Es evidente que las elecciones andaluzas, por la inesperada contundencia de la victoria del Partido Popular que consiguió una mayoría holgada, tienen una importante trascendencia más allá de Andalucía. Aunque no se deban extrapolar los resultados al conjunto de España (el PSOE andaluz lleva casi tres lustros perdiendo apoyo electoral y acusando el desgaste de tantos años de gobierno), el resultado sí apunta algunas claves que deben hacer reflexionar al conjunto de las fuerzas progresistas y más específicamente a las fuerzas nacionalistas canarias

Parece claro que, para obtener una mayoría absoluta tan holgada, el PP tuvo que quedarse con todo el espacio político que dejó Ciudadanos (que en Andalucía era muy amplio), frenar la fuga de votos hacia Vox y también obtener trasvase de votos desde el PSOE. Ya empiezan a llegar algunos datos y estudios postelectorales que vienen a demostrar dos cosas: que la abstención fue mucho mayor en el 10% de los barrios más pobres (donde apenas votó el 42% del electorado) y que, además, muchos barrios tradicionalmente de izquierdas se derechizaron.

Más allá de las lecturas estrictamente andaluzas, todas las encuestas parecen demostrar que el ciclo de cambio político que se inició en las elecciones de 2015, y se prolongó con altibajos en 2019, se está cerrando y que corremos el serio riesgo de que lo haga en clave conservadora o incluso reaccionaria. El electorado progresista está muy desmovilizado e incluso una parte (pequeña pero decisiva) está siendo seducida por la propuesta de “orden y seguridad” que vende Feijóo.

¿Qué está pasando para que una parte del electorado que en las últimas elecciones apostó por propuestas de cambio y democratización ahora vote en sentido contrario, o incluso no vote a pesar de la amenaza real de que se pueda conformar el gobierno más reaccionario de la democracia en España? ¿Qué podemos hacer desde el campo progresista?

En primer lugar, no podemos obviar que estamos ante uno de los momentos de mayor incertidumbre de la historia reciente. La concatenación de crisis (la gran recesión de 2008-2010, la pandemia y actualmente la crisis de suministros e inflación derivada de la postpandemia y la Guerra de Ucrania) ha provocado un encarecimiento de la vida casi inédito y un empeoramiento objetivo tanto de las condiciones de vida como de las perspectivas de futuro. En estos escenarios el electorado suele decidirse por aquellas opciones capaces de vender más estabilidad y certezas. Normalmente suelen ser las que están en el gobierno (así ha sido en Galicia, Castilla y León, Madrid o Andalucía) pero puede que no sea el caso de un Gobierno de España que genera mucho ruido por el enfrentamiento constante entre los socios y que tiene dificultades para vender su gestión, excesivamente timorata en lo social y con demasiados volantazos, cuando no comportándose como la derecha. Si a esto se le añade una oposición sin escrúpulos ganando la calle y una presión mediática/empresarial sin precedentes, la decisión del electorado puede variar.

Esta situación, unida al malestar generado por la dureza de las restricciones para controlar la pandemia (necesarias pero que dejaron un alto coste, especialmente en algunos sectores), puede estar generando un doble movimiento: por un lado, desafección de la ciudadanía más progresista y, por otro lado, un voto de castigo a Sánchez.

En este sentido la izquierda ha centrado sus campañas en promover el miedo a la extrema derecha (Vox). Un desacierto que le ha permitido a Feijóo hacer más creíble su propuesta de moderación a pesar de que sabemos que esa supuesta moderación significa recortes y privatizaciones de servicios públicos esenciales, rebajas de impuestos a las rentas altas, recentralización del Estado y desregulación de las relaciones laborales. El mismo modelo neoliberal de siempre.

Aunque la situación en Canarias es algo diferente -los gobiernos progresistas en los diversos niveles parecen gozar de una buena valoración ciudadana, el espacio electoral de VOX y Ciudadanos es bastante reducido, el PP lleva tiempo en crisis y la existencia de partidos nacionalistas e insularistas modifica profundamente las tendencias electorales estatales- sería una miopía política obviar que la correlación de fuerzas en el conjunto del Estado influye directamente en la posibilidad de realizar políticas progresistas en nuestra tierra.

Un Gobierno de España del PP, con mayoría absoluta o apoyado por Vox, sería catastrófico para los intereses de Canarias. Estamos en un momento clave de nuestra historia reciente. Tenemos que adaptarnos a los riesgos que produce el cambio climático y abordar de manera acelerada la transición energética como parte fundamental de la transición ecológica. Los fondos Next Generation, destinados a reparar los daños económicos y sociales inmediatos causados por la pandemia de coronavirus, son la mayor oportunidad en décadas para diversificar nuestra economía, crear empleo estable y de calidad y reducir de manera drástica el paro y la pobreza estructural que sufrimos en las islas.

Un gobierno de derechas pondría en cuestión los pasos que hemos dado hacia el desarrollo sostenible e integrador, amenazaría nuestro autogobierno (que hay que ampliar o mejorar), pondría la gestión de los fondos europeos en manos de los grandes poderes económicos, legislaría a favor de la oligarquía energética (como ya hizo el Ministro Soria con el “impuesto al sol”), nos haría perder los derechos laborales obtenidos con la última reforma o cuestionaría derechos fundamentales de las mujeres (como el aborto) y de las personas LGTBIQ+.

Frente a esta situación, desde el nacionalismo progresista no podemos mirar hacia otro lado porque cuestiona las bases de nuestro proyecto político. Autogobierno y democracia, transformación sostenible de nuestro modelo productivo, derechos, bienestar social, dependencia y cuidados, igualdad de género, protección del medio ambiente, apoyo a nuestra cultura, economías azul, verde y circular, seguridad hídrica, soberanía alimentaria y energética…

Nuestro proyecto político no debe contribuir de ninguna manera a facilitar una salida conservadora a la compleja situación actual. En estos tiempos de incertidumbre y desafección política tenemos que dar seguridad a los electores a través de nuestra acción política, enviando mensajes claros a nuestro electorado y desentendernos de la ola reaccionaria que está avanzando tanto en España como a nivel internacional y que, de consolidarse, sin duda sería muy perjudicial para el futuro de Canarias.

El nacionalismo progresista tiene claro un proyecto de cambio y avance social, un proyecto de país para Canarias. Pero no conviene ignorar que la decisión última está en manos de la ciudadanía. Y a ella me dirijo para sugerirle que reflexione seriamente sobre cuestiones de especial trascendencia: ¿es razonable creer que apoyar o votar a las fuerzas conservadoras o de ultraderecha abrirá la posibilidad de una salida solidaria y equitativa a las crisis que soportamos?, ¿creen de verdad que el PP o VOX abordarán con seriedad una salida sostenible al cambio climático, defenderán decididamente las energías alternativas, mejorarán los salarios y condiciones de vida de los/as trabajadores/as o protegerán y ampliarán lo derechos de las mujeres y personas LGTBIQ+?, ¿creen en serio que bajar impuestos es la solución a la crisis?, si es así ¿con qué recursos mantendremos nuestro sistema de educación y sanidad públicas?...

Por ello debemos seguir convenciendo como hasta ahora, con nuestra acción de gobierno apegada a los problemas cotidianos de la población, conectando con la sociedad civil, construyendo lazos comunitarios que refuercen el bien común y los valores democráticos… El reto de las fuerzas nacionalistas progresistas para las próximas elecciones debería ser apostar claramente por ampliar su presencia política buscando alianzas electorales entre distintas opciones en Canarias y potenciando, desde la plena autonomía política, la coordinación con otras organizaciones progresistas del Estado español que defiendan otro modelo territorial más equilibrado y descentralizado. Hay mucho en juego y tenemos mucho que decir y hacer. Un futuro mejor para Canarias depende, en buena medida, de que seamos capaces de acertar en esta tarea.

Antonio Morales Méndez

Presidente del Cabildo de Gran Canaria

En el artículo de la semana pasada resumí la primera parte de mi intervención en el Debate sobre la Orientación General de la Política Insular del jueves 16 y viernes 17 de junio

En el texto ponía de relieve que, pese a las dificultades, los datos socioeconómicos de Gran Canaria estaban recuperando los niveles previos a la pandemia, e incluso a la crisis económica de 2008, y que la acción del Cabildo, tanto inversora como de ayudas sociales estaba siendo importante para esta recuperación

En esta ocasión voy a profundizar un poco más en cuáles son esas inversiones, proyectos y medidas puestas en marcha en el último año y que a nuestro juicio están ayudando a que la isla se recupere poco a poco de la crisis y nos permita mirar al futuro con cierta esperanza.

El primer gran logro de este mando fue alcanzar el objetivo que nos trazamos para hacer posible que la UNESCO declarara como Patrimonio Mundial al Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria. El Instituto para la Gestión Integrada de este y de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria avanza con paso decidido para proyectar estos extraordinarios valores de nuestra isla. Y se complementa su acción con la propuesta de La Cumbre Vive, que proporciona recursos para la protección del mundo rural.

Probablemente el principal hito de los últimos 12 meses ha sido que el gran proyecto de transición energética de la isla que es Salto de Chira ha recibido todas las autorizaciones medioambientales y administrativas y la declaración de interés público. El acuerdo concesional con Red Eléctrica de España ha permitido que las obras comenzaran el pasado mes de febrero y que estén preparadas todas las licitaciones para cumplir con las previsiones de una obra que coloca a Gran Canaria en la vanguardia de la descarbonización de toda Canarias. Agua, energía limpia, empleo, agricultura… para el futuro de la isla.

Este proyecto pone de manifiesto que estamos liderando en Canarias la transición energética y la adaptación y mitigación del cambio climático y, de hecho, hemos sido seleccionados con otras 117 ciudades y comunidades de Europa para su Misión de Adaptación al Cambio Climático. Un hito realmente histórico. Y no se trata solo de una cuestión medioambiental. Estamos hablando de generar empleos estables y de calidad, de diversificar nuestro modelo económico, aprovechar nuestros recursos propios y ser menos dependientes y más resistentes frente a futuras crisis.

