Tal como está objetivamente, las cifras del presidente de la Duma rusa Volodin son correctas: los Ocho Grandes de hecho superan al G7 por un amplio margen. A partir de este hecho, los observadores pueden esperar que la transición sistémica global se acelere aún más a medida que esos líderes multipolares trabajen más estrechamente para construir un modelo de globalización no occidental que detenga el saqueo de los recursos del Sur Global por parte de los mil millones de oro.

Una de las principales tendencias de la Nueva Guerra Fría es la bifurcación del mundo en los Mil Millones de Oro y el Sur Global, que el presidente Putin considera colonias y estados soberanos respectivamente. El presidente de la Duma, Volodin, también notó esto, y lo explicó en una publicación reciente de Telegram que RT acaba de llamar la atención de sus lectores. Según él , “El grupo de ocho países que no participan en las guerras de sanciones: China, India , Rusia, Indonesia, Brasil, México, Irán , Turquía– en términos de PIB en PPA está un 24,4 % por delante del [G7]”, cuyas economías continúan “agrietándose bajo el peso de las sanciones impuestas contra Rusia”. Concluyó que "Estados Unidos creó las condiciones con sus propias manos para que los países que desean construir un diálogo igualitario y relaciones mutuamente beneficiosas formen realmente un 'nuevo Gran Ocho' junto con Rusia".

Este conocimiento es fundamental para comprender la transición sistémica global a la multipolaridad que se ha acelerado sin precedentes como resultado de la operación militar especial en curso de Rusia en Ucrania y la operación completamente contraproducente de Occidente liderada por Estados Unidos. sanciones anti-rusas que fueron promulgadas en respuesta. En lugar de reafirmar de manera integral la hegemonía unipolar en declive de los EE. UU., los movimientos de Golden Billion han facilitado de manera integral el surgimiento del Sur Global que desafía a los poderes fácticos por el control del sistema mundial. Los primeros quieren conservar lo más posible del anterior mientras que los segundos están trabajando activamente para reformarlo gradualmente para que todo sea más equitativo, justo y estable.

Tal como están objetivamente, las cifras de Volodin son correctas: los Ocho Grandes de hecho superan al G7 por un amplio margen. A partir de este hecho, los observadores pueden esperar que la transición sistémica global se acelere aún más a medida que esos líderes multipolares trabajen más estrechamente para construir un modelo de globalización no occidental que detenga el saqueo de los recursos del Sur Global por parte de los mil millones de oro. Eso, a su vez, acelerará el declive del Occidente liderado por Estados Unidos, aunque también se predice que Estados Unidos no permitirá que este proceso se desarrolle pacíficamente. Por el contrario, sin duda ordenará a sus colonias neoimperiales que envíen sus tropas a través del Sur Global (y especialmente a África [occidental]) como parte de las guerras de poder que se espera que Estados Unidos provoque allí en un intento desesperado por conservar el acceso privilegiado a los recursos de esos países. Esto puede llevar a que estados como Etiopía , Malí e incluso Nigeria se conviertan en nuevos campos de batalla de la Guerra Fría.

Además, también se debe esperar que más "golpes de estado legal" como el que posiblemente tuvo lugar en Pakistán contra el ex primer ministro Khan como castigo por su política exterior independiente siempre seguirán siendo una amenaza para los Ocho Grandes. A EE. UU. le gustaría "sacar furtivamente" a esos países importantes del bloque multipolar que se está fusionando rápidamente y no se detendrá ante nada para replicar el "precedente pakistaní" contra ellos a su manera, que se adapte a cada una de sus circunstancias nacionales únicas. China, India e Iránson más inmunes a este escenario que Brasil, Indonesia, México y Turquía, pero todos son vulnerables de una forma u otra a las campañas de desestabilización estadounidenses, aunque eso tampoco significa automáticamente que tales intentos tendrán éxito. Cuanto más trabajen juntos de manera integral dentro de los Ocho Grandes, mayores serán las probabilidades de que frustren todos los esquemas de cambio de régimen.

Por Andrew Korybko
Analista político estadounidense

Desde 2013 la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria ha venido ejecutando un proyecto de recuperación de los bosques del oeste de la isla, concretamente de los macizos montañosos de la Reserva Natural Especial de Güigüí, la llamaré en adelante Guguy pues es este el nombre original y tal y como es conocido el lugar por los habitantes de esta zona de la isla.

Probablemente, cualquier persona que sepa del espacio del que hablo mostrará su sorpresa ya que, a pesar de la belleza del paraje, resulta difícil imaginárselo actualmente como una zona boscosa…

Este proyecto se denomina LIFE+ GUGUY y fue elegido en su día por la Comisión Europea, entre cientos de propuestas que se habían postulado, como uno de los 11 proyectos españoles merecedores de recibir financiación. Han pasado ya 9 años desde que iniciara su andadura y sin lugar a dudas nos ha dado una lección que no podemos obviar y es que nuestra isla alberga una riqueza y potencialidad medioambientales realmente sorprendentes.

El paisaje de Gran Canaria ha sufrido severas transformaciones a lo largo de los siglos, desde la conquista al desarrollo urbanístico y turístico del siglo XX. Si ahora nos cuesta imaginar un bosque en la Montaña de los Cedros, en Guguy, también nos produciría estupor la imagen del Pinar de Tamadaba en el s. XIX, ya que por aquel entonces no se podía contemplar ahí sino unos pocos pinos dispersos que escaparon del hacha. Y si retrocedemos un poco más, veríamos que cuando desembarcaron en Gran Canaria los primeros europeos, en la isla existía un frondoso bosque termófilo, con representación de monteverde xérico en las laderas a barlovento, además de extensos pinares y sabinares a sotavento, lo que permitía, entre otras cosas, “ordeñar” las nubes que suelen cubrir la Montaña de los Cedros, proporcionando agua a los habitantes y cultivos de la zona.

A lo largo de los últimos siglos el paisaje y el territorio se han ido transformando. La explotación maderera posterior a la conquista hizo que una exuberante Gran Canaria fuera arrasada poniendo en grave riesgo recursos naturales de los que tanto dependemos. Siglos después llegaría la urbanización intensiva de las islas, el desarrollo turístico, etc. El agua, abundante en toda la isla, ha mermado y se ha convertido en un bien extremadamente escaso debido a la grave deforestación sufrida. La desalación y la depuración son hoy en día la única alternativa hídrica de futuro. Esta transformación la hemos normalizado y ya en la conciencia colectiva de nuestra sociedad apenas somos conscientes de esa realidad histórica, aunque desde los años cincuenta se han ejecutado iniciativas encaminadas a reforestar y reverdecer Gran Canaria. Muchos de esos espacios del Paisaje Cultural de las Montañas Sagradas de Gran Canaria, declarados Patrimonio de la Humanidad desde 2019, y de la Reserva de la Biosfera se han ido reforestando y reverdeciendo. En Guguy encontramos un buen ejemplo.

Los especialistas de Medio Ambiente llevaban mucho tiempo leyendo los testigos que aún encierran los riscos de las montañas de Guguy, donde se han protegido cedros, pinos, acebuches, laureles o brezos, de las hachas, el fuego y los herbívoros introducidos. Gracias a su tesón y su convicción para luchar contra la desertificación de esta isla han conseguido transformar nuestra visión y recuperar una buena parte del ecosistema de esta zona. Afortunadamente, hoy en día volvemos a ver crecer vigorosos madroños, acebiños, acebuches, almácigos, cedros, laureles, brezos, pinos, sabinas, etc. Vemos, en definitiva, como se han ido sentando las bases de la recuperación de los bosques del oeste de la isla de Gran Canaria, de la restauración del ciclo hídrico que mejore la calidad y cantidad de este preciado recurso, de la protección de nuestro suelo y de la biodiversidad de la amenaza que supone el cambio climático. Vemos cómo se recobra la esperanza de que aún estamos a tiempo de recuperar un espacio de valores infinitos.

