sobrecubierta. Reconoce que utiliza protagonistas reales, a los que “les gusta campar a sus anchas, lo exigen”... “Se entremezclan así en el extraño damero de un Parque soleado, turístico, internacional con todos sus rebuscados encantos, un aluvión de gente donde nadie define a nadie, donde nadie es diferente”. Su pachorra e indiferencia se contagia del ambiente y de “la desenfadada actitud de una gente que quiere 'vivir su vida', considerando que nadie es tan importante como para entregársela”.

El autor del prólogo de esta reedición, Agustín Carlos López Ortiz, realiza un completo trabajo de análisis sobre la obra y el escritor, los personajes, su habla, la atmósfera colectiva. Por ello, les invito a leerlo para profundizar en uno de los autores más destacados de nuestras islas, de quien he subrayado en otras ocasiones su contribución al acervo cultural canario en las letras y en la profundidad de análisis sociológico de una sociedad que atraviesa un momento trascendental de transformación radical en lo político, económico y cultural, del que fue testigo y cronista.

El escenario que nos presenta la novela reeditada sigue siendo en parte reconocible. Hoy día continúa animado por el turismo, aunque ahora llegue en enormes cruceros con cientos de habitaciones y con un concepto de gran parque temático en el interior de la embarcación. Recordemos que entre 1974 y 1983, la actividad turística en Gran Canaria vivió un periodo de estancamiento, ya que apenas se movió entre los 900.000 y 1.100.000 visitantes, frente a los espectaculares crecimientos que se produjeron durante la década anterior. Las incertidumbres de la transición política española - en una situación económica crítica, con numerosos conflictos laborales y con una inflación situada en el 17,02% - junto al auge de Maspalomas Costa Canaria y una 'panza de burro' que molestaba a los escandinavos restó poco a poco aquella vida mundana al parque, mientras se cerraban apartamentos y hoteles para convertirse en viviendas estrechas. A ello se sumaba el terrorismo (también en las islas), el abandono del Sahara y de su pueblo (que todavía padecemos) lo que provocó el retorno de miles de canarios a las islas, una grave crisis social y la propagación entre la juventud de las 'drogas duras'. Un cóctel que ponía en tela de juicio el modelo de desarrollo en el que estaba inmersa la isla, con gravísimas carencias de infraestructuras y servicios públicos.

Toda esta realidad se localizaba en el puerto, en aquel escenario microscópico que nuestro escritor bautizó como 'Catalina Park', el espacio que durante décadas fue la puerta de entrada de los turistas que llegaban por vía marítima y que en los sesenta y setenta se consolidó como punto de encuentro de marinos, chonis, tiendas de 'indios', pescadores soviéticos (rusos y ucranianos) que intercambiaban sus cámaras 'Zenit', su cangrejo o su caviar por ropa y aparatos 'capitalistas' muy cerca de los almacenes de la sociedad hispano-soviética 'Sovhispan'. Y junto a este variopinto escaparate de culturas y nacionalidades, estaba la bohemia local, noctámbula empedernida, ávida de libertad, de la que quedan los ecos de sus risas y sus ocurrencias. Queda la estampa de las tartanas y la figura escultórica de la estrafalaria 'Lolita Pluma', rodeada de gatos y sin el colorido del carmín y de sus trajes con los que llamaba la atención del público.

Catalina Park tuvo un impacto enorme cuando vio la luz a mediados de los años setenta. Nos mostraba la realidad de una sociedad cambiante con sus luces y sus sombras. Nos describía la mutación de una ciudad burguesa que se abría a la llegada del turismo y a la transformación de costumbres y valores que tenían que ver con el sexo, la noche, el transformismo, la homosexualidad que rompía con la represión del franquismo o la moda… Y dio voz a los marginados, a los perseguidos por el régimen franquista y su ley de vagos y maleantes, a los que luchaban por buscar su sitio en una sociedad cambiante… Y alumbró esperanzas. Catalina Park nos exponía y nos expone, con una narrativa trepidante, los aires de libertad que soplaban en el cosmopolita puerto franco, en contraposición con el subdesarrollo o la férrea moral que tenía su máxima expresión en la isla interior campesina y aislada.

Orlando Hernández creó mucho más que 'Catalina Park' o 'Máscaras y tierra', además de otras novelas inéditas. Hizo también teatro costumbrista y contemporáneo, música en colaboración con Falcón Sanabria, poesía, historia del carnaval, crónicas y periodismo en prensa, divulgación del habla canaria en la radio, los periódicos y distintas publicaciones, lo que le convierte en un destacado agitador cultural e impulsor de la canariedad. También fue Cronista Oficial de Agüimes, su villa natal, que le recuerda con una plazoleta y lo hizo Hijo Predilecto, que mantiene su casa como espacio cultural y su colección de pinturas y esculturas con la idea de convertirse en una exposición permanente. Quizás sea todo lo que puede hacer el pueblo donde nació y al que dedicó su vida, pero el mejor reconocimiento que puede tener es el de la difusión de una obra que con el paso de los años se muestra como una referencia de la literatura canaria, imprescindible para reconocernos en sus personajes y paisajes en un pasado no tan lejano que mantiene toda su actualidad en las páginas de aquel 'Catalina Park' de 1975.

Antonio Morales Méndez

Presidente del Cabildo de Gran Canaria