Otro de los ejes clave para una transformación sostenible y justa socialmente es el plan sociosanitario, que avanza abriendo nuevos centros, adaptando otros y licitando proyectos emblemáticos como el del antiguo hospital psiquiátrico que recupera un edificio y un espacio protegido de esta isla y al que destinaremos 35 millones de euros. Cumplimos con el reto de aumentar en 1500 las plazas sociosanitarias nuevas, en un esfuerzo que hacía décadas no realizaba este Cabildo. Es un esfuerzo que se traducirá en una adecuada atención a nuestros mayores y dependientes, en la generación de empleo y en el alivio de miles de cuidadoras que tienen que asumir, apenas sin ayuda, la atención de familiares.

Se han renovado infraestructuras decisivas para la recuperación económica de la isla como los polígonos industriales o las zonas comerciales abiertas, con una transformación valorada y reconocida por industriales y comerciantes y que supone una inversión de más de 24 millones para los dos espacios.

Se han incrementado los usuarios del transporte público en líneas insulares, en cantidades que nunca se habían dado antes, como efecto de la política de bonos a residentes, mayores y jóvenes. Esta medida ha tenido resultados muy positivos sobre la movilidad en la isla. Se ha incrementado el número de viajeros en un 15%. Ya tenemos más de 52 millones de viajeros al año y ha aumentado la recaudación en un 27% respecto a 2016.

El desarrollo de las inversiones del Consorcio Turístico de Maspalomas está contribuyendo a la modernización de infraestructuras públicas en el sur y otros lugares de la isla. Complementan la inversión privada que ha crecido en cantidad y calidad. Más de 20 millones de inversión destinados a mejorar la imagen turística de la isla, siendo más competitivos y sostenibles.

En este contexto también quiero destacar, por su contribución a la revalorización de la zona turística más importante de Canarias, la apertura del Museo Etnográfico del Faro de Maspalomas, después de permanecer cerrado más de una década.

La marca Gran Canaria Me Gusta se ha consolidado como una seña de identidad de nuestra isla para fomentar y valorar la calidad de los productos agrícolas y ganaderos locales, productos kilómetro cero, con una aceptación social indiscutible. Al mismo tiempo está sirviendo para contribuir a una auténtica explosión de la buena gastronomía en Gran Canaria que recibe reconocimientos profesionales como nunca había sucedido.

Esto hubiese sido imposible sin una decidida política de impulso y apoyo al sector primario que ha incluido la aportación de más de 5 millones de euros en ayudas y subvenciones al sector para paliar los efectos de la COVID y que se ampliará con tres millones más. También el Programa Canal Social Sector Primario invierte cada año 3,5 millones de euros en la adquisición de más de 3.500 toneladas de producto fresco, excedentario de los agricultores y ganaderos con problemas en la comercialización de sus productos, para donarlos a las 6 principales ONG sociales de la isla. Este impulso ha permitido la puesta en marcha de 6 hectáreas de cultivo de forraje para alimento de animales, 85,9 hectáreas puestas en cultivo en 2021 por 107 agricultores o 17 hectáreas nuevas de viña, haciendo del sector vitivinícola de Gran Canaria el más pujante del archipiélago. Pero tenemos que seguir avanzando hacia la soberanía alimentaria, que permita una vida digna para los hombres y mujeres que habitan y trabajan el campo en la isla.

CapturaEl Cabildo de Gran Canaria está estimulando una actividad cultural intensa, de calidad y descentralizada. El plan de apoyo al sector cultural, que lo ha pasado muy mal durante la pandemia, ha contribuido decisivamente a sostener una industria imprescindible. El gran proyecto de Museo de Bellas Artes MUBEA avanza y la intervención arquitectónica junto a la adquisición de obras nos anuncian una apertura que engrandecerá el patrimonio cultural de Gran Canaria.

Quiero destacar el incremento de producciones y de iniciativas cinematográficas que eligen a Gran Canaria porque las condiciones naturales, el apoyo institucional que reciben y las perspectivas que se abren con los nuevos platós atraen a esta isla a compañías del máximo nivel.

Un indicador de la contribución del Cabildo a la reactivación económica de la isla es la cantidad de iniciativas empresariales, de emprendimiento o de innovación que se están creando en el entorno de la Sociedad de Promoción de Gran Canaria y de Infecar. Economía azul, economía circular, internacionalización de nuestra economía, captación de inversiones… El número de empresas y de empleos con alto valor tecnológico es una buenísima noticia en la apuesta por la diversificación económica.

La aprobación o tramitación de más de cien patentes por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en colaboración con el Cabildo que está aportando la financiación necesaria, habla del compromiso con la innovación tecnológica y por la sociedad del conocimiento. El cumplimiento del programa de Gran Canaria Isla Inteligente evidencia, en la misma dirección, que avanzamos creando sinergias con empresas e instituciones con las que compartimos prioridades.

En ese sentido progresa también la propuesta que defendemos para la declaración del Parque Nacional de Guguy, que es posible gracias a un esfuerzo continuado por mejorar la conservación de nuestros espacios naturales protegidos, lo que nos ha convertido en una referencia en la realización de proyectos LIFE de la Unión Europea para la conservación de la biodiversidad.

Por supuesto no podemos olvidarnos de la necesidad de avanzar hacia una sociedad con igualdad de género y libre de violencias machistas y discriminación. Para ello contamos con el mayor presupuesto de Igualdad de género de la historia del Cabildo, que llega a la cantidad de 8 millones de euros en 2022.

Necesitaría mucho más espacio del que permite un artículo para continuar desgranando las acciones y logros del actual gobierno progresista del Cabildo de Gran Canaria: el proyecto RENOVAGUA de energías limpias para desalar y depurar, el puerto de Taliarte, las inversiones en todos los municipios, los ecoparques, las actuaciones en el paisaje… Esto es solo una muestra de las principales acciones implementadas, que pone de manifiesto una acción de gobierno basada en el trabajo y que desde la humildad reconoce que estamos en el camino correcto. Después de mucho tiempo Gran Canaria tiene un plan de transformación para solucionar los problemas estructurales de su modelo socioeconómico. Y ese plan de transformación cuenta con el apoyo de la mayoría de la ciudadanía y de las instituciones.

El jueves y el viernes pasado tuvo lugar en el Cabildo de Gran Canaria el Debate sobre la Orientación General de la Política Insular, una oportunidad para hacer un balance del estado de la isla y realizar una evaluación de la acción del actual gobierno progresista del Cabildo de Gran Canaria. Celebramos este debate en un duro contexto.

Cuando percibíamos los síntomas de recuperación económica tras la pandemia se produjo la injusta invasión de Rusia sobre Ucrania, que ha generado una situación de incertidumbre y brutal encarecimiento de las materias primas y suministros. La inflación galopante a nivel planetario está minando el bienestar de la población y la competitividad de las empresas

Somos conscientes de que el Cabildo en solitario no puede hacer frente a todas estas amenazas. Así que el objetivo es valorar nuestro trabajo para precisar si las grandes líneas políticas del Gobierno de la isla están siendo eficaces y, sobre todo, para destacar propuestas que nos permitan llegar a 2023 completando los compromisos que asumimos en nuestro programa y respondiendo a las demandas urgentes que expresa la ciudadanía de Gran Canaria.

Durante el debate intenté contestar a cuatro preguntas fundamentales: ¿Cuáles son los datos sociales y económicos más relevantes de Gran Canaria? ¿Qué políticas nucleares distinguen a este gobierno de progreso? ¿Estamos avanzando hacia el modelo de isla ecosocial y sostenible que define nuestra acción de gobierno? ¿Contribuye el Cabildo de Gran Canaria a generar esperanza y a favorecer la resistencia de nuestra gente en estos momentos difíciles?

A estas preguntas quiero responder con datos. Con estadísticas oficiales que resulten concluyentes para el conjunto de la ciudadanía. Y con esos datos alcanzamos tres conclusiones claras: Gran Canaria está resistiendo estas dificultades y recuperando con determinación los indicadores anteriores a la pandemia. Las políticas del Cabildo de Gran Canaria están centradas en apoyar a las personas y sectores más vulnerables ofreciendo recursos y dinamizando la inversión. Mantenemos los compromisos de nuestro programa de gobierno y contribuimos al avance de la isla y a generar un futuro atractivo e ilusionante.

Gran Canaria cierra el año 2021 con un récord de ocupación de la serie histórica. Se ha producido un crecimiento del empleo en el último año del 16.5%. Nuestra isla recupera el nivel de ocupación de antes de la pandemia con mayor vigor que el resto de islas gracias, en gran medida, al comportamiento de la población ocupada femenina. El crecimiento que se ha producido en Gran Canaria entre 2020/2021 es de un 20.7% en mujeres y un 12.8% en hombres.

Al cierre de 2021 se obtiene el mejor resultado desde 2007 en creación de empleo, según la Encuesta de Población Activa. La tasa de paro al cierre de 2021 se reduce al 17.4%. No hay triunfalismo, no nos conformamos, pero hay un avance indiscutible. Se confirma de esta manera el liderazgo regional de Gran Canaria en la activación del empleo: 1 de cada 4 grancanarios/as abandona la situación de desempleo. El paro registrado cae un 25.3% en el interanual de mayo de 2021 a mayo de 2022. Se constata la consolidación de un mayor dinamismo en la creación de empleo femenino al reducirse en 10 puntos (de 28.6% a 18.5%) frente al masculino, que cae un 6.5%.

Durante los 5 primeros meses de 2022 se sigue creando empleo neto en nuestra isla. En mayo de 2022 se alcanza la cifra más baja de paro registrado desde septiembre de 2008. Se crean 3.300 empleos nuevos en lo que va de año y 82.500 desempleados registrados. Esta cifra nos habla de una realidad continuada y no de una situación aislada.

286363942 554699666106235 5318263145648023186 nDe la misma manera, Gran Canaria registra datos históricos de afiliación a la Seguridad Social. Superamos el nivel de afiliación prepandemia. Cerramos 2021 con 339.500 personas afiliadas, con un crecimiento del 5.2%. Durante 2022 se siguen generando nuevas afiliaciones mes a mes, 5.300 nuevas afiliaciones desde enero de 2022. Se ha producido un crecimiento del 7.3% en el interanual de abril de 2021 a abril de 2022. Y la tarea del Cabildo tiene que seguir siendo la de insistir en acciones de incentivación, de refuerzo y de acompañamiento con las inversiones y las políticas de sostenibilidad y desarrollo social que están contribuyendo a la reactivación.