Me ilusiona pensar que dentro de unas décadas, al oeste de La Aldea se erigirá un bosque tan emblemático, querido e importante para la biodiversidad de la isla como lo es hoy el pinar de Tamadaba, un lugar que en el siglo XIX apenas disponía de algunos ejemplares de pino en zonas escarpadas e inaccesibles.

Captura 1La lección que nos ha dado el proyecto LIFE+ Guguy reafirma mi convicción de que los tesoros que encierra esta parte de la isla merecen una atención especial para su conservación y disfrute. Que suponen igualmente una oportunidad para afrontar un modelo integrado de desarrollo económico sostenible. Este convencimiento ha llevado al Cabildo de Gran Canaria a impulsar la propuesta de que esta zona se incluya en la Red Nacional de Parques Nacionales. Y trabajamos para hacerlo posible en estrecha colaboración con el Ayuntamiento de La Aldea, el Gobierno de Canarias, Parques Nacionales, la ULPGC, la sociedad civil de la zona y de la isla…

Guguy será un Parque Nacional marítimo-terrestre que aportará a la Red Nacional hábitats tan singulares como los Cardonales-Tabaibales, en el medio terrestre y los Sebadales, en el medio marino. Las masas de cardonal-tabaibal ocupan una extensión de cerca del 67% de las cerca de 3.000 hectáreas de superficie terrestre de la propuesta. Se encuentran en un estado de conservación excepcional, con ejemplares monumentales muy difíciles de observar fuera de esta zona de la isla. Por su parte, el área marina ocupa una superficie de aproximadamente 7.000 hectáreas, es un lugar de paso y alimentación de grandes cetáceos marinos, tortugas, avifauna y dispone de una de las zonas de sebadales más importantes de Gran Canaria con una extensión y un estado de conservación difíciles de encontrar en otras zonas. Éste hábitat marino es una autentica reserva de peces, de cría y protección de los juveniles, lo que hace que su conservación tenga un impacto directo en la mejora y en la sostenibilidad de los recursos piscícolas de la isla y en la protección de un sector pesquero tradicional de gran importancia económica y cultural.

El futuro Parque Nacional de Guguy encierra también una gran riqueza geológica, arqueológica, etnográfica y de calidad del cielo para la observación de las estrellas. Junto a su riqueza biológica y a la inexistencia de grandes infraestructuras o intervenciones en el territorio, lo convierten en un lugar único en el ámbito territorial del Estado.

En el Día Internacional del Medio Ambiente, pese a la lógica preocupación por los riesgos a los que se enfrenta nuestro medio, quiero lanzar un mensaje de esperanza. Estamos a tiempo, todavía es posible. Debemos y tenemos que trabajar para que Gran Canaria se convierta en una Ecoísla que proteja y conserve sus magníficos valores, a la par que permita un crecimiento socioeconómico sostenible que haga que nuestras generaciones futuras puedan vivir en este lugar ciertamente privilegiado. No será un camino sencillo, no es algo que competa solo a las administraciones, se trata de un esfuerzo, un trabajo y una firme convicción de toda la sociedad grancanaria. No nos olvidemos de que la naturaleza sobrevivirá sin nosotros, pero nosotros no podremos sobrevivir sin ella. ¡Feliz día del Medio Ambiente!

Según la Real Academia Española, la palabra tóxico se refiere a algo que contiene veneno o produce envenenamiento y, al mismo tiempo y entre otras acepciones, califica al veneno como aquello que puede producir un daño moral y que es nocivo para la salud

En tal sentido, me pregunto si el liderazgo en las organizaciones puede producir daño moral y ser nocivo no solo para la salud de las personas que las integran sino también para las mismas organizaciones

En mi criterio, el liderazgo tóxico es contrario a la práctica de los valores morales universales considerados como buenos para el desarrollo y el progreso del hombre, de la humanidad y de sus instituciones, tales como los de la justicia, la equidad, la integridad, la honestidad, la humildad, el respeto, la responsabilidad, la generosidad, la ecuanimidad, la empatía, la lealtad, la gratitud, la compasión y la generosidad.

Sobre la base de mis lecturas, estudios, y, particularmente, el aprendizaje derivado de una dolorosa experiencia que tuve con un líder tóxico, trataré de esbozar algunas señales que caracterizan como tóxicos los comportamientos de ciertas personas que están investidas de poder, y que, por lo tanto, dirigen, gestionan o están al mando de las organizaciones o de algunas de sus divisiones o departamentos.

Comportamientos que la literatura sobre el tema coincide en calificar como potencialmente dañinas para la salud psicofísica de las personas que integran las organizaciones, además de ser altamente perjudiciales para estas últimas, puesto que, al erosionar la credibilidad, la confianza, la automotivación, el compromiso y la lealtad de la gente, inciden negativa y destructivamente sobre la creatividad, la innovación, la iniciativa, la productividad y los resultados.

Miguel Ángel Gago colorLos liderazgos tóxicos se caracterizan por algunas o muchas de las siguientes conductas:

· Falta de integridad. No hay congruencia entre las acciones y lo que se predica, declara y proclama, y tampoco se hace honor a los compromisos adquiridos.

· Deshonestidad, es decir, se recurre al engaño, la falsedad, la doble cara, la hipocresía y el embaucamiento.

· Autoritarismo, despotismo, arbitrariedad, exceso de control (micro gerencia), opresión, coerción, venganza y acoso sin compasión ni remordimiento. Se amenaza e intimida a través de generar miedo con posibles retaliaciones, castigos o el mismo despido. Se practica directa o veladamente a través de terceros cómplices.

· Carencia de humildad. Hay narcisismo, soberbia, arrogancia, vanidad y mente cerrada, debido a la creencia de ser poseedores de la verdad. Raramente o casi nunca hay apertura a dialogar, aceptar otros puntos de vista o nuevas ideas, pues a las demás personas no se les considera complementarios y que pueden aportar valor enriquecedor, sino como instrumentos para saciar insaciables y avaras ambiciones.

· Pésima comunicación, sin empatía y/o sin cortesía. Trato brusco, agresivo, irrespetuoso. Así, se ignora, degrada, burla, insulta, humilla, rechaza o margina a los que no están de acuerdo o enfrentan el statu quo.

· Culpa-habilidad: se atribuye todo logro y se culpa a otros de cualquier fracaso.

· Hay clanes, mafias o camarillas de incondicionales serviles y aduladores del líder tóxico, que, por no tener escrúpulos, se prestan a ejecutar cualquier cosa sin importarles lo mala que sea para otros, en función de disfrutar de privilegios, prebendas y recompensas de todo tipo.

· Favoritismos en evaluaciones y ascensos.

· Alto porcentaje de población laboral con enfermedades derivadas del distress, angustia, ansiedad y burnout.

· Clima organizacional y ambiente de trabajo enrarecido por alta conflictividad laboral.

· Corrupción.

A mis alumnos les recomiendo que, de encontrarse en una situación similar, no traten de emular el tóxico modelo, tal como lo hacen algunos para obtener rangos, responsabilidades, estatus y dinero. Les aconsejo que escapen de dicha destructiva situación, pues la vida está llena de oportunidades laborales donde desarrollarse con bienestar y progreso.

Bibliografía.

· Bourdoux, D., & Delabelle, M. (2013). Toxic Leadership: An Understanding on how a business environment is ¨contaminated” by leaders. Linnaeus University Press.

· Gago M., M. A. (2021). Neuroliderazgo para el alto desempeño en la vida y la empresa. 2a Ed. Amazon.

· Erickson, A., Shaw, B., Murray, J. & Branch, S. (2015). Destructive leadership. Organizational Dynamics,44 (4), pp 266-272. https://doi.org/10/bzkg

· Korhan, A. (2023). Toxic Leadership. En H. Cenk Sözen and H. Nejat Basim (Eds). The Dark Side of Organizational Behavior: Examining Undesirable Aspects of Organizational Life. Pp 114-134. Nueva York. Routledge Studies in Management, Organizations and Society. DOI: 10.4324/9781003292401.

Ucrania y Siria son de suma importancia para la seguridad nacional de Rusia y Turquía, respectivamente, por lo que es importante que ambas grandes potencias no interfieran directamente con las operaciones de la otra allí, incluso si sinceramente las consideran ilegítimas y no evitan decir públicamente, asi que.

El presidente turco, Erdogan, reveló recientemente que su país tiene la intención de cumplir pronto con sus planes anteriores de establecer una "zona segura" de 30 kilómetros de profundidad en el norte de Siria, luego de su éxito parcial con este fin hace unos años. Tanto Rusia como EE.UU. advirtieronen contra de la medida, con el primero mencionado diciendo que sería ilegal sin la aprobación de Damasco y que solo el gobierno legítimo de la República Árabe puede garantizar de manera sostenible la seguridad a lo largo de la parte de Siria de la frontera internacional, mientras que el último advirtió que los "actores malignos" podrían explotar el situación para sembrar más inestabilidad regional. Sea como sea, Ankara sigue comprometida con restaurar la integridad de lo que considera sus líneas rojas de seguridad nacional en ese estado vecino de una manera que algunos han comparado con la motivación de Moscú para su operación militar especial en curso en Ucrania.

Rusia y Turquía han estado coordinando sus movimientos en Siria durante la última media década desde las primeras conversaciones de paz de Astana en enero de 2017 para evitar cualquier choque involuntario entre estas grandes potencias. Hasta ahora, sus líderes han logrado regular responsablemente su rivalidad.aunque está claro que aún continúan compitiendo entre sí allí y en otras partes de Afro-Eurasia, como en el norte de África y el sur del Cáucaso. El conflicto ucraniano es otra instancia en la que sus intereses no se alinean perfectamente, como lo demuestra la condena pública de Ankara a la campaña de Moscú y su envío de drones a Kiev para usar contra las Fuerzas Armadas Rusas (RAF). Para ser justos, los armamentos que Rusia proporciona a las Fuerzas Armadas de Siria (SAA) en teoría podrían usarse contra Turquía, por lo que se equilibra de alguna manera, aunque es una comparación imperfecta porque esos dos no están en hostilidades.

A pesar de sus diferencias en Ucrania y Siria, las relaciones ruso-turcas se mantienen bastante estables, lo que contradice las expectativas de muchos que pensaban que ya habrían roto sus lazos de facto. De hecho, en el frente ucraniano, Ankara ha sido bastante complaciente con Moscú. Se niega a sancionar a la gran potencia euroasiática (manteniendo así los lazos energéticos con ella), el presidente Erdogan acordó con su homólogo ruso explorar formas en que su país podría limpiar las minas navales de Ucrania para reabrir el transporte marítimo internacional, Ankara pospuso o cancelóprovocativos simulacros de la OTAN en el Mar Negro, y Turquía continúa mediando entre Moscú y Kiev. Estas no son las acciones de un país que suspira por ir a la guerra con su vecino, sino de un liderazgo muy pragmático que entiende sabiamente que es mejor reducir las tensiones en pos de intereses compartidos.

Dichos intereses podrían referirse especulativamente a un quid pro quo en Ucrania y Siria mediante el cual Ankara alivia parte de la presión occidental liderada por Estados Unidos sobre Moscú en el primero mencionado a cambio de que el Kremlin corresponda en el segundo a pesar de que ambos continúan criticando públicamente al otro por sus respectivas campañas en cada país vecino. En la práctica, la segunda parte de este acuerdo potencial podría implicar que Moscú se hiciera a un lado mientras Ankara liquida a los grupos armados en el norte de Siria que considera terroristas en paralelo con discretamente "aconsejar" a Damasco que "se retire" y no responda a lo que están haciendo. d ambos oficialmente considerados como una operación ilegal. El Kremlin podría enviar más armas a su aliado al igual que Turquía ha enviado a Ucrania, pero a diferencia del segundo mencionado,

Independientemente de las opiniones de uno sobre la operación especial de Rusia en Ucrania y la similar planeada por Turquía en Siria, no se puede negar que estas dos grandes potencias se están comportando de manera muy pragmática entre sí, especialmente Ankara con respecto a Moscú a pesar de sus envíos de aviones no tripulados a Kiev. Si el presidente Erdogan fuera solo otro títere como la mayoría de sus aliados occidentales liderados por Estados Unidos, además del presidente húngaro Orban, habría sancionado a Rusia, cortado sus lazos energéticos, abierto el Estrecho para los buques de guerra de la OTAN, amenazado con participar en una operación naval. para " desbloquear” Puertos marítimos de Ucrania, y no le importaría mediar entre Moscú y Kiev. En realidad, ha hecho exactamente lo contrario, como se explicó anteriormente, lo cual es impresionante y habla de su política exterior verdaderamente independiente que se practica con miras a maximizar la autonomía estratégica de Turquía en la Nueva Guerra Fría .

Muy comprensiblemente, entonces, Rusia podría tratar de “recompensar” a Turquía por su pragmatismo hacia el conflicto ucraniano al corresponder esta política en Siria con respecto a la operación militar planificada de Ankara allí. También tendría mucho sentido, ya que tal postura reforzaría la confianza mutua y, por lo tanto, ayudaría a manejar las sospechas ocasionales sobre sus intenciones a medida que surgen, que terceros como los EE. UU. Siempre intentan explotar, aunque sin éxito hasta el momento. Ucrania y Siria son de suma importancia para la seguridad nacional de Rusia y Turquía, respectivamente, por lo que es importante que ambas grandes potencias no interfieran directamente con las operaciones de la otra allí, incluso si sinceramente las consideran ilegítimas y no evitan decir públicamente asi que.

Andrew Korybko, analista político estadounidense

La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria nació de una movilización consciente y sostenida de la mayoría de la sociedad grancanaria. Hace 40 años que alcanzamos la mayoría de edad para entender que los retos de progreso y transformación que la isla demandaba requerían de una Universidad que aportara conocimiento, innovación y democratización de la formación

Hoy, desde la experiencia de gobierno en el Cabildo de Gran Canaria puedo confirmar que la ULPGC está entregándonos con creces las oportunidades, la cualificación y el talento que reclamamos y que tanta ilusión generó. Estamos ante una realidad gratificante que se concreta en egresados y egresadas, investigaciones, publicaciones, tesis o patentes que nuestra Universidad ofrece a la sociedad isleña y al mundo.

Desde que fui elegido en 2015 Presidente del Cabildo he estado siempre convencido y decidido a impulsar el excelente trabajo en investigación e innovación que se lleva a cabo en esta isla, tanto por parte de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria como por nuestros centros tecnológicos y empresas. Hemos avanzado mucho al intensificar la cooperación entre todos los que, de alguna manera, tenemos algo que ver con la promoción de la investigación, la innovación o la transferencia de conocimiento. La aportación de este bagaje a las empresas es clave para afrontar los desafíos que tenemos por delante como territorio ultraperiférico, como isla y como sociedad comprometida con la sostenibilidad y la justicia social.

Y es que la innovación y la transferencia, si están bien orientadas, generan empleo de calidad, una mayor competitividad y una mayor atracción de inversiones, diversifica la economía y nos hace más eficientes y sostenibles. Son imprescindibles para afrontar los principales retos sociales y económicos que tenemos en Canarias si queremos un futuro con prosperidad y no repetir los errores que nos han limitado en nuestro desarrollo.