Y este proceso seguro de recuperación lo estamos haciendo de la mano de todos los sectores y los distintos agentes sociales. Colaborando con las organizaciones sindicales y empresariales, con la Cámara de Comercio, con las asociaciones de pequeñas y medianas empresas, con los autónomos. Y no es solo una percepción del Cabildo, los indicadores de confianza empresarial han crecido un 22% durante 2022, situándose al mismo nivel que al principio de 2020.

Cualquier análisis socioeconómico en nuestra isla tiene que contar con la evaluación del sector turístico. Todos los informes nos hablan de una recuperación sólida de las cifras de llegada de turistas a la Isla durante 2021. El crecimiento durante 2021 ha sido del 34.8% según FRONTUR y del 38.6% según AENA. Y la mirada esperanzada que quiero compartir con ustedes se refuerza porque no hablamos de una serie histórica que se haya detenido. Al contrario, durante 2022 comprobamos un comportamiento más vigoroso. En estos últimos meses la economía turística insular se acerca a los niveles prepandemia. En lo que va de 2022 se multiplican por siete las entradas de turistas sobre el mismo periodo de 2021.

La información sobre el turismo no puede reducirse a datos absolutos. Y en un análisis más detallado comprobamos la creciente diversificación de los mercados emisores y la fortaleza del mercado español. Mientras Gran Canaria aumenta en un 10.5% de turistas peninsulares en alojamiento turístico en 2022, otras islas que son punteras en este mercado retroceden, un 14.2%, en comparación con 2019.

Hay más señales de la recuperación turística. Gran Canaria se acerca a la facturación del primer trimestre de 2019 y lidera el gasto medio por turista y día. Solo estamos un 4.9% por debajo del primer trimestre de 2019. También el gasto medio crece un 25% y supera en 17% la media de Canarias. La recuperación de la oferta en el sector hotelero se acerca a la oferta prepandemia (no así en el sector extrahotelero).

Se recuperan también significativamente las cifras de pasajeros que han entrado por vía aérea y la llegada de turistas. Apenas hace tres meses vivíamos en una gran incertidumbre. Todavía no han terminado las dificultades de desplazamiento y se han agravado las condiciones económicas de los países emisores y aún así, frente al mismo periodo de 2019, hoy la isla queda sólo un 18% por debajo en la cifra de pasajeros llegados por vía aérea. Nadie hubiese creído en estos datos hace muy poco tiempo. Hablan de las potencialidades de la isla y de que muchas cosas se han hecho bien durante este tiempo duro de crisis sanitaria y socioeconómica.

Por otra parte, la actividad portuaria reflejada en el tráfico de carga marítima y avituallamiento mantiene su solidez y crece en periodos de pandemia y se afianza el efecto 'Puerto seguro'. La comparativa al cierre entre 2021 y el cierre de 2020 supone un aumento de 10.2% en tonelaje y de 14% en TEUS-contenedores de carga. Gran Canaria se mantiene como la principal puerta de entrada marítima a toda Canarias y como único puerto de tránsito y servicios de escala global de toda Canarias. Esta isla concentra el 94% de los tránsitos de Canarias, 95% si atendemos al tonelaje, con cifras de 2021.

Con esta realidad creo que está justificado el afirmar que tenemos razones para la esperanza. Es tiempo de agradecer el civismo, la tenacidad y la resiliencia del pueblo grancanario, principal artífice de esta recuperación. Hay motivos para insistir en los objetivos y en las acciones que estamos impulsando desde el Cabildo de Gran Canaria. Tenemos que perseverar en la conjunción de esfuerzos con las administraciones, con los sectores sociales, con la sociedad civil organizada, con los hombres y mujeres de esta isla.

Y con la misma fuerza afirmo que tenemos que huir de la autocomplacencia. Hay mucha gente pasándolo mal como para cantar victoria sin que hagamos todo lo imposible por incluirla en este proceso de recuperación de derechos. Pero, al mismo tiempo, lo logrado nos anima a seguir en esta apuesta de inclusión del conjunto de la ciudadanía. Teníamos una sociedad desigual y esta triple crisis ha acentuado esas divisiones. El Cabildo ha priorizado esta lucha social, pero no hemos llegado todavía a todas las personas. Ese es el futuro que tenemos que ir ganando cada día. Que no haya ninguna grancanaria o grancanario que no pueda disfrutar de su tierra con todos los derechos y con toda la dignidad.

Gran Canaria está recuperándose de los efectos de dos años de paralización, acercándose o mejorando incluso los datos anteriores a la pandemia y avanzando en los grandes objetivos de transformación en los que está comprometido nuestro gobierno. Y su Cabildo está teniendo una participación decisiva en los datos que acabo de compartir. No estaríamos mejorando sin la fuerte inyección inversora que el Cabildo está protagonizando y que funciona como tractor dinamizador de la economía. Casi 1.000 millones de inversión en los distintos planes y programas hablan de una apuesta decidida por la obra pública en tiempo de crisis y por la creación de empleo. Y además se han multiplicado los recursos para ayudas a las emergencias sociales y a la movilidad pública, a las pymes, autónomos y sector primario, a la protección e incentivación de los servicios públicos…

Si algo se ha venido a poner de manifiesto en los últimos años es que, pese a las dificultades, vamos en la dirección adecuada. Que el proyecto al que llamamos ecoísla es más necesario que nunca. Necesitamos una isla más sostenible, más diversificada económicamente, con mayor bienestar social e igualdad. Necesitamos innovación y desarrollo autocentrado y ser menos dependientes del exterior en energía, en alimentos... Y es innegable que estamos dando importantes pasos en esa dirección. Porque hoy Gran Canaria y su gobierno insular tienen un proyecto de isla refrendado por los datos y un amplio apoyo social. Y vamos a seguir avanzando, sin autocomplacencia pero con esperanza.

Antonio Morales Méndez.

Presidente del Cabildo de Gran Canaria.

En los años 2020, 2021 y en lo que va de 2022, Gran Canaria ha sido sede de 322 proyectos audiovisuales. Se han llevado a cabo unas 100 producciones cinematográficas y 222 acciones publicitarias que, en total, han supuesto una inversión cercana a los 37 millones de euros.

Y eso a pesar de estar en una pandemia en la que la movilidad internacional estaba limitada y de que muchos rodajes tuvieron que posponerse por motivos sanitarios

Estos datos ponen de manifiesto el tremendo potencial económico que tiene el sector audiovisual y el papel clave que puede jugar en la diversificación de nuestro modelo económico. Se trata de una actividad económica idónea para las condiciones de Gran Canaria. Nuestra increíble variedad de paisajes, tanto urbanos como naturales, así como nuestra riqueza patrimonial nos hacen atractivos para casi cualquier tipo de rodaje.

Estamos ante un sector que no se ve afectado por las dificultades logísticas para la exportación que tiene Canarias por su lejanía respecto a sus principales mercados. Es una actividad que no es intensiva en el uso de materias primas, que tampoco consume territorio pero que, sin embargo, precisa de mucha mano de obra cualificada, así como de servicios y suministros (comida, carpintería, maquillaje, vestuarios, transportes) que tienen que ser contratados a proveedores locales. Encaja a la perfección en una sociedad multicultural y en un territorio con buenas conexiones aéreas, seguro sanitaria y climáticamente, seguro también frente a los delitos… y con una planta alojativa de primer nivel.

Todas estas características, unidas a los incentivos fiscales, han hecho que a pesar de la crisis y de la pandemia, el balance 2020-2021 haya sido muy positivo. Además, y teniendo en cuenta que los pronósticos para el 2022 son extraordinarios, la previsión para este año es que se superen los 100 millones de inversión en la isla. Por otra parte, entre septiembre y octubre se inaugurarán los nuevos platós de cine, situados en INFECAR, que estarán disponibles para que se pueda rodar en ellos antes de final de año. Sin duda supondrán un salto sin precedentes para nuestro sector audiovisual y para posicionar a Gran Canaria a la vanguardia de Canarias y en un lugar destacado en el conjunto de España.

En la isla se rueda una media de 6 largometrajes al año, tanto estatales como internacionales. El sector de la publicidad también cuenta con datos relevantes con un total de 222 producciones publicitarias. Entre otras, destacan las de la francesa Yves Saint Laurent, la marca de ropa nupcial Pronovias, la americana Urban Outfitters o la británica Pepe Jeans London.

Gran Canaria acogió asimismo un total de 24 programas de televisión, en su mayoría reality shows internacionales, convirtiéndose en un tipo de producción que ha logrado afianzarse en la isla. Por su parte, los rodajes internacionales de ficción televisiva también recogieron grandes títulos como The Witcher, Kamikaze o Jack Ryan.

CapturaEn cuanto a los datos de 2022 ya hay cerrados ocho proyectos de filmación para este año. Merece destacarse la gran repercusión que ha tenido a nivel internacional la superproducción The Mother que se emitirá próximamente a través de Netflix.

Para hacer esto posible, la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (SPEGC) y su Gran Canaria Film Commission juegan un papel clave al facilitar los rodajes y coordinar los esfuerzos de las distintas administraciones y empresas locales.

No obstante, la atracción de proyectos nacionales e internacionales no nos puede hacer olvidar la importancia de seguir desarrollando una industria cinematográfica propia. Además de por su trascendencia e importe económico, tiene una importancia cultural trascendental. Somos una cultura insular pequeña, de un enorme valor pero poco conocida y si no somos capaces de contar nuestra propia historia, esta corre peligro de desaparecer.

En este sentido cabe destacar la extraordinaria película “La Piel del Volcán”, de Armando Ravelo, que presentó 18 candidaturas a los premios Goya y aunque no obtuvo ninguna nominación demostró la pujanza y la necesidad de hacer cine en Canarias, desde Canarias y sobre temas canarios. En 2019 se estrenó la adaptación cinematográfica de la novela de Alexis Ravelo “La Estrategia del Pequinés” que bajo la dirección de Elio Quiroga presentó 25 candidaturas a los Goya. También la película “Julie” de Alba González de Molina, recibió el Premio a la mejor ópera prima y la Biznaga a la mejor actriz secundaria (Silvia Maya) en la 19ª edición del Festival de Málaga. Son solo algunos ejemplos para reivindicar la existencia de cineastas canarios a los que hay que apoyar e impulsar.