Históricamente, el Cabildo no ha tenido ningún tipo de política de innovación clara a medio-largo plazo. Por ello puedo decir con satisfacción que estamos viviendo el período de mayor implicación presupuestaria y de colaboración de esta corporación para impulsar la I+D+i en toda su historia. Y esto que les cuento lo compartí el pasado lunes con el Rector, su equipo y los investigadores de la ULPGC.

Tenemos muy claro que si vamos a enfrentar los desafíos globales que afrontamos en esta tercera década del siglo XXI, la solución a algunas de nuestras “misiones” centrales, como, por ejemplo, reducir nuestra contribución para alcanzar la neutralidad en emisiones de gases de efecto invernadero en el 2040, se encontrará invirtiendo en I+D+i. Es más, nuestro concepto de ecoísla no se puede concebir si no hay conocimiento que sustente nuestra transición hacia una sociedad más sostenible.

Captura 2Por eso, desde el año 2016 hemos ido incrementando nuestras partidas presupuestarias gradualmente para este fin. Si en 2016 consignábamos en nuestros presupuestos una única partida de 16.000 euros para apoyar una investigación médica en nanopolímeros, poco a poco hemos ido aumentando los recursos y mejorando nuestra coordinación con los diferentes equipos de gobierno de la ULPGC. En total hemos invertido más de dos millones de euros en diferentes iniciativas relacionadas con la I+D+i en los dos últimos años.

Ese apoyo se ha centrado fundamentalmente en ayudas a los investigadores, a proyectos de innovación y a las patentes. Desde el 2018 hemos invertido 349.000 € en becas para personal investigador. Pero lo hemos hecho con una clara vocación de transferencia de conocimientos a través del apoyo a doctorandos que desarrollan su actividad investigadora en empresas grancanarias. También hemos desarrollado un programa de apoyo a proyectos de I+D+i de la ULPGC con alta capacidad de transferencia al sector privado por un montante total de 345.000 €. En gastos de gestión de títulos de propiedad industrial e intelectual (patentes, marcas, modelos de utilidad, diseños industriales, entre otros) de forma que se protejan legalmente los continuos resultados que se generan por la actividad investigadora, hemos destinado 210.000 €.

Este apoyo ha sido fundamental para que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria haya alcanzado ya las 100 patentes. El Cabildo de Gran Canaria ha colaborado en esta tarea y también en la búsqueda de la internacionalización de sus patentes, al haberse decidido un cambio de estrategia, presentándolas ante las oficinas oficiales en Europa y Estados Unidos, que son las únicas que cuentan en rankings universitarios nacionales e internacionales.

De hecho, según los datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas, durante el primer trimestre de 2022 se han solicitado desde Canarias 8 patentes nacionales. Pues bien, durante ese mismo periodo la ULPGC ha participado también en la solicitud de 8 patentes, pero ante la Oficina Europea de Patentes. Dicho de otro modo, la ULPGC ha demostrado durante este año que tiene la misma capacidad de solicitar patentes que el resto de instituciones públicas y privadas de Canarias.

Una de las acciones claves de esta colaboración también ha sido la creación de un Experto Universitario en Economía Circular para Territorios Aislados. Se trata de la primera formación de estas características que existe en el mundo ya que el resto no incorpora la especificidad de los territorios aislados.

Para que la innovación sea posible también hay que garantizar las condiciones materiales necesarias, especialmente en momentos difíciles como los generados por la pandemia. Así subvencionamos el equipamiento necesario para permitir la conectividad durante el confinamiento COVID del alumnado con menos recursos y la condonación de los alquileres a las empresas incubadas en el Parque Científico-Tecnológico de Gran Canaria durante la etapa más dura de la pandemia.

Desde la Sociedad de Promoción de Gran Canaria estamos trabajando también de manera muy coordinada y estrecha y tan solo durante los años 2021-2022 se están ejecutando un gran número de acciones y programas. El programa de doctorandos busca fomentar el emprendimiento para estudiantes de doctorado, mientras que “Spin-offs” se centra en el impulso a la creación de empresas de base tecnológica y/o científicas universitarias. En estos programas han participado un total de 30 doctores/titulados.

En estos momentos están en desarrollo acciones como el Programa Aptenisa para la aceleración de startups, la gestión de espacios de trabajo a la emprendeduría que ha permitido que unas 30 empresas se instalen en el Parque Científico Tecnológico, un programa formativo de Diseño y Programación de Videojuegos o dos incubadoras, una de Alta Tecnología en Analítica de Datos e Inteligencia Artificial aplicada al entorno marino y marítimo y otra de Biotecnología azul y Acuicultura. Y además programas gestión de espacios de trabajo para emprendedoras y empresas con el Parque Científico Tecnológico, convenios de colaboración para alumnado en prácticas en el marco de Gran Canaria Isla Inteligente, acciones formativas especializadas en la explotación de recursos marinos insulares, programas como Xper o Sumatechh de formación en nuevas tecnologías…

Como se puede comprobar, se trata de un esfuerzo ingente para impulsar un modelo basado en la innovación y el conocimiento, más resistente frente a futuras crisis, centrado en las fortalezas de nuestra gente, más sostenible y generador de empleo de calidad. Porque no es ningún secreto que nos enfrentamos a grandes desafíos en este siglo XXI: crisis energética y climática, brechas cada vez mayores entre el norte y el sur, desigualdades sociales y muchas incertidumbres. Si queremos ser más resilientes debemos aprovechar realmente el poder de la innovación para mejorar nuestra capacidad de respuesta y ser cada vez más una sociedad en la que el conocimiento y la creatividad tengan el lugar que les corresponde.

Nuestro éxito como isla no depende sólo de aumentar el presupuesto de I+D+i de las diferentes instituciones. Depende de toda nuestra sociedad, trabajando de manera conjunta para impulsar todo el ecosistema innovador de la isla, remando en la misma dirección – como en este caso entre el Cabildo y la ULPGC- y complementándonos para aprovechar las capacidades de todas y de todos.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.

Es realmente entrañable y solidario lo que estamos haciendo con las personas de Ucrania que buscan refugio en España y en Canarias. Todos los procedimientos administrativos se han agilizado significativamente para que puedan trabajar y acogerse a las distintas prestaciones que se han puesto en marcha para atenderlas. Se ha despertado una hermosa solidaridad entre muchas familias isleñas dispuestas a acoger, a abrir sus hogares para recibir a mujeres y niños que vienen buscando asilo a Canarias. Muchos hoteles están poniendo habitaciones a disposición de familias que no tienen dónde alojarse.

Compañías aéreas como Binter están programando vuelos especiales para trasladar hasta las islas a ucranianas que necesitan un lugar para refugiarse mientras dura la guerra. Hasta la frontera de Polonia acuden también organizaciones no gubernamentales, alcaldes, concejales y gente de buena fe para llevar alimentos y otros materiales necesarios… Desde el primer momento la Unión Europea se puso de acuerdo para activar, por primera vez en la historia, una Directiva que tenía más de 20 años y que permitía la entrada sin límite de refugiados ucranianos. La medida no solo contempla su entrada, sino un permiso para residir en la UE durante un año, prorrogable si las circunstancias de la guerra así lo exigieran.

Insisto en que resulta emocionante constatar tanta solidaridad ante la situación de desesperación de tantas familias que huyen despavoridas de una guerra que pone en riesgo sus vidas. Es lo que tenemos que hacer. Es nuestra obligación humanitaria protegerlas, ampararlas… Y me enorgullece que no surjan voces diciendo que estas personas nos invaden, que genera alarma social verlas pasear por nuestras calles, que nos quitan los puestos de trabajo. Es realmente loable que no se convoquen manifestaciones para echarlas, que no se critique que estén en hoteles mientras dure la tragedia.

Desgraciadamente no siempre actuamos igual y no puedo evitar hacer la siguiente reflexión: ¿Por qué nos cuesta tanto hacer lo mismo con las personas que tenemos al lado, en el continente africano? ¿Somos conscientes de la situación terrible que viven los países del Sahel y tantos otros de África? África es un continente inmenso, pero si nos circunscribimos tan solo a los países del Norte de África y del África Occidental vemos circunstancias tan graves como las de Ucrania que justificarían una respuesta similar. Y no la damos.

Malí, especialmente el norte del país, está sufriendo un conflicto desde hace una década que enfrenta a rebeldes del pueblo tuareg y yihadistas contra los diversos gobiernos y el Estado maliense. Se trata de un conflicto que ha causado ya 25.000 muertos y 2,5 millones de desplazados internos (personas que tienen que abandonar las zonas de guerra y trasladarse a otras zonas del país más seguras, abandonando sus casas y sus medios de vida).

Además, el Sahel (una región del Norte de África limítrofe con el Sáhara que incluye a varios países del África Occidental) está sufriendo la amenaza de diversos grupos terroristas de corte yihadista que controlan cada vez más franjas de terreno. Se trata de grupos terroristas afiliados a Al Qaeda, reunidos en el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes y a Dáesh, como el Estado Islámico del Gran Sáhara. Aprovechando la debilidad de muchos estados hostigan y atacan a poblaciones no solo de Mali, sino de Burkina Faso, Costa de Marfil, Benín, Camerún o Togo. En 2021 se produjeron 1253 ataques yihadistas en este continente, más de la mitad de los atentados de este tipo que se produjeron en el mundo. Francia y otros países aliados han desplegado misiones militares en la zona sin que hasta el momento se haya conseguido frenar el avance terrorista. Sus ataques provocan varios millones de desplazados.

Captura 1La realidad es que los conflictos bélicos se extienden por todo el continente. Además de en los países ya señalados, la guerra o el terrorismo están presentes de una u otra manera en Níger, Nigeria, Mozambique, Camerún, República Centroafricana, Sudán del Sur, Libia, Somalia, Lago Chad, República Democrática del Congo… Incluso Senegal, uno de los países más cercanos a Canarias y más estables y seguros de la zona, vive desde hace casi cuatro décadas un conflicto al sur de su territorio en la región del Casamance, con un grupo insurgente que reclama la independencia de esa franja por sentirse abandonados por el Gobierno central. Se calcula que el conflicto ha podido producir más de 5.000 muertos y cientos de desplazados y pueblos abandonados. Esto es especialmente grave porque se trata del “granero de Senegal” y cada aldea abandonada es un campo de cultivo que se queda sin cultivar. No es casualidad que buena parte de los jóvenes senegaleses que vienen a Canarias procedan de esta zona.

No podemos olvidarnos tampoco de que África es uno de los continentes más afectados por el cambio climático. Un informe de 2019 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) concluía que el cambio climático estaba teniendo «efectos devastadores en la producción de cultivos y la seguridad alimentaria” del continente, debido sobre todo a un aumento de las temperaturas que conlleva un mayor número de sequías, plagas o inundaciones. Esto, además, está golpeando con mayor fuerza a los sectores más vulnerables y contribuyendo a la inseguridad alimentaria, al desplazamiento de poblaciones y ejerciendo una importante presión sobre los recursos hídricos.

Son solo algunos ejemplos para demostrar la gravedad de la situación que están viviendo nuestros países vecinos y que, sin embargo, no se traduce en políticas migratorias y de asilo similares a las se han puesto en marcha para Ucrania. Más bien al contrario, la actuación de España y la UE con las personas que llegan desde África buscando refugio supone una vulneración sistemática de sus derechos humanos.

Aún tenemos frescas las imágenes del llamado “campamento de la vergüenza en el muelle de Arguineguín”, en el que se hacinó a casi tres mil personas en unas carpas cuya capacidad máxima establecida era de 400, se superó ampliamente el plazo máximo de 72 horas de retención (hubo personas que pasaron más de dos semanas bajo custodia policial en el muelle), se les privó de asistencia letrada pese a que muchos eran potenciales solicitantes de asilo, no contaban con inodoros ni agua suficiente y dormían tirados en esterillas en el suelo, entre basura e incluso ratas.

Pero no hace falta recordar los hechos de Arguineguín. Esta misma semana 20 internos en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Barranco Seco se han escapado y otros 15 se han puesto en huelga de hambre por las condiciones en las que son tratados o que no les permitieran cumplir con el rito musulmán del Ramadán. Hay que recordar que los CIE en la práctica son cárceles para extranjeros en la que se encierra a personas que no han cometido ningún delito y en las que se han documentado ampliamente todo tipo de vulneraciones de derechos humanos.

No podemos olvidar tampoco que Canarias acoge en estos momentos unos 2.645 menores extranjeros que llegaron a las islas no acompañados, de los cuales 1.496 se encuentran en Gran Canaria. Las derivaciones hacia otras comunidades autónomas apenas ascienden al 3,7%, poco más de un centenar, a pesar de que desde todas las instituciones competentes se ha dejado claro que las derivaciones son necesarias para poder ofrecer una atención adecuada a estos menores en materia de educación e integración social y laboral para cuando cumplan

la mayoría de edad. Hasta ahí no llega la solidaridad de las comunidades autónomas españolas ni la del propio Gobierno del Estado.

Desgraciadamente esto es la muestra de que no medimos a todas las personas por el mismo rasero y de que la diferencia tan brutal de trato entre la situación de Ucrania y la de los países de África, que también están sufriendo guerras terribles, solo se sustenta en prejuicios raciales y religiosos. Pero también es una muestra de que si hay voluntad política hay capacidad para acoger y dar un trato digno a las personas que se ven obligadas a abandonar sus países como consecuencia de la violencia.

No solo se trata de una cuestión de humanidad, solidaridad y derechos humanos. Las políticas migratorias y de asilo extremadamente restrictivas suponen un lastre para el desarrollo económico, tanto para las sociedades de origen como de acogida de estas personas. Si queremos paz y seguridad en Canarias y en Europa debemos comprometernos con políticas que fomenten la paz, los derechos humanos y el bienestar de nuestros países vecinos, que eviten el éxodo de miles e incluso de millones de personas en busca de los derechos humanos más fundamentales.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.

Como se suele decir, no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista. La economía de Canarias ha vuelto a funcionar, porque su principal motor, el turismo, ha vuelto. Y eso demuestra lo que ya dijimos algunos frente a los agoreros del apocalipsis: que éramos —y somos— un destino turístico absolutamente consolidado y que una vez pasaran los acontecimientos excepcionales, volveríamos a ser el lugar elegido por millones de europeos

El gran trabajo que, a mi juicio, realizó el Gobierno durante la pandemia fue mantener vivo el tejido productivo de nuestras Islas: los hoteles, los comercios, la restauración o la industria del ocio, que durante dos años padecieron un terrible cese de actividad que causó estragos entre los más débiles. El pequeño tamaño de nuestras empresas las hace muy vulnerables ante las crisis. Y el gran mérito de las administraciones públicas fue el de comprender esa situación y volcarse en ayudar con respiración financiera asistida a quienes peor lo estaban pasando. Porque el empleo se crea en las empresas y luchar por las empresas es apostar por el trabajo.

Con una subida del PIB del 11% por encima de la media nacional y con una espectacular creación de empleo, los indicadores de Canarias avisan de una incipiente recuperación tras dos años catastróficos. Ahora bien, eso no supone que debamos bajar la guardia. Siguen existiendo importantes amenazas que pueden afectar la vida de las familias canarias. La inflación desbocada, el incremento del costo de los combustibles, el transporte y la energía, la amenaza de subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo, la imposición de nueva fiscalidad medioambiental al transporte aéreo… Todos estos factores, cuya evolución escapa de nuestras competencias, nos pueden afectar en los meses venideros. Pero es una buena noticia que el grueso de nuestra economía, los servicios turísticos, estén funcionando de nuevo.