Desde las áreas insulares de Desarrollo Económico y de Cultura se presta un apoyo considerable a los creadores locales. Para la promoción del sector audiovisual grancanario el Cabildo dispone de un espacio propio, el Centro Cultural Audiovisual, situado en Schamann. El presupuesto que se dedica a este apoyo supera los dos millones de euros y se destina a la promoción de documentales, formación audiovisual en municipios, subvenciones, etc.

Gran Canaria se ha convertido igualmente en los últimos años en un reclamo para la industria de la animación. Desde 2020 la producción de series de animación casi ha duplicado sus cifras, pasando de 9 a 14 series. Empresas como Ánima, Fortiche, Birdland o Koyi – de las más importantes del mundo- han instalado sus sedes en la Isla, y desde aquí producen series como ‘Cleo y Cuquín’, ‘Shark Academy’, ‘Pocoyó’ o ‘Arcane’, para Netflix. Desde el Cabildo y su SPEGC se les facilita locales para la producción, formación para alumnado que después será contratado, apoyos en la gestión…

En este apartado juega un papel singular el Festival Animayo, que cumplió 17 años con una edición espectacular que recuperó la presencialidad tras la pandemia. Animayo es, sin duda, el gran escaparate de formación y empleo para la animación, un sector emergente pero con una potencia que crece exponencialmente. Es uno de los eventos del sector cinematográfico que más visibilidad da a nuestra isla y un festival único en Europa. Como colofón a su última edición recibió la comunicación de que se convertía en el primer y único festival en España en calificar a los Premios Óscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood para la categoría de animación, por lo que alcanza el hito de sumar dos calificaciones. Hasta ahora, el corto ganador del Mejor Cortometraje en Español, 'Animación con Ñ', en el Palmarés Oficial Animayo, obtenía un pase directo a la preselección de los Premios Óscar como Mejor Cortometraje de Animación, pero ahora también lo harán los ganadores del 'Gran Premio del Jurado Internacional'.

En definitiva, el sector audiovisual, una de las industrias culturales más importantes del mundo, se está consolidando como un factor clave en la diversificación económica de Gran Canaria, situándose además como una opción laboral, formativa y cultural muy interesante para los y las jóvenes de Gran Canaria.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.

Desde 2013 la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria ha venido ejecutando un proyecto de recuperación de los bosques del oeste de la isla, concretamente de los macizos montañosos de la Reserva Natural Especial de Güigüí, la llamaré en adelante Guguy pues es este el nombre original y tal y como es conocido el lugar por los habitantes de esta zona de la isla.

Probablemente, cualquier persona que sepa del espacio del que hablo mostrará su sorpresa ya que, a pesar de la belleza del paraje, resulta difícil imaginárselo actualmente como una zona boscosa…

Este proyecto se denomina LIFE+ GUGUY y fue elegido en su día por la Comisión Europea, entre cientos de propuestas que se habían postulado, como uno de los 11 proyectos españoles merecedores de recibir financiación. Han pasado ya 9 años desde que iniciara su andadura y sin lugar a dudas nos ha dado una lección que no podemos obviar y es que nuestra isla alberga una riqueza y potencialidad medioambientales realmente sorprendentes.

El paisaje de Gran Canaria ha sufrido severas transformaciones a lo largo de los siglos, desde la conquista al desarrollo urbanístico y turístico del siglo XX. Si ahora nos cuesta imaginar un bosque en la Montaña de los Cedros, en Guguy, también nos produciría estupor la imagen del Pinar de Tamadaba en el s. XIX, ya que por aquel entonces no se podía contemplar ahí sino unos pocos pinos dispersos que escaparon del hacha. Y si retrocedemos un poco más, veríamos que cuando desembarcaron en Gran Canaria los primeros europeos, en la isla existía un frondoso bosque termófilo, con representación de monteverde xérico en las laderas a barlovento, además de extensos pinares y sabinares a sotavento, lo que permitía, entre otras cosas, “ordeñar” las nubes que suelen cubrir la Montaña de los Cedros, proporcionando agua a los habitantes y cultivos de la zona.

A lo largo de los últimos siglos el paisaje y el territorio se han ido transformando. La explotación maderera posterior a la conquista hizo que una exuberante Gran Canaria fuera arrasada poniendo en grave riesgo recursos naturales de los que tanto dependemos. Siglos después llegaría la urbanización intensiva de las islas, el desarrollo turístico, etc. El agua, abundante en toda la isla, ha mermado y se ha convertido en un bien extremadamente escaso debido a la grave deforestación sufrida. La desalación y la depuración son hoy en día la única alternativa hídrica de futuro. Esta transformación la hemos normalizado y ya en la conciencia colectiva de nuestra sociedad apenas somos conscientes de esa realidad histórica, aunque desde los años cincuenta se han ejecutado iniciativas encaminadas a reforestar y reverdecer Gran Canaria. Muchos de esos espacios del Paisaje Cultural de las Montañas Sagradas de Gran Canaria, declarados Patrimonio de la Humanidad desde 2019, y de la Reserva de la Biosfera se han ido reforestando y reverdeciendo. En Guguy encontramos un buen ejemplo.

Los especialistas de Medio Ambiente llevaban mucho tiempo leyendo los testigos que aún encierran los riscos de las montañas de Guguy, donde se han protegido cedros, pinos, acebuches, laureles o brezos, de las hachas, el fuego y los herbívoros introducidos. Gracias a su tesón y su convicción para luchar contra la desertificación de esta isla han conseguido transformar nuestra visión y recuperar una buena parte del ecosistema de esta zona. Afortunadamente, hoy en día volvemos a ver crecer vigorosos madroños, acebiños, acebuches, almácigos, cedros, laureles, brezos, pinos, sabinas, etc. Vemos, en definitiva, como se han ido sentando las bases de la recuperación de los bosques del oeste de la isla de Gran Canaria, de la restauración del ciclo hídrico que mejore la calidad y cantidad de este preciado recurso, de la protección de nuestro suelo y de la biodiversidad de la amenaza que supone el cambio climático. Vemos cómo se recobra la esperanza de que aún estamos a tiempo de recuperar un espacio de valores infinitos.

Me ilusiona pensar que dentro de unas décadas, al oeste de La Aldea se erigirá un bosque tan emblemático, querido e importante para la biodiversidad de la isla como lo es hoy el pinar de Tamadaba, un lugar que en el siglo XIX apenas disponía de algunos ejemplares de pino en zonas escarpadas e inaccesibles.

Captura 1La lección que nos ha dado el proyecto LIFE+ Guguy reafirma mi convicción de que los tesoros que encierra esta parte de la isla merecen una atención especial para su conservación y disfrute. Que suponen igualmente una oportunidad para afrontar un modelo integrado de desarrollo económico sostenible. Este convencimiento ha llevado al Cabildo de Gran Canaria a impulsar la propuesta de que esta zona se incluya en la Red Nacional de Parques Nacionales. Y trabajamos para hacerlo posible en estrecha colaboración con el Ayuntamiento de La Aldea, el Gobierno de Canarias, Parques Nacionales, la ULPGC, la sociedad civil de la zona y de la isla…

Guguy será un Parque Nacional marítimo-terrestre que aportará a la Red Nacional hábitats tan singulares como los Cardonales-Tabaibales, en el medio terrestre y los Sebadales, en el medio marino. Las masas de cardonal-tabaibal ocupan una extensión de cerca del 67% de las cerca de 3.000 hectáreas de superficie terrestre de la propuesta. Se encuentran en un estado de conservación excepcional, con ejemplares monumentales muy difíciles de observar fuera de esta zona de la isla. Por su parte, el área marina ocupa una superficie de aproximadamente 7.000 hectáreas, es un lugar de paso y alimentación de grandes cetáceos marinos, tortugas, avifauna y dispone de una de las zonas de sebadales más importantes de Gran Canaria con una extensión y un estado de conservación difíciles de encontrar en otras zonas. Éste hábitat marino es una autentica reserva de peces, de cría y protección de los juveniles, lo que hace que su conservación tenga un impacto directo en la mejora y en la sostenibilidad de los recursos piscícolas de la isla y en la protección de un sector pesquero tradicional de gran importancia económica y cultural.

El futuro Parque Nacional de Guguy encierra también una gran riqueza geológica, arqueológica, etnográfica y de calidad del cielo para la observación de las estrellas. Junto a su riqueza biológica y a la inexistencia de grandes infraestructuras o intervenciones en el territorio, lo convierten en un lugar único en el ámbito territorial del Estado.

En el Día Internacional del Medio Ambiente, pese a la lógica preocupación por los riesgos a los que se enfrenta nuestro medio, quiero lanzar un mensaje de esperanza. Estamos a tiempo, todavía es posible. Debemos y tenemos que trabajar para que Gran Canaria se convierta en una Ecoísla que proteja y conserve sus magníficos valores, a la par que permita un crecimiento socioeconómico sostenible que haga que nuestras generaciones futuras puedan vivir en este lugar ciertamente privilegiado. No será un camino sencillo, no es algo que competa solo a las administraciones, se trata de un esfuerzo, un trabajo y una firme convicción de toda la sociedad grancanaria. No nos olvidemos de que la naturaleza sobrevivirá sin nosotros, pero nosotros no podremos sobrevivir sin ella. ¡Feliz día del Medio Ambiente!

Europa, y España no es una excepción, ha dejado su seguridad energética en manos de países terceros –en su mayoría no democráticos, inestables y poco respetuosos con los derechos humanos- y de los lobbies que tiburonean nadando entre las necesidades energéticas de un continente y la maximización de las ganancias a costa de los estados y los consumidores cautivos.

La mayoría de los solemnes pronunciamientos y acuerdos de la UE para reducir las emisiones, luchar contra el cambio climático y apostar por las renovables como alternativa energética, han quedado casi siempre en agua de borrajas. Repetidamente, invariablemente, han prevalecido los intereses geoestratégicos o localistas sostenidos en el carbón, el petróleo, el gas y las nucleares, frente a una verdadera alternativa verde, limpia y sostenible.

A principios de este año, y a pesar de las protestas de algunos países, la Comisión Europea tomó la decisión de declarar “verdes” las inversiones realizadas para afianzar el gas y las nucleares como energías en las que sustentar el sistema energético europeo. Se trataba de una sorpresiva huida hacia delante, de un giro en las políticas energéticas europeas, a pesar de que la mayoría de los expertos se apresuraron a advertir que eso significaba realmente un puntillazo a la penetración de las energías limpias en el conjunto del continente y un freno al compromiso de limitar las emisiones de CO2 y evitar el avance del calentamiento global.

Nada se produce por casualidad. Hace unos días hemos conocido los resultados de una investigación realizada por Greenpeace por la que se ha descubierto que empresas ligadas al Kremlin presionaron en Bruselas para etiquetar como “verdes” las inversiones en energía nuclear y gas fósil. Según el informe elaborado por la organización ecologista, las empresas rusas Gazprom, Lukoil y Rosatom y sus lobbies se reunieron con los comisarios y altos funcionarios de la UE al menos 18 veces para influir en la decisión (con nocturnidad, en plena nochevieja de 2021) de incluir el gas fósil y la energía nuclear en la categoría de inversiones sostenibles de la UE. Por ahí debía andar, seguro, el excanciller alemán Shröeder, empleado de Gazprom o de la petrolera rusa Rosneft.

La inclusión de estas energías contaminantes en la taxonomía verde europea (un sistema de clasificación para deslegitimar o no prácticas pretendidamente sostenibles) le daba al gobierno de Putin no solo más poder de negociación sobre la UE sino también más dinero para afianzar sus políticas de expansión y alimentar la guerra que ya tenía pensada contra Ucrania. Rusia preveía ganar así 4.000 millones de euros más al año con un incremento de la capacidad del comercio del gas al entrar en la taxonomía, lo que supondría un total de 32.000 millones de euros para 2030, mientras que la inclusión de la energía nuclear como “verde” permitiría a Rosatom, la empresa estatal rusa de energía nuclear, con fuertes vínculos comerciales con la industria nuclear europea, asegurarse una parte de una inversión potencial estimada de 500.000 millones de euros en una nueva capacidad nuclear de la UE.

CapturaComo cuenta Greenpeace, los crímenes contra la humanidad cometidos por el ejército de Putin en Ucrania son un cruel recordatorio de cómo la dependencia de la UE del gas fósil y la energía nuclear contribuye activamente a la guerra y a las violaciones de los derechos humanos. Es la demostración palpable de cómo la Comisión Europea se doblega a los grupos de presión y a los intereses económicos de terceros países, en este caso de Rusia. De cómo las relaciones entre la oligarquía energética rusa y los lobbies políticos-empresariales en Bruselas condicionan las políticas oficiales europeas. Todo eso explica que Rusia sea el mayor proveedor de combustibles fósiles a la UE. Más del 45% del gas, un 25% del petróleo y un 45% del carbón provienen del país de Putin. Y había jugado inteligentemente a aumentar los precios para aumentar sus ganancias y generar malestar social en los países europeos.

Según el Consejo Mundial de la Energía, la dependencia exterior de la UE de los combustibles fósiles supera el 60% y los porcentajes indican asimismo que es Rusia el mayor proveedor con diferencia. Durante décadas se miró para otro lado y no se hizo prácticamente nada para cambiar esta situación, a pesar de las declaraciones rimbombantes que parecían orientar las políticas energéticas hacia la sostenibilidad. Humo.

Son, por cierto, los mismos o parecidos lobbies que han impuesto el sistema marginalista en los precios de la generación de electricidad amparando ganancias multimillonarias para las empresas energéticas, frenando el desarrollo económico de los países al encarecer los sistemas de producción y empobreciendo a las familias. Solo esta crisis bélica ha hecho a la UE abrirse por primera vez a revisar el mercado eléctrico porque –dice- “no está diseñado para situaciones de emergencia”, pero sin tocar el mercado marginalista.

La guerra de Rusia contra Ucrania ha puesto en evidencia estas políticas suicidas de abandono de la seguridad energética necesaria para un continente. Y ha cogido a la UE con el pie cambiado y sometida a una fragilidad energética brutal. Y a partir de ahí se lanza a intentar garantizar el suministro a cualquier precio ante un riesgo más que cierto de emergencia energética. Mientras se sigue comprando el gas a Rusia y financiándoles la guerra contra Ucrania –paradójicamente y cómplicemente-, porque no se tenían alternativas a esta dependencia de Putin (Rusia ya se ha embolsado por este concepto más de 60.000 millones de euros, o de rublos, porque las grandes gasistas están esquivando las sanciones), la Comisión elabora una estrategia de racionalización del gas, de restricciones al consumo y se lanza a la desesperada a buscar a nuevos proveedores.

Y busca desesperadamente de nuevo la seguridad de suministro en países terceros y en EEUU. Cientos de barcos metaneros cruzan el Atlántico desde EEUU para proveernos de gas de esquisto, obtenido por la altamente contaminante técnica de la fractura hidráulica (fracking). Y se fijan en España. El estado español es el mayor importador de gas natural licuado de la UE, está unido a Argelia por un gasoducto y dispone de una red de grandes terminales de regasificación ociosas, seis en total. Y entonces saca pecho y juega a ser el salvador de Europa. El gran almacén de Europa. Y Europa se lo cree. Y se empieza a pensar en recuperar la idea de 2013 de la construcción de un gasoducto entre Cataluña y Francia (el proyecto Midcat, con un coste de 442 millones de euros) y ser la puerta de entrada del gas licuado que llega desde EEUU. Y se habla también de una conexión con Portugal y un gasoducto con Italia para acercarnos a Argelia (se prevé una inversión para este último de 2.500 millones de euros). Por lo pronto han incluido una partida inicial de dos mil millones de euros en infraestructuras para sortear vetos de países como Hungría al embargo de petróleo, como cuenta El País.

Para hacer esto posible se necesitarían inversiones costosísimas (miles y miles de millones de euros) que tendrían que salir de la misma hucha de la que tendría que nutrirse la penetración de las renovables. Se profundizaría en la dependencia del exterior y se frenaría radicalmente la inversión en renovables hasta la amortización de las inversiones en infraestructuras gasistas. Una locura, pero la improvisación y la emergencia fruto de la falta de previsión nos está llevando a ello desde más improvisaciones y más sometimientos a terceros. Renunciando a la soberanía energética y a un vuelco decidido hacia las energías limpias. Otra cosa es que dispongamos de los medios adecuados, de la materia prima necesaria, para la revolución renovable. Seguiríamos dependiendo de países como China, pero puestos a depender, mejor hacerlo apostando por las energías limpias.

Y en esta boutade española de nuevos ricos -no alcanzo a entender otra razón- el Gobierno de España, insisto en que creyéndose los reyes del mambo, aprueba un Real Decreto-ley por el que se adoptan medidas urgentes, en el marco del Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania, donde incluye con calzador, en modo colonial y de espaldas a las instituciones y la sociedad canaria, una disposición cuarta por la que se imponen las regasificadoras en las islas sin autorizaciones administrativas previas. Y para más inri, ante el enfado de una buena parte de la ciudadanía y las organizaciones sociales y gubernativas, hace un amago de corrección, pleno de ambigüedad y de inseguridad jurídica, que nos deja en la misma situación.

No se nos puede tomar el pelo de esa manera. Ya Canarias decidió hace muchos años que no cabe otra opción para las islas que las renovables. Que cualquier inversión gasista supondría una hipoteca para las energías limpias. No cabe aquí otra cosa que las energías verdes y para eso habría que reducir la burocracia, facilitar el autoconsumo en mayor medida, despejar la ordenación de la eólica marina, instalar grupos de generación más flexibles y profundizar en el almacenamiento. No cabe otra y menos otra centrada en combustibles fósiles como el gas. Ni como respaldo ni otras zarandajas. No nos van a imponer otro modelo.

La ONU, en su último informe anual (Estado del clima global en 2021), afirma que cuatro marcadores clave del cambio climático batieron nuevos récords en el último año. Su Secretario General, António Guterrez, asegura con rotundidad que “el mundo debe reducir su dependencia de los combustibles fósiles con celeridad dado que nos lleva cada vez más hacia la catástrofe”. Y por aquí empeñados en inversiones millonarias en infraestructuras gasistas.

Por cierto, según una investigación dada a conocer por la entidad Transport & Environment, especializada en el impacto del tráfico marítimo, los barcos movidos por Gas Natural Licuado (GNL), no suponen ninguna ventaja para la atmósfera e incluso pueden ser más contaminantes que los propulsados por el fuel oil debido a las emisiones de metano no quemado. La misma tesis que he defendido siempre para hacer valer que el gas no es la solución para Canarias.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.

La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria nació de una movilización consciente y sostenida de la mayoría de la sociedad grancanaria. Hace 40 años que alcanzamos la mayoría de edad para entender que los retos de progreso y transformación que la isla demandaba requerían de una Universidad que aportara conocimiento, innovación y democratización de la formación

Hoy, desde la experiencia de gobierno en el Cabildo de Gran Canaria puedo confirmar que la ULPGC está entregándonos con creces las oportunidades, la cualificación y el talento que reclamamos y que tanta ilusión generó. Estamos ante una realidad gratificante que se concreta en egresados y egresadas, investigaciones, publicaciones, tesis o patentes que nuestra Universidad ofrece a la sociedad isleña y al mundo.

Desde que fui elegido en 2015 Presidente del Cabildo he estado siempre convencido y decidido a impulsar el excelente trabajo en investigación e innovación que se lleva a cabo en esta isla, tanto por parte de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria como por nuestros centros tecnológicos y empresas. Hemos avanzado mucho al intensificar la cooperación entre todos los que, de alguna manera, tenemos algo que ver con la promoción de la investigación, la innovación o la transferencia de conocimiento. La aportación de este bagaje a las empresas es clave para afrontar los desafíos que tenemos por delante como territorio ultraperiférico, como isla y como sociedad comprometida con la sostenibilidad y la justicia social.