Antes de que llegara la gran crisis originada por la pandemia. Canarias tenía importantes problemas. Tuvimos que aparcarlos, porque lo importante era sobrevivir y cuidar la salud de la gente. Pero siguen ahí. Y son el origen de que en esta tierra se paguen malos salarios, de que la redistribución de la riqueza no funcione y de que el desarrollo económico de sectores estratégicos esté atascado.

Llevo años diciendo que es importante reformar la administración pública. Impulsar herramientas que consigan aumentar la productividad, incentivar a quienes trabajan y tomar medidas contra quienes no cumplan sus obligaciones. Es imperativo simplificar la burocracia, acortar los plazos en los que se responde a la sociedad y poner la maquinaria pública al servicio de los emprendedores que crean riqueza y pagan impuestos con los que se sostienen los servicios públicos esenciales.

En estos momentos, las administraciones públicas de Canarias están haciendo un esfuerzo, que es de justicia, para estabilizar a miles de empleados públicos que venían prestando sus servicios en abuso de temporalidad. Es un hecho enormemente trascendente que viene a reconocer el trabajo de quienes llevan muchos años trabajando en precario. Y creo que este esfuerzo por cumplir las normas y por garantizar la continuidad en el empleo en el sector público debería venir acompañado también de un cambio profundo en las reglas del juego.

Los ciudadanos quieren personas que les atiendan y les ayuden. Quieren llamar a la puerta de sus administraciones y que les den soluciones a sus problemas. Y no podemos seguir realizando un esfuerzo de gasto público sin que exista la contrapartida de mejorar la calidad de las propias administraciones. Y el primer problema es la maraña de normas, a veces contradictorias, en la que se mueven las administraciones.

Hay que simplificar las leyes, los reglamentos y las normas que afectan a la sociedad. Hay que ponérselo fácil a los ciudadanos y a los empleados públicos que tienen que tramitar y trabajar en los asuntos que afectan a la sociedad. Y como segundo paso, debemos poner el foco en la transparencia en el trabajo público: conocer quién funciona y quién no, quién produce, quién hace responsablemente su trabajo, que es la inmensa mayoría, tomando medidas contra quienes consideran que la función pública es una especie de lotería a perpetuidad que, una vez conseguida, no exige ningún esfuerzo.

Esa gran reforma pendiente de lo público, para impulsar su eficacia y su eficiencia, jamás se ha afrontado. Pero va siendo hora de que se haga. No existe nada que funcione si no se incentiva a quienes lo hacen bien y se le pone muy difícil a quienes se han acostumbrado a no hacer nada útil.

Casimiro Curbelo. Presidente del Cabildo de La Gomera y portavoz de ASG en el Parlamento de Canarias

El norte de Gran Canaria ha atravesado, a lo largo de su historia, momentos distintos de desarrollo social y económico. En las últimas décadas su progresión se ha visto frenado por distintas vicisitudes y eso ha hecho que se haya ido asentando entre su población y sus instituciones, y con razón en muchos casos, un sentimiento de abandono, de que los proyectos importantes y/o estratégicos de la isla se concentraban en la capital y en las zonas de mayor afluencia turística

Nadie puede poner en duda que se trata de una comarca fundamental para el desarrollo sostenible y equilibrado del conjunto de la isla y que, afortunadamente, hoy está recuperando el dinamismo que necesita para garantizar el bienestar de su gente. Lo hace de la mano de sus instituciones, de su sociedad civil y, no les quepa la menor duda, del Cabildo de Gran Canaria.

Efectivamente, el Cabildo está comprometido en seguir impulsando esta recuperación junto a los ayuntamientos y las organizaciones empresariales y sociales de la comarca. Un buen ejemplo, que escenifica este momento de dinamismo, fue ENORTE, la Feria Empresarial del Norte, celebrada en Gáldar, y que cumple 20 años jugando un papel fundamental pues contribuye a fomentar el contacto, los intercambios y la formación para aprovechar las oportunidades que la zona ofrece.

La propuesta que desde el Cabildo de Gran Canaria estamos promoviendo para esta zona de la isla es integral y contempla tanto el desarrollo del sector primario, el fomento de la actividad comercial, industrial y turística, la atención sociosanitaria y la promoción de nuevos sectores económicos innovadores vinculados a la transición ecológica, como las energías renovables o la economía azul. La reciente propuesta de los alcaldes de Gáldar y Guía coincide y profundiza en estos objetivos de reactivación y recuperación sostenibles. Paralelamente se consolida una sociedad de cuidados, de respuesta a las necesidades sociales, culturales, deportivas…

Captura 1Desde la consejería de Sector Primario se lleva a cabo un amplio programa de actuaciones en los municipios del norte que comprende unas 25 obras de infraestructuras hidráulicas en 10 municipios entre redes de riego, depósitos de almacenamiento, acondicionamiento de estanques y mejoras en las interconexiones hidráulicas de comunidades de regantes o heredades de aguas. La construcción de mercados agrícolas como el de Guía o el apoyo continuo al sector ganadero y al sector primario en general, con ferias, foros internacionales, encuentros gastronómicos o ayudas directas revitalizan el sector. Además, se invierte en infraestructuras como la nueva Agencia de Extensión Agraria de Gáldar, cuya primera piedra pusimos hace unos días.

Pero la actividad industrial y comercial también es imprescindible. A través del área de Industria y Comercio llevamos a cabo distintos programas dirigidos a la dinamización de la economía insular, donde los municipios del norte han tomado especial protagonismo dentro de los planes y programas dirigidos a la activación comercial y al desarrollo de obras de modernización de sus zonas comerciales y parques empresariales. Los planes de modernización de zonas comerciales abiertas y el Plan Estratégico de Áreas Industriales buscan optimizar estos espacios para hacerlos más atractivos para la nueva ubicación de empresas y para incentivar el consumo ciudadano así como para apoyar indirectamente al sector de la construcción. En este concepto, desde el año 2019 se han invertido en el norte de la isla 12,7 millones de euros, en peatonalizaciones, rehabilitaciones como las del antiguo cine de Firgas y reformas y adecuaciones, tanto de zonas comerciales como industriales. Nunca se había trabajado en ello como hasta ahora.

La Cumbre Vive es un programa de apoyo a acciones de promoción económica de municipios de cumbre y afectados por el incendio del año 2019. Se trata de un proyecto pensado para favorecer el desarrollo del mundo rural y afianzar a la población a su territorio. Depuradoras naturales, reciclado del material silvícola para fabricar pellets, recuperación de espacios como el Parque de Otoño o la finca de Los Lavaderos son algunos de los ejemplos de las actuaciones que se realizan.

No obstante, la diversificación económica que necesitamos para hacer nuestro modelo más sostenible, más justo y menos dependiente, pasa necesariamente por los sectores vinculados a la transición ecológica y a la lucha contra el cambio climático, como la economía circular, azul o verde.

El próximo mes de julio se cumple un año desde que pusimos la primera piedra de la ampliación y modernización de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Gáldar y Guía, una demanda histórica de la comarca que permitirá que la capacidad de atención a la ciudadanía se incremente y pase de las 30.000 personas que actualmente están recibiendo este servicio a las 50.000 que se estima que poblarán ambos municipios en el año 2046. El proyecto contempla la implementación de nuevas tecnologías que mejorarán la calidad del agua, al reducir su grado de salinidad, lo que repercutirá en las zonas de riego que reciben el 25% del caudal depurado. Minimizarán igualmente los olores que genera la actividad. El diseño incluye la construcción del primer tanque de tormentas de la Isla, que tendrá una capacidad de 6.000 metros cúbicos. Además permitirá reabrir al baño la Playa de Bocabarranco. Al mismo tiempo se actúa ampliando la capacidad e instalando renovables para mejorar su producción en numerosas desaladoras y depuradoras de toda la comarca, como en Arucas-Moya.