Y es que la innovación y la transferencia, si están bien orientadas, generan empleo de calidad, una mayor competitividad y una mayor atracción de inversiones, diversifica la economía y nos hace más eficientes y sostenibles. Son imprescindibles para afrontar los principales retos sociales y económicos que tenemos en Canarias si queremos un futuro con prosperidad y no repetir los errores que nos han limitado en nuestro desarrollo.

Históricamente, el Cabildo no ha tenido ningún tipo de política de innovación clara a medio-largo plazo. Por ello puedo decir con satisfacción que estamos viviendo el período de mayor implicación presupuestaria y de colaboración de esta corporación para impulsar la I+D+i en toda su historia. Y esto que les cuento lo compartí el pasado lunes con el Rector, su equipo y los investigadores de la ULPGC.

Tenemos muy claro que si vamos a enfrentar los desafíos globales que afrontamos en esta tercera década del siglo XXI, la solución a algunas de nuestras “misiones” centrales, como, por ejemplo, reducir nuestra contribución para alcanzar la neutralidad en emisiones de gases de efecto invernadero en el 2040, se encontrará invirtiendo en I+D+i. Es más, nuestro concepto de ecoísla no se puede concebir si no hay conocimiento que sustente nuestra transición hacia una sociedad más sostenible.

Captura 2Por eso, desde el año 2016 hemos ido incrementando nuestras partidas presupuestarias gradualmente para este fin. Si en 2016 consignábamos en nuestros presupuestos una única partida de 16.000 euros para apoyar una investigación médica en nanopolímeros, poco a poco hemos ido aumentando los recursos y mejorando nuestra coordinación con los diferentes equipos de gobierno de la ULPGC. En total hemos invertido más de dos millones de euros en diferentes iniciativas relacionadas con la I+D+i en los dos últimos años.

Ese apoyo se ha centrado fundamentalmente en ayudas a los investigadores, a proyectos de innovación y a las patentes. Desde el 2018 hemos invertido 349.000 € en becas para personal investigador. Pero lo hemos hecho con una clara vocación de transferencia de conocimientos a través del apoyo a doctorandos que desarrollan su actividad investigadora en empresas grancanarias. También hemos desarrollado un programa de apoyo a proyectos de I+D+i de la ULPGC con alta capacidad de transferencia al sector privado por un montante total de 345.000 €. En gastos de gestión de títulos de propiedad industrial e intelectual (patentes, marcas, modelos de utilidad, diseños industriales, entre otros) de forma que se protejan legalmente los continuos resultados que se generan por la actividad investigadora, hemos destinado 210.000 €.

Este apoyo ha sido fundamental para que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria haya alcanzado ya las 100 patentes. El Cabildo de Gran Canaria ha colaborado en esta tarea y también en la búsqueda de la internacionalización de sus patentes, al haberse decidido un cambio de estrategia, presentándolas ante las oficinas oficiales en Europa y Estados Unidos, que son las únicas que cuentan en rankings universitarios nacionales e internacionales.

De hecho, según los datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas, durante el primer trimestre de 2022 se han solicitado desde Canarias 8 patentes nacionales. Pues bien, durante ese mismo periodo la ULPGC ha participado también en la solicitud de 8 patentes, pero ante la Oficina Europea de Patentes. Dicho de otro modo, la ULPGC ha demostrado durante este año que tiene la misma capacidad de solicitar patentes que el resto de instituciones públicas y privadas de Canarias.

Una de las acciones claves de esta colaboración también ha sido la creación de un Experto Universitario en Economía Circular para Territorios Aislados. Se trata de la primera formación de estas características que existe en el mundo ya que el resto no incorpora la especificidad de los territorios aislados.

Para que la innovación sea posible también hay que garantizar las condiciones materiales necesarias, especialmente en momentos difíciles como los generados por la pandemia. Así subvencionamos el equipamiento necesario para permitir la conectividad durante el confinamiento COVID del alumnado con menos recursos y la condonación de los alquileres a las empresas incubadas en el Parque Científico-Tecnológico de Gran Canaria durante la etapa más dura de la pandemia.

Desde la Sociedad de Promoción de Gran Canaria estamos trabajando también de manera muy coordinada y estrecha y tan solo durante los años 2021-2022 se están ejecutando un gran número de acciones y programas. El programa de doctorandos busca fomentar el emprendimiento para estudiantes de doctorado, mientras que “Spin-offs” se centra en el impulso a la creación de empresas de base tecnológica y/o científicas universitarias. En estos programas han participado un total de 30 doctores/titulados.

En estos momentos están en desarrollo acciones como el Programa Aptenisa para la aceleración de startups, la gestión de espacios de trabajo a la emprendeduría que ha permitido que unas 30 empresas se instalen en el Parque Científico Tecnológico, un programa formativo de Diseño y Programación de Videojuegos o dos incubadoras, una de Alta Tecnología en Analítica de Datos e Inteligencia Artificial aplicada al entorno marino y marítimo y otra de Biotecnología azul y Acuicultura. Y además programas gestión de espacios de trabajo para emprendedoras y empresas con el Parque Científico Tecnológico, convenios de colaboración para alumnado en prácticas en el marco de Gran Canaria Isla Inteligente, acciones formativas especializadas en la explotación de recursos marinos insulares, programas como Xper o Sumatechh de formación en nuevas tecnologías…

Como se puede comprobar, se trata de un esfuerzo ingente para impulsar un modelo basado en la innovación y el conocimiento, más resistente frente a futuras crisis, centrado en las fortalezas de nuestra gente, más sostenible y generador de empleo de calidad. Porque no es ningún secreto que nos enfrentamos a grandes desafíos en este siglo XXI: crisis energética y climática, brechas cada vez mayores entre el norte y el sur, desigualdades sociales y muchas incertidumbres. Si queremos ser más resilientes debemos aprovechar realmente el poder de la innovación para mejorar nuestra capacidad de respuesta y ser cada vez más una sociedad en la que el conocimiento y la creatividad tengan el lugar que les corresponde.

Nuestro éxito como isla no depende sólo de aumentar el presupuesto de I+D+i de las diferentes instituciones. Depende de toda nuestra sociedad, trabajando de manera conjunta para impulsar todo el ecosistema innovador de la isla, remando en la misma dirección – como en este caso entre el Cabildo y la ULPGC- y complementándonos para aprovechar las capacidades de todas y de todos.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.

En 2014 y 2015 la sociedad canaria llevó a cabo una lucha ejemplar contra las prospecciones petrolíferas en nuestras aguas anunciadas por Repsol y el Gobierno de España. Fue una de las mayores movilizaciones que se recuerdan y expresó un amplísimo consenso social y político. Incluso se intentó realizar una consulta ciudadana sobre las perforaciones que fue anulada en noviembre de 2014 por el Tribunal Constitucional. El temor a la destrucción de la biodiversidad de nuestros mares y nuestro litoral, el riesgo de daños a las desaladoras que suministran el agua que necesitamos para subsistir o el miedo a que un vertido dañara seriamente nuestras playas con la consiguiente afección a la industria turística consiguieron movilizar a las instituciones y a la sociedad civil de este archipiélago. Finalmente, Repsol se retiró de las aguas canarias en lo que supuso una gran victoria para esta tierra.

El pasado mes de abril Marruecos anunciaba que había hallado petróleo en las costas de Tarfaya e Ifni, a unos 100 kilómetros al noroeste de La Graciosa, en una zona muy cercana a las de las prospecciones contra las que nos movilizamos en 2015. También recientemente, Marruecos concedió una licencia exclusiva a la empresa israelí Ratio Petroleum para realizar exploraciones al sureste de Canarias, en aguas que no son de soberanía marroquí ya que pertenecen al Sáhara Occidental.

CapturaPor ambos movimientos parece evidente que el país alauí tiene la intención de comenzar, cuando sea posible, la explotación de estos yacimientos en zonas muy cercanas a nuestras costas. Organizaciones ecologistas, instituciones y ciudadanía en general han alertado de que esta actividad pone en serio riesgo a Canarias. Marruecos no es un régimen democrático con todas las garantías sino un sistema autoritario con elevadas dosis de corrupción, lo que supone un riesgo añadido para la seguridad de este tipo de explotaciones ya que cualquier vertido podría ser catastrófico para nuestras islas.

El momento para que esto ocurra no es casual. El pasado 18 de marzo nos enteramos, a través de un comunicado del gabinete de la Casa Real marroquí, de que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, a través de una carta remitida a Mohamed VI, había llevado a cabo un cambio en la posición histórica de España respecto al Sáhara Occidental y que reconocía la iniciativa marroquí de autonomía para el Sáhara como una solución al conflicto.

Esto supone, de facto, saltarse la legalidad internacional y reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Además en las justificaciones del Ministerio de Exteriores sobre el cambio de postura, se sembraron dudas sobre Canarias y sobre la posibilidad de que nuestro archipiélago estuviese en la agenda de la demanda del país alauita sobre la soberanía de nuestra tierra, al mismo nivel que Ceuta y Melilla.

En un intento de acallar la preocupación de la sociedad canaria, el Gobierno de España negó siempre esta posibilidad y anunció que en las reuniones que se mantuvieran con Marruecos, tanto para la migración como para las prospecciones y la delimitación de las aguas marroquíes, siempre estarían presentes representantes del Gobierno de Canarias.

En este contexto, el viernes 6 de mayo España y Marruecos mantuvieron en Rabat un encuentro para abordar la cooperación en materia migratoria. Canarias no formó parte de la delegación española que participó en las negociaciones, lo que supone una flagrante vulneración del Estatuto de Autonomía de Canarias, que en su artículo 144.3 reconoce a la Comunidad el derecho a “participar en las decisiones del Estado sobre inmigración con especial trascendencia para Canarias, dada su situación geográfica.” En esta misma semana se ha reunido también el grupo designado por los dos países para la delimitación de los espacios marítimos, por supuesto que también sin representación canaria alguna.