El Cabildo también aporta financiación para el Parque Tecnológico de Gran Canaria – Área Experimental de Economía Circular, en Gáldar, que se afianza en convertirse en un polo de investigación y fomento de este tipo de economía así como de atracción de inversiones y de generación de empleo vinculado a la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones.

Las políticas sociales son imprescindibles para garantizar la igualdad social y proteger a los más vulnerables. El Cabildo financia en estos momentos múltiples actuaciones en materia de igualdad, menores, mayores, enfermos mentales o emergencias y ha puesto en marcha una amplia cobertura de plazas sociosanitarias que incluye residencias como, entre otras, las de Teror, La Aldea o Tarazona y los Salesianos en Guía.

El Patrimonio Histórico- Cultural está llamado a ser uno de los grandes atractivos turísticos de la zona. Es también una manera de mantener viva su memoria y su identidad. En este mandato se consiguió que la Unesco declarara a Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria como Patrimonio de la Humanidad y se trabaja en la creación, la restauración y la potenciación de la amplia red de centros de interpretación y yacimientos prehistóricos, de su patrimonio religioso y civil. Los Caserones, el centro de Interpretación de Risco Caído o el de La Guancha son ejemplos de esta nueva mirada a nuestra historia.

Además de la Reserva de la Biosfera, el norte grancanario acogerá, en el extremo más alejado de esta comarca, el primer Parque Nacional de nuestra isla en Guguy y su entorno marino. La reforestación y la prevención de incendios son elementos también de revitalización y de generación de empleo y ocupan una parte importante de nuestra acción de gobierno. Y el Medio Ambiente, su protección y desarrollo como un elemento importante y catalizador de una economía verde pujante. En esa línea colaboramos con Moya para la ejecución de su gran parque urbano o con Firgas en la rehabilitación del Balneario de Azuaje.

Un turismo de las estrellas, arqueológico, histórico, gastronómico, rural, de la naturaleza, marino-marítimo, activo, tiene cada vez más relevancia en la zona y se trabaja para hacerlo posible y de manera intensa y transversal desde Turismo de Gran Canaria y distintas áreas insulares.

La firma del convenio para poner en marcha la ejecución de la circunvalación de Agaete es también una muestra del impulso inversor que realiza en estos momentos el Cabildo de Gran Canaria en el Norte de la isla en materia viaria. Las nuevas carreteras de Teror, Agaete o Moya y el PTP15 que permitirá el desarrollo integral de la GC2, son algunos de los ejemplos sustanciales.

También los Planes de Cooperación, el FDCAN y los Planes de Inversión Financieramente Sostenibles dejan cada año –equilibradamente- una importante cantidad de recursos económicos en el Norte para la mejora de sus equipamientos e infraestructuras. Hoteles rurales, espacios sociales y culturales, centros de formación para el acceso al mundo laboral y planes de empleo, instalaciones deportivas diversas, asfaltados y saneamiento, rehabilitación de parques de viviendas, etc…

Los hechos y las cifras son contundentes. Más de doscientos millones de euros de inversión del Gobierno de la isla en el norte. El Cabildo, de la mano de los ayuntamientos, de la mancomunidad, de la sociedad civil y de las organizaciones empresariales, está haciendo un importante esfuerzo para promover el desarrollo sostenible y la diversificación económica de la comarca norte de Gran Canaria, que se puede convertir en un ejemplo de bienestar. Sopla viento del norte.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria

En sus cuarenta años de autonomía, democracia y libertad, Canarias ha tenido que tomar decisiones muy trascendentes. Tal vez la más importante haya sido la integración en la Unión Europea (entonces la Comunidad Económica Europea) que supuso renunciar a una parte importante de nuestra herencia de libertades fiscales y aduaneras. Nos hicimos más europeos, para lo bueno, que era mucho, y para lo malo, que fue, básicamente, el aumento de la fiscalidad en las Islas

A pesar de todo, el Archipiélago supo defender un estatus especial dentro de la Unión Europea. Uno que está recogido al máximo nivel en el Tratado de Lisboa, y que reconoce a los territorios ultraperiféricos de Europa una serie de hándicaps estructurales que deben ser tenidos en cuenta en la aplicación de las políticas comunes.

Nuestro Régimen Económico y Fiscal y nuestro Estatuto de Autonomía albergan lo que aún conservamos de esa herencia diferencial que Canarias tiene casi desde los momentos posteriores a la Conquista, y que llegó a su máximo nivel jurídico con el Decreto de Puertos Francos, de Bravo Murillo, en 1852 y la Ley del REF de 1972.

Aún recuerdo cómo se discutía, en los primeros años de la Autonomía, si nuestras Islas deberían convertirse en una zona libre bancaria, en un refugio para las capitales del mundo, como Hong Kong o Shangai. Pero eso habría significado quedarnos fuera de la unión aduanera comunitaria y de las políticas agrícolas comunes, tan importantes para el campo canario y, especialmente, para el plátano.

Una de las peculiares entidades de las Islas es la Zona Especial Canaria, que ha tenido, tras unos difíciles comienzos, un importante desarrollo en los últimos años. Ahora, una nueva interpretación de las autoridades de Hacienda sobre el llamado “comercio triangular” puede suponer un duro golpe para la ZEC y, sobre todo, para algunas de las empresas que operan en ella. Se trata de que pueden quedar excluidos de los beneficios ZEC aquellos bienes que se compren por una empresa radicada aquí y que no pasen necesariamente por las Islas en el tránsito desde el sitio de compra al sitio de venta.

Sin entrar a valorar este asunto en concreto —que es muy importante y sobre el que ASG ha tomado iniciativa en el Parlamento de Canarias— lo que me preocupa es la inercia histórica de las autoridades fiscales de nuestro país para ir limando poco a poco las singularidades de Canarias. Todos y cada uno de los gobiernos de las Islas han tenido que explicar una y otra vez que los derechos de Canarias no son privilegios, sino la manera de igualarnos con el resto de los ciudadanos de España. Cada poco tiempo nos enfrentamos a una nueva medida en la que se ignoran nuestros fueros o se vulneran nuestras leyes, a veces por simple desconocimiento. Porque muy pocos funcionarios y políticos que aterrizan en la administración central del Estado saben o conocen lo que somos.

Nos pasamos la vida hablando de diversificar nuestra economía. Somos un destino de éxito turístico absolutamente considerado uno de los más importantes del mundo. Pero muchos pensadores proponen la conveniencia de apostar por otras actividades que podrían ser de éxito. Pues bien, debemos desarrollar nuevas ideas y potenciar lo que ya tenemos. En su día, Canarias fue un nodo comercial de primer orden. Y con instrumentos como nuestros puertos, nuestra ZEC, nuestro registro de buques y nuestra fiscalidad diferenciada, podríamos relanzar el protagonismo canario en un floreciente comercio que además tiene, aquí al lado, un continente que está a punto de empezar a crecer y a prosperar económicamente.

Pero como decía hace unos días, nunca podremos hacer nada si no nos ponemos de acuerdo en trazar un rumbo y nos comprometemos a seguirlo. Si seguimos dejando que se recorte la ZEC o que España y Europa se relacionen con África sin pasar por Canarias, perdidos en nuestras rivalidades políticas provincianas, nunca haremos nada inteligente.