Es muy preocupante que el Gobierno de España no respete el Estatuto de Autonomía de Canarias y que no considere fundamental incluir a Canarias en las negociaciones con Marruecos en materia migratoria y de delimitación de las aguas marinas, cuando somos, con mucha diferencia, el territorio más afectado por las decisiones que se tomen en esas mesas de trabajo. De hecho llevamos ya dos años viviendo una crisis migratoria. También nos hace desconfiar y albergar profundas dudas sobre lo debatido en la cumbre y sobre el papel otorgado a Canarias.

Y nuestra preocupación es legítima porque la inmigración lleva mucho tiempo siendo un elemento de presión y chantaje por parte de Marruecos sobre España. Cuando desde España no se cedía a sus pretensiones imperialistas tomaban represalias relajando la vigilancia de los flujos migratorios o incluso alentando el paso de miles de ciudadanos marroquíes, como hemos visto recientemente. Es muy grave que el Ministro de Exteriores, José Manuel Albares, reconozca que las negociaciones con Marruecos hayan hecho disminuir la llegada de pateras a Canarias y lo es más aún que obvie que han aumentado notablemente las muertes en el mar.

Los intereses de Canarias y los de Marruecos son contrapuestos en muchos aspectos. Las aguas territoriales, el riesgo que suponen las prospecciones petrolíferas a apenas unos kilómetros de nuestras costas, la llegada de personas migrantes por vía marítima, la agricultura (con especial énfasis en el tomate), el posible conflicto bélico en el Sáhara Occidental… Podemos afirmar que las políticas del Gobierno alauí representan una amenaza para Canarias que, como dije anteriormente, se ve acrecentada por tratarse de un régimen sin suficientes garantías democráticas y con limitaciones muy laxas para con la corrupción.

El Gobierno de España justificó su decisión de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental bajo la premisa de que era necesario normalizar las relaciones hispano-marroquíes e iniciar un nuevo periodo de diálogo, pero nunca ha hecho valer adecuadamente los intereses de Canarias frente a las pretensiones marroquíes. No reaccionó con contundencia cuando Marruecos delimitó de manera unilateral su espacio marítimo e “invadió” aguas canarias. No ha protegido adecuadamente los intereses de nuestros productores de tomates ni de nuestros pescadores y no ha atendido ninguna de nuestras demandas en materia migratoria, solo por citar algunos de los ejemplos más graves.

Por cierto, España ahora agacha de nuevo la cabeza y mira para otro lado cuando todo apunta a que los servicios secretos marroquíes vigilaban con Pegasus al Presidente del Gobierno español y a algunos de sus ministros. Y se abre la sospecha de si la decisión adoptada sobre el Sáhara tiene algo que ver con los datos robados. O si las decisiones que se tomen a partir de ahora estarán condicionadas por el espionaje realizado a los miembros del Gobierno.

Aunque el Ministro Albares garantizó que velaría por que las prospecciones petrolíferas de Marruecos no afectaran a Canarias, esta afirmación tiene que acompañarse necesariamente de hechos. Y es un hecho fundamental el respetar nuestro Estatuto e incluirnos en las negociaciones en materia migratoria, oponerse a prospecciones sin garantías, mantener una postura más tajante y contundente frente a las pretensiones imperialistas con nuestras aguas o el establecimiento de una mesa bilateral Canarias-Estado en la que se pudiera hacer un seguimiento de todas estas cuestiones.

Estaremos vigilantes, pero lo cierto es que a día de hoy, Canarias está siendo víctima de actitudes coloniales. Las del Gobierno de España de tomar decisiones que conciernen y competen a las instituciones de las islas sin contar con nosotros y las históricas pretensiones imperialistas de Marruecos, que incluyen no solo Ceuta y Melilla y el Sáhara Occidental, sino también las aguas de las islas y los recursos que en ellas se encuentran.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.

El norte de Gran Canaria ha atravesado, a lo largo de su historia, momentos distintos de desarrollo social y económico. En las últimas décadas su progresión se ha visto frenado por distintas vicisitudes y eso ha hecho que se haya ido asentando entre su población y sus instituciones, y con razón en muchos casos, un sentimiento de abandono, de que los proyectos importantes y/o estratégicos de la isla se concentraban en la capital y en las zonas de mayor afluencia turística

Nadie puede poner en duda que se trata de una comarca fundamental para el desarrollo sostenible y equilibrado del conjunto de la isla y que, afortunadamente, hoy está recuperando el dinamismo que necesita para garantizar el bienestar de su gente. Lo hace de la mano de sus instituciones, de su sociedad civil y, no les quepa la menor duda, del Cabildo de Gran Canaria.

Efectivamente, el Cabildo está comprometido en seguir impulsando esta recuperación junto a los ayuntamientos y las organizaciones empresariales y sociales de la comarca. Un buen ejemplo, que escenifica este momento de dinamismo, fue ENORTE, la Feria Empresarial del Norte, celebrada en Gáldar, y que cumple 20 años jugando un papel fundamental pues contribuye a fomentar el contacto, los intercambios y la formación para aprovechar las oportunidades que la zona ofrece.

La propuesta que desde el Cabildo de Gran Canaria estamos promoviendo para esta zona de la isla es integral y contempla tanto el desarrollo del sector primario, el fomento de la actividad comercial, industrial y turística, la atención sociosanitaria y la promoción de nuevos sectores económicos innovadores vinculados a la transición ecológica, como las energías renovables o la economía azul. La reciente propuesta de los alcaldes de Gáldar y Guía coincide y profundiza en estos objetivos de reactivación y recuperación sostenibles. Paralelamente se consolida una sociedad de cuidados, de respuesta a las necesidades sociales, culturales, deportivas…

Captura 1Desde la consejería de Sector Primario se lleva a cabo un amplio programa de actuaciones en los municipios del norte que comprende unas 25 obras de infraestructuras hidráulicas en 10 municipios entre redes de riego, depósitos de almacenamiento, acondicionamiento de estanques y mejoras en las interconexiones hidráulicas de comunidades de regantes o heredades de aguas. La construcción de mercados agrícolas como el de Guía o el apoyo continuo al sector ganadero y al sector primario en general, con ferias, foros internacionales, encuentros gastronómicos o ayudas directas revitalizan el sector. Además, se invierte en infraestructuras como la nueva Agencia de Extensión Agraria de Gáldar, cuya primera piedra pusimos hace unos días.

Pero la actividad industrial y comercial también es imprescindible. A través del área de Industria y Comercio llevamos a cabo distintos programas dirigidos a la dinamización de la economía insular, donde los municipios del norte han tomado especial protagonismo dentro de los planes y programas dirigidos a la activación comercial y al desarrollo de obras de modernización de sus zonas comerciales y parques empresariales. Los planes de modernización de zonas comerciales abiertas y el Plan Estratégico de Áreas Industriales buscan optimizar estos espacios para hacerlos más atractivos para la nueva ubicación de empresas y para incentivar el consumo ciudadano así como para apoyar indirectamente al sector de la construcción. En este concepto, desde el año 2019 se han invertido en el norte de la isla 12,7 millones de euros, en peatonalizaciones, rehabilitaciones como las del antiguo cine de Firgas y reformas y adecuaciones, tanto de zonas comerciales como industriales. Nunca se había trabajado en ello como hasta ahora.

La Cumbre Vive es un programa de apoyo a acciones de promoción económica de municipios de cumbre y afectados por el incendio del año 2019. Se trata de un proyecto pensado para favorecer el desarrollo del mundo rural y afianzar a la población a su territorio. Depuradoras naturales, reciclado del material silvícola para fabricar pellets, recuperación de espacios como el Parque de Otoño o la finca de Los Lavaderos son algunos de los ejemplos de las actuaciones que se realizan.

No obstante, la diversificación económica que necesitamos para hacer nuestro modelo más sostenible, más justo y menos dependiente, pasa necesariamente por los sectores vinculados a la transición ecológica y a la lucha contra el cambio climático, como la economía circular, azul o verde.

El próximo mes de julio se cumple un año desde que pusimos la primera piedra de la ampliación y modernización de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Gáldar y Guía, una demanda histórica de la comarca que permitirá que la capacidad de atención a la ciudadanía se incremente y pase de las 30.000 personas que actualmente están recibiendo este servicio a las 50.000 que se estima que poblarán ambos municipios en el año 2046. El proyecto contempla la implementación de nuevas tecnologías que mejorarán la calidad del agua, al reducir su grado de salinidad, lo que repercutirá en las zonas de riego que reciben el 25% del caudal depurado. Minimizarán igualmente los olores que genera la actividad. El diseño incluye la construcción del primer tanque de tormentas de la Isla, que tendrá una capacidad de 6.000 metros cúbicos. Además permitirá reabrir al baño la Playa de Bocabarranco. Al mismo tiempo se actúa ampliando la capacidad e instalando renovables para mejorar su producción en numerosas desaladoras y depuradoras de toda la comarca, como en Arucas-Moya.

El Cabildo también aporta financiación para el Parque Tecnológico de Gran Canaria – Área Experimental de Economía Circular, en Gáldar, que se afianza en convertirse en un polo de investigación y fomento de este tipo de economía así como de atracción de inversiones y de generación de empleo vinculado a la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones.

Las políticas sociales son imprescindibles para garantizar la igualdad social y proteger a los más vulnerables. El Cabildo financia en estos momentos múltiples actuaciones en materia de igualdad, menores, mayores, enfermos mentales o emergencias y ha puesto en marcha una amplia cobertura de plazas sociosanitarias que incluye residencias como, entre otras, las de Teror, La Aldea o Tarazona y los Salesianos en Guía.

El Patrimonio Histórico- Cultural está llamado a ser uno de los grandes atractivos turísticos de la zona. Es también una manera de mantener viva su memoria y su identidad. En este mandato se consiguió que la Unesco declarara a Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria como Patrimonio de la Humanidad y se trabaja en la creación, la restauración y la potenciación de la amplia red de centros de interpretación y yacimientos prehistóricos, de su patrimonio religioso y civil. Los Caserones, el centro de Interpretación de Risco Caído o el de La Guancha son ejemplos de esta nueva mirada a nuestra historia.