Casimiro Curbelo. Presidente del Cabildo de La Gomera y portavoz de ASG en el Parlamento de Canarias

En menos de un año el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPPC) ha emitido tres informes extraordinariamente preocupantes sobre el cambio climático y sus consecuencias para el planeta. En el informe hecho público en los primeros días del mes de abril de este año –el primero se publicó en agosto del año pasado- los expertos de Naciones Unidas nos trasladan con firmeza que las emisiones deben tocar techo antes de 2025 y luego caer drásticamente para evitar la catástrofe climática. Según el documento presentado por el Panel, las estrategias climáticas actuales de los gobiernos del mundo no indican que esto se vaya a producir, sino todo lo contrario: las emisiones seguirán creciendo durante esta década

El IPPC señala que son imperiosas las “reducciones profundas y, en la mayoría de los casos, inmediatas, de las emisiones de los gases de efecto invernadero en todos los sectores”. António Guterres, Secretario General de la ONU es tajante a la hora de sintetizar el documento presentado: “Es hora de que dejemos de quemar nuestro planeta y empecemos a invertir en las abundantes energías renovables que nos rodean”. Todas las fórmulas posibles pasan por eliminar gran parte de los combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón de la generación de energía: afirman que “todos los modelos incluyen pasar de esos combustibles a fuentes renovables” y hacen especial hincapié en que el coste por megavatio de la energía solar ha caído un 85% y el de la eólica un 55%, desde 2010. Según Hoesung Lee, responsable del IPPC, nos encontramos en una encrucijada: “De las decisiones que tomemos ahora depende conseguir un futuro vivible”. Para Jim Skea, codirector de la investigación, “es ahora o nunca” cuando se deben precipitar las decisiones.

CapturaEl pasado 30 de marzo decenas de científicos del mundo, agrupados en la plataforma Scientist Rebellion, han vuelto a la carga publicando un manifiesto (Los científicos que nos rebelamos contra la inacción climática) en el que afirman que “nadie viene a salvarnos: solo una revolución climática podrá hacerlo”. Y echan mano del filósofo ecologista Jorge Riechmann para hacernos llegar que “estamos viviendo una situación histórica absolutamente excepcional, en términos no ya de historias de nuestras universidades, nuestras ciudades o nuestros países; sino de historia de la especie humana y del planeta Tierra. Las perspectivas son de ecocidio, más genocidio, y nos hace falta una fuerte reacción social”. António Guterres los apoya mostrando en un vídeo, de manera gráfica que, de no actuar pronto, veremos ciudades costeras desaparecidas bajo las aguas, olas de calor sin precedentes, tormentas monstruosas, escasez global de agua o la extinción de un millón de especies animales y vegetales. Y dejan meridianamente claro que la ley española sobre el Cambio Climático no es suficientemente ambiciosa y llega demasiado tarde.

Mientras los científicos del IPPC y los agrupados en torno a Scientist Rebellion nos trasladaban este enorme caudal de datos, certezas y llamadas a cambiar el modelo desarrollista y energético sobre el que se apoyan los países del mundo en estos momentos, Europa y España insisten en mantener los combustibles fósiles, y sobre todo el gas, como elemento clave para la generación de energía. Insisten en seguir dependiendo de un combustible que ya antes de la guerra había elevado enormemente los precios de la electricidad y que tras la invasión de Rusia a Ucrania ha provocado un desabastecimiento en todo el continente.

Pero no solo eso. La invasión de Rusia a Ucrania está suponiendo un paso atrás preocupante y en contra de las políticas diseñadas para frenar el calentamiento global. Las subvenciones a los combustibles fósiles y las ayudas a su consumo no dejan de aumentar y se incrementa también notablemente su extracción. Por otra parte, la necesidad de invertir una cantidad ingente de dinero en la guerra hace que se destinen muchos menos recursos a las energías limpias y a la lucha contra el cambio climático y que se ponga en riesgo el Estado de Bienestar.

Resulta absolutamente inexplicable (o sí, no nos podemos olvidar del enorme poder de los lobbies energéticos europeos y su influencia sobre los conservadores que gobiernan el continente, con un seguidismo preocupante de la socialdemocracia) que primero plantearan considerar como verdes al gas y a las nucleares y que el Gobierno de España, sin contar con nuestra Comunidad intentara colar las regasificadoras en las islas, en un RDL para paliar las consecuencias de la guerra.

Hoy Europa está viviendo una crisis energética de efectos incalculables precisamente porque no se ha trabajado con el interés suficiente en los últimos años en la implantación de las energías limpias y ha seguido confiando desatinadamente, obstinadamente, en los combustibles fósiles y sobre todo en el gas, en complicidad con los lobbies del sector. Sin tener en cuenta que dependemos de países inestables y poco respetuosos con los derechos humanos y que este combustible se ha ido encareciendo año tras año, frente a la disminución de los costes de las energías limpias. Para el Gobierno de España y de la UE el gas era la panacea y dejamos que Rusia condicionara nuestra estabilidad energética. Por eso sigue matando en Ucrania, porque sabe que países como Alemania (que depende energéticamente del gas ruso en un 64% y que tiene al excanciller Schröeder como selecto intermediario) le van a seguir financiando la invasión a Ucrania con la compra de un gas que no pueden sustituir. Desde el inicio de la guerra, Rusia ya ha cobrado casi 40.000 millones de euros de países europeos a cuenta del gas que les suministra. Qué curioso, los sabiondos de Alemania dando lecciones siempre de cómo gobernar y ahora están energéticamente en manos de un personaje peligroso como Putin.

También Argelia, tras su encontronazo con España a causa de la traición del gobierno español al pueblo saharaui, ha anunciado que va a incrementar notablemente el precio del gas a este país. Y para intentar remediar la situación, Europa se pone en manos de EEUU y del gas proveniente de ese país, mucho más caro, extraído a través del fracking, una técnica altamente contaminante, que genera seísmos graves, que está prohibida en España y en otros lugares de Europa y que multiplica más de cinco veces las emisiones de gases de efecto invernadero.

El último informe de Greenpeace ha calculado los 'beneficios inmorales' que han amasado las petroleras desde que comenzó la guerra. Habla de más de 3.000 millones de euros 'extraordinarios' que se están embolsando gracias, principalmente, al sobrecoste del diésel y la gasolina. Solo en España, la industria del petróleo está registrando unos ingresos adicionales de 7,6 millones de euros diarios, mientras la población sufre los precios récord en las gasolineras.

España depende un 75% del exterior para abastecerse energéticamente y en vez de poner toda la carne en el asador para romper esa dependencia, insiste en el gas y nos lo intenta endilgar a Canarias. De modo colonial. Sin consultarnos. Sin escuchar a nuestro Gobierno Autónomo, a nuestro Parlamento, a los cabildos…

Somos vulnerables, pero si no actuamos seremos aún mucho más vulnerables. Tenemos que acelerar la transición energética. Como plantea la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA): “ Necesitamos aumentar rápidamente la producción de energía renovable; promover una verdadera contabilidad y conciencia de los costos de la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles y los impactos ambientales de su uso y reducir la demanda de gas “.

François Gemenne, investigador del IPPC, declaraba hace unos días en El País que “con más renovables, los Putin tendrían menos poder”. No hay ningún experto, ningún científico, que no coincida en afirmar que la solución en estos momentos solo pasa por las renovables. Que es una locura insistir en la dependencia del gas. Hay que avanzar en las energías eólica y solar, venciendo los neonegacionismos instalados en las administraciones y en sectores conservacionistas cegados por visiones absolutamente sesgadas y parciales: como decía El País en un editorial reciente, “algunos tics de la sociedad de la opulencia están ahora claramente fuera de lugar”. Hay que desburocratizar los procedimientos para facilitar la penetración de las renovables, hay que incentivar y financiar el autoconsumo, las comunidades energéticas, la eficiencia y el ahorro, hay que planificar y ordenar la eólica marina. Hay que, como plantea Macron en Francia, tomar el control sobre determinadas empresas energéticas.

Termino insistiendo en algo que me parece clave: en Gran Canaria tenemos una parte importantísima del camino andado, el Salto de Chira nos va a permitir ir mucho más rápido en todo este proceso ya que tenemos solucionado una gran parte del almacenamiento necesario para facilitar un cambio de modelo sustentado en las renovables. Jamás en el gas, no les quepa la menor duda. El gas de Canarias no puede ser sino el viento y el sol.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.