Además de la Reserva de la Biosfera, el norte grancanario acogerá, en el extremo más alejado de esta comarca, el primer Parque Nacional de nuestra isla en Guguy y su entorno marino. La reforestación y la prevención de incendios son elementos también de revitalización y de generación de empleo y ocupan una parte importante de nuestra acción de gobierno. Y el Medio Ambiente, su protección y desarrollo como un elemento importante y catalizador de una economía verde pujante. En esa línea colaboramos con Moya para la ejecución de su gran parque urbano o con Firgas en la rehabilitación del Balneario de Azuaje.

Un turismo de las estrellas, arqueológico, histórico, gastronómico, rural, de la naturaleza, marino-marítimo, activo, tiene cada vez más relevancia en la zona y se trabaja para hacerlo posible y de manera intensa y transversal desde Turismo de Gran Canaria y distintas áreas insulares.

La firma del convenio para poner en marcha la ejecución de la circunvalación de Agaete es también una muestra del impulso inversor que realiza en estos momentos el Cabildo de Gran Canaria en el Norte de la isla en materia viaria. Las nuevas carreteras de Teror, Agaete o Moya y el PTP15 que permitirá el desarrollo integral de la GC2, son algunos de los ejemplos sustanciales.

También los Planes de Cooperación, el FDCAN y los Planes de Inversión Financieramente Sostenibles dejan cada año –equilibradamente- una importante cantidad de recursos económicos en el Norte para la mejora de sus equipamientos e infraestructuras. Hoteles rurales, espacios sociales y culturales, centros de formación para el acceso al mundo laboral y planes de empleo, instalaciones deportivas diversas, asfaltados y saneamiento, rehabilitación de parques de viviendas, etc…

Los hechos y las cifras son contundentes. Más de doscientos millones de euros de inversión del Gobierno de la isla en el norte. El Cabildo, de la mano de los ayuntamientos, de la mancomunidad, de la sociedad civil y de las organizaciones empresariales, está haciendo un importante esfuerzo para promover el desarrollo sostenible y la diversificación económica de la comarca norte de Gran Canaria, que se puede convertir en un ejemplo de bienestar. Sopla viento del norte.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria

En menos de un año el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPPC) ha emitido tres informes extraordinariamente preocupantes sobre el cambio climático y sus consecuencias para el planeta. En el informe hecho público en los primeros días del mes de abril de este año –el primero se publicó en agosto del año pasado- los expertos de Naciones Unidas nos trasladan con firmeza que las emisiones deben tocar techo antes de 2025 y luego caer drásticamente para evitar la catástrofe climática. Según el documento presentado por el Panel, las estrategias climáticas actuales de los gobiernos del mundo no indican que esto se vaya a producir, sino todo lo contrario: las emisiones seguirán creciendo durante esta década

El IPPC señala que son imperiosas las “reducciones profundas y, en la mayoría de los casos, inmediatas, de las emisiones de los gases de efecto invernadero en todos los sectores”. António Guterres, Secretario General de la ONU es tajante a la hora de sintetizar el documento presentado: “Es hora de que dejemos de quemar nuestro planeta y empecemos a invertir en las abundantes energías renovables que nos rodean”. Todas las fórmulas posibles pasan por eliminar gran parte de los combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón de la generación de energía: afirman que “todos los modelos incluyen pasar de esos combustibles a fuentes renovables” y hacen especial hincapié en que el coste por megavatio de la energía solar ha caído un 85% y el de la eólica un 55%, desde 2010. Según Hoesung Lee, responsable del IPPC, nos encontramos en una encrucijada: “De las decisiones que tomemos ahora depende conseguir un futuro vivible”. Para Jim Skea, codirector de la investigación, “es ahora o nunca” cuando se deben precipitar las decisiones.

CapturaEl pasado 30 de marzo decenas de científicos del mundo, agrupados en la plataforma Scientist Rebellion, han vuelto a la carga publicando un manifiesto (Los científicos que nos rebelamos contra la inacción climática) en el que afirman que “nadie viene a salvarnos: solo una revolución climática podrá hacerlo”. Y echan mano del filósofo ecologista Jorge Riechmann para hacernos llegar que “estamos viviendo una situación histórica absolutamente excepcional, en términos no ya de historias de nuestras universidades, nuestras ciudades o nuestros países; sino de historia de la especie humana y del planeta Tierra. Las perspectivas son de ecocidio, más genocidio, y nos hace falta una fuerte reacción social”. António Guterres los apoya mostrando en un vídeo, de manera gráfica que, de no actuar pronto, veremos ciudades costeras desaparecidas bajo las aguas, olas de calor sin precedentes, tormentas monstruosas, escasez global de agua o la extinción de un millón de especies animales y vegetales. Y dejan meridianamente claro que la ley española sobre el Cambio Climático no es suficientemente ambiciosa y llega demasiado tarde.

Mientras los científicos del IPPC y los agrupados en torno a Scientist Rebellion nos trasladaban este enorme caudal de datos, certezas y llamadas a cambiar el modelo desarrollista y energético sobre el que se apoyan los países del mundo en estos momentos, Europa y España insisten en mantener los combustibles fósiles, y sobre todo el gas, como elemento clave para la generación de energía. Insisten en seguir dependiendo de un combustible que ya antes de la guerra había elevado enormemente los precios de la electricidad y que tras la invasión de Rusia a Ucrania ha provocado un desabastecimiento en todo el continente.

Pero no solo eso. La invasión de Rusia a Ucrania está suponiendo un paso atrás preocupante y en contra de las políticas diseñadas para frenar el calentamiento global. Las subvenciones a los combustibles fósiles y las ayudas a su consumo no dejan de aumentar y se incrementa también notablemente su extracción. Por otra parte, la necesidad de invertir una cantidad ingente de dinero en la guerra hace que se destinen muchos menos recursos a las energías limpias y a la lucha contra el cambio climático y que se ponga en riesgo el Estado de Bienestar.

Resulta absolutamente inexplicable (o sí, no nos podemos olvidar del enorme poder de los lobbies energéticos europeos y su influencia sobre los conservadores que gobiernan el continente, con un seguidismo preocupante de la socialdemocracia) que primero plantearan considerar como verdes al gas y a las nucleares y que el Gobierno de España, sin contar con nuestra Comunidad intentara colar las regasificadoras en las islas, en un RDL para paliar las consecuencias de la guerra.

Hoy Europa está viviendo una crisis energética de efectos incalculables precisamente porque no se ha trabajado con el interés suficiente en los últimos años en la implantación de las energías limpias y ha seguido confiando desatinadamente, obstinadamente, en los combustibles fósiles y sobre todo en el gas, en complicidad con los lobbies del sector. Sin tener en cuenta que dependemos de países inestables y poco respetuosos con los derechos humanos y que este combustible se ha ido encareciendo año tras año, frente a la disminución de los costes de las energías limpias. Para el Gobierno de España y de la UE el gas era la panacea y dejamos que Rusia condicionara nuestra estabilidad energética. Por eso sigue matando en Ucrania, porque sabe que países como Alemania (que depende energéticamente del gas ruso en un 64% y que tiene al excanciller Schröeder como selecto intermediario) le van a seguir financiando la invasión a Ucrania con la compra de un gas que no pueden sustituir. Desde el inicio de la guerra, Rusia ya ha cobrado casi 40.000 millones de euros de países europeos a cuenta del gas que les suministra. Qué curioso, los sabiondos de Alemania dando lecciones siempre de cómo gobernar y ahora están energéticamente en manos de un personaje peligroso como Putin.

También Argelia, tras su encontronazo con España a causa de la traición del gobierno español al pueblo saharaui, ha anunciado que va a incrementar notablemente el precio del gas a este país. Y para intentar remediar la situación, Europa se pone en manos de EEUU y del gas proveniente de ese país, mucho más caro, extraído a través del fracking, una técnica altamente contaminante, que genera seísmos graves, que está prohibida en España y en otros lugares de Europa y que multiplica más de cinco veces las emisiones de gases de efecto invernadero.

El último informe de Greenpeace ha calculado los 'beneficios inmorales' que han amasado las petroleras desde que comenzó la guerra. Habla de más de 3.000 millones de euros 'extraordinarios' que se están embolsando gracias, principalmente, al sobrecoste del diésel y la gasolina. Solo en España, la industria del petróleo está registrando unos ingresos adicionales de 7,6 millones de euros diarios, mientras la población sufre los precios récord en las gasolineras.

España depende un 75% del exterior para abastecerse energéticamente y en vez de poner toda la carne en el asador para romper esa dependencia, insiste en el gas y nos lo intenta endilgar a Canarias. De modo colonial. Sin consultarnos. Sin escuchar a nuestro Gobierno Autónomo, a nuestro Parlamento, a los cabildos…

Somos vulnerables, pero si no actuamos seremos aún mucho más vulnerables. Tenemos que acelerar la transición energética. Como plantea la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA): “ Necesitamos aumentar rápidamente la producción de energía renovable; promover una verdadera contabilidad y conciencia de los costos de la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles y los impactos ambientales de su uso y reducir la demanda de gas “.

François Gemenne, investigador del IPPC, declaraba hace unos días en El País que “con más renovables, los Putin tendrían menos poder”. No hay ningún experto, ningún científico, que no coincida en afirmar que la solución en estos momentos solo pasa por las renovables. Que es una locura insistir en la dependencia del gas. Hay que avanzar en las energías eólica y solar, venciendo los neonegacionismos instalados en las administraciones y en sectores conservacionistas cegados por visiones absolutamente sesgadas y parciales: como decía El País en un editorial reciente, “algunos tics de la sociedad de la opulencia están ahora claramente fuera de lugar”. Hay que desburocratizar los procedimientos para facilitar la penetración de las renovables, hay que incentivar y financiar el autoconsumo, las comunidades energéticas, la eficiencia y el ahorro, hay que planificar y ordenar la eólica marina. Hay que, como plantea Macron en Francia, tomar el control sobre determinadas empresas energéticas.

Termino insistiendo en algo que me parece clave: en Gran Canaria tenemos una parte importantísima del camino andado, el Salto de Chira nos va a permitir ir mucho más rápido en todo este proceso ya que tenemos solucionado una gran parte del almacenamiento necesario para facilitar un cambio de modelo sustentado en las renovables. Jamás en el gas, no les quepa la menor duda. El gas de Canarias no puede ser sino el viento y el sol.